Ⅳ: Pasado cíclico

Día 509

El despertar en ocasiones traía consigo la desorientación hacia el espacio en el cual el cuerpo reposaba y una vez que la consciencia lograba emerger del soporífero sueño que mantenía cautivo a la mente hasta el letargo mortal, era invocado de nuevo a la realidad y el alumbramiento de la luz natural enceguecía la visión y aturdía a cada sentido que recién reactivaba su correcto funcionamiento.

Allí en medio de la inmensidad lúgubre de una habitación en la que se concentraba la presencia de una amplia y gran cama, JungKook Makris despertaba luego de sesenta y ocho horas, más de dos días después luego de la ceremonia Aeternum Vale, siendo cautivo del desconcierto al no recordar con exactitud los acontecimientos que lo llevaron al prolongado adormecimiento.

Un estado autoimpuesto como un mecanismo de autopreservación, en el momento en que la regulación emocional excede el propio control interno causando que la flama de poder incremente su nivel de energía ―debido a que las habilidades y la intensidad en que son manifestadas por cada Celestial están vinculadas a la carga afectiva― buscando una armonía entre emoción y poder. Pero cuando ambas fuerzas entran en conflicto causado por un desbalance, el cuerpo inhibe el control mental siendo potenciado por el centro de poder para inducir al Celestial al sueño profundo hasta que la homeostasis interna sea reestablecida.

Un evento que ya había conocido, un suceso que el pasado experimentó con amargura y dolor; un arrepentimiento que se mantenía como una sombra en sus recuerdos.

De sus labios se desprendió un leve quejido ante el resentimiento de su cuerpo al intentar sentarse sobre la cama luego de haber mantenido reposo absoluto durante varios días y la incomodidad que comenzaba a sentir al continuar en la misma posición durante ese tiempo.

―Me tenías preocupado ¿Cómo te sientes? ―YoonGi llegó con rapidez al captar movimiento dentro de la habitación de su hermano, indicando que había recobrado la conciencia.

―Un buen descanso sin interrupciones ni deberes era lo que necesitaba, no hay nada de qué preocuparse, hermanito ―su voz se escuchó un poco rasposa por el paso del aire a través de las cuerdas vocales que estuvieron inhibidas durante el sueño.

―Se supone que debería reírme, pero sabemos que solo quieres deshacerte de lo que sigue ―el mayor se sentía un poco molesto al ver el desinterés de su hermano por su propio estado, aun sabiendo que el ojiceleste solo fingía.

―No hay mayor explicación sobre lo que sucedió de lo que conocemos ―suspiró con frustración―. Fue una mala gestión y contención emocional lo que llevó a que mis niveles fluctuaran y descontrolaran mi flama de poder, lo que le dio la posibilidad a mi cuerpo de bloquearme para obtener un nuevo balance ―repitió la explicación que se sabía de memoria, cuando en el pasado vivió por primera y única vez el estado de inhibición, una experiencia que no era muy común para un Celestial.

Puesto que, durante sus entrenamientos y combates son sometidos a pruebas emocionales para manifestar sus habilidades y la presencia de sus alas de energía.

Un equilibrio vital para mantener y lograr el control interno, que en ocasiones puede decrecer hasta desestabilizarse, mediante la enseñanza y la preparación para gestionar y regular las emociones y la intensidad con que son experimentadas a través de un estado de relajación y conexión interna, además, del combate para desprenderse de la acumulación de energía, evitan la intensa aglomeración que causa el desequilibrio interno.

―Esa retahíla de palabras ya me la sé de memoria, no trates de evadir la verdadera razón que te llevo a esto ―YoonGi sabía darle el espacio y tiempo necesario al rubio para que se sintiera cómodo y de esta forma deshacer el nódulo de cuestiones y dudas que lo atormentaban.

Aunque en una situación como la actual la presión era la estrategia directa para acorralar las posibles desviaciones que JungKook expondría como una verdad ilusoria.

―Entonces no veo la importancia en decirte lo que ya conoces, Yoon ―explicó con obviedad, mientras se ponía de pie lentamente para evitar un posible mareo.

―Siguiendo esa misma línea, quiero que tengas presente que hay una causa que precede el estado que acabas de experimentar, de nuevo ―remarcó con mayor fuerza las últimas palabras mencionadas, para resaltar que una equivocación es un primer error, pero una nueva ocurrencia era una elección.

―Soy consciente de eso YoonGi, fui quien lo vivió y al parecer lo sigue haciendo ―JungKook comenzaba a sentirse incómodo por el rumbo al que ambos se están dirigiendo.

―Y si lo sabes ¿Por qué pretendes ignorarlo y quitarle la importancia que amerita? ―manifestó con preocupación, porque su hermano estaba siguiendo los mismos errores del pasado.

―No pretendo ser ignorante, solo fue una equivocación que me llevó a estar concentrado en mis responsabilidades, las cuales requerían toda mi atención ―una excusa, porque sabía que se estaba justificando, pero debía acabar con esta situación que estaba escalando de importancia, la cual no era requerida―. Solo te pido que no seas tan rígido, no conmigo.

―Kook, es por eso que te presiono, porque soy el único que siempre ha estado allí presente, y mi preocupación no brota del aire, porque esto no es un error y menos debe ser adjudicado a una omisión causada por tu trabajo ―declaró disminuyendo el tono de su voz, para que no sonora como un reproche, debía ser paciente y cauteloso, aunque directo―. Llegar a este estado requiere más que un par de situaciones frívolas y sin importancia como la haces ver ―ninguno saldría de aquí hasta obtener una revelación que explicara de forma acertada lo que sucedió.

―Existió una razón que en el pasado me llevó al límite que recién estaba descubriendo y ahora no hay mayor culpable que mis actos ―divago mirando la niebla que recubría el exterior de su casa que se encontraba suspendida en el aire. 

Es plenamente consciente de la diferencia entre aquella versión inocente y pura que una vez fue, y los fragmentos que aguardaba en su presente, que ahora enmarcaban, un hecho primerizo que fue ocasionado por la desdicha del amor, del origen de la pasión.

Junto a él aprendió lo que era la felicidad que una sonrisa o una mirada podía despertar, aprendió a reconocer el toque grácil y delicado que solo a través de sus manos podía hallar, aprendió sobre los misterios que le daban vida al Cosmos, comprendió que el amor era la esencia de creación y destrucción en la existencia.

Junto a él, su propio ser adquirió la capacidad de recordar con las manos, de sentir con los labios y de adorar con el cuerpo, un amor que se adhirió a sus huesos, un amor que se extendió por cada una de sus células y le permitía a su corazón palpitar con mayor ahínco, superando la adrenalina que sentía cada vez que podía volar.

TaeHyung D'Angelo era la personificación del amor que había elegido para su vida.

Así que no entendía o esperaba que alguien lo abofeteara con una explicación que le permitiera comprender porque de un instante a otro lo arrojó desde el nirvana de su amor con precipitación al vacío grotesco y burlón que lo recibió.

