ⅩⅣ: Vaivén de contradicciones
Día 550
Posterior a la revelación de los hallazgos recabados por D'Angelo y Park, comprendieron que los Exul durante todo este tiempo han continuado con la absorción de la energía vital que recorre cada inmediación natural de Nix, incluso a expensa de su propia integridad y bienestar.
Ya que en las pruebas encontraron un aumento en la proliferación de energía ancestral proveniente de los Regnandi Magus, lo cual es un indicativo de que han continuado con la extracción del poder que allí reside. Además, una sustancia escasa y casi que desconocida fue encontrada en las inmediaciones en donde los cuarzos ondeantes nacen cada cierto tiempo, una muestra que TaeHyung sin cuidado tomó del lugar que está alejado del bosque en penumbras en donde habitan los espíritus errantes, y tal vez en el afán de la situación que estaban enfrentando en ese momento la muestra obtenida arrojó resultados inconclusos.
Pero bastante dicientes porque en la muestra obtenida de lo que simula ser un compuesto oleoso con partículas de tierra, comprende en una mínima parte de su estructura química y biológica a ciertas partículas y moléculas que se encuentran en Nix y en otras demarcaciones, sin embargo, el resto de su estructura y composición no corresponde a ninguno de los elementos conocidos en Caelestis, al menos no uno actual y que haya sobrevivido después de los milenios. Sin ningún registro codificado en los archivos que datan desde el origen mismo creado a partir de la existencia de los Elteres.
Y una corazonada proveniente de la intuición desarrollada de las conexiones futuras, concluyen que lo más prudente es acelerar la investigación de lo ocurrido en la frontera entre Cefeo y Orión, y escanear con mayor rigurosidad los suelos para ver si pueden hallar una coincidencia que remita a la nueva sustancia encontrada, que muy posiblemente tenga que ver con las ánimas errantes y su territorio, que nunca ha sido explorado, hasta ahora.
Una nueva expedición ya se está gestando y la tranquilidad en la que han vivido durante más de 4 milenios que han ido perdiendo la cuenta de su exactitud, parece que se quebrante y ellos solo poseen fragmentos que no terminan de comprender.
Ahora todo apunta a un solo ser que designó cada rol por medio de la intercesión del Magicae Consilium, Potestas Dux y Caelestes Duces presentes en Cefeo, además, de sus compañeros quienes serán la lumbrera al camino de sombras y vacíos que se acerca vertiginosamente.
―¿Ya has desistido de tus delirios de grandeza, señor casamentero? ―pronunció SeokJin después de finalizada la reunión en la que todos debieron quedarse un poco más para terminar de concertar las acciones siguientes. Y al ver la intención de HyungSik de huir, no dudó y salió detrás de él.
Intuyendo la incomodidad en la que el azabache estuvo durante la conversación en la que se limitó a informar sobre la investigación que llevó a cabo con TaeHyung y el procedimiento del que se encargaría para mantener todo en el absoluto anonimato y fuera de la atención de la unidad de protección de Tenebrae, labor de la que se han encargado después de la última guerra, y que ahora es un sistema compartido con Lucem, de la misma forma que el de defensa, al que HyungSik puede intervenir debido a su alto rango.
―¿Necesitas de mis servicios? ―respondió deteniendo su caminar para aproximarse hasta Caruso que negó sutilmente su solicitud.
―Pues si tu único antecedente es la catástrofe de hace unas noches con ese par que va por allá ―SeokJin señaló sutilmente hacia adelante dirigiendo la atención de Park que tuvo que girar de medio lado su cuerpo para ver lo que quiere enseñarle, en donde, las figuras difusas de los mencionados van totalmente separados uno del otro―, prefiero seguir por mi cuenta. Muchas gracias por el ofrecimiento ―siempre se ha caracterizado por actuar en concordancia con sus pensamientos y emociones, si bien sus decisiones en ocasiones parecen precipitadas, cada acción es calculada y medida.
Pero parece que en ese instante ya no queda nada de lo que es, porque no comprende o aun no quiere aceptar la necesidad que cosquillea en su cuerpo cuando ve el abatimiento en los orbes citrino cada vez que pierden esa llama coqueta y divertida.
Él se ve a sí mismo en una lucha por devolverle la alegría.
―No todo lo que brilla es oro y que ellos aún no estén juntos como sé que están supuestos a volver en algún momento, no significa que lo que hice no haya valido la pena ―afirmó mirando con atención los orbes oliva del contrario que últimamente irrumpe con mayor frecuencia de la que le gustaría en sus pensamientos.
―Estás muy seguro, porque según tus cálculos iniciales para este punto ellos ya deberían haber progresado y solo los veo aún más distanciados ―reflexionó comenzando a andar e invitando silenciosamente a su acompañante a hacer lo mismo.
Ambos emprendiendo una caminata tranquila en medio de provocaciones y disfrutando de los cálidos rayos de sol de media tarde que en unas pocas horas darán paso a la noche voraz.
―Ya lo sé, me equivoqué la noche anterior, pero en verdad no era lo que pretendía, solo que ambos escogen los peores momentos para hablar. Ese día Tae y yo debíamos cumplir si o si con lo que hoy revelamos, o de lo contrario hubiéramos llegado aquí sin nada ―explicó fijando su atención en la pequeña roca con incrustaciones de esmeralda que se atravesó en su recorrido.
Una escena que bajo el concepto de SeokJin expone la parte más cálida del azabache, además de lo afligido que se siente bajo toda esa capa de ferviente orgullo, en donde, la seguridad en ocasiones tambalea.
―Reconozco que nunca espere que con tu llegada, tu propósito fuera que ellos dos nuevamente estén juntos ―fue lo único que no cruzó su mente cuando Park llegó. Antes considero que él venía con la intención de recuperar a TaeHyung.
―Usualmente mis verdaderas intenciones las mantengo ocultas, y la mayoría de veces funciona pero D'Angelo fue el primero en darse cuenta. Pero bien que me siguió en juego cuando nos besamos, desgraciado ―alegó pateando con más fuerza la roca que salió volando hacia un punto vacío en que no causaría ningún daño.
Y vaya que SeokJin no se esperaba esa revelación, cuando se detuvo para mirarlo con sus orbes completamente abiertos en sorpresa pura.
―¿Qué ustedes dos hicieron qué? ―exclamó casi que gritando, porque ahora puede comprender la molestia que JungKook siente cada vez que los ve a ellos dos juntos, imaginándose un erróneo porvenir entre ambos.
―Nosotros dos decidimos juntar nuestros labios y... ―la mano contraria sobre su boca detuvo su absurda explicación que los hizo reír y vibrar por la sonrisa compartida.
―Eres un idiota Park ―pronunció con dificultad por la incontenible risa que aún no para por la absurda forma que tiene el contrario de restarle importancia a las situaciones. Aunque lo ve como una habilidad para quitarle tensión y estrés a un conflicto que lo requiera.
Que es justo lo que HyungSik hizo durante todo el tiempo que estuvieron en Proteus y Nix. Fue él quien no permitió que todos cayeran presos de la tirantez de una inminente disputa.
―¿Pero te gusto o no? ―devolvió sin dejar de sonreír hasta que analizó sus palabras y oh joder, no puede haber dicho eso―. Digo, no de gustar en ese plano aunque no está mal tampoco, pero deja de burlarte de mí Caruso ―reprendió golpeando el brazo contrario para disipar el bochorno que siente escalar hasta sus mejillas y la sonrisa que imita la bonita y deslumbrante de SeokJin que lo contagia a reírse de sus propios errores. Víctima de sus propias provocaciones.
