Decisiones

Decisiones.


Agosto, 2017.

¿Pensé alguna vez que estaría en Austria metido en negocios de la familia de manera voluntaria? Definitivamente la respuesta es un arrogante "no".

De alguna manera asocié que todo lo relacionado sobre los "trabajos" en esta familia eran sucios y en efecto lo son, no puedo mentir y decir que son gente de corazón noble haciendo cosas malas por razones buenas, eso sería mentir y pintarme una utopía, pero hay cosas que no involucran laboratorios, asesinatos, torturas, negociaciones y cosas turbias o al menos no del todo y una de esas cosas son las clínicas que en su momento Anton para cumplirle el capricho a Niklas patrocinó convenciendo a Luhanne de que Niklas estaba haciendo un buen trabajo y eso solo sería un juguete.

¿Juguete? Mi hermano lo volvió algo grande, una se convirtió en dos y ahora tiene cinco, no enormes y más de un aspecto y condiciones exclusivas, pero con un funcionamiento eficaz y avanzado que no deja de sorprenderme. Sus funciones podrían tornarse un poco confusas, porque mientras que dos atienden enfermedades avanzadas o referentes a la salud física, otras dos están dedicadas a la salud mental.

Dos en Alemania, una en Luxemburgo otra en Los Países Bajos y una en Australia. En un principio no entendía las ubicaciones de las mismas, pero con el pasar de las semanas y viendo cómo cada vez me involucraba más en la logística, Lorenz comenzó a compartir información conmigo.

Son clínicas legales, en regla con los papeleos, están a nombres de mi madre pese a que les pertenece a mis hermanos, solo son atendidas las personas que ellos autorizan y son muy minuciosos y metódicos sobre cómo saber cuándo alguien será ingresado. Hay muchísimos detalles que me han dejado alucinado y el hecho de que tengan tanto poder sobre las decisiones de salud sobre otros no sé cómo me hace sentir.

Luego de que Niklas dejará en manos de Lorenz y mía la rehabilitación de una mujer adicta a las drogas que había sido traficada de su país de origen, Lorenz se encargó de poco a poco explicarme la logística, cómo funcionaba, en dónde necesitaban aplicar mejores estrategias y en dónde estaban las fortalezas; en ese momento una vez más confirmé que Lorenz tiene una mente brillante, su coeficiente intelectual tiene que estar lo bastante alto porque parece de alguna manera saberlo todo, sean cosas importantes o triviales, las conoce. Así que me enseñó, hicimos planes, llevamos a cabo estrategias y tomó mis sugerencias. Esto no quiere decir que las clínicas sean un centro de ayuda ni que no se encuentren involucradas con algunos temas inquietantes, pero quiere decir que lo malo se puede mezclar con lo bueno y que en esta familia parece que siempre hay dos caras de una misma moneda.

— ¿Por qué tanto silencio? —Me pregunta precisamente Lorenz que se encuentra escribiendo con rapidez en una portátil.

—Solo pienso en que no te ves cómo un genio, pero eres uno.

—Es un halago que de alguna manera consigue sentirse cómo una ofensa ¡Solo tú podrías lograr algo así!

—Es la verdad, si sabes todo esto ¿Por qué comenzaste a ir a la universidad?

Lorenz deja de escribir para alzar la vista y verme, me da una lenta sonrisa que he aprendido significa un arrogante "déjame que te muestre cómo funciona el mundo" es molesto e irritante, pero me controlo para escuchar lo que tenga qué decir, porque hace cinco meses él de hecho comenzó a ir a la universidad para estudiar física nuclear; asegura que las clases son aburridas y que no hay desafíos.

—Voy a la universidad porque era algo que quería experimentar y el viejo no me lo permitía —comienza—. También porque pese a que de boca en boca se rumorea y sabe que somos gente peligrosa, también llevamos una vida en sociedad ¿Sabes lo bien que se ve que vaya a una de las mejores universidades de Austria? Y ocupo algo de tiempo libre.

»Lo profesores me perdonan mis faltas porque soy el mejor estudiante y sé más que ellos, también puede ser porque tengan miedo, pero por ahora me quedaré en la universidad pese a que todos los conocimientos ya los tengo, todo es muy fácil.

—Suenas cómo un engreído presumido al cuál sus compañeros de clases quieren patearle el culo.

—Excepto que sabemos que no pueden patearme el culo.

—Eso es demasiada confianza.

—Ya sabes lo que decía papá: "sin confianza ni seguridad te besarán las balas hasta que mueras". Tener confianza es parte sobre verte fuerte, preferiría morir de mi diabetes que asesinado aunque las probabilidad son de un 50/50.