¡Piedad! Gritaba su alma, cuando vio por última vez a la promesa diluida en mentiras grises y azuladas que en la ausencia de su estela quedó al verlo partir, sin saber que sería la última vez que lograría observarlo con adoración y devoción.

Su corazón batallaba en tenues y débiles latidos que habían perdido el impulso vital de continuar, el cual fue usurpado por la traición de un amor venenoso, que pasado su hechizo resquebrajó la seguridad y la esperanza que un terco sentimiento aún anhelaba. Un corazón marchito que comenzó a seccionarse y a consumar la vida que halló en su recorrido desenfrenado para absorber lo que aún quedaba.

La ausencia logró sobrevivir y reino sobre las cenizas que se compactaron donde una vez una incalculable cuenta de latidos resonó, y acaparó el silencio triunfante que quedó. El sufrimiento se inmortalizó en huellas que sangraban y no deseaban detenerse, en un anuncio del daño experimentado.

Él solo causó pena y desdicha, porque toda ilusión y alegría se congeló en el tiempo hasta ser olvidada.

―JungKook, mantente aquí conmigo ―el mayor noto la evidente ausencia que refleja la mirada perdida de su hermano, más allá del límite que la niebla cada vez más espesa dejaba ver del horizonte que se extendía en la lejanía.

Un total acierto, porque el futuro Saenon al contemplar y sentir el frío que se filtraba por la pequeña abertura de la ventana de su habitación, navegó en las fronteras de sus recuerdos y se sumergió en el primer momento en que su corazón sintió deshacerse en dolor por la ausencia de quien en el pasado tanto llegar a amar, aun cuando en la actualidad le costaba definir su forma de amar a quienes estaban a su lado; una secuela que seguía perdurando.

Estaba inmerso en sus pensamientos y en lo que experimento cuando recién descubría el mundo hasta ser doblegado por el mismo sin contemplación alguna.

―Estoy bien, YoonGi ―expresó JungKook, regresando la mirada a su hermano que se encontraba recargado sobre el escritorio con sus brazos cruzados con una expresión incrédula y molesta en su rostro.

―En cualquier otro momento lo dejaría pasar, pero no puedes ser tan inconsciente y pasar por alto tu bienestar ―estaba frustrado por la actitud de Kook―. Y antes de que te excuses, hay que resaltar que durante un tiempo has estado conteniendo tus emociones, fingiendo que estas bien y finalmente ser superado por ese pasado que siempre vuelve de la parte del mismo Celestial ―sabía que estaba siendo tenaz con sus palabras al referirse exactamente a la causa que ambos conocían como el desencadenante actual.

―No cruces ese límite Yoon ―pronunció con cierta debilidad en su tono al sentirse aún vulnerable por el tema que estaban tratando.

―Por tratar de esquivarlo o pasarlo por alto debido a la poca importancia que dices que merece, es que has llegado hasta este punto y sé que todo te supero cuando terminaron de hablar durante la ceremonia, no hay mayor evidencia de que te sigue afectando... ―se detuvo al ver la acción de huida de JungKook abriendo la puerta de la habitación y salir por esta rumbo a la sala de estar, una vez dejó atrás el pasillo que conectaba ambos espacios.

―Creo que ya escuché suficiente y de verdad es agotador que te sigas refiriendo a lo mismo una y otra vez ―se estaba conteniendo solo porque era su hermano, pero cada vez que el contrario comenzaba a hablar lo hacía aún más difícil de mantener.

Además de rehuir a la mención de su conversación sobre TaeHyung y tener que admitir lo que aún le costaba aceptar.

―JungKook ¿Acaso lo que te paso no es lo suficientemente importante para ti? ―lo seguiría presionando para obtener una reacción real y sincera―. ¿Acaso no ves que sigues atrapado en el mismo ciclo con D'Angelo? Vuelven a gravitar uno junto al otro para luego destrozarse ¿Lo consideras amor o hábito? ―si para lograrlo debía arrojarle la verdad que JungKook se negaba a aceptar, lo cumpliría.

Solo que, en esta ocasión, tal vez, el afán y la preocupación excedió a la prudencia que lo caracterizaba al hablar con su hermano; porque obtuvo la reacción que esperaba generar, mas no el estallido que de él se desprendió.

―¡El amor perdió todo sentido cuando él me abandonó y después tuve que reconstruir quien era a partir de los destrozos que sobrevivieron! ―JungKook gritó con la fuerza desmedida que quemaba desde el fondo de sus entrañas, cuando la última contención se desvaneció―. Fue mi condenado error y por más que quiera deshacerme del mismo, seguirá anclado a las cicatrices que quedaron, y que solo él es capaz de causar la misma herida nuevamente ―luchaba por retener el llanto que por tanto tiempo estuvo acumulando.

―Kook, esto es lo que causa aislarse y envenenarse lentamente con lo que se siente, sin expulsarlo o dejarlo emigrar a donde merece ir ―el dolor se posó en su mirada avellana, viendo la aflicción que perturbaba y contrariaba a su hermano, haciendo que el celeste de sus ojos variara en intensidad y concentración, obteniendo un color grisáceo mezclado con el celeste que se opacaba cada vez más.

―No soy tan fuerte como aparento ser, y soy un desastre en gestionar mis pensamientos o sentimientos, porque en cuanto llegan las reduzco a nada y las depositó en el inmaculado olvido que tanto pretendo mantener ―una única y solitaria lágrima recorría su rostro―. Solo mírame aquí ante ti sufriendo por tanto y a la vez nada, porque un cúmulo de años es lo que pesa en mi corazón y en mi mente, aun así, carente y vacío en ocasiones, se absorber la sangre que mis heridas derraman para continuar y sentir la felicidad de mi vida ―solo ante YoonGi hoy y siempre, así le costara, con él sería sincero y se mostraría tal cual es.

―El pasado ni los errores cometidos te definen, eres tú quien día a día deconstruye y forma su propia existencia ―expresó sujetando el rostro de JungKook para limpiar las lágrimas que habían seguido el solitario camino de esa primera muestra del dolor acumulado que batallaba por salir―. No eres un desastre ni debes culparte por cómo enfrentas lo que vives, porque es solo una muestra de que eres real, eres un Celestial que hace parte de una raza inmortal, pero no eres perfecto ni una deidad, porque incluso ellas en sus decisiones pueden pecar.

››Eres JungKook Makris, hijo menor de Jeon YoungMi y Gael Makris, dos reconocidos Tenebraes, así como tu hermano mayor, YoonGi Makris; quienes han cometido errores y han fallado al creerse confiados y desbordados en deseo, el cual solo les termina recordando lo imperfectos que son. Incluso, muchos juzgan o rechazan la decisión de nuestro Elter Abraene cuando fue quien propuso la inexistencia terrenal para ellos.