―Yo no he dicho lo contrario ―dijo con una sonrisa pícara enredada en sus rosados labios que hicieron boquear a HyungSik, una vez más sin saber cómo responder. Empieza a disfrutar verlo avergonzado.
―Después dicen que el poco serio soy yo ―mencionó dejando atrás al de cabellos morado, acelerando sus pasos y huyendo de la timidez que quiere embargarlo por la presencia contraria.
―Ni modo así son las cosas ahora ―replicó SeokJin, volviendo a caminar en sincronía―. Solo que, debes comprender que la molestia de JungKook fue originada por ese polémico beso.
―Primero que todo ―indicó con su dedo índice en alto frente a ambos―, fue un beso que le sugerí a Tae, solo para demostrar mi punto y que él viera los posibles celos que se iban a desatar a partir de esa acción, cosa que sí sucedió. Y segundo ―dijo juntando su dedo del medio al otro que sigue enumerando su relato―, comprendo el comportamiento de Makris, sería muy cínico de mi parte quejarme, en realidad no me interesa sentir su mirada clavada como una daga en la nuca porque se lo que hice ―tras su mención rieron con gracia hasta que la risa se fue desvaneciendo, porque ya es todo menos gracioso.
―¿Entonces qué fue lo que sucedió, porque ahora todo parece más que un simple juego? ―indagó fijando su atención en el perfil del azabache, que suspiro hondo antes de responder.
―Que esa noche me desespere al ver la contradicción en la que vive JungKook. Está claro que mi presencia le molesta porque está ligada al pasado que tuve con Tae y a mi intento de darle celos, y él mismo sabe lo que siente y aún así lucha contra él mismo y de paso se lleva a Tae con él, y me canse. Pero me equivoqué porque no me correspondía decirlo ―reveló conectado su mirada con la impropia, hallando un poco de comprensión.
―Tú te has perdido gran parte de la dinámica en la que ellos están sumergidos desde hace un tiempo ―refirió SeokJin a las obligaciones que HyungSik ha tenido que atender y que si bien es cercano a TaeHyung con el resto no ha llegado a involucrarse realmente más allá de un trato cordial―. Y que si para ti es frustrante, para todos nosotros es peor. Y ese es nuestro error, porque a veces nos cegamos desde lo que nosotros vemos desde afuera y decimos "Oye, pero si se nota que aún se quieren", si, pero son ellos quienes deben reconocerlo y no es tan fácil como se ve.
―Es un poco absurdo, porque ahora es más evidente que antes, Kook ahora sabe que algo más allá del rencor que decía profesarle a Tae ha cambiado, y es la señal que D'Angelo tanto pedía ―manifestó deteniendo sus pasos a la orilla de un pequeño estanque de agua cristalina en el que flotan crisantemos negros.
―Todo se debe a la verdad que solo TaeHyung posee y que HoSeok y yo conocemos una pequeña fracción del tormento que lo llevó a tomar una decisión apresurada y que con toda la razón JungKook continúa resintiendo, porque no hay peor mal que irse sin dar una explicación ―reflejó empujando suavemente el cuerpo contrario con su hombro al ver de nuevo el arrepentimiento cruzar por su expresión.
―Así que llegamos al mismo punto de partida, solo si D'Angelo confiesa y Makris cede, ambos podrán estar de nuevo juntos o simplemente seguir tratando de ignorar lo que sienten ―devolvió el empujón con un poco más de fuerza que SeokJin aguanto sin moverse demasiado y en cambio lo volvió a tocar suavemente con su brazo en un bamboleo que mantuvieron durante unos minutos.
―Solo quiero comprender ¿Cuál es motivo que te guía a que ellos dos estén juntos? Y no me digas que solo es por TaeHyung, porque a este punto ambos sabemos que es más que ese factor ―claramente es un objetivo importante, porque después de todo son amigos, pero él también lo es del pelirrojo y aún espera por el momento idóneo de actuar.
―Como fue mi casi algo, ahora solo quiero su felicidad ―mencionó evadiendo la verdad y SeokJin lo noto cuando lo empujo mucho más fuerte haciendo tambalear sobre la orilla del estanque.
―Por lo que veo aún no lo superas ―molesto SeokJin.
―Exactamente y como no lo puedo tener conmigo, deseo que sea feliz con quien sí ama de verdad ―dijo con ironía y un susto tremendo cuando Caruso volvió a empujar su cuerpo con más fuerza logrando de su cuerpo se inclinara torpemente hacia adelante y antes de dar un paso hacia el estanque, la mano contraria se afirmó en su torso y lo llevó de regreso a la posición inicial en la que estaba, solo que un poco, mucho, más cerca de la anatomía contraria―. El idiota es otro ―y asestó su codo contra el firme abdomen que se quejó por su fuerza.
―En algún momento conoceré la verdad que callas ―canturreo cerca de la oreja contraria y el trémulo asentimiento fue la señal que necesito para saber que logro una vez más lo que quería.
Día 551
La fortuna y la desgracia, son dos entidades opuestas que encarnan deseos contradictorios, más aún cuando actúan en contra de la voluntad de quien lo repudia y de quien aspira a obtenerlo.
La discordancia abofeteó el rostro de JungKook de forma tardía, cuando el día anterior no dudó en ser parte del equipo de investigación para determinar con la mayor prontitud posible los hechos gestados. Su trabajo y parte de su vida puede esperar, cuando la pasión se entreteje a la adrenalina de salir de su oficina y explorar los diversos rincones de Caelestis en medio de una vital misión que ahora ensombrece la paz que ha reinado.
Sin embargo, no todo fue felicidad, cuando su compañero designado apareció unos minutos después de su llegada a Cefeo, en donde, les compartieron los resultados de las pruebas realizadas a los compuestos encontrados en la lamentable escena, donde los restos de los espíritus elementales ya fueron retirados, para proceder después de la finalización de la investigación en curso, con la ceremonia de despedida.
Por ello, su afán de proceder y deshacerse de la compañía que cada vez más lo pone nervioso, hasta el punto de retornar a la timidez que en el pasado los halagos contrarios generaban en él. Lo que hace aún peor la situación, ya que no hay nada de por medio entre ambos.
Solo es él y sus fantasías. De las cuales tiene que huir antes de que le hagan perder la valentía que construyó durante la noche.
―JungKook detente, por favor ―solicitó el pelirrojo.
Prácticamente tuvo que perseguirlo, porque el rubio ignoró sus palabras y no aminoró su paso al salir de la residencia y atravesar el camino con incrustaciones de esmeralda que crea un golpeteo constante ante los pasos contrarios, que TaeHyung decidió seguir al comprender su intención de apartarse del centro de atención en el que estaban.
Incluso el corto recorrido le permitió aquietar sus emociones y apreciar la flora que exhibe diversas tonalidades entre el verde y el marrón, mezclados en los pétalos de las flores de largas hojas en espiral que inundan todo el campo por el continúan caminando, hasta encontrar a una zona protegida por las copas de los árboles albinos que crecen de forma horizontal, formando una cúpula a lo largo del terreno que avanzan, incluso desde su ramas nacen cristales luminiscentes de color magenta, turquesa y coral como la perfecta simulación de estrellas capturadas en sus hojas blanquecinas.
Es un lugar que le recuerdan a los suelos de Eukélade que una vez conoció.
Deteniendo su caminar cuando ve que unos pasos más adelante JungKook para aun sin encararlo.
―Di lo que tengas que decir ―manifestó Makris sin girar su cuerpo, porque ni la caminata que se obligó a dar a la espera de reunir la suficiente calma para no sucumbir a sus oscuras y opuestas emociones lo dominaran, terminó en el fracaso. Incluso tuvo una dispuesta consigo mismo por no extender sus alas y simplemente irse.