Tiene razón, crecí escuchando "si te debilitas te matan" y aunque suene drástico es una realidad. Mis hermanos ahora son el poder en esta familia, están en la mira y tanto cómo si me guste o no, nadie sigue a bondadosos o almas caritativas en este mundo. Los seguidores, a quienes llamo lacayos, quieren líderes fuertes, inteligencia y con la suficiente malicia para mantenerlos arriba. La vieja escuela no está feliz con que los "niños" que Luhanne desacreditaba públicamente estén al mando junto al que sí le temen en gran medida: Niklas Schwarzenberg, pero no es que a éste le importe lo que opinen los demás, el mensaje es claro: no estoy solo, no te equivoques.

Todos pensarían que el mayor misterio en mi vida lo engloba mi arte, pero ¿A qué no te imaginas que mi familia esté involucrada en toda esta mierda? Es una realidad que en meses, admito, se ha sentido cómo una normalidad.

— ¿Quieres que te teman, Lorenz...?

—No, hermano mayor. Quiero que confíen, la confianza me da más poder que el miedo. Cuando una persona confía en ti se expone a ser vulnerable, te da poder para destruirlo.

» ¿No es esa la razón por la que no confías en otros? —Me sonríe.

Odio sentirme expuesto y estar vulnerable, es una sensación que evito desde tanto tiempo cómo puedo recordar y aunque no me someto a situaciones vulnerables, sí me he permitido confiar en varias personas que sé no juegan con ello o lo ven cómo una situación de poder.

—Confío en mis amigos —Le digo— y confío en Valerie. Confío en Dietmar, en Fabienne, Livia, confío en ti y confío en Niklas ¿Tienes mi confianza cómo un mecanismo a través la cual tener poder sobre mí?

—No te haría daño y resulta ofensivo que lo insinúes. No pretendo ir por la vida jugando con las personas, pero sí planeo ir dos pasos por delante para que mis hermanos y yo tengamos al menos alguna posibilidad de llegar a viejos.

—No estoy juzgándote.

—Solo quieres drenar tu molestia, pero amigo, no soy saco de boxeo ni receptor de frustraciones ajenas —Su reloj demasiado moderno hace un sonidito y él suspira—. Ahí viene un viaje de felicidad.

— ¿Qué? —Casi quiero reír por cómo lo dice.

—Insulina, mi droga favorita mezclada con cosas que no entenderías, pero que Andie hizo para mí. ¿Has ingerido alguna vez alguna droga? Es como tener un cóctel de ellas que me adormecen y luego me dan adrenalina, se siente agradable —programa algo en el reloj—. ¿Quieres que te lo explique?

Me preocupa la diabetes de Lorenz y admiro el método que usa para mantenerse sano con una amplia tecnología y medicina avanzada, pero no me interesa comprender lo componentes que conforman su "droga", no tengo interés por la medicina o los fármacos, solo me interesa que siga respirando y se mantenga sano con una enfermedad tan peligrosa como lo es la que padece, más la suya siendo tipo uno. Sin embargo, tal como lo hice hace unos meses cuando no quería saber cómo funcionaba su reloj, asiento para darle simplemente el placer de hablar de cosas que parecen apasionarlo y que no puede compartir con todos. Es por eso que durante una hora lo escucho hablarme de química, un montón de fórmulas, elementos, ensayos y errores que explican lo que se encuentra corriendo por sus venas cada tantas horas.

Me aguanto lo bostezos mientras asiento y murmuro mucho "umju" "vale" que le dan pie a seguir y seguir ¿Cómo puede albergar tanto conocimiento en su cabeza?

— ¿Y todo esto lo hizo Andie? —pregunto en medio de sus pausas decidiendo cortarle el rollo, me cae bien, pero tampoco para escucharlo delirar por horas.

—No solo, con ayuda, pero la idea es suya.

— ¿Puedo saber ya quién es Andie?

Me ve por un largo rato antes de que asienta hacia su portátil, me acerco para poder ver a la pantalla mientras decodifica unas carpetas.

—Bien, no creo que haya problemas en que finalmente conozcas a Andie.

***

Lord Foster Spencer corre detrás de la pelota que le acabo de arrojar, Duquesa Catalina Isabel prefiere tomar una siesta o revolcarse por el césped. Acomodo mis lentes de sol porque el sol está bastante fuerte y veo a la distancia a Niklas conversar con Jan, el tipo que protegió a Valerie en Londres durante un largo tiempo en mi ausencia y ante el peligro que fue Maurizio libre.

Cómo siempre pensar en Valerie es traer una mezcla de emociones: dicha, miedo, esperanza, tristeza e incertidumbre. ¿Qué estás pensando, niña buena? ¿Cuánto dolor te he ocasionado? ¿Esperas por mí? Solo deseo...Que ella sea feliz y por la manera en la que he logrado verla por pequeños instantes a través de la televisión sé que lo está haciendo bien, que está bien y que de hecho su vida está en orden.

