Capitulo 2 : Una triste despedida y un extraño encuentro
En alguna parte de la torre del reino, el rey Mana se encontraba observando, como las ruecas se volvían cenizas y que desde el cielo, se podría apreciar le humo que emanaba de aquellos objetos que usaban sus sirvientas para coser las ropas, y que ahora ellas no lo van a usar por que aquel maldito ser, el conde, se podría cumplir la maldición que le había impuesto a su preciado hijo.
Mientras que en la habitación de los huéspedes, se encontraba pensativo, un hombre pelirrojo, con una media máscara que tapa su ojo derecho, de nombre Mariam Cross, quien con un cigarrillo en su mano, se hacía en su mente un plan para proteger al hijo recién nacido de su viejo amigo Mana, en vez de pensar en sus mujeres que lo esperan en un bar cerca del castillo.
Pensó en un plan a, que sería traer a uno de sus inventos, él tenía en mente a Chomesuke, quien se convertiría en un akuma gigante y que se llevaría al bebé en algún lugar lejos del castillo y del conde, pero al gran Cross se le había olvidado que en el castillos están los guardias del rey y que la podrían destruir. Además, él sabe como se pone Mana, cuando se trata de uno de sus seres más queridos por él (la reina y su hijo), es más hasta el mismo rey se le ocurriese poner una gran muralla anti akumas, para evitar un secuestro.
Pero, él pensó en un plan b, pero de repente se escucha una risa de una chica.
- Cuanto tiempo vas a quedarte escondida en esa muralla Fou - dijo sin mirar la muralla que resplandece de un color verde.
- Jijijiji. vaya, vaya Cross tanto pensar, te pone de muy mal humor - dice la voz, y al salir de la muralla, se aparece ante Cross una joven de cabellos rojos, sus ojos del mismo color, un peto de color morado, al igual que su short del mismo color.
- Eso, a ti no te interesa - respondio con indiferencia el pelirrojo.
- Che, que humor Cross, pero no solo he venido a fastidiarte - dice la joven - tan solo te quería preguntarte algo , es sobre alejar al conde del bebé del rey Mana. - mirando seriamente al hechicero.
- He!, tan solo viniste a decirme eso - responde el hombre. - yo ya tengo una idea, y sería llevarme a ese niño en una aldea más cercana a este, para que el rey se quede tranquilo - dice el pelirrojo con una sonrisa triunfal.
- ¡Si claro!, pero se te olvidó que el conde te puede localizar en cualquier momento en esa aldea y te podría atacar , pero peor aún, mataría a ese bebé - dice una enojada Fou - es eso lo que quieres para que él rey se desanime.
- Voltea la cara un enojado Cross, aunque no quiera admitirlo, la joven tiene razón es cierto que el conde lo estaría localizando a través de sus secuaces, eso pondría en peligro a la criatura si eso pasa, su amigo Mana quedaría devastado y la reina quedaría destrozada, y más encima cuando ese pequeño cumpla esos malditos 16 años, no se podrá casar con el hijo de Tiedoll, para poder evitar corazones rotos y decepcionados, como si una lámpara se posara en su cabeza, se le ocurrió un plan.
- jejejejeje - rie el pelirrojo hechizero de forma maniática, asustando a Fou.
- OOOye Cross, no es razón para que rías como un odio... - fou interrumpida por el hombre.
- Ya lo tengo, como no se me ha ocurrido antes, para evitar que el conde busque al bebé tendré que llevarmelo a la casa abandonada del leñador - dice Cross.
- Claro, claro, claro pero se te olvida que el conde es más poderoso que tú y yo incluida - le corrige la chica.
- Eso lo tengo bien claro.
- Entonces qué, dilo ya - dice una ansiosa Fou.
- Es disfrazarme de un campesino y con ello ocultaré al bebe, para que ese gordo no nos encuentre - dijo Cross muy satisfecho.
- Vaya Cross tu plan no es tan malo como lo pensé, pero vas a tener que ocultar tu presencia magica - mencionó la joven pelirroja.