Solo que hubiera sido inútil, porque en el momento en que TaeHyung quiere una respuesta, hace lo que debe para conseguirla.
―Es complejo hacerlo cuando no sé a quién me estoy dirigiendo ―molesto el de orbes grisáceos por la incómoda escena en la que están ambos. Aunque es probable que se deba a lo que el contrario reveló ayer y que tanto insistió ese día para compartirle, así sea eso, que está seguro que lo es, el comportamiento de JungKook no deja de ser extraño y un poco irritante.
―Sabes que estoy aquí ¿O acaso soy un espejismo? ―devolvió con un tono áspero que denota el fingido desinterés que parece querer explotar en cualquier instante.
―Hace un par de días prometiste ser totalmente sincero ¿Ahora estás huyendo? ―D'Angelo recurre a la provocación como el incentivo para que la emoción que más prima en JungKook se desborde.
―Si bueno, fue mi error creer que tu estarías ahí y fue una promesa para solo ese momento que nunca llegó ―mencionó girando su cuerpo y dando dos pasos más cerca de la anatomía de D'Angelo. Luchando por mantener la compostura y decir lo que tanto desea sin arremeter con el palpable odio del pasado.
―Ahora sabes porque no podía quedarme esa noche Kook, había algo de lo que debía encargarme ―refirió suavizando el tono de su voz y detallando las preciosas facciones del rostro de JungKook. Anhelando repasar con sus manos cada parte que aun cree conocer y perderse en el cielo que está cautivo en sus orbes.
―Ahora lo comprendo ―aclaró en contra de la molestia que sintió el día anterior durante la reunión cuando se enteró de lo que TaeHyung una vez más decidió ocultar―. Pero si te hubiera interesado mínimamente lo que tenía por decir, habrías ido después, pero sabías que de hacerlo iba a preguntarte sobre lo que estabas haciendo y una vez más todo debía seguir siendo un secreto ¿Cierto? ―esta agotado de pelear y rivalizar con la imagen pasada del pelirrojo contra la que debe luchar y defenderse, atacando con palabras envenenadas de odio que de seguirlas pronunciando lo van a seguir intoxicando.
Acepta que el presente es a raíz de las decisiones pasadas que lamentablemente los separó pero que no deben continuar repercutiendo en la actualidad, porque ya no existe una oportunidad.
―Estuve tan enfrascado en obtener una respuesta que en el momento en que los resultados estuvieron perdí la noción del tiempo ―confesó una verdad a medias, porque si fue un hecho real su entrega al trabajo hasta aislarse completamente del exterior, pero todo para mantener su foco y que su mente no emigrara a la mirada desilusionada que le dio JungKook.
Y cuando recordó la conversación que dejó en el aire, ya era muy tarde para buscarlo. Tal vez, ese fue su error, suponer que Makris iba a rechazarlo.
Cuando en realidad, JungKook esperó hasta el último momento por verlo tras la puerta de su hogar o en algún lugar de los que transitó durante esos 10 días pasados, hasta que comprendió que el pelirrojo nunca llegaría.
Ambos fueron víctimas de las erróneas interpretaciones que asumieron en lugar de comunicarse para seguir evitando confusiones.
―Es más de lo mismo Tae, tu trabajo siempre irá antepuesto a todo, y aunque... ―se calló abruptamente cuando D'Angelo dio un paso más cerca de su cuerpo que comenzó a reaccionar a la demandante presencia que brotó del contrario, haciéndolo reaccionar con la misma fuerza gravitatoria que lo empujó más cerca.
Solo un paso de distancia separándolos.
―Te equivocas JungKook ―afirmó con una mirada de párpados relajados que por una breve fracción de tiempo maravillaron al rubio que siguió el mismo juego al humedecerse los labios con mayor lentitud de la permitida para una escasa cordura que los sostiene con fragilidad.
Ellos sin darse cuenta al oponerse a sus verdaderos deseos, terminan relegando el control a sus cuerpos que con desespero esperan un reencuentro y solo son dominados por las acciones inconscientes que despiertan con fervor.
―Y aunque sé que no lo merezco ―retomo lo que estaba diciendo hasta que TaeHyung interfiriera en su hilo argumental que escasea―. Esperé que por primera vez tú también fueras sincero y te quedaras, y de forma ilusa creí que lo harías, pero la sola presencia de HyungSik fue suficiente para hacerte recordar lo que es más importante para ti ―luego de quedarse de pie en medio de la penumbra de su casa, admitió que ese suceso derivado de la confrontación de Park fue una prueba impuesta.
Porque sabía que no hay algo que D'Angelo le negará, aun cuando sus palabras hirientes y malos tratos es lo único que ha obtenido de su parte, TaeHyung nunca le reclamó por su comportamiento, como si aceptará silenciosamente su odio como parte de las consecuencias que no reparó en el pasado, y que solo hasta hace unos días por primera vez se mostró harto y cansado de seguir soportando sus desenfrenadas acusaciones.
Posiblemente ese es el pecado de TaeHyung, haberlo dejado descargarse sobre él bajo pretextos que antes consideraba acertados, y que ahora han perdido tanta fuerza, debido a lo que el pelirrojo siempre parece querer decir, pero que a último momento vuelve a morir en su interior.
―¿Esto se debe a tu molestia por algo más o por la intervención de Park? ―TaeHyung sabe que está jugando con la paciencia de JungKook que ve consumirse lentamente en llamas celestes y una pequeña sonrisa curva con ligereza su comisura izquierda al sentir la sed que escose en su garganta por rememorar el pasado que nunca olvidó.
El de orbes de cielo, logra adivinar la intención oculta a la espera de su desaforada reacción, por lo que, allí colmado de la presencia de D'Angelo, reconoce que si hay una virtud que identifique a TaeHyung es su elocuencia al hablar y su asertividad al expresarse, aún más, cuando de evadir respuestas que lo comprometan a exponerse se hace imperioso de desviar o crear contestaciones carentes de sinceridad.
Así los años pasaran y la lejanía se congelaba cada vez más entre ambos, siempre podía apreciar cuando era el verdadero TaeHyung D'Angelo quien sonreía o actuaba con simpleza y tranquilidad. Como en el instante en que el desafío se compacta en la mirada platinada que persigue el movimiento de su lengua sobre sus labios.
¿En qué se están convirtiendo y sus reacciones apuntan al extremo que aún no se atreven a cruzar?
―Park es lo que menos importa acá ―murmuró alternando su mirada entre los orbes grises y los rosados labios donde se tomó un poco más de tiempo para retornar a la mirada rebosante de avidez que lo hizo tragar con fuerza―. Pero si es lo único que estás dispuesto a decir ―aludió invadiendo el espacio límite que los separaba, inclinando un poco su cuerpo para añadir―, entonces, no veo porqué seguir con algo que no nos va a llevar a ningún lado ―suspiró con tanta fuerza que su aliento cálido impacto contra el rostro de piel canela, un acto íntimo que rompió al separarse y pasar por el lado izquierdo de TaeHyung.
Que lo retuvo antes de perder todo contacto físico con su cuerpo que ardió por el toque originado en su antebrazo, que ante su intento de salirse de su agarre, este se afianzó un poco más sin llegar a lastimarlo.
―Algo más te sucedió y quiero saberlo ―pronunció con los ojos cerrados, dejándose ir en el tacto que mantiene atrapado entre su mano. Degustando el aliento que no logró captar con rapidez cuando este se disolvió con la misma rapidez en la que su corazón comenzó a palpitar.