Supe que volvió al importante programa de televisión InfoNews por una de esas raras veces en la que salí de la mansión y vi la noticia en una revista, lo cual fue un poco extraño porque en Austria no ves muchos aficionados del programa. Conseguir el dichoso canal televisivo fue toda una travesía y cuando di con el no sabía cómo sentirme. Me hacía feliz verla, admirarla cómo la obra de arte que es, pero me generaba un profundo vacío sentir la distancia, me ponía ansioso. Extrañar a alguien es una mierda y saber que en tus manos no está la decisión de eliminar la distancia es todavía peor.

La vi feliz, sonriente y cómo siempre, con dominio de lo que hablaba; me hizo sentir feliz verla sonreír, tan en control con su vida, pero también hubo una extraña sensación al darme cuenta de que su vida continua tal como lo hace la mía, que afortunadamente – aunque duela – ella puede avanzar. No la juzgaré por seguir, pero no hará que duela menos, esos son los jodidos riesgos de enamorarse que nunca quise correr, pero nunca tuve una posibilidad de no caer por Valerie Evans.

Imposible no enamorarse cuando conoces a alguien tan diferente a ti que aun así es capaz de comprenderte, alguien que conecta contigo más allá de un nivel físico, que ve a través de tus capas e incluso cuando intentas retraerte une esas piezas que querías esconder del mundo. La cosa sobre enamorarme es que ni siquiera me di cuenta de cuándo lo hice, un día solo lo sentí y me dije "Espera ¿Cuándo comencé a sentirme así?". No puedo decir "me enamoré de Valerie justo en ese instante que..." porque no sé cuándo sucedió, solo pasó y se volvió una realidad.

Antes no entendía la mierda rosa de amar lo suficiente para sentirte feliz cuando esa persona lo es incluso si te duele, pero ahora lo hago, porque mientras que me destroza la idea de Valerie avanzando y dejándome atrás, me da calidez que sea feliz porque ¡Joder! Si hay una persona en el mundo que se merece lo mejor que este cochino planeta puede ofrecer, esa es la niña buena y eso fue lo que me llevó a tomar una decisión hace un mes: no ver su programa, no buscarla en revistas o internet. Volveré finalizando el año y tendré que aceptar cómo estén las cosas. Seguirle la pista cómo un horrible acosador no es sano, no me hará ningún bien y no cambiará nada, porque la realidad de mi vida hoy, es la misma que será mañana.

—El pobre Lord Foster Spencer tiene rato esperando que tomes la pelota.

Bajo la vista para confirmar que Dietmar tiene razón, tomo la pelota una vez más y la arrojo al perro mientras mi pequeño hermano y yo permanecemos en silencio. Arrojo la pelota varias veces hasta que Lord se cansa y trota para beber agua de una pequeña fuente.

— ¿Quieres decirme algo, Dietmar? Tu silencio es la premisa.

—Estoy agradecido por la forma en la que me ayudaste y me recibiste, la posibilidad de una nueva vida que me diste junto a la oportunidad de conocer a geniales personas que siempre recordaré con cariño. De verdad, te lo agradezco.

»Estaba solo y asustado, había hecho algo de lo que no me creía capaz, incluso si esa escoria merecía morir, se supone que asesinar nunca sería una opción para mí —Me giro para verlo de frente y aunque traigo lentes de sol, él iguala mi mirada—. No había sabido de ti en muchísimo tiempo, no sabía que esperar. Entré en tu vida sin avisar, sin medir las consecuencias, con una confianza ciega de que no me darías la espalda.

»Y no lo hiciste. Tenías esta vida grandiosa en la que yo no encajaba y aun así me hiciste espacio, a mí que revelé básicamente uno de tus secretos a tu novia, a mí que incluso diciéndote la verdad todavía me guardaba información. A mí a quien perseguía una mafia austriaca por venganza. No me diste la espalda y es algo que valoro, no te haces una idea de cuánto, porque incluso si el tiempo había pasado, me demostraste sin pensarlo que eras mi hermano y me apoyarías, que cuidabas mi espalda y creías en mí casi tanto como yo pondría mis manos al fuego por ti, iría al infierno por ti.

Trago el inesperado nudo en mi garganta mientras él ve durante largos segundos sus zapatos antes de alzar la mirada una vez más.

—Viniste a Austria esa vez por mí, diste la cara por mí, te paraste a mi lado frente a un hombre que fue parte de tus pesadillas y te enfrentaste a una vida que no querías recordar. Te amé mucho en ese momento, más de lo que ya lo hacía.

»Me diste experiencias normales que no conocía, un tipo de familiaridad con otras personas en las que podía confiar. Me diste posibilidades de un nuevo comienzo y sé cuán dispuesto estabas en apoyarme en todo, te amo más por eso —Deja ir una lenta respiración—, pero lo cierto es que soy Dietmar Schwarzenberg, amo Austria y me gusta estar aquí.