. No te tienes que preocuparte niñata, ya lo tengo todo planeado, y mi disculpas, tengo que informarle sobre el plan al rey - dijo el pelirrojo saliendo de la habitación.
- Bien, bien, mientras tanto me voy a tomar una siesta en la otra habitación - dijo la chica traspasando la muralla de color verde - "Espero que no hagas nada estúpido, pelirrojo idiota" , pensó la muchacha mirando la puerta donde salió Cross Mariam, y con ello se fue atravesando la muralla.
En esos minutos, mientras el hechicero del reino, les contaba su plan para proteger al bebé del rey y la reina, en un principio la reina no estaba de acuerdo con el plan de Cross de llevarse a su querido hijo, pero sintió la mano de su esposo y una sonrisa tranquila reflejada en él, con aquello le hizo comprender a la reina que Mana estaba de acuerdo. Ya había llegado la noche, y ambos reyes vieron por ultima vez a su pequeño hijo, Cross estaba listo con su disfraz de campesino y con el bebé en sus brazos dormido, para ambos es una etapa muy dolorosa tener que despedirse del pequeño, pero no tenían otra obcion si su hijo se queda con ellos, puede que el conde esté listo para matarlo o mucho peor que se cumpla su profecía, es lo más doloroso para unos padres no tener la oportunidad de ver a su niño crecer, enseñarle a caminar, comer y a ver el reino junto a él, pero ese sueño no se cumplirá.
Aquella noche será inolvidable para ellos, y con ello mantienen la esperanza de que al pasar los 16 años se reencontrarían con su amado hijo tal y justo como se los prometió Cross, el hechicero del reino.
En otra parte del reino, estaba un lugar lúgubre que ninguna criatura, animal o persona, se atrevería en poner un pie en él, era un paisaje en muy mal estado, los árboles no tenían ninguna hoja en sus ramas, solo existía maldad en aquel lugar.
Dentro de aquel paisaje se encontraba un oscuro castillo donde era habitado por el rey de la oscuridad y de las tinieblas, el conde del milenio y sus secuaces los noes, en ese momento el conde estaba de un humor que haría estallar el mundo entero, estaba tan furioso de no poder encontrar al hijo que acaba de maldecir, y además mandó a los noes que lo buscaran por todo el lugar y no hubo ningún rastro, después mado a los akumas que lo encontraran y nada, es como si ese niño se lo tragara la tierra.
- Vamos conde_sama, no se desanime, no creo que el pequeño esté a alg... - fue interrumpido el akuma con un fuerte golpe por parte del conde.
- ¿Cómo quieres que me anime?, sin quiera encontraron a ese niño, es imposible que no se esfumara del castillo del rey, seguro que lo buscaron bien - dice el conde viendo a los akuma y a los noes.
- Por supuesto que lo buscamos mi lord - habló después un hombre alto de piel morena, con unos hermosos ojos de color ámbar, de nombre Tikki Mikk - todos ,los akumas y nosotros los buscamos y revisamos todo el bosque.
- Y no se encontraba en ninguna aldea que arrasamos - había hablado una niña de piel morena como su compañero, tiene los ojos del mismo color como ellos, su cabellos de color morado y corto, y mientras veía divertida la conversación - además revisé a escondida el castillo de Mana, y no estaba.
- Y señor conde por que tanta obsesión por encontrar a ese niño - dijeron dos personas de su mismo clan, uno muchacho de color de pelo azul Jasdero y su hermano Devitto que tiene su pelo de color amarillo - mejor deje esa obsesión por ese niño y disfrute mejor la destrucción de las aldeas que destruyamos.
Pero, se oye un sonido, y era una risa, esa risa todos la podían identificar, era la risa del conde, todos se quedaron con los ojos grandes de la impresión nunca habían visto reír al rey de la maldad de esa forma, después los akumas acompañan al conde con risa, pero ningún noeh se reía, ellos sabían el por que es risa, cuando el conde paró, empezó a lanzar bolas oscuras por todo el lugar.