―De la misma forma en que lo solicitaste, solo hay una condición, ser crudamente honesto ―hizo referencia al pedido que impuso TaeHyung para quedarse. Una ilusión que no les duró mucho.
Las palabras de HyungSik comenzaron a ser un eco en su mente, recordándole que no porque lo pidiera por primera vez, todo se le daría sin luchar de la misma forma en que causó daño en el pasado a través de sus actos impulsivos. Oh, jodida ironía, recordar al azabache en ese preciso instante.
―JungKook, por favor, dame un tiempo más y toda mi verdad será revelada, pero también debes verla por ti mismo y no solo esperar a que todo llegue ―pidió con un insistente dolor que se esparce por todo su cuerpo, todo a través del toque que el rubio deshace y esta vez lo deja ir.
No está seguro de aventurarse y decir más de lo que aún clama por autorización. Porque el futuro es engañoso y malicioso cuando se da a conocer, porque una pequeña variación que desde el inicio no estaba supuesta a desarrollarse, al ponerse ahora en medio de la trayectoria en curso, puede desencadenar otras vertientes aún más catastróficas.
Aun con su colosal habilidad, no puede acceder al desenlace final.
―Debemos apresurarnos TaeHyung ―llamó JungKook a su compañero, decidiendo apostar por el silencio y dejar de lado la solicitud contraria, para no enfrascarse en una nueva discusión y así terminar con lo que deben hacer.
Está harto de tener que esperar y cree que haberlo hecho durante más de 6 años es más que suficiente para que ni en el presente una justificación clara obtenga.
Durante el trayecto de vuelo que mantuvieron durante algunas horas desde Cefeo hasta la frontera entre Proteus y Nix, estuvo cargado de excesiva tensión en la que rehúyen a la mirada contraria cuando al querer mirarlo, el otro ya lo está haciendo. Ambos separados por una prudente distancia mientras sus alas se baten con potencia y danzan con gracia en medio del más lúgubre silencio que el cielo parece concederles.
Lo más importante es tomar ventaja del estado de hibernación en el Nix se encuentra después del control absoluto que JungKook y TaeHyung ejercieron allí. Por lo que son los seres idóneos para ingresar una vez más y acceder de ser posible hasta el hábitat en el que residen las almas errantes para comprobar la teoría que tienen en relación a lo que encontraron el día anterior en la frontera divisoria entre Cefeo y Orión, en donde, además de la sustancia bermellón utilizada para el ritual, hallaron pequeños resquicios de la misma sustancia en el lugar en el que murieron los espíritus ancestrales. Lo cual, coincide con la muestra que TaeHyung y HyungSik analizaron.
Compuesto desconocido que señala a Nix como el origen del primer contacto, por lo que, ahora deben validar y encontrar la fuente de la que emana, siendo el primer paso a seguir para saber a lo que se enfrentan.
―Si bien todo parece estar en calma, es mejor que despliegues tu espíritu para cubrir la zona este y yo me encargo de la dirección contraria para que cubramos mayor terreno ―sugirió D'Angelo en el momento en que ambos aterrizaron en la frontera y la encontraron perturbadoramente silenciosa.
Pero no como el silencio que gobierna después de una tormenta, sino aquel que inquieta para alertar cada sentido. Como si fuera la sonata muda que el adversario toca hasta seguir los pasos desde las sombras y así calcular el momento para atacar.
Los dos lo sintieron y por medio del enlace psíquico que TaeHyung de nuevo habilitó, compartieron los hallazgos que encontraron. En especial, las marcas sobre la tierra infértil que no van más allá de unos escasos metros después del límite divisorio, como si no hubieran podido atravesar el halo blanquecino que ahora que están ahí pueden apreciar, corroborando la información que les dieron.
―¿Porque solamente nosotros hemos podido ingresar? ―cuestionó Makris siguiendo el ritmo constante del avance que TaeHyung mantiene, totalmente atento y sumergido en lo que su mente expandida por la zona contraria está registrando.
Las indicaciones que les dieron fue que posterior al inicio del estado de mutación y parálisis en el que toda la fauna y flora se sumieron por medio de la aparición del halo que comenzó a formar una crisálida por todo el extenso terreno, con el pasar de los días ya no pudieron acceder más ni mucho menos seguir vigilando los movimientos de los espíritus errantes que hasta ese momento seguían replegados en su bosque nuboso, debido al incremento del halo que pasó a tener una acción defensiva cuando algún Celestial o Hechicero cruzaba la zona segura que los Exul también habrán notado, lo que explica las marcas que hallaron en su intento de ingresar al terreno que tanto profanaron.
Así que con el avance de la opacidad en el halo, este adquirió la misma semejanza que custodia las casas principales del Consejo de los Regnandi Magus, solo que el de Nix parece gobernarse por sí mismo y ya nadie tiene la posibilidad de acceder, ni siquiera los Hechiceros que pueden manipular este tipo de energía ancestral lo han logrado, no sin sufrir un rebote en su magia y terminar agredidos por la misma.
Ante cualquier intrusión no deseada, la barrera ataca con agresividad incluso hasta provocar la muerte. Un blindaje impenetrable que cedió en su presencia.
En el momento en que llegaron con el temor anticipando el golpe que recibirían, el halo blanquecino al entrar en contacto con sus cuerpos, refulgió en una leve tonalidad rojiza tan fugaz y lo siguiente que sintieron fue la variación en la gravedad y la vibración del espacio natural que les dio acceso.
―Muy posiblemente está relacionado con lo que tú y yo hicimos ese día, de una forma en la que aún no le hallamos respuesta con lo que hemos intentado averiguar a partir de la ayuda de nuestros linajes y los Regnandi Magus ―comentó el pelirrojo―. Aunque creo que ellos sí tienen una mayor idea, porque fueron quienes me dijeron que a través del despliegue de nuestra fuerza, ahora la naturaleza de Nix comienza a ser purgada, como una limpieza proveniente de nuestra más pura esencia que está combatiendo toda la maldad que aquí ha sido creada ―por lo que puede intuir que hay una explicación a la que aún no puede acceder.
―¿Acaso es eso posible? Digo, comprendo que a partir de nuestra esencia lo hayamos logrado, de forma teórica, pero ni siquiera sabemos cómo demonios hicimos para desprender tanta energía, para que ahora nos digan que nosotros dos hemos purificado todo este inmenso terreno ―es hasta absurdo considerarlo y más que todo porque ambos están hablando tardíamente de una situación que les compete a los dos y que sus compañeros de equipo decidieron ocultar y darles un voto de confianza.
Todo para que hallen una explicación a lo que está sucediendo, pero de la que no han ni siquiera hablado entre ambos.
Durante los siguiente minutos, se sumergen en la cálida aura del campo de azaleas turquesas y grises que aún recubiertas por el espeso halo, los acaricia en su tránsito, dándoles la bienvenida con su suave toque que ya no lastima ni quema, solo está allí inerte y un poco frío pero que al entrar en contacto con su piel se torna diferente de la misma manera en que el aire sólo los acompaña y les permite captar una fragancia dulce pero critica a la vez, que los envuelve hasta deshacer la tensión con la que ingresaron, bajo la constante sospecha de un ataque que no ha llegado.
―Ni yo lo comprendo Kook ―respondió después de pensar en que decir para calmar las dudas que él mismo tiene―. No puedo dar una respuesta concreta porque el enlace energético está supuesto a unir el centro de poder de dos Celestiales del mismo linaje, y lo que ambos hicimos no se limite a lo que se nos ha enseñado y que se ha comprobado.