»Me... —Me da una larga mirada y traga—. Me gusta la adrenalina de usar mis conocimientos para hackear, contar cartas o el negocio. No me gusta asesinar y era algo a lo que Luhanne me haría enfrentarme, pero él ya no está y Niklas no me obligaría. Ir a la universidad no es algo que llegué a pensar ni que soñara, es algo que pensé que podía intentar porque lo asociaba con normalidad.

—No tienes que darme explicaciones, Dietmar, no voy a juzgarte o señalarte por tus decisiones.

—Quiero pasar tiempo contigo, pero quiero quedarme aquí. Luhanne ya no está, esta es una nueva era en la que apoyaré a Niklas, no quiero decepcionarte, pero esta es mi decisión y... ¡Carajo! No es fácil, pero es la vida en la que nací y en la que estoy decidiendo vivir junto a ellos.

»Me mantendré con vida, no dañaré a inocentes...Al menos no adrede y no dejaré que mi interior se vuelva oscuro, también estaré para ti, siempre que me necesites estaré del mismo modo en el que estoy para ellos.

—Ya cállate, mocoso.

Y lo sorprendo atrayéndolo para un abrazo. Dietmar tiene en este momento diecinueve años, básicamente es un adulto y sus decisiones lo demuestran, no es un niño que desconoce de la vida o la maldad, no es un niño tomando decisiones a la ligera. Supe que se quedaría desde el momento en el que volvimos, tal vez incluso antes.

Sí, desearía que viviera fuera de esta vida, que cada uno de ellos lo hiciera, pero también entiendo que mientras yo quiero correr, ellos deciden quedarse. Se hacen cosas malas, quitan y deciden sobre muchas vidas, cosas ilegales se mueven y el peligro llega día tras día, pero siguen siendo mis hermanos y hago a un lado mi moral cada vez que les hago saber que los respeto a ellos y sus decisiones incluso si no las comparto ¿Qué me va a importa lo políticamente correcto cuando crecí con estos niños y nos cuidamos la espalda? No me caen bien solo porque sean mis hermanos, lo hacen porque los conozco, me duelen y los celebro, porque cada noche antes de cerrar los ojos y prepararme para otro difícil despertar me digo "seguimos siendo seis hermanos".

—No me importa la luz o la oscuridad que pueda existir, lo que necesito es que te mantengas con vida —Le digo abrazándolo—. Siempre estaré para ti y siempre tendrás dibujada una puerta mágica a mi vida en la que puedas entrar.

»Lamento haberte abandonado hace unos años en Alemania, lamento haber sido un hermano de mierda durante años, pero no quiero nunca lamentar hacerte creer que estoy enfadado contigo por tu elección. También tengo mis manos sucias, Dietmar, soy un Schwarzenberg y sabemos lo que eso implica, no te juzgaré, no te rechazaré, eres mi hermano y eso nada lo cambiará. Nada.

»Y tampoco tienes qué agradecerme, mocoso. Fuiste un dolor en el culo, pero he de reconocer que le diste algo de diversión y color a mi día a día. Además, no olvides lo más importante: me trajiste de regreso a ustedes. Duele admitir que tal vez si no fuese por tu aparición, pasaría años antes de que contactara de nuevo con ustedes y lo siento por eso, pero prometo que nunca más cerraré esa puerta.

—Ahora dime que me amas para volver el momento perfecto, hermano mayor.

—No.

—Te amo y sé con absoluta certeza que nos amas a nosotros, no solo "te caemos bien" nos amas con tanta fuerza que te asusta porque la idea de perdernos te paraliza, lo sé porque así me siento yo.

—Es difícil imaginar ser menos que seis.

—Entonces no lo imagines, no hay que ser negativo...Ahora, dime que me amas.

Lo empujo terminando el abrazo y eso lo hace reír mientras se pasa las manos por el cabello rubio, despeinándose las ondas. Suspirando lanza un largo vistazo al cielo antes de comenzar a alejarse para ir adentro de la casa, le hago saber que pronto también entraré. No se ha alejado lo suficiente cuando lo llamo.

— ¿Si, hermano mayor?

Le gesticulo las palabras y sonríe.

—También te amo, gruñón amargado.


Holissss, espero se encuentren bien.

¿Quién es Andie? Uhmmm ¿Qué papel juega aquí? Uhmmm ¿Vamos a conocer a este personaje pronto? Uhmm...

No estén triste por Dietmar, al menos eso significa que sabremos de él durante todo enigmas (bueno si se mantiene vivo y tal).

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Instagram: DarlisStefany

Twitter: Darlis_Steff

Espero les guste.

Un beso.


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