ⅩⅩⅡ: Expiación y amarga tribulación
Día 565
La prolongada estadía que planearon se acortó tan solo un día antes de que finalizará, y por ello creyeron prudente alargar el tiempo y pasar los últimas horas en diversas actividades en las que pudieran integrarse para que los sucesos de hace varias horas atrás no sea más que una consecuencia de las labores que tuvieron como foco principal la instauración de un nuevo sistema de avanzada que se desarrolló a partir de la Inteligencia Artificial que ya está operando y analizando desde la sede central en Rea, debido a la protección que brinda el agua como un potente conducto natural, que ahora mismo está captando los datos que están obteniendo de Proteus.
Por lo que, JooHyuk también aprovechó ese día para abrir un espacio en su agenda y terminar de darle orden y definición a los últimos asuntos que involucran los tratados y la información extraoficial que discutieron por varios minutos sobre el hecho de que los Exul tienen infiltrados en su territorio y no hay más opción que convivir o al menos sortear lo que su presencia allí significa.
Ya que sacarlos, previamente al haber identificado a algunos de ellos, los va a alertar y todo lo que hicieron carecerá de sentido, así que la decisión más sensata es que quienes estén allí sigan tal cual como venían. Con una ventaja a su favor, al haber reforzado las fronteras a partir del nuevo escaneo de seguridad que HyungSik instaló, acceder a Proteus, la ciudad principal, ya no será tan fácil como antes.
Y esto a su vez es una advertencia para el fronterizo enemigo que va a conocer las últimas medidas de las que fueron dotadas por parte de la nación unida de Caelestis, y ellos en consecución al ver reacciones que no estaban contempladas van a atacar como respuesta a su intento de provocación.
Esto no es más que la bandera ondeante que marca el inicio de una probable guerra.
―Parece que vives todo el tiempo con hambre ―pronunció HoSeok caminando en conjunto con sus compañeros mientras se dirigen a un restaurante especial que les recomendó el primer regente para visitar.
Creyendo prudente volverse a ver unas horas más tarde para evitar posibles malinterpretaciones, además no hay mucho que puedan hacer o decir, ya todo queda sumido en la espera del siguiente movimiento de los Exul en reacción a sus claras intenciones que los informantes que tienen allí les van a comunicar. Aunque será un poco más difícil debido a los diversos señuelos que dejaron en el camino para dificultar el enlace que si bien ellos no pueden intervenir, sabrán cuando sea emitido para esperar el instante oportuno que puede ser inmediato o tomar tiempo.
Porque ahora atacar cuando tienen las suficientes pruebas a su favor no es más que exponer sus armas y sus cartas para que sean leídas y un contraataque se estructure con mayor fuerza. Una batalla silenciosa en la que ahora se están asumiendo los dos bandos opuestos que están destinados a volver a enfrentarse.
―Después de todo no estoy bien alimentado ―dijo el de orbes citrino al lado de SeokJin que cerró los ojos con fuerza por el doble sentido de sus palabras y por la mirada colectiva que compartieron al comprender lo que estaba diciendo.
―Y luego no eres capaz de soportar la verdad ―devolvió JungKook apoyado contra el cuerpo del pelirrojo que tiene sus hombros rodeados con su brazo para mantenerlo cerca.
Una acción y una señal que no tuvo que verbalizarse para que todos comprendan que la tormentosa pareja que desearon y volvieran todo este tiempo, finalmente esta reunida y no se cansan de verlos tan tranquilos y libres uno al lado del otro.
―Uno más uno menos, a este paso ya no importa ―respondió Park empujando con su hombro a Caruso que se adelantó unos pasos para acompañar al Gran Hechicero que trato de alejarse de él, pero se rindió cuando el de cabellos morados afirmó su brazo para que no lo dejara.
―Son una encantadora pareja, en verdad ―JiMin expresó con gran sarcasmo yendo al final del grupo de la mano de su pareja. Todos divirtiéndose en medio de una tranquila media mañana en dirección al lugar que les indicaron para disfrutar platillos clásicos y representativos.
Están viviendo los momentos finales sin tener fijo un propósito definido en Proteus, más allá de reforzar los vínculos y la alianza que se creó con algunos Tenebraes y Hechiceros que los recibieron al llegar a la zona.