―Porque fueron nuestras flamas de poder quienes conectaron desde hace años ―añadió JungKook riendo con gracia al elevar su mirada hacia el cielo ocre tan claro, incluso permitiéndoles sentir levemente los rayos de sol, que allí hasta hace poco mantenía oculto tras las espesas nubes.
―Aún está pendiente lo que debemos hacer en relación a ese hecho que al parecer puede explicar el alcance de nuestras habilidades potenciadas ―manifestó sabiendo lo que significa esa torcida sonrisa al aire de Makris. Una sonrisa tan irónica como clara en su mensaje.
Culpándolo sin enunciar una palabra de la omisión misma que dejó pasar, porque reconoce que fue voluntario el omitir la verdad que los vincula a ambos en el vacío absoluto de la ignorancia.
―Ahora si quieres hablarlo conmigo, genial ―murmuró manteniendo la atención al frente al escuchar la exhalación airada de TaeHyung como una muestra de lo impotente que se siente.
Sin querer sucumbir al desespero, sus orbes viajan por la naturaleza que antes les hizo respirar las cenizas incandescente que estuvieron recorriendo el aire durante un tiempo considerable hasta que el solo hecho de inspirar el escaso oxígeno que había se convirtió en un suplicio para sus pulmones. Remembranza de la que ahora no quedan más que las flores con sus pétalos fragmentados, las cuales van perdiendo poco a poco la tonalidad rojiza que poseían, siendo reemplazado por un rosa pálido.
Mientras JungKook naufraga en la naturaleza que cambia, TaeHyung unos pasos más atrás no deja de sentirse admirado por sus movimientos delicados pero fuertes a la vez, en un excelso contraste entre su espalda ancha que al ir descendiendo se va estrechando en una fina cintura enfundada en un corsé de cuero que se ajusta de forma magnífica para resaltar su masculinidad, en conjunto con la camisa de cuello alto que lleva. Su mirada se pierde en los fornidos muslos que resaltan por los pantalones ceñidos que porta y las botas de plataforma estilizan su caminar.
Uno que sigue totalmente embobado por la diferencia que llega desde una imagen pasada hasta la transformación que ahora contempla. Y se siente deshacer entre el aire cuando ve el asombro florecer en sus facciones, en especial, en sus ojos que se agradan con ternura debido a cada variación que observan.
Las cuales no son más importantes que el Celestial que tiene delante, uno que está enojado por sus constantes evasivas.
―Necesito hacer otra pregunta ―habló JungKook.
―No me tienes que pedir la palabra para hacerlo ―sonrió en automático al escuchar la ligera sonrisa del rubio tratando de aligerar la tensión que parece ser el estado en que el últimamente están inmersos.
―Contigo no se sabe, es como si tuviera que apartar un turno para llegar al gran Saenon y Krono de Lucem ―rebatió mofándose de la posición que muy pocas veces respeta.
Aunque en el fondo está orgulloso de todo lo que TaeHyung ha logrado, porque ocupar dos lugares distintos en la jerarquía y ser el único nexo existente entre el Caelestis Trinitas y el mundo presente; incluso más allá del vínculo que goza cada Kalar con su Elter, es todo una osadía que solo D'Angelo puede cumplir.
―Si de posición a posición vamos a hablar, tu desvinculación de tu nivel deja mucho que decir, Saenon de Tenebrae ―expresó sin dejar de admirar la figura impropia.
―Me gusta más ser un desertor y solo aparecer cuando las circunstancias lo requieren ―pronunció Makris, refiriéndose a su poca implicación en los asuntos diplomáticos que como Saenon puede aspirar.
Porque lo suyo y en lo que está enfocado además de su profesión, es ser parte del sistema de defensa como guerrero. Una aspiración que eligió por pasión y vocación infundada que el pelirrojo a temprana edad le compartió.
Cuando en su inocencia debido a lo poco que D'Angelo disfrutaba de las pruebas físicas, le prometió al de orbes plata defenderlo de cualquier ataque de esa índole. Oh y graciosa ironía, que años después TaeHyung se haya convertido en su instructor e igualara su nivel físico en combate.
Y solo puede sonreír con nostalgia al horizonte lúgubre que los espera, cuando la añoranza del pasado le hace desconocer parte del Celestial que lo custodia a sus espaldas. En realidad, ambos no son más que dos conocidos que antes creían ser uno solo.
―Lo tuyo es mantenerte al margen de la ley ―añadió sin dejar de sonreír y esforzándose porque su voz no flaqueara cuando sin saberlo JungKook le compartió un fragmento sobre el recuerdo de una versión mucho más pequeña de los dos.
En la que un adorable pequeño de rizos dorados como el sol, sujeto su mano y limpió su nariz que sangraba un poco, después de un entrenamiento físico en el que su oponente de su misma edad y dominado por la envidia que desde su nacimiento llevo como un estigma clavada en su piel, arremetió con fuerza y transgrediendo las reglas impuestas en clase, el fastidioso niño alcanzó a golpearle la nariz antes de salir volando hasta aterrizar con dureza en el suelo. Lo cual, lo hizo merecedor de una pequeña sanción por haber igualdad y superado la magnitud de su ataque.
Pero a su bonito y más especial Celestial no le pudo importar menos, en el momento en que sostuvo su rostro al no permitir que nadie más que él tocara su rostro, para limpiarlo con tanta delicadeza no dejando que nadie viera las lágrimas que silenciosamente soltó y se acercó con cuidado a su oreja para sellar una promesa.
―No merecen tus preciosas lágrimas TaeHyungie ―declaró JungKook a sus once años con tanta molestia como su cuerpo podía albergar por el dolor causado a su mayor.
―Duele porque debo contenerme siempre y a veces no es fácil, pero no te preocupes por mí, si estás a mi lado podré afrontarlo ―respondió el pelirrojo con la naciente culpa en su corazón al ver los orbes de cielo brillar por la acumulación de lágrimas que sabe y se esfuerza por no derramar.
Después de conocer a un callado e introvertido JungKook a sus diez años, ambos han ido forjado una sólida amistad así no puedan estar juntos con tanta frecuencia como les gustaría.
Verlo allí con tanta preocupación en su expresión que no lo abandona ni siquiera horas después del hecho ocurrido, cede para mostrarse vulnerable y que el contrario pueda estar tranquilo en relación a su seguridad en los siguientes enfrentamientos supervisados que deberá enfrentar en clase.
―Pequeña luna ―llamó la atención del rubio―. Hago lo que debo hacer en clase así hayan momentos no tan agradable, para poder graduarme lo antes posible y no tener que seguir aguantándolos a ellos y dedicarme a lo que siempre he querido ―incluso a sus bastos catorce años sabe lo que desea hacer y para lo que se ha estado preparando.
Si debía ocultar parte de su deseo aunque sea de forma mínima para deshacer el pequeño ceño fruncido que se mantiene en medio de las bonitas cejas de Kook y el mohín que se le hace tan tierno y quiere tocar con su dedo solo para molestarlo un poco a expensas de un posible golpe en respuesta, lo hará.
Por lo que, mejor opta por la opción diplomática en la que se verá inmerso en el futuro.
―Pero no es justo y correcto que también seas sancionado, y si entiendo por qué lo hacen, pero no quiero que más situaciones similares se sigan repitiendo. Por eso cuando sea mi momento de ir contra ellos no voy a tener piedad ―JungKook afirmó tanta seguridad que ni TaeHyung dudaría de sus amenazas.
―No quiero que seas su saco de boxeo para que puedan molestarte, quiero ser yo quien te proteja, pero días como hoy podrán repetirse y no siempre estaremos al lado del otro ―explicó D'Angelo, sentado sobre el suelo de tierra enfrente de la inmensa cascada multicolor ubicada en Rea.