- YA CÁLLENSE, ¡EN VEZ DE REÍRSE MEJOR VALLAN SE Y BUSQUEN BIEN! - dice un enfurecido conde que lazaba en todos lados las bolas y todos los akumas y noehs corrieron por sus vidas para que no fueran atacados.
Cuando todos se fueron, y el conde se calmo, llamó a la mas joven de los noah y su fiel paraguas parlante :
- Road y Lero, vengan les quiero dar una misión - ordeno el conde, y aparecieron la chica Noeh y el paraguas.
- MMande conde_sama lero - dijo un temeroso Lero.
- Ya le pasó el enojo Conde - dijo la joven de los noeh.
- A si es Road, pero no te vine a replicar, sino que les quería dar una misión - dijo alegremente el conde.
- Si cual es? - pregunta una entusiasmada Road.
- Se trata de que tu y Lero encuentren a ese pequeño, y si lo encuentran avísenme - dijo el conde a los dos.
- Bien conde vamos para allá - dijeron al mismo tiempo el paraguas parlante y la joven, y se fueron del castillo, y mientras tanto el conde pensaba "Jejejeje espero encontrarte pronto, pequeño enano ".
Habían pasado 16 años después, en algún lugar del bosque , en una parte alejada del todo, se encontraba una casa, donde fue construida por el leñado, mientras tanto en esa casa se escuchaba una dulce melodía, parecía la melodía de una hermosa ninfa del bosque, pero cuando se abrió las ventana de aquella casa, se revela la voz de un hermoso joven, de unos lindos cabellos blancos que parecían ser natural, poseía unos ojos de color gris, en su mejilla estaba una marca de nacimiento que tenia la forma de un pentágono, en su rostro se constituía unas franjas delicadas como las de una doncella, con un cuerpo delgado, de nombre Allen Walker. En ese rato él estaba tarareando una canción de cuna que no sabía el por que lo recordaba mientras limpiaba la ventana del segundo piso.
En el primer piso, se encontraba Cross Mariam, quien estaba viendo un libro donde estaba dibujado una vestimenta de un joven de la realeza, ese día lo sabía, era el cumpleaños número 16 de Allen, ya habían pasado 16 años desde que se lo llevó, desde ese tiempo, le enseño a caminar a hablar, y hasta incluso le enseñó a defenderse de los akumas que rodeaban el bosque, y también que el peliplata es quien le paga las deudas del pelirrojo, pero para su cumpleaños el sentía que le de'vía las veces que lo mandaba a pagar sus deudas, cuando Cross intentaba escribir.
- Maestro, ya termine de limpiar - dijo la delicada voz de Allen, pero sin saber que había asustado a su maestro, y que el mismo pelirrojo disimulaba no estarlo.
- Vaya estúpido aprendiz, terminaste rápido - dijo de pronto mientra ocultaba el libro atrás suyo.
- mm mm, maestro dígame que está escondiendo ¬_¬.
- Nada que te interese estúpido aprendiz, y déjame decirte que tienes que conseguir más bayas rojas y un vino en la casa de los enanos - dice Cross mirando a su aprendiz.
- ¡Queeee!, p-p-pero maestro ayer fui a buscar vallas - decía un Allen empujado por su maestro hasta la puerta y siente que el pelirrojo le ponía una especie de tela en su cabeza - y para que esto.
- Nada de reclamos joven cito y ve por esas bayas.
- Pero no me contestó lo que le pregunté - dice un Allen enojado.
- Bien bien bien si no quieres te obligaré a que te pongas ese vestido para que bailes para los enanos y moviendo el trasero - dice el pelirrojo con una sonrisa maliciosa.
- O_O - Allen no dijo nada, ya que él estaba recordando ese horrible suceso, en que tubo que bailar y mover el trasero para que los enanos se rieran, y ademas con un vestido, ese momento fue el más vergonzoso que tubo que pasar y su dignidad masculina se fue al desagüe, no tuvo más obción que ir por ese vino en la casa de uno de esos enanos e ir por las bayas rojas.