―Pero miren a quienes tenemos aquí ―exclamó SeokJin con emoción al ver a los compañeros que el día anterior estuvieron a su lado y de HyungSik apoyándolos en lo que necesitarán.
Además de JooHyuk y los dos Tenebraes de confianza que les dieron acceso y ayuda para ingresar a Nix.
Sin mencionar a MinGyu, que se levantó de su silla con ánimo al ver al grupo llegar y una mueca de desilusión que rápidamente fue deshecha por una alegre sonrisa cuando vio la cercanía entre JungKook y TaeHyung. La cual pudo reconocer desde el primer día que los vio llegar a la distancia y en especial, por la forma en que el rubio defendió el poder de D'Angelo cuando ni siquiera lo estaba haciendo, pero que Makris zanjó desde el inicio antes de que pudiera pronunciarlo.
Allí frente a él vio al bonito Tenebrae apegarse al cuerpo ajeno cuando todos con emoción fueron a saludarlos y en complicidad sonrió por lo que le dijo TaeHyung. Lo vio a él acercarse a la oreja impropia y aunque de forma indiscreta se fijó en el movimiento de los labios ajenos para ver cuál fue la causa de la sonrisa de JungKook que se agrandó aún más cuando observo como las delicadas y grandes manos de piel canela rodearon la estrecha cintura que se obligó a dejar de mirar debido a la imprudencia de su excesiva atención en una relación que al parecer nunca murió.
‹‹Sé lo que estás haciendo›› respondió JungKook hacia la muestra un poco posesiva de afecto de TaeHyung frente a la intensa mirada de MinGyu que ambos sintieron desde el momento en que llegaron y que en consecuencia su pareja respondió al remarcar con quien está.
‹‹Reconozco que fue un gran elemento que apoyo a nuestro grupo, pero eso no lo hace inmune para que le muestre quién es tu pareja›› añadió al sonriente reclamo del rubio que no hizo nada por detener sus acciones.
En cambio posicionó sus manos sobre las propias y avanzaron hacia la mesa principal que los recibió a todos entre cortos y animados saludos se dispusieron a ocupar sus lugares y ambos mantuvieron una conversación paralela mientras hablan con los demás.
‹‹Recuerda este momento TaeHyung D'Angelo›› aseveración que completó con una imagen que hizo al pelirrojo reír porque una vez que lleguen a Titán una interesante situación los espera.
Pero no puede sentirse más agradecido por la felicidad que ahora inunda su pecho y por la que soportará cada reclamo futuro cuando cierta presencia se cruce en su camino.
―Espero que el frío no haya sido un mal anfitrión para ustedes ―pronunció Avak Naroyan rotando la canasta llena de pan con pequeños trozos de panceta triturados en medio de la masa que huele delicioso por recién haber salido del horno.
―Aunque es algo que podemos sortear con facilidad, cambia mucho el hecho de permanecer varios días acá ―respondió NamJoon tomando el té de arándanos y miel que les dieron antes de llevarles los platos que pidieron del menú.
―Fue agradable recibirlos a puerta de los mejores tiempos que vendrán ―agradeció JooHyuk animado y levantando la delicada taza blanca con pequeñas flores adornando la loza que fue la invitación para un brindis atípico, pero que dado al frío del día es lo más apropiado.
El tintineo dio paso a unas agradables horas en las que el trabajo y la misión que entre todos cumplieron fue dejada en el olvido y se dedicaron a vivir en el presente que entre plato y plato terminó siendo endulzado por un pastel que todos repitieron por más satisfechos que estuvieran. La armonía nacida de la tranquilidad de un falso momento que ellos conocen muy bien, fue la dulce sensación que los baño para alivianar sus cargas y sus pesares, porque portan el yugo de grandes secretos y una traición que en las entrañas de Caelestis se sigue moviendo a la espera del momento pactado para que emerja.
Luego cada uno y cada pareja separó sus caminos para pasar el resto del tiempo como quisieran. Una oportunidad que TaeHyung no desaprovechó para remarcar la alianza a un gran factor que más adelante tendrá un importante papel entre las filas de los Regnandi Magus de Tenebrae.