Uno de los diversos lugares alejados que suele visitar en compañía de JungKook, como una tradición que cumplen cada cierto tiempo en que logran verse.
―Sé que así deberá ser, pero yo seré tu escudo ―confesó al meditar sus palabras y seguro de lo que dice―. Así como tú, me prepararé con excelencia y asumiré cada batalla que no quieras pelear. Te defenderé incansablemente.
―¿Estás seguro de lo que dices Kook? ―preguntó mirando la intensidad de los ojos celestes que lograron hacer que su corazón se saltara un par de latidos o la respiración que contuvo cuando su adorable sonrisa fue todo lo que necesito.
―Es una promesa, así como tú me has ayudado, yo me encargare de quitar de tu camino lo que te moleste ―aseveró JungKook acercándose al odio contrario y colocando su mano un poco más pequeña sobre la de piel canela con una gran calidez que hizo que sus mejillas se sonrojaron y la sonrisa contraria no se hizo esperar.
Un recuerdo que JungKook le transmitió por el enlace psíquico que mantienen y su corazón sufre al darse cuenta de lo que en un error que eligió creyendo asegurar el bienestar contrario para protegerlo del presagio lejano, destruyó todo lo que prometió y se encargó de forjar a lo largo del tiempo en que su amistad trascendió a una relación.
―Desde pequeño prefiero el riesgo y la sinceridad ante todo ―JungKook canturreo balanceando su cabeza de un lado al otro para mantener lo más que fuera posible el buen ambiente en que ambos se esfuerzan por estar.
Pero no deja de ser una oportunidad para lanzar comentarios pasivos-agresivos para recordar en qué punto se encuentran los dos.
―Un poco intransigente en ocasiones ―devolvió el pelirrojo, aminorando su marcha y transmitiendo al rubio hacer lo mismo.
Oh joder, que en ese instante, JungKook recordó que el canal psíquico, en especial, el enlace que persiste entre sus flamas de poder, aunque ocluido, se potencia y da mayor fortaleza al vínculo. Un hecho que olvidó y que es más que seguro que le compartió a D'Angelo sin quererlo.
‹‹Genial, una vez más yo solo me expongo›› pronunció para sí mismo al tener la plena seguridad que restringe todo vínculo con la psique contraria y no delatarse otra vez.
Solo que para ese punto no sabe hasta donde se ha desarrollado el poder de TaeHyung, por lo que es probable que cualquier intento de bloqueo que pueda erguir, este puede ser fácilmente penetrado. Acto que violaría la privacidad y la integridad de lo que se piensa y siente, siempre y cuando, no representara un riesgo mayor, aún así sabe que él no accedería a aquello para lo que no ha tenido autorización previa o una orden que acatar por un bien mayor.
―Espera TaeHyung ―solicitó unos pasos antes de ingresar a la zona que más conoce en Nix, tratando de alargar el encuentro que agita a su flama. Recibiendo de forma inmediata la atención del pelirrojo―. Según lo que nos han mencionado nosotros hemos sido los purificadores de este lugar ¿No es cierto?
―De una forma que ni siquiera nuestros más altos miembros logran explicar con exactitud, sí, al parecer tú y yo hemos gobernado sobre esta zona. Hemos sido quienes a partir de nuestra esencia Celestial transformaron lo que ni los Regnandi Magus han logrado ―en ese preciso instante en que sus palabras resuenan más allá de sus pensamientos y los expone al otro ser directamente implicado, concluye que los miembros del primer nivel del Caelestes Duces, el Magicae Consilium de Tenebrae y Lucem, además, de ambos Kalar, deben estar aún más sorprendidos que ellos mismos.
Al haber logrado deshacer por medio de su poder la perversión de la magia ancestral que ha existido por incontables años y en todo ese tiempo incluso antes de su nacimiento nunca lograron reparar el daño ya cometido, solo hacerle frente a las incesantes mutaciones que en sus vanos intentos fracasaron y que hasta el presente continuaba persistiendo.
Orden antinatural que cambió con su intervención a partir de la inconmensurable cantidad de plasma que emergió a partir de la unión de sus flamas que denota la alta compatibilidad y fuerza que comparten.
―Si para mi es absurdo, creo que para ti igual ―JungKook ni siquiera tiene una forma de darle definición a una situación que después del revuelo inicial de la misión grupal a Nix, sigue siendo todo un misterio, incluso para los dirigentes y guías ancestrales de ambos linajes.
Ahora que pueden centrarse en el mayor objetivo que lo vinculan a D'Angelo y a él, parece que las respuestas no reposan en ningún lado y que si ahora están desarrollando esta labor, solo se remite a una variable dependiente a raíz del asesinato de los espíritus elementales.
D'Angelo percibe la forma en que Makris analiza su entorno al mismo tiempo en que coteja las pruebas y los vacíos cuando su mirada celeste va desde el lugar en el que están y el bosque nuboso que se contempla a la distancia. Sabe que está uniendo sus propias conclusiones y que si JungKook no odiara tanto las responsabilidades que como Saenon puede alcanzar, él desempeñaría un gran papel por las grandes habilidades que posee.
―Prácticamente tú y yo nos movemos en medio de la ignorancia por las carentes respuestas que den razón de lo que hicimos ―JungKook habló de nuevo al ver la forma en que TaeHyung válida lo que está diciendo, cuando ve sus orbes plata iluminarse en una sonrisa que nace en sus ojos pero que no llega hasta sus labios. Un poco perdido y casi al borde de olvidar lo que iba a decir, aclara su garganta para tomar fuerza y aquietar las emociones que desde hace unos días incrementan sin control―. Y que si no fuera porque han decidido mantenerlo en el anonimato por ahora, no nos dejarían dar un solo paso más juntos por lo que representamos.
››Lo cual, no explica porque justamente nos enviaron a nosotros dos, debido a que ni había plena seguridad que el halo protector dos dejará ingresar. Y si, ahora aquí estamos, y es probable que todo el ecosistema interno nos reconozca como sus regentes o amos, o lo que sea. Pero una cosa, es el entorno natural y otra el terreno de las ánimas errantes, porque fue HoSeok quien rigió sobre ellas.
Las acertadas deducciones de Makris, lo hicieron sonreír llevando sus manos hacia su cabello para llevarlo hacia atrás y unir sus manos en la parte alta de su cabeza, fijando su atención en el desconcierto que los orbes contrarios le devuelven.
―TaeHyung, puedes darle la misma importancia que le estoy dando a una situación donde debemos casi que meternos al nido de unos putos espectros que pueden atacarnos ―exclamó un poco molesto, pero no fue más que su vano intento por fingir, porque cedió y terminó riendo junto al pelirrojo. Y ya se recriminaría más tarde por la forma absurda de su comportamiento al no saber porque TaeHyung lo mira de una manera similar a la que tantos suspiros le robó en el pasado.
―A veces no te das cuenta o no quieres reconocerlo, pero tienes una gran formación y un espíritu combatiente que siempre te llevan a este lugar, a la posición contra la que tanto peleabas durante tu infancia y cierta parte de tu adolescencia y si bien no la vives al interior de un amplio salón como yo, estás aquí después de enfrentarte a las restricciones ―reveló D'Angelo en la ocasión más inverosímil que aprovechó para respaldar la inseguridad que sabe y existe en JungKook. Un repertorio infundado desde su niñez a través de la cantidad excesiva de elogios y admiración de sus padres por su jerarquía.