››Todas han sido decisiones que debían ser elegidas, y tu mayor pecado es juzgar y condenar a un ser de quince años que conoció por primera vez el amor, desde tu versión que ha afrontado penas y temores, quien ha experimentado y aprendido de un pasado del cual debes desprenderte, o de lo contrario seguirá volviendo en un remanente que vas a utilizar para sancionarte a ti mismo y hallar una razón que ya no posee fundamento, deberías dejar ser al pasado, en el tiempo que corresponde.

La respiración agitada e irregular de JungKook era el único sonido que se expandía al interior de la casa, que impactaba contra el abrazo que mantenía con YoonGi; que solo era superado por el sonido de la lluvia al caer y estrellarse contra la edificación, en una danza que acompañaba la perturbación que estaba comenzando a resurgir de nuevo.

―¿Cómo se detiene el paso del tiempo para forjar el olvido que no parece querer emigrar? ―la llorosa voz del menor se hizo presente ante la dificultad de hablar a causa del peso que se alojaba en su garganta.

―Emigrar en el instante en que sea precedido por la voluntad de una decisión que desencadenara una secuencia de acciones para llegar a la superación del sufrimiento ―lo ayudaría hasta donde su hermano le permitiera llegar, sin embargo, hay un límite definido, el cual solo debía ser cruzado por la propia acción de hacerlo.

―¿Debería hacerlo de una vez por todas, lo que aún no he logrado tener la valentía de ejecutar? ―afirmó en un interrogante al buscar la guía de su hermano para saber que hacer o que precedía luego de este nuevo reinicio, que lo dejaba en la suspensión del desconocimiento.

―Es una elección que solo te corresponde a ti, hermanito ―se alejó suavemente del cuerpo contrario y deposito un delicado beso en la frente de su hermano.

En situaciones como esta no podía evitar sentirse inútil o impedido de poder rescatar y proteger a su hermano, para guiarlo por el camino de vida al ver lo perdido que estaba en ese momento, pese a su aflicción, no era su deber decidir u obligar más allá de los consejos y el apoyo que si le brindaría, pero no induciendo o coaccionando una elección que creía más o menos acertada que la otra.

―Iré a entrenar por unas horas, es lo mejor que puedo hacer en mi estado ―se alejó de su hermano para tomar su ropa deportiva y enfrentar el agreste clima que la tormenta aún mantenía en Eukélade.

―Solamente a ti se te ocurre salir con estas condiciones ―YoonGi se sobresaltó en el momento en que finalizó lo que decía, al mencionar al clima y un potente trueno retumbó sobre el techo de la casa.

―Tú lo has dicho hermanito, nos vemos en unas horas y espero que prepares mi comida favorita ―dijo con una bonita sonrisa que le dedicaba a YoonGi desde el sofá de la sala en donde estaba atando los cordones de sus zapatos.

―Lo que me faltaba, ahora resulta que también debo cocinarte ―exageró el mayor―. Esperaba una mejor atención que esta ―JungKook no evitó mofarse de su hermano.

―Te amo YoonGi, no seas tan gruñón ―fue lo último que pronunció antes de salir de casa, extendiendo sus alas de energía para ser recibido por la lluvia en un abrazo caluroso que anhelaba sentir al dejar a sus pensamientos fluir sin limitación.

Con un deseo ferviente de alcanzar la superación que su pasado merecía obtener en el auxilio de quien fue y quien ahora era; desprenderse de todo aquello que no podía ver de frente, seguir el camino pedido.

Una ambición a la que aspiraba cada día cuando sus tormentos se presentaban, y el dolor solo marcaba una nueva derrota. No era tan fácil como desprenderse y dejar emigrar, cuando durante los últimos años luchaba por lograrlo.

Nadie parecía comprender que el dejar ir, como un acto que marca un final y el recuento de un inicio, sería renunciar a sí mismo, una parte propia que había sido cincelada y unida a su alma, un fragmento que no estaba listo para desglosarse del vínculo de su ser.

Sería dejarlo ir a él, por más que se odiara y se culpara por aun anhelar un irrisorio espejismo mundano.

Una decisión que a sus veintiún años marcó un antes que amaba y un después que solía aborrecer, por las equivocaciones que la valentía determinada por su convicción de proteger y salvaguardar la integridad del ser de mirada celestina; desesperado en el afán que un primer vistazo al futuro de forma fugaz se presentó como un anuncio certero, el cual, perturbó la estabilidad a la que tanto se había aferrado y lo llevó a ejecutar una de las opciones que debía ser seleccionada con inmediatez, con el fin de alterar y crear una pequeña variación de lo que veía y tanto temía que se volviera realidad.

En el presente, era una visión que adquirió la capacidad de volverse un recuerdo, cada escena presagiada había sido registrada por su consciencia, y por más que lo intentara de allí no podría ser erradicada.

Gozar de una gran capacidad psíquica que le había permitido desarrollar una memoria prodigiosa que registraba, almacenaba, conservaba y evocaba toda la información que se le era comunicada, era una ventaja, así como una condena, al no poder recurrir a la memoria selectiva para manipular y suprimir las experiencias que tanto intentaba erradicar de un pasado que ya fue declamado como una pérdida de razón.

Un deber que se le fue otorgado por parte del Cosmos y asignado por la influencia y voluntad del Elter a los herederos que nacerían para ser bendecidos o maldecidos por un inmenso poder.

Extenuante deber que últimamente absorbía y drenaba su energía al tener que involucrarse en los acuerdos pactados entre ambos linajes.

―Ahora lo más importante es lo concerniente con la seguridad y continua defensa de Caelestis, es imperante emprender una nueva incursión en Nix para obtener los cuarzos ondeantes que sustentan el reactor que mantiene la barrera de protección de nuestro planeta ―entonó la voz barítono de TaeHyung, para redirigir la reunión que desde hace una hora se llevaba a cabo entre los Kalar y los demás representantes de cada linaje pertenecientes al Consejo Absoluto.

―TaeHyung, no debe olvidar la razón del inconveniente que terminó por reclamar la vida de un Celestial, es un suceso que merece respeto ―rebatió Iliana Taylor, Saenon perteneciente a Lucem, a lo mencionado por el pelirrojo, considerándolo un acto frívolo por la poca importancia que le estaba dando el contrario al luto que ensombrecía a Tenebrae.

―Mi propósito no está en continuar con un lamento que carece de mi sinceridad, estoy aquí presente por lo que sigue después de este evento, llorar su muerte no nos permitirá salvaguardar nuestro mundo ¿Me equivoco, Iliana? ―D'Angelo objetó con firmeza y osadía, al enfrentar a su superior.

Una actitud retadora y soberbia que a lo largo de los años fue construyendo y alimentando con los comentarios que no eran pronunciados, pero a los cuales podía acceder y ver de forma fugaz cruzar por su pensamiento; se convirtieron en las descargas que avivaron el fuego interno que tanto buscaba por devorarlo a causa del arrepentimiento.

Si un error fatal había guiado su voluntad como un mandamiento estipulado ante el cual cedió, causando mayor desdicha de la que en un comienzo cálculo, no permitiría que la felicidad a la que renunció activamente, haya sido en vano; por ello, desde el instante en que asumió el designio heredado, se prometió a sí mismo triunfar y vencer en contra de aquellos que deseaban reducirlo o rebajarlo de posición, cuando el mismo en conocimiento y poder los superaba.