Cuando el joven peliplateado, Cross se calmó un poco, ese niño era demasiado curioso, pero hablando de la sorpresa el lo tiene que preparar, pero no puede hacerlo solo, asi que tubo que invocar a Fou para que lo ayude.
- Oye Cross, ahora que quieres, me interrumpiste con mis arreglos para tener una cita con baka_Bak - dice una enojada Fou con un maso en la mano para golpear al pelirrojo.
- Mira no estoy para que sermonees por perderte una cita con ese acosador, te invoqué para que me ayudes con la sorpresa de mi aprendiz - en ese instante el tenía una cuerda y se abalanzó hacia ella y la amarró, en el bosque se pudieron oír los regaños de Fou.
Mientras en el bosque, caminaba un cansado Allen, quien cargaba en su canasta las bayas que le pidió su maestro a buscar, y también tenía en su mano el vino que el mismo sujeto le encargo, los malditos enanos le han pedido que cargue oro, pero grande para pagarle las deudas de su maestro - " maldito maestro"-, pensaba enojado el albino hasta que llegó en un lago y poder beber agua feliz.
Al terminar de beber, el joven tatareó esa hermosa melodía, y vinieron unos animales muy simpáticos.
- Hola amigos, como han estado - decía feliz el joven mientras acariciaba a un ciervo, y algunos conejitos, pájaros y a un buho. Eran los unicos amigo que él se hizo mientras estaba en el bosque.
- Saben, mi maestro otra vez me obligó a pagarle las deudas a sus cobradores, y además me pide que me ponga una tela, y no me dice el por qué lo tenga que usar. Pero déjame contarles que tuve un sueño muy extraño - los animales le ponían atención - soñé con un sujeto que no se por que creo que lo he visto en alguna parte.
En otra parte del bosque , cabalgaban unos jovenes, el primero es un joven con rasgos japoneses, con un peinado de caballo de un color azul oscuro, el segundo es un joven pelirrojo , con un parche que le cubría un ojo, tiene un solo ojo de color verde, y por ultimo una joven de ojos violeta y sus cabellos de color verde.
- Guauuu Yuu, no te parece un hermoso lugar de cazar - dijo alegremente el joven pelirrojo de nombre Lavi Boockman.
- DEJA DE LLAMAR MI NOMBRE, CONEJO- decía un enojado Yuu Kanda, quien le pone su espada en el cuello al joven de un solo ojo.
- Basta chicos, Kanda deja en paz a Lavi - dijo la joven de cabellos verdes de nombre Lenalee Lee.
- Che - dijo un enojado Kanda por no cumplir su cometido.
- Gracias Lenalee - dijo un alegre Lavi quien intenta abrazar a su compañera, pero sintió un golpe en la cara.
- NO ES MOMENTO DE ...- de pronto se escucha una hermosa melodía en el ambiente, Kanda también lo oye al igual que Lavi ( en el suelo ), y los tres se fueron en busca de aquella hermosa voz, cuando al fin divisaron a la persona que es dueña de esa voz.
- Kanda que ...- dijo de repente Lenalee, quien no tubo la oportunidad de alcanzar a Kanda.
- ...- El espadachín no la escuchó, siguió al frente avanzando hacia la parte del bosque, cuando pudo avanzar, él vio algo que lo dejó asombrado, nunca había visto una maravilla como esa, era un lindo joven de un hermoso cabello blanco, era un color natural, no como las canas de los ancianos, era lo más hermoso que pudo ver, mientras él se acercaba, se dio cuenta que el niño misterioso estaba durmiendo.
El pelinegro quería visualizar más de cerca al hermoso joven, miró de reojo las fracciones delicadas que el chico tenía, son como las de una ninfa, y sus pestañas son largas, pero sus ojos se posaron en sus labios que se veían muy apetecibles, cuando quiso probar esos labios, no se había percatado que el joven despertó, al verlo de cerca tenía unos ojos grises pero un grito hizo que se quedara sosrdo.
Así es el joven a gritado - AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH !
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top