―Gracias por tu honor y tu sinceridad MinGyu ―D'Angelo no podía dejar pasar el reconocimiento al único Hechicero que desde un inicio le otorgó al santuario ancestral de su demarcación, parte de su poder para mantenerlo con vida y siempre estuvo del lado de la causa de la que ahora es parte.
Sin saberlo él se estuvo preparando para ese acontecimiento.
―Es lo menos que podía hacer, es mi contribución a toda esta causa ―con esa última palabra los tres comprendieron la insinuación que subyace al secreto que llevan y la promesa de una fuerte alianza que pronto deberá ser reunida.
‹‹Sea bajo el factor que sea, muy pronto podrás obtener lo que tanto deseas y si así lo quieres el frente de batalla tendrá un lugar para ti›› mencionó TaeHyung en medio del apretón de manos como símbolo de despedida que luego se extendió a JungKook que deshizo el tacto con rapidez.
Eso solo bajó la percepción de MinGyu que comprendió su error al codiciar algo que no puede tener, porque al sostener la mano de ambos percibió una similitud en sus esencias y una fuerza que los une, demostrando el poderío que solo ellos dos poseen. Suspiró luego de comprender lo que TaeHyung y JungKook van a causar con su sola presencia cuando los vio irse al despedirse de los demás y dejar su inspirador recuerdo detrás de ellos.
Día 566
El día fluyó con los vientos gélidos que les dieron tregua para poder caminar con libertad y conocer aquellos rincones de una demarcación olvidada que los sorprendió por la belleza helada, maravillándolos por las formaciones que el agua congelada formó sobre los árboles y como la nieve se ha amoldado a la vida que llevan en Proteus.
Ya en la noche volvieron a reunirse y tuvieron la última cena como equipo, el olor de la comida casera y las risas fueron la armonía que los acompañó hasta el momento en que debieron ir a dormir para levantarse temprano y finalmente volver a sus anhelados hogares, lo cual se vio realizado después de la despedida que JooHyuk les preparo cuando salieron de la casa y aquellos que estuvieron en el almuerzo del día anterior, estaban afuera con un poco de chocolate con menta como último agasajo para despedirlos como invitados.
Una despedida que duró unos minutos mientras organizaban las maletas en las camionetas y sellaron las promesas de una próxima alianza que será gestionada cuando lleguen a Spes y Vindicta, con una de las primeras acciones y la más importante; abrir la frontera que ha permanecido restringida por varias décadas.
En medio de un suspiro y apretones de manos, se subieron a los vehículos y emprendieron rumbo en medio de una atmósfera cargada de compañerismo y diversión por el ánimo que HyungSik se encargó de mantener en el ambiente cada que JungKook desde el otro vehículo rebatía cada una de las cosas que decía. Los dos enzarzados en una guerra fría que va marcando el rumbo de su naciente amistad, de la cual van a renegar, pero que en el fondo los dos se sienten orgullosos de forjar a partir de lo que en un inicio los dividió.
―Recuerda que tienes una promesa de por medio, Chiaro di luna ―habló D'Angelo sacando a su adorable pareja de la burbuja mental en la que estaba sumido desde hace unos minutos conforme se van acercando a Eukélade.
Lugar por el que seguirán de paso para llegar a Cefeo, debido a la protección natural y ancestral que gozan en la casa principal donde el Potestas Duces se reúne y que ahora será la sede transitoria que va a aislar cada palabra que allí sea dicha.
―¿Es algo que aún quieres hacer? ―cuestionó JungKook con la duda en su tono de voz que osciló un poco por la timidez que lo invadió frente a la fuerte mirada de orbes platinados que se le fue dedicada.
Debe admitir que ahora que están a muy poca distancia de llegar a sus hogares y a su realidad, el miedo aparece como un ente indeseado que debe ser enunciado para que las ideas erróneas y las malas interpretaciones no tengan lugar entre ambos.
―¿Ya no quieres conquistarme de nuevo? Me ilusioné bastante ―bromeó estirando su mano para apoyarla sobre la pierna del rubio que correspondió la caricia, colocando su mano sobre la propia y en medio de un hondo suspiro y una corta risa siguieron avanzando.