―Hace un rato te transmití lo que estaba recordando ¿Cierto? ―y ese momento antecesor al caos, que lo hace sentir perdido, como una ola que llega sin anunciarse e impacta contra sus defensas, porque su relación actual tiene la polaridad inversa de pasar de un estado de admiración a uno en el que deben atacarse con sus comentarios. Si bien esto último es lo más hace, ya no le genera satisfacción alguna, es más, al inicio de establecer ese trato hosco hacia TaeHyung, solo lo hacía para tratar de acallar los sentimientos que tanto gritaban por volver.
―Mejor sigamos ―ánimo D'Angelo sin esperar una respuesta, al reconocer el conflicto en el que él está, como si se contuviera a la vez que se esfuerza por no responder con su característica ironía. Por lo que, decide no presionar más y reanudar su marcha, volviendo a enfocarse en su objetivo.
JungKook sigue los pasos contrarios, y aunque quiera verbalizar la bruma de agradables sensaciones que se deslizaron sobre las heridas internas que arrastra desde su infancia y que en ocasiones duelen, prefiere tragarse lo que su alma quiere gritar y le agradece mentalmente, corto y conciso pero cargado de afecto.
Ambos aun con una brecha que los separa en medio, tratan de crear situaciones diversas a la misión que se les encomendó. Una gran parte de ella ya se cumplió cuando ingresaron a Nix, comprobando la teoría inicial que terminaría de encajar en los escasos metros que los recibe con un aire gélido que lacera superficialmente su piel que velozmente se sana, no dejando más que una leve sensación de cosquilleo en su dermis cada vez que el viento sigue impactando contra su piel.
―Esto es como inmolarnos a nosotros mismos, como una ofrenda para los dioses ―ostentó JungKook luego de la bienvenida que el bosque en el que habitan los espíritus errantes les envió hasta la ubicación en la continúan avanzando con decisión.
―Mucho mejor que sean dos sacrificios ―TaeHyung siguió la broma y detallando cada variación que allí parecen estar aglomeradas en un mismo territorio. Uno al que muy probablemente no tengan acceso.
De modo que lo mencionado por JungKook no dista mucho de lo que están haciendo. Ellos dos solos enfrentados a una zona inexplorada y que en caso de necesitar ayuda, no van a obtenerla, porque han sido los únicos a los que se les ha dado acceso. Además, de que ambos fueron allí solos.
―¿Será este el momento de hacerme un verdadero creyente? ¿O ya es muy tarde? ―el de orbes de cielo rio con latente nerviosismo alojado en su pecho por desconocer la magnitud del peso que fue depositado sobre ambos.
―De intentarlo no vas a recibir respuesta, a menos que quieras implorar por tu vida a las entidades de túnica que se remontan a los memorias de una civilización que ya tiene fecha pactada de inexistencia ―añadió TaeHyung frenando el avance del rubio al sostenerlo del antebrazo en el instante en que su psique extendida a lo largo y ancho del lugar le advirtió del movimiento lejano que JungKook captó en ese preciso momento en que sus cuerpos se acercaron un poco más.
―No sería mala idea seguir costumbres mundanas y obsoletas ―JungKook cuando se siente nervioso o acorralado en medio de un obstáculo al que aún no le encuentra salida, recurre a la ironía o malos chistes para darle otra cosa a su mente en la que entretenerse y de esta manera idear una solución.
Que ahora parece oscilar entre huir o enfrentar la muerte.
―No vamos a morir aquí JungKook ―tranquilizó el pelirrojo sonriendo una vez más por las ocurrencias exageradas de su bonito acompañante que sigue apoyado contra su cuerpo.
―Si aja como estas tan seguro ¿Ya lo has visto? ―dijo haciendo referencia a la precognición de TaeHyung.
―Hay ciertas cosas que no puedo conocer y otras tantas que son engañosas, porque la energía de las ánimas errantes es perversa, por lo que, tiene la gran habilidad de interferir con la mía ―explicó D'Angelo.
―¿Así que somos solo nosotros y los pocos vistazos que obtengas? Si no fuera porque odio retroceder, ni hubiera llegado hasta aquí ―pronunció apartándose solo un poco del pelirrojo y procedió a enviar a su espíritu hacia el bosque nuboso, lo más cerca que pudiera hacerlo.
―Ante cualquier tensión que sientes regrésalo de inmediato a ti, porque los espíritus pueden seguirlo con más facilidad ―sugirió viendo como la marca de media luna en la frente de JungKook se ilumina aún más, un destello plateado indica el esfuerzo y la habilidad que deposita en el enlace con su espíritu.
En simultáneo aun con el viento en su sucesiva agresión, vigila y rodea la zona con su mente para determinar que todo permanece en la misma calma que los envolvió desde el comienzo. Pero que en la zona de las ánimas, parece estar acumulada toda la energía que no les responde de la misma forma en que lo hace el ecosistema de Nix.
―Están saliendo del bosque y ahora se agrupan en tres filas justo en la entrada. Como si anticiparan que nosotros vamos hacia allá ―explicó el rubio, retornando a su espíritu al resguardo de su cuerpo cuando varias almas errantes se fijaron en la extensión incorpórea de sí mismo.
―Si ya estamos aquí y ellos ya advirtieron nuestra presencia, pero no han venido a atacarnos, significa que nos es lícito acercarnos ―indicó adentrándose más al territorio de nadie, en el cual días anteriores sintieron la muerte cernir sobre ellos, en especial sobre él.
JungKook un poco conflictuado por lo que están a punto de hacer, sigue los pasos del Saenon y Krono, en medio de la fuerte ventisca que sacude sus cabellos y lastima su piel, su mirada se dirige hacia la zona de los cuarzos ondeantes, o donde se supone que los hallaron, porque ahora no queda más que la boca de un inmenso pozo que capta por medio de su visión remota.
Lo que hacía imperante la necesidad de obtenerlos, debido a que los cuarzos no se encuentran expuestos permanentemente, sino que son cultivados en las entrañas del único pozo que los crea y los madura hasta que los lanza a la superficie. Un avistamiento que solo sucede una vez al año.
―¿El yacimiento ya se cerró? ―cuestiono TaeHyung siguiendo la dirección contraria a la que se dirigen, cuando detallo la melancolía en los orbes celestes.
Una a la que espera darle respuesta muy pronto.
―Sí, ya no queda nada más que las consecuencias ―manifestó en medio del recuerdo que se arrancó la vida de cuajo del cuerpo de EunWoo.
Sin embargo, no pudo digerir sus emociones cuando presintió un ataque foráneo dirigido a D'Angelo en el momento en que ambos se alejaron unos pasos del otro. Y antes de advertirle sin darle definición a la corazonada que lo hizo actuar, desplegó sus alas y con una sorprendente velocidad sostuvo el cuerpo de TaeHyung contra su abdomen y cerró sus alas a su alrededor.
―¿Qué estás haciendo? ―alcanzó a pronunciar el pelirrojo en el instante en que su cuerpo fue sacudido a una velocidad que no logró prever y antes de reaccionar cuando el fragmento a su mente arribó, una horda de espíritus errantes llegó hasta la ubicación en la que estaba anteriormente.
A causa de la fuerza con que volaron, JungKook no tuvo tiempo de frenar y antes de colisionar contra el suelo impulsó su cuerpo para recibir el impacto con el cuerpo de TaeHyung encima que lo hizo quejarse un poco por lo sutil diferencia entre sus complexiones.
―Estas un poco más pesado de lo que recuerdo ―articuló con voz ahogada cuando el pelirrojo no dudó en cederle el espacio vital que necesitaba al ponerse de pie y antes de ayudarlo, vio como TaeHyung desplegó una gran cantidad de plasma a través de todo la extensión de su brazo izquierdo en dirección a los espectros errantes que no dudaron en buscarlos y que fueron impactados de lleno por su energía y los que quedaron solo retrocedieron por el ataque para reagruparse a su alrededor.