Enfrentamientos que hasta la actualidad seguía manteniendo.

―Ante las decisiones que elige, continúa alimentando mi argumento sobre la incapacidad que posee para haber sido elegido y estar aquí presente como un enviado de nuestro Consejo Absoluto ―expresó Iliana con un leve matiz de rencor en sus palabras, que, desde su percepción objetiva, TaeHyung D'Angelo no cumplía con las habilidades y características necesarias para ser quien era y la influencia que desde hace un tiempo obtuvo.

Ella era solo una pequeña muestra más que evidenciaba el descontento de algunos Celestiales con el Saenon y Krono, quienes lo subestimaban y luchaban por menospreciar la labor que de forma impecable siempre ejercía. Ellos lo superaban en antigüedad y habilidad, solo como un factor de tiempo y edad, no obstante, D'Angelo desde que inició su periodo de maduración se presentó como el mayor elegido del Elter Neclum, una decisión que no debía ser puesta en duda porque cada día TaeHyung demostraba por qué fue designado como una singularidad.

El poder venía acompañado de su némesis, la envidia, que en su búsqueda constante se mantenía atenta ante la mínima debilidad o equivocación mostrada por el adversario, para atacar e impugnar falencias quiméricas que no existían, pero que tanto se desvivían por hacerlas notar, sin embargo, el tiempo cada vez más los silenciaba y sus ataques se desintegraban en el aire.

―Querida Iliana, no soy solo un enviado del Consejo Absoluto ni muchos menos un representante más ―una indirecta dirigida a la contraria que tuvo el efecto que TaeHyung esperaba, recordarle la inferioridad que en jerarquía los diferenciaba―. Soy su elegido y he sido designado por el Cosmos, lo que me confiere decisión y poder delante de quienes hoy se encuentran aquí reunidos como un linaje que persigue un ideal de unidad e integridad ―finalizó con una sonrisa arrogante y una mirada altiva que sólo incrementó la molestia de Iliana.

Su deber por hoy estaba cumplido, una vez más dejaba en claro quién y qué era, y el respeto que merecía. Ya no iba a tolerar ser desestimado o despreciado por el alto nivel de energía que se le fue otorgado en el momento de su nacimiento y que determinó su futuro como Celestial.

Ahora era TaeHyung D'Angelo, Saenon y Krono, además de pertenecer a un eslabón perdido dentro de la constitución de la jerarquía, que solo seres designados y excepcionales fueron llamados a integrarlo.

―Por favor, déjese de altanerías, porque aún debe superar... ―su nueva sátira de artimañas vacías y sin fundamento fue detenida por la potente voz de a quien Iliana tanto admira y respeta.

―Ilian tan inmensa y bárbara es tu soberbia, el mal que siempre has tratado de dominar y que aun te impide reconocer a un verdadero elegido cuando se presenta ―la tersa voz de Kaine, el Kalar de Lucem, se hizo presente para detener el absurdo enfrentamiento que quería llevar a cabo la contraria―. Ten presente que no estamos aquí para cuestionar o debatir nuestras opiniones personales, que si bien, estas en tu derecho de sentir y experimentar, al ser propias es mejor que sean guardadas para ti misma y que de allí no salgan sino tienen una prueba válida ―el líder supremo de Lucem, no permitiría que su adorado elegido fuese atacado cuando había sido testigo directo de cada uno de los sacrificios que tuvo que afrontar y cada derrota que debió experimentar.

―Lo comprendo Kalar, sin embargo, no puedo ignorar la actitud desinteresada de TaeHyung con toda la situación que estamos afrontando y que su interés este situado en banalidades que pueden esperar ―contestó con el mayor respeto y condescendencia posible ante su Líder.

―Nada más intransigente de su parte Iliana, el considerar la seguridad y la estabilidad de Caelestis y la protección que las lunas le otorgan al planeta como una banalidad que pueda ser postergada, irónico que venga de una Saenon que hace parte del frente de estrategia y defensa ―cuestionó NamJoon Roux, al no poder continuar en silencio y salir en defensa de TaeHyung.

Característica que los unió a ambos en un comienzo, dado que, NamJoon como Saenon era uno de los representantes de Tenebrae durante las reuniones de consenso dentro de su linaje, y ahora un enviado para los nuevos acuerdos que desarrollarían con Lucem.

Un Celestial devoto de la justicia y fiel creyente de las oportunidades obtenidos por mérito, por lo tanto, nunca depositó en una imagen irreal desfigurada por el dolor que vivió JungKook, hacia TaeHyung, a quien conoció desde que se presentaron. Su concepto personal sobre el pelirrojo estaba determinado por las acciones que mantenía y las afirmaciones que decretaba por ejercer.

―Y es por esa razón en la que sustento mi criterio NamJoon ―Iliana no aceptaría una derrota frente a TaeHyung.

Una rivalidad que seguía latente para ella y unos cuantos más, una insulsa minoría, que deficientes y ordinarios eran acallados y solo entre ellos se constituía una lucha inexistente.

―Es absurdo que siendo del mismo linaje busques una falla en donde no la hay y codicies la caída de tu igual, un Celestial excepcional y que debe ser reconocido por la grandeza que ha ganado por mérito ―intervino Valar, la Kalar de Tenebrae, al considerar un exabrupto el comportamiento venenoso de Iliana, una verdadera vergüenza.

―Esta acción vil y mezquina solo demuestra tu incapacidad para seguir ocupando el puesto que se te fue conferido en un pasado en el cual tu habilidad y pureza te hizo merecedora del cargo que ahora ostentas ―prosiguió Kaine con la decisión que venía postergando desde hace unos días atrás y que el reciente conflicto fue el impulso final que necesitaba―. Posición que te ha enceguecido y que ahora por el poder y el mandato que se me ha sido concedido, a partir de este momento Iliana Taylor, Saenon y representante de Lucem, quedas inhabilitada de tu cargo y degradada en la jerarquía ―finalizó el ultimátum comunicado, sin dar espacio a una reconsideración acerca de una decisión que ya había sido sentenciada.

El silencio reino en el salón de reuniones, en medio de la inmensidad y las decoraciones ostentosas, siendo el espectador de una decisión que no era esperaba por ninguno de los presentes al no ser el tema principal que exigía de su presencia. Una destitución merecida e ideada por los propios actos que una Celestial deslumbrada por la riqueza y la envidia, terminó condenándose al exilio y el desprestigio ante su linaje.

TaeHyung D'Angelo contemplaba el desenlace de la situación con una sonrisa que estiraba la comisura derecha de sus labios en una expresión cómplice y desbordante de apacibilidad, después de haber triunfado en su propósito del día, para el cual, había venido creando y plantando migajas para hacer caer a su objetivo, que desesperada vería una oportunidad en un artificio que le creyó entregar a la contraria y en su desespero tomó la ventaja que ignoraba y venía de su enemigo, para finalmente ser atrapada en la red que ella misma construyó.