―Es que no estás listo y solo voy con cuidado ―Makris le siguió el luego a la vez que válido la razón de sus temores, que no son más que inseguridades que debe ir trabajando a medida que las acciones contrarias se mantienen y lo alientan a seguir.
―De ahora en adelante para nosotros las promesas deben ser dejadas de lado ―manifestó TaeHyung―. Porque quiero ver contigo hacia adelante Kook, y es un hecho decirte que vamos a seguir día a día construyendo nuestra relación y merecer la oportunidad de enmendar mis errores ―es en lo que ahora se va a enfocar, y si debe renunciar a una parte de su deber impuesto que creyó y debía asumir, lo hará no solo por JungKook sino porque él mismo merece la oportunidad de ser feliz y vivir sin ser esclavo del futuro que no puede modificar en su totalidad.
―No solo eres tú Tae, también tengo mi parte que corregir porque se lo que hice ―confesó acariciando con delicadeza la mano que sostuvo entre sus dedos y los cruzó, creando un bonito lienzo entre su piel y la de color canela que lo hizo sonreír por la combinación que desde pequeño le gustó observar.
―¿Así que sigue en pie tu conquista? ―retomo el pelirrojo girando su mano para pellizcar la contraria que se quejó por su fuerza empujándolo con cuidado y sostuvo su brazo en el aire y en esa incómoda posición avanzaron hasta que arribaron al primer destino que pasaron de largo para desviarse hacia Cefeo.
Lugar en el que el mayor objetivo que todos definieron tomó forma, un nuevo e inminente caos es la lumbrera del camino que llevan y las señales lejanas que deberán enfrentar en el momento en que sean dadas. No hay forma de anticipar aquello que si bien se presenta en borrosos fragmentos, no es más que una ilusión que enredara sus pasos al creerse más capacitados que su oponente.
El orgullo es la mayor muestra que el aterrador pasado les ha dejado y que aún sigue oculto para la mayoría.
Todo fue dicho de forma concisa y sin dilatar aquello que por ahora debe mantenerse sin definición causal hasta que llegue el instante oportuno que algunos de los seres presentes en aquella mesa, ya han visto y que sólo esperan la hora asignada. Por ello, al terminar la asamblea de seguridad, se separaron y cada uno retomó su vida cotidiana hasta que un nuevo llamado los convoque.
Y aunque JungKook no quería separarse de el de orbes grisáceos, cedió cuando él le recordó el propósito que va a dar inicio a su relación y el mayor secreto que debe comunicarle. Ante esa mención, como mecanismo de defensa se opuso a que fuera con tanta prontitud, después de todo están cansados y acaban de llegar, así que lo más prudente era pasar el resto del día en medio de la mutua compañía y ya a lo largo de los días siguientes enfrentar la verdad que por tanto tiempo estuvo pidiendo y que una vez se le presentó con claridad, temió.
Makris fue sacudido por la ansiedad que se instaló en su cuerpo, cuando obtuvo un último beso y el compromiso de verse durante la noche en su departamento para poder hablar.
‹‹No quiero seguir posponiendo lo que llevó años callando›› fue lo que D'Angelo le dijo para irse en conjunto con el Kalar de Lucem, Kaine.
Y presentar el que sería el primer periodo de vacaciones que ha solicitado en mucho tiempo. Además, de concederle un favor más de mantenerlo en el anonimato para no requerir de su presencia bajo ningún criterio.
Eso fue lo único que JungKook alcanzó a obtener del enlace que cerró momentáneamente para digerir los nervios que lo asaltaron y aunque quiso huir para buscar a su hermano, se abstuvo de hacerlo porque HoSeok debe haber ido a buscarlo y si él está ansioso por estar con Tae a pesar de que estuvieron juntos esos días, para el Regnandi Magus debe ser aún más la necesidad de verlo, así que mejor dio varios pasos hacia atrás y se fue a su departamento para entretenerse con la limpieza y cocinar algo para cenar junto al Lucem.
―En verdad estoy haciendo esto ―se rio de sí mismo por el empeño que le está poniendo a la comida que le falta poco para estar lista.
Eligió hacer panceta de cerdo bañada en salsa, que es su favorita, y pasta de arroz con verduras salteadas que es lo que Tae tanto ama comer. De esa forma el tiempo avanzó sin ser plenamente consciente hasta que su flama vibró en anticipación instantes antes de que la voz de D'Angelo inundara su mente en aviso de que estaba próximo a llegar.
Y así fue, cuando el sonido proveniente de la puerta se hizo oír y aunque le había dicho la clave de acceso, él prefirió hacer caso omiso y esperar a que la abriera, por lo que decidió jugar con TaeHyung y lo hizo esperar unos segundos de más hasta que se encaminó al lugar.
―¿No crees que estás tardando demasiado? ―expresó el pelirrojo con una gran sonrisa en sus labios mientras siente el movimiento contrario a través de su psique que está extendida al interior del departamento para ver a JungKook qué con una expresión igual se dirigió a la puerta para finalmente concederle la oportunidad de verlo después de varias horas.
―Por algo te di la clave de acceso, D'Angelo ―inquirió con una mueca que desborda molestia fingida y apoyó su cuerpo contra la puerta para ver la figura de TaeHyung que alumbró su vida cuando lo vio sosteniendo un ejemplar mítico de la flor de cristal.
Que toma su nombre por los frágiles cristales que se desprenden como hojas de los tallos que han germinado y que una vez florece, los pétalos son una composición de fino y delgado cristal iridiscente que desprende un suave fulgor de colores como un lámpara natural que se recarga con la luz del día, para encantar la noche con sus suaves y magistrales colores.
―Quería ver este preciso momento ―reveló admirando la fascinación con la que Makris está detallando el regalo que ha conservado desde hace un tiempo, ya que es una variedad que solo crece en Corvus y que cada cierto tiempo da vida a la creación más deslumbrante que se puede obtener.
Sin embargo, no cualquiera puede tener un flor de cristal, ya que es un tipo de flora selectiva y dependiendo del ser que busque poseerla, ella misma tiene la capacidad de no dar frutos cristalinos y en cambio se va marchitando lentamente. Por lo que, en el último tiempo está variedad ha dejado de comercializarse en busca de preservar los pocos ejemplares que de la tierra brota; pero no es una situación que le impida a él acceder al deseo que adquirió cuando en su presencia la flor que estaba marchita poco a poco recobró la vida.
Una que desde que la vio pensó en JungKook por el deseo que él tenía desde que eran pequeños y que con el tiempo se fue desvaneciendo, por lo que hoy estarle entregando lo que por varios años cuido, es una muestra materializada de amor y contemplación.
―En verdad la conseguiste ―murmuró encantado por la belleza magistral y delicada de la flor de cristal que lo hizo recordar el día en el que TaeHyung lo llevó a conocer el pequeño campo donde este tipo de flor crece y él con la mayor ilusión le pidió al mayor que algún día pudiera darle una.
Y hoy más de diez años después la flor de cristal se convirtió en la nueva promesa que los guio a reencontrarse y unirse como desde el inicio mismo debieron mantenerse.
―Es un símbolo de nuestra naciente relación ―respondió TaeHyung al pensamiento que se anido en la mente de JungKook y por la vulnerabilidad de su mirada celeste con la mano contraria que no está ocupada con la maceta, atrajo su cuerpo lo más cerca que pudiera y acarició la nariz un poco curvada con sus labios y el aliento ajeno impactó contra sus labios.
―Si se marchita es porque estamos condenados ¿Cierto? ―molesto recibiendo un delicado mordisco en la punta de su nariz que antes de permitirle quejarse y retirarse del tacto, sus labios fueron tomados por los de corazón que le arrancaron un hondo suspiro a medida que llevó sus manos hacia el pecho del pelirrojo y correspondió el beso salpicado de pasión y deleite por sentir la calidez de su boca y la forma que tiene su presencia de extasiar sus sentidos.
Como si no pudiera procesar nada más allá de la presencia de TaeHyung.
―Si es así, sería mejor irme de una vez ¿No crees? ―reto el pelirrojo al separarse con los labios un poco más rojos que JungKook sigue mirando a la vez que imitó la acción contraria de humedecerlos y la sonrisa que los curvo, de igual forma causó la suya que culminó en la mirada de plata que encontró al alzar su mirada y ver la magnánima maravilla a la que no quiere renunciar y por quien dará todo de sí para que no lo vuelvan a alejar.
―Mejor pasemos porque la comida se va a enfriar y no pienso seguir cocinando por más tiempo ―manifestó dando dos palmaditas sobre el pecho ajeno y se alejó solo para sostener entre sus manos la preciosa flor que agradeció con un fugaz beso sobre la mejilla contraria e ingresó al departamento con sumo cuidado de no agitarla.
Paso a paso con extrema lentitud que para D'Angelo fue adorable de observar, el rubio la posicionó sobre la mesa auxiliar de la sala, después de quitar la que tiene ahí y moverla hacia la mesa central, y allí cerca del ventanal la ubico para que la luz tanto lunar como solar cayera sobre sus hojas de cristal y llenará el lugar con su fulgor durante las noches.
―Huelo algo delicioso y que me gusta comer ¿Acaso preparaste lo que estoy pensando? ―TaeHyung no fue capaz de contenerse y deshizo el momento de silencio en el que estaba sumido su pareja para preguntar por el propósito que lo hizo salivar cuando identifico lo JungKook muy posiblemente preparó.
―Si ya lo sabes, no me preguntes ―respondió con un poco de timidez, porque no le gusta admitir la razón de por qué hace ciertas cosas y cuando lo reconocen por hacer o dar algo que al otro le gusta o desea tener, se congela al no saber cómo reaccionar.
Por lo que la alegría en la mirada grisácea le encantó tanto que no tuvo voluntad para dejar de verlo y menos cuando se internaron en la cocina que está al frente de la sala y confirmó que fue una buena elección de su parte.
―Eres toda una ternura, mi cielo ―devolvió TaeHyung sonriendo por lo tímido que Makris puede llegar a ser cuando se le reconoce por algo y que demuestra su intención y cariño. Dos factores que no le gusta admitir.
―Puedes ir arreglando la mesa mientras yo termino, por favor ―solicitó para desviar el bochorno que sigue presente en el sonrojo de sus mejillas por la dulce mirada de TaeHyung ante lo que preparo―. Además, no solo prepare tu plato favorito, sino que el mío también, así que no te creas mucho.
―Nada me va a bajar de la nube en la que estoy ―canturreo poniendo los platos sobre la mesa que está en el espacio abierto de la cocina y alterno su mirada entre lo que hace y el encogimiento de JungKook que lo deja sin aliento.
Está tan enamorado y a través de los años esa fuerza enardeciente sigue palpitando con fuerza en su alma.
―¿Has hablado con tus madres? ―el rubio preguntó a la par que terminaba de mezclar los fideos de arroz con las verduras y la salsa para que se integren muy bien.
―Ya lo hice y mi madre Selene fue tajante al decir que estamos invitados a cenar cuando tengamos tiempo, pero que no lo dejemos pasar ―indicó TaeHyung.
―¿Les dijiste que estamos juntos? ―al escuchar lo que el pelirrojo le dijo sus manos tuvieron que aferrar el bol de vidrio en los que sirvió la comida y una ladeada sonrisa se dibujó en su rostro por el murmullo que confirmó la invitación de Selene y Amelia.
―¿Te incomoda? Porque... ―el apresurado grito de Makris lo detuvo a mitad de su encuentro para ayudarle con lo que estaba haciendo.
―¡No! ―exclamó un poco más fuerte de lo que quiso y mejor le entregó los dos recipientes a TaeHyung y rápidamente se giró para traer lo que falta. Ignorando la burlesca sonrisa que sabe y está exhibida en el rostro de piel canela―. Lo que quiero decir es que no me molesta porque es justo lo que pienso hacer, andar con un cartel que diga que estamos juntos de nuevo, ¿Eso te parece exagerado o está bien así? ―dramatizo llevando las bebidas, aunque en realidad es algo que si se atrevería a gritar de forma irracional frente a cierto Celestial que aún le molesta.
Sí, es un hecho, por TaeHyung D'Angelo toda su madurez se esfuma y sus celos se desatan sin control alguno, y lo peor es que quien debería evitarlo, en lugar de hacerlo, tan solo guarda silencio y con una sonrisa disfruta del teatro que está llevando a cabo.
―De ti no lo