Con la diestra levantó una parte de la tierra con ayuda de su telequinesis para formar una pared vertical que los terminó rodeando, como una semi bóveda, atrapándolos al interior y sellando la abertura superior con el agua congelada que logró manipular por medio del viento que compacto y formó puntiagudas laminadas de hielo en la superficie.
Todo bajo la atenta mirada de JungKook como un simple observador de la impresionante hazaña que contempló desde el suelo donde continuó postrado sin salir del asombro, boqueando en admiración.
―Se supone que debía ayudar ―fue lo único que logro decir a causa de la mirada grisácea que busco la propia. Examinándolo en busca de alguna herida―. Estoy bien, gracias a ti lo estoy.
―Soy yo quien debe agradecerte, porque perdí el foco por un momento y no pude ver el ataque ―agradeció a la vez en que apoyó una de sus rodillas en el suelo para estirar su mano que fue tomada por el rubio e impulsarlo para sentarse. Todavía buscando algún punto que la regeneración de tejidos de Makris no haya ya curado.
Mantuvo su escaneo hasta que la mano cálida sobre el agarre que mantienen sus manos, lo trajo de vuelta y en la sonrisa ajena encontró la tranquilidad.
―Así es el trabajo en equipo, yo te salvo de un ataque y después te toca a ti ―bromeó JungKook asumiendo la misma posición contraria al apoyarse sobre sus rodillas en el terreno terroso.
La circunstancia actual no era el momento idóneo para analizar lo sucedido, pero en definitiva D'Angelo no podía estar tranquilo, cuando se confió tanto en lo que estaba percibiendo que de no ser por la acción anticipada de JungKook hubiera terminado con más que solo unos raspones por curar.
Pero como ya lo ha reafirmado, ahora no hay debates cuando la integridad de ambos está siendo amenazada.
―Si bien, todo el territorio nos reconoce y en relación a lo que tú ya afirmaste sobre HoSeok, él al regir sobre los espíritus errantes como nosotros sobre Nix, es muy probable que los ataques no se detengan ―analizó TaeHyung extendiendo sus brazos a ambos lados de su cuerpo en dirección a las paredes laterales, cuando estas comenzaron a ser impactadas por la anatomía funesta que entre bravíos sonidos se impulsan contra la coraza que no va a resistir mucho.
―¿Crees que si usamos parte de la naturaleza que se supone y ahora nos obedece, podremos detenerlos? ―sugirió JungKook, alimentando con su centro de poder el elemento tierra afuera del pequeño domo que poco a poco se resquebraja―. La cuestión más importante es cómo carajos lo hicimos esa primera vez y la otra es si la naturaleza va a responder con la misma fuerza de destrucción, porque si se supone que se está purificando y mutando lo que antes era, no sé si nos sirva de algo finalmente ―cada idea que plantea se desvanece y el tiempo apremia una respuesta.
La cual TaeHyung encontró en medio de las palabras murmuradas de JungKook que en cierto modo le permitieron comprender que el hecho de no saber cómo lograron que sus flamas de unieran de la forma en que lo hicieron, hay un factor que puede auxiliarlos.
Su mente puede retroceder y volver a reproducir el recuerdo que se creó a partir de esa experiencia; lo que indudablemente los guiaría a ejercer parte del mismo control que ya sintieron recorrer en un estrago imperante de energía.
―Ni tu ni yo lo sabemos, pero podemos inducirlo a través del recuerdo de ese día, que ambos tenemos ―reveló TaeHyung y la sonrisa ladeada que recibió de JungKook en sincronía con la mano que le extendió en busca de ser enlazada de la misma forma en que lo hicieron por primera vez, le confirmó que sus palabras fueron comprendidas.
A partir de un suceso que comenzó a ser gestado por sus flamas de poder, una reacción innata que los impulsó a desbloquear y combinar sus esencias desde un llamado interior al que ambos acudieron sin ser conscientes de lo que hacían.
Ahora van a realizarlo a partir de un fragmento de memoria que reproduce con exactitud lo que vivieron ambos de forma simultánea, a través de TaeHyung que crearía el nexo entre su propia memoria al mismo tiempo en que capta el recuerdo de JungKook, para evocar en sincronía un único suceso.
―Tu unirás ambos recuerdos para generar la misma respuesta ―por lo que no comprende porque TaeHyung solo sujeto su mano y después le indicó mentalmente lo que debía hacer. Sin mostrarle nada―. Lo más acertado es que lo hagamos ahora mismo.
―Lo mejor es que solo lo hagamos cuando estemos cerca del bosque donde habitan, no antes, porque no va a salir como queremos Kook ―dijo en medio del respaldo por la ventaja que se le mostró―. ¿No fuiste tú quien dijo que quería presentar una ofrenda?
―Si, pero no servirme en bandeja ―contestó el rubio confiando plenamente en la orden dada hasta el momento en que fuera preciso actuar.
En medio de una última sonrisa, TaeHyung deshizo el domo sobre sus cuerpos y ambos desplegaron una basta acumulación de plasma a través de su extensión corporal, como dos estrellas refulgieron en llamaradas, que los deslumbró por la potencia con que dirigieron las extensas estelas hasta el grupo de almas errantes que habían detenido su ataque a la espera de sus movimientos.
Quienes no lograron anticipar en el instante que fueron desintegrados por la potente energía luminosa que los atacó. Disolviendo sus presencias momentáneamente hasta que las cenizas que quedaron tras su desintegración volvieran a compactarse para darle forma a sus ondeantes cuerpos.
‹‹Recuerda, tú eres mi escudo›› mencionó TaeHyung en el preciso instante en que su cuerpo se alzó por los aires y desde la distancia del bosque las ánimas que aunque no pudieran elevarse a gran altura, se replegaron y fueron en su búsqueda.
―¡TaeHyung que mierda estás haciendo! ¡Maldito seas! ―gritó Makris tan enojado que sintió las lágrimas picar por el desespero que lo impactó con fuerza, viendo la forma en que D'Angelo se expuso como blanco de ataque, no dejándole más alternativa que correr mientras despliega llamas de plasma a diestra y siniestra.
Asumiendo la posición en tierra, corre y solo deja a su esencia fluir desde su centro de poder.
Oh joder, que la esencia que da forma a su espíritu se fracturó en el instante en que lo vio caer desde lo alto cuando una bruma oscura lo alcanzó.
―¡TaeHyung! ¡Maldita sea, contéstame! ―bramó mientras sintió el dolor ajeno atravesarlo como un rayo, tan ardiente que sus pasos incrementaron la velocidad y su vista poco a poco fue perdiendo claridad debido al intenso clamor que chirrió de forma aguda y potente que provocó que sus oídos sangrarán y su flama lo sofocara queriendo ir con su nexo incompleto.
Todo a su alrededor no fue más que una bruma que lo ahogó hasta no soportarlo más y que lo terminó derrumbando sobre el suelo.
Y su realidad se tiñó de escarlata, cuando el dolor lo despertó.
Autora:
Nuestro Taekook se conocen desde que son pequeños, por lo cual, su vínculo es mucho más profundo.
Lo que nos lleva al presente actual de su relación deshecha, una que si bien terminó hace 6 años, ahora están en medio de la contradicción en la que pasan de contemplarse a atacarse verbalmente.
Pero, esto va a cambiar a partir del próximo capítulo. Ya es momentooooo de que todo arda un poco 🥵
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