Un escenario que logró visualizar mucho antes de que comenzara a ser el ejecutor de la escena final.

―Se le pide que se retire lo más pronto posible, puesto que en este momento... ―TaeHyung detuvo su discurso, para mirar el reloj de mano que adornaba su muñeca izquierda y determinar la hora del día en la que se encontraban―, el Consejo Absoluto espera por su presencia, Iliana Taylor ―se permitió disfrutar del evidente enojo que trataba de contener la contraria para no agravar aún más la sanción que se le adjudicaría.

Antes de que Iliana pensara en lanzar un último comentario fue detenida por Kaine, al prever un desagradable y nefasto pensamiento que se estaba formando en la mente de Taylor, era una verdadera deshora.

―Recuerda que no solo tus acciones serán juzgadas, sino que tus pensamientos también serán sometidos a evaluación ―sentenció el Kalar, mientras le indicaba a la contraria el camino a tomar con el movimiento de sus manos que señalaban la inmensa puerta de la sala.

Acto seguido aquel cuerpo miró una última vez a cada uno de los asistentes, deteniendo su mirada en D'Angelo que fue deshecha en el momento en que se dirigió a la salida remarcando sus pasos al afirmar con fuerza sus zapatos de tacón contra la baldosa del suelo.

Su objetivo fue alcanzado y su única intervención fue asumir una posición que le diera la posibilidad a Iliana de encontrar una pequeña brecha en sus decisiones o palabras para creerse con la autoridad de condenarlo, a él, TaeHyung D'Angelo, a quien erradicó toda caída o dolor que le pudieran causar, porque el mismo fue y sigue siendo su propia liquidador y adversario declarado.

―TaeHyung, ofrezco una disculpa en nombre de Lucem por lo que acaba de suceder, sé que no es mi responsabilidad, pero es una pena continuar venciendo el orgullo que ciega a nuestros pares ―Kaine se sentía avergonzado no por haber expuesto los conflictos internos que en Lucem deben afrontar, sino por seguir exponiendo al pelirrojo a los mismos relatos que unos pocos integrantes de altos rangos aún mantienen.

―Se que no es su deber hacerlo, pero significa mucho para mí su sinceridad ―pronunció el pelirrojo ante un gesto que le conmovió en demasía.

Podría ser catalogado como una pequeña acción carente de relevancia, pero para el espíritu lastimado de TaeHyung era un alivio contemplar que sería cuidado por su linaje y defendido de ser necesario, es una intervención que lograba subsanar las desgarraduras que vivián en su alma.

―¿Estás de acuerdo en que terminemos los últimos acuerdos pendientes para esta reunión o consideras prudente aplazarla, TaeHyung? ―cuestionó Valar, queriendo asegurar el bienestar y la comodidad del Saenon y Krono después de lo que había sucedido.

Una mera formalidad de su parte, porque conociendo a D'Angelo y la determinación que poseía, esta adversidad no lograría superarlo, en realidad, hasta el momento no había llegado a contemplar una debilidad o fragilidad en su actuar.

―Si los presentes están de acuerdo, me gustaría que determináramos las acciones que en un inicio requerían de nuestra atención y pronta decisión a mi consideración ―decidió continuar con el objetivo principal, para finalizar con este asunto y evitar que siguiera prolongándose.

―Siendo así, estoy de acuerdo en emprender una nueva inmersión a Nix, porque con lo poco que conocemos, sabemos que el acceso a los cuarzos ondeantes está limitado por variables que no siguen lógica alguna, así que, entre más pronto accedamos a ellos, el lapso de tiempo seguirá a nuestro favor, y con eso podremos aumentar y asegurar nuestra reserva de energía ―pronunció NamJoon en un voto de apoyo a TaeHyung al desviar la atención sobre la situación previa.

El de ojos ámbar conectó su mirada con la grisácea del contrario que le agradeció su intervención desde el otro lado de la inmensa mesa que ocupaban, con un leve asentimiento, un gesto que ambos valoraban.

―Debemos encontrar una nueva forma de reorganizarnos y elaborar una estrategia cruzada de asalto, con esto quiero decir que deben prepararse dos o tres equipos y que según las variaciones que están presentes en Nix, se verán confundidas porque nuestros equipos si bien van a tener una misma meta que los guiara hasta el lugar de acceso de los cuarzos, su reacción de defensa puede alterarse ―Lena Kara, Krono de Tenebrae, que acompañaba a NamJoon, expuso la táctica de defensa que se había concertado entre el departamento de protección de Tenebrae y el de defensa de Lucem.

―Pero eso supondría el mismo error que desencadenó en la muerte de EunWoo a manos de las animas errantes que ya sabemos y salvaguardan la protección de nuestro objetivo, aunque reconozco que es una estrategia que nos puede dar tiempo, un mayor potencial de acción y precisión, aun seguimos caminando a ciegas ―expresó Kaine, puntualizando los puntos débiles que el plan ideado por Lena representaría de llevarse a cabo.

―Tengo una idea, pero advierto que aún hay falencias por corregir, pero que, con lo expresado por Kara, ahí un factor menos a tener en cuenta ―TaeHyung tomó la palabra, y continúo al ver que los demás asentían a su propuesta―. Soy plenamente consciente de los riesgos que representa ir nuevamente a Nix, y con las pérdidas obtenidas en el primer acercamiento, podemos concluir que seguimos sin conocer a ciencia cierta lo que allí sucede.

››El ecosistema residente tiene acción y conciencia propia, que actúa y reacciona sin seguir un patrón de comportamiento predeterminado. Aun cuando nuestros esfuerzos se han concentrado en adelantar guardias de observación e incluso de inmersiones controladas para reconocer el campo y los territorios cercanos al límite de entrada, los resultados que se obtuvieron no sirvieron de nada, de lo contrario no estaríamos aquí tratando esta cuestión.

››Es por ello que mi propuesta, luego de analizar y determinar las nulas ventajas que tenemos, sería concertar un acuerdo de ayuda mutua con los exiliados Tenebraes que habitan en Proteus, acuerdos que en la actualidad Tenebrae mantiene con ellos al ser del mismo linaje, los cuales los realizan por medio de una comisión, además, de que han comenzado a reabrir las fronteras. Sin embargo, esta nueva alianza seria con la intervención de Lucem, lo cual, constituye la primera posible complicación y la segunda, es que la colaboración al ser de vital importancia requiere el acceso a la frontera que comparten con Nix, la cual está bajo en el mando de los insurgentes que aún se niegan a establecer acuerdos con Tenebrae.

››De ser posible un acuerdo por medio de una transacción que también los exiliados van a pedir a cambio, nosotros recibiremos la información necesario y un punto de acceso donde los diferentes equipos que mencionaba Lena entrarían en acción.

El semblante pensativo repercutió en los presentes, cuando el pelirrojo finalizó la mayor y prometedora estrategia para obtener el vitalicio componente de energía.

―La diplomacia con los Tenebraes de Proteus se mantiene y es sólida, no obstante, al considerar la propuesta de D'Angelo y lo que implicaría el encuentro con los Exul que aún se mantienen fieles a sus ideales, va a representar un alto costo y preparación que debe ser inmediata para asumir los pedidos, así como preparar nuestras exigencias ―puntualizó Valar, al considerar la viabilidad de implementar el plan de ejecución de TaeHyung.

―Además, Lucem debe comenzar a plantearse este primer acuerdo y los venideros con los exiliados de Tenebrae, para mantener las relaciones políticas, y que este pedido no sea denegado ―agregó Kaine, asumiendo el compromiso que Lucem también debería demostrar para el tratado de unión con Proteus.

―¿Se puede decir que aceptan la propuesta? ―cuestionó NamJoon, no por la duda o el rechazo al esquema presentado, sino para obtener una confirmación veraz que guíe el proceder de los demás acuerdos que deberían ser estipulados en la reunión, para comenzar a emprender las acciones necesarias con la mayor prontitud posible.

―Nos has dado mayor trabajo del que ya tenemos, TaeHyung ―bromeo Valar mirando al líder contrario para obtener su aprobación.

―Pero estamos seguros de que funcionara ―aseveró Kaine, respaldando la decisión de la líder de Tenebrae.

La nueva alianza, anunciaba grandes retos que deberían enfrentar conjuntamente, además, de los beneficios a los que se harían acreedores.

TaeHyung obtuvo la tranquilidad que requería para deshacerse de la aflicción que estaba alojada al interior de su corazón que era retenido por el pecho que oprimía y contenía la zozobra, luego de presenciar el colapso de JungKook el día de la ceremonia, sensación que se había adherido a su cavidad torácica anidando y esparciéndose.

Opresión que libero la tensión que cargaba consigo como un yugo y remanente de sus errores constantes, gracias a NamJoon, quien se convirtió en el comunicado de esperanza que necesitaba, al interceptarlo una vez que la reunión se dio por finalizada y sin dudarlo fue el primero el salir con prisa del lugar.

―TaeHyung, espera un momento, por favor ―exclamó el castaño notando que el pelirrojo se marchaba sin mirar atrás.

D'Angelo detuvo su avance y con un suspiro se giró para encarar a Roux que esperaba por él, unos pasos más allá de donde estaba.

―Discúlpame, tengo algo de afán y no me encuentro bien ―explicó D'Angelo el impulso que lo llevo a prácticamente huir.

Incomodidad que se fue acumulando por el pasar del tiempo como un efecto normal y esperado por la extensión que los llevó a alargar el encuentro, repercusión que comenzaba a desgastarlo previo al estado de debilidad que venía sintiendo. De un momento a otro, hacia la parte final de la reunión, su malestar comenzó a incrementar, su respiración fluctuaba, cada exhalación dada se sentía sofocante, el oxígeno era retenido al interior de sus pulmones aumentando la sensación de ahogo que experimentaba, y la perturbación emocional llegó como una oleada que impactó contra sus defensas, desestabilizándolo y confundiéndolo al no comprender el carente autocontrol que lo estaba afectando.

La contradicción se unió a la añoranza hacia un pasado del que solo quedaban cenizas, aunque fuera su sentir y el anhelo que constantemente revivía, en el momento presente su atención no estaba centrada en sus recuerdos, por lo que, no comprendía lo que estaba presintiendo.

―Es por esa razón que no podía dejarte ir sin comunicarte el mensaje que recibí durante la reunión ―aclaró a la vez que señalaba el intercomunicador integrado al brazalete en su mano.

Señal que se activó ante la llegada de un mensaje proveniente de YoonGi Makris, como respuesta al pedido que desde ayer realizó para que le informara del estado de JungKook apenas despertara.

―¿JungKook se encuentra mejor? ―cuestionó el de ojos grisáceos acercándose con rapidez.

―Sí, YoonGi me acaba de informar que hace un rato despertó y que se encuentra bien, puedes estar tranquilo Tae ―mencionó NamJoon.

―¿Pero por qué terminó en ese estado? No es común... ―detuvo su cuestionamiento al comprender la mirada dubitativa del castaño.

Percatándose de su extralimitación a cerca de la oportunidad que le otorgaba NamJoon, al compartirle el actual estado del rubio, aun teniendo conocimiento que por su causa y el encuentro que tuvieron, influyó en el malestar de JungKook; por tanto, pedirle mayores detalles al de ojos ámbar, supondría un conflicto en el que no quería ponerlo.

Ya era más que suficiente tener su apoyo y comprensión aun cuando desconoce sus verdaderas razones.

―Tae, hasta aquí llega mi posibilidad ―NamJoon comprende las ansias de D'Angelo al querer saber sobre Makris, y le dolió estar entre ambos, y sobreponer una amistad ante la otra, pero era lo correcto.

―Te ofrezco una disculpa y mi agradecimiento al permitirme saber cómo se encuentra, no te preocupes, ya me siento más tranquilo sabiendo que está bien, dentro de lo que cabe después de afrontar un estado de inhibición ―aclaró el pelirrojo, con un último agradecimiento y una tardía despedida para retirarse de una vez por todas.

Sin ser consciente de las dudas que en NamJoon comenzaban a manifestarse debido a las situaciones que coincidían y se enlazaban una con la otra, como en una cadena de respuesta a que le antecedía una acción ejecutada por uno que repercutía en el otro. Todo inició con el malestar que noto en TaeHyung en los momentos finales de la reunión y el posterior aviso de YoonGi sobre el despertar de JungKook, ambos eventos casi de forma paralela.

Inquietud que seguía presente en cada paso que TaeHyung emprendía para salir del palacio Crystallo, ubicado en Titán, sede del encuentro presente, con destino al área de entrenamiento que ubicado en la zona lateral y alejada de la metrópoli, más allá del centro comercial, académico y residencial.

Un ostentoso palacio conformado por un solo nivel que se extiende a la largo y ancho del territorio en donde está situado, resaltando por la altura y la variedad de construcciones que lo componen, en donde, resalta las torres ubicadas en los cuatro extremos, las cuales están elaboradas por un claro y resistente cristal que recubre la edificación, a través del cual el interior se exhibe a la distancia. Y un pilar central elaborado en cristales centellantes se alza en la mitad del palacio, como un faro, completando la magnificencia que abunda en Titán.

―Por favor, no ahora ―pronunció D'Angelo extendiendo sus alas mientras deshace la tela de encaje blanco que rodea su cuello debido al ahogo que ni el abundante oxígeno que despeinó sus cabellos logra calmar.

Necesita con urgencia desprenderse de la energía que comienza a albergarse en su interior, moviéndose y deslizándose por su cuerpo, aumentando su centro de poder que hace palpitar a sus células e incrementar su temperatura interna, activando sus habilidades exponencialmente, convirtiéndolo en un catalizador de señales y mensajes. Su flama de poder le advierte de la sobrecarga acumulada y que con premura debe emanar y expulsar, o de lo contrario lo llevaría al mismo estado que JungKook sufrió hace unos días.

El agobio se impuso con fuerza, sin ser llamado o esperado, conquistó sus pensamientos y reclamó su mente como posesión adorada, los recuerdos desbordaban lentamente las barreras que el olvido selectivo se empeñaba por mantener, una última inhalación, una mirada cristalizada y colmada de rencor, una caricia añorada que aún desprendía una calidez gélida por la distancia, fue la fractura que su alma experimentó.

―Perdóname ―susurró totalmente ido, su mente sufriendo y enajenada del lugar en el que está. Perdido en sus recuerdos y naufragando en su delirio.

Sus alas de energía lo guiaron con una velocidad extraordinaria hasta el límite de Titán, fue direccionado al lugar opuesto al que en un inicio se dirigía, terminando en la zona remota que se caracteriza por la desbordante naturaleza que invade toda una extensión de tierra inhabitada, la tierra nómada, la tierra de nadie. Una entorno puro y sagrado, dominado por construcciones antiguas, entre las que se impone una edificación emblemática y deslumbrante situada en lo alto del cielo, a la cual, se accede por medio de los vórtices rodeados por un arco de piedra que se situaban escalonadamente sobre las torres ascendentes que guían el trayecto.

El silencio inundaba cada rincón para entonar una sonata de alivio y calma que es lacerado por el batir frenético de un par de alas que detuvieron con éxito el grácil aterrizaje de TaeHyung, que impactó desde lo alto con una velocidad que hizo temblar la tierra bajo sus pies, provocando la caída y el desprendimiento de rocas adheridas a las montañas de la zona. Su poder le hizo saber al ecosistema que un ser enaltecido había llegado.

Su consciencia se extendió a lo ancho del lugar, sintiendo el susurrar de la flora y la comunicación de la fauna que inmóviles permanecían para darle sosiego al dolor que en él percibían, su mente siendo su captora y su habilidad su tortura.

Trataba de regular su respiración para encausar su mente y volver a establecer la barrera psíquica que la acción de la telequinesis mantenía en movimiento los destrozos que seguía causando en el espacio, liberando su potencial como un manto que se extiende en la distancia, superando el límite que había desarrollado durante sus entrenamientos.

―¡Ya basta! ―un grito desesperado proveniente de TaeHyung resonó en todo el lugar, al ser invadido por los fragmentos del futuro que pasaban con rapidez ante sus ojos, su precognición estaba desenfrenada, repitiendo la misma secuencia de imágenes en un bucle que comenzaba de forma lenta y luego aceleraba su reproducción.

Su mente no dejaba de ser receptora de un claro e innegable mensaje que con desespero se le comunicaba al único nexo existente con el suficiente poder, convirtiéndolo en un heredero excelso enlazado al Cosmos mediante el designio que en este instante su Elter le presentaba.

Su cuerpo estaba siendo superado por la intensidad vehemente que el vínculo mantenía sin darle tregua o descanso para poder sostenerlo, su vitalidad estaba siendo abstraída y drenada de su flama de poder superada por la potencia de su centro que refulgía con fortaleza en su interior, desbordando la capacidad de su autosanación. Su sangre comienza a derramarse por sus orificios nasales a causa del sobreesfuerzo sobre su mente que rompe y desgarra su interior.

Su consciencia demandada por su cuerpo terminó desplomándose sobre la tierra, inconsciente y exhausto fue abducido por la inconsciencia que no le daba tregua a su mente.

JungKook se enfrenta a las dudas que inundan sus recuerdos, las acusaciones pronunciadas por D'Angelo lo asaltaron como un recordatorio para informarle que estaba ignorando deliberadamente un tema que en el pasado se formó.

Cuando sus pies tocaron el suelo de Caronte, lugar al que se dirigió para poder entrenar sin poner en riesgo alguna zona cercana por la explosión que se manifestaría al desplegar los altos niveles de energía que estaba acumulando, sus alas en un veloz vuelo lo llevaron hasta ese lugar, en el que, una vez dejo fluir la amargura que represaba en su ser, estelas de luz se desprendieron de su cuerpo siendo emitidas por las alas que se desplegaban y se alzaban con gran imponencia, liberando una gran descarga de plasma que se desintegraba en la distancia hasta encontrarse con la naturaleza en su trayectoria, sin destruirla solo devolviendo la esencia que recorría por su cuerpo.

Continuo con la secuencia que aprendió en sus entrenamientos, para encausar su flama y equilibrar la desesperación que lo embarga.

Al finalizar, su agitada respiración lo doblega y debe hincarse sobre sus rodillas para distribuir con mayor velocidad el oxígeno por su cuerpo, su consciencia que había logrado replegarse y hallar la tranquilidad que últimamente la perdía con mayor facilidad, volvió a ser vulnerada.

La presencia de los días anteriores lo saludo con la imagen de un Celestial que ya no estaba y que había sido asesinado, un recuerdo que se ensombrecía y adquiría una tonalidad grisácea, una señal que se esforzaba por rechazar, al intuir el posible significado que transmitía y las cuestiones que volvían a brotar.

La confianza excesiva en alguien que no lo merece, terminará por condenarte JungKookpronunció TaeHyung.

Es cínico que lo digas, cuando fuiste el primero en lastimarmerebatió el rubio con ira en sus palabras.

Por eso mismo, quiero evitarte un nuevo sufrimiento ―la pena se reflejaba en sus iris grises, que suplicaban ser escuchados.

Conversación que se repitió en el pasado, hasta que un pedido marcó el día en que todo fue acallado y el tiempo transcurrió con una normalidad fingida.

‹‹Tu percepción podría guiar las respuestas que se presentan ante ti, pero es más fácil fingir ignorancia›› ‹‹Mi decisión tiene una razón, pero la de él nunca tendrá justificación alguna›› ‹‹Se claro, porque esta es nuestra última oportunidad, la última que puedo tener››, el recuerdo más reciente que ahora se repetía constantemente, no comprende lo que esa frase significa, una última oportunidad, que se unen a las memorias que posee con TaeHyung durante estos años, para tratar de completar los vacíos que el contrario esperaba que descifrara de sus palabras.

Un leve susurro comenzó a ser captado por su oído, un murmullo sin definición o mensaje concreto que el viento le transmite por medio del aire que comenzaba a arremolinarse a su alrededor tratando de definir con precisión el anuncio a su receptor.

Traducción que activó su percepción y reanudo el batir de sus alas para impulsarse hacia el cielo y emprender un nuevo recorrido que lo guiaba hacia el llamado que su flama correspondía a la distancia sin tener consciencia plena de sus actos.

Minutos después pudo percibir la ensoñación en la que estaba y definir la desesperación que incrementaba en cada aleteo furioso que le exigía dar a sus alas para aproximarse a la región de Spes que se presentaba ante sus ojos de cielo, Titán, fue el rumbo que debía alcanzar, lo sentía en la comunicación que su flama le enviaba, una ubicación que al parpadear y cerrar sus ojos, si se concentraba podía identificar ese clamor que el viento le llevó y que lo arrastró en el auxilio que de allí provenía.

No había espacio para interrogantes o explicaciones de su rápida llegada a Titán desde Eukélade, cuando deseaba con tanto ahínco alcanzar el génesis del llamado.

A medida que se acercaba, logró captar la alta concentración de energía proveniente de la zona remota, su atención fue llamada hacia el manantial colmado de agua y destellos de estrellas que se integraban para caer por la cascada situada en lo alto de la montaña y que alimentaba el pequeño río que atravesaba gran parte de esa zona, en donde, varios recuerdos fueron creados y aún eran atesorados.

Hasta que sintió el suelo sobre el que había aterrizado vibrar, su elemento tierra sentía con mayor sensibilidad las descargas de energía que provocaban su movimiento constante. Y más adelante, encontró el origen del desbalance natural.

―¡TaeHyung! ―con velocidad llegó hasta su cuerpo inerte y detalló el estado en el que se encontraba―. Necesito sentirte, déjame acceder a tu mente ―su voz rota y temblante por la preocupación ante la condición en que estaba el pelirrojo lo estaban desesperando sin saber cómo proceder, pero guiado por su necesidad a socorrerlo y actuar con prontitud.

Su único pensamiento cuerdo fue enviarle un mensaje a NamJoon y esperar que atendiera su pedido de rescate con premura.

―Tae, sé que tu consciencia puede escucharme ―mencionó a la par que situaba la cabeza contraria sobre sus piernas extendidas en el suelo y dirigió su diestra al pecho que débilmente su movía, y con su otra mano retiraba los hilos de sangre que se deslizaban por su rostro―. Permíteme acceder y darte el consuelo que necesitas, o de lo contrario tu mente terminará fragmentada entre el presente y el futuro ―rogó para poder brindarle sosiego al dolor que provenía de la flama de TaeHyung.

Sabía lo que debía hacer en una situación como esta, porque el pelirrojo en el pasado le enseñó como el potencial psíquico de su mente y el peligro al que se vería expuesto si su habilidad de telequinesis se activa con la misma fuerza que su capacidad de precognición, que podían ser activadas en paralelo, sin embargo, por lo que podía ver ambas están fuera de control, como si estuvieran evolucionando y aumentando su poder.

Así que, D'Angelo le mostró cómo acceder a su mente así estuviera inconsciente, solo a él le permitió el acceso al laberinto que construyó en su psique.

Desconociendo la verdadera razón que posibilitaba que el centro y la flama de poder de dos Celestiales tan opuestos lograra integrarse para ser un conductor y equilibrio de la energía del par opuesto.

―Siente y percibe las sensaciones que la naturaleza te transmiten, ve y sumérgete en las memorias que aquí fueron originadas ―su tono apacible era susurrado solo para ser dedicado al pelirrojo, mientras sentía que su mente lograba conectarse con la ajena y ambos encontrarse a sí mismos en una versión más inmadura en ese mismo lugar, pero en un escenario vibrante de felicidad.

Instante en el que fueron nuevamente TaeHyung D'Angelo y JungKook Makris, dos Celestiales que volvían a reencontrarse y su vínculo palpitaba cada vez más, en un reconocimiento que anhelaban por sentir, más allá de las obligaciones o posiciones que debían cumplir.

Dos seres individuales y una mente conjunta.

―Recuerdo que por hacerte el gracioso y jugarme una broma terminaste cayendo al rio y las estrellas flotantes se adhirieron a ti, porque solo tu pureza y corazón en ese momento lograron ser atraídas para gravitar a tu alrededor ―una dulce sonrisa iluminó su rostro y las lágrimas hicieron su aparición, hallando un poco de tranquilidad. Que no duró mucho, cuando sintió que el pulso de TaeHyung disminuía rápidamente―. ¡Tae, no te atrevas a dejarme nuevamente, no de esta forma! ―su clamor se hizo presente, y la impotencia se descargó en un grito que nuevamente sacudió la tierra.

Ante el desespero que lo inunda fue guiado por su instinto y posicionó su cuerpo sobre el contrario sin lastimarlo ni recargarse, como una barrera para protegerlo, juntando sus manos sobre el pecho del pelirrojo y uniendo su frente con la contraria, un suspiro abandonó sus labios y un deseo reverbero en su interior.

La energía de ambos comenzó a desprenderse de sus cuerpos unidos sobre el suelo, sus alas se reconocieron una vez más con añoranza y pasión, la luz y la sombra, como semejantes y rivales coexistían para ellos, la simbiosis decretada por el Cosmos, en medio, de una súplica iracunda por lo injusta que sería su muerte y un ruego por darle una oportunidad más, el mismo se la cedería, otorgaría parte de su flama para que el corazón de TaeHyung volviera a recobrar su ritmo cotidiano.

Lentamente sus cuerpos fueron rodeados por una esfera creada por la unión de sus esencias, y en el absoluto silencio que JungKook mantenía para poder captar cualquier ruido que fuera audible, un latido más comenzó a escucharse desde el pecho contrario armonizando con el desenfreno que el suyo propio mantenía.

Un corazón que solo detuvo sus latidos para descargar la última oleada de poder y así estabilizar los niveles internos y reanimar el inerte cuerpo que fue contenido y aliviado por una fuente desconocida de energía.

―Te odio más que ayer, TaeHyung D'Angelo ―pronunció el rubio con alivio y alegría, aun sabiendo que el contrario no podría responder, pero vaya que, si podía escucharlo, porque la tenue sonrisa que se posó sobre esos labios de corazón, fue la única respuesta que necesito.

Un agradecimiento no pronunciado, proveniente de JungKook fue enviado al Cosmos, una muestra de gratitud por mantenerlo a él con vida.

Cuando la ayuda solicitada llegó en la máxima respuesta de velocidad que podían emprender, se encontraron por una serie de destrozos que se hallaban por toda la extensión de la zona, además de las grietas sobre el suelo que deberían ser agrupadas nuevamente, pero hubo algo que al grupo de rescate dejó perplejos.

La naturaleza que normalmente residía en el lugar ahora se extendía por doquier, cubriendo espacios que carecían de la misma y ahora eran reclamados por una exuberante formación de flora que solo en épocas específicas emergían, ahora estando presente, un entorno natural que resplandecía y una cascada que ahora refulgía con mayor luminiscencia.

Sin embargo, en el centro del territorio la niebla violácea que siempre acompañaba el caudal de la cascada, se había desplazado y ahora orbitaba una amplia esfera que con dificultad podían captar, al ser resguardada y protegida por la bruma que no la abandonaba, manteniendo un secreto en su interior.

Autora:

Hay un pasado que como han visto une a TaeHyung y JungKook, que con el paso de los capítulos irán teniendo más detalles. Y será la contradicción que se verá en su relación actual.

Los capítulos para la historia seguirán siendo extensos.

Disfruten la lectura 🤍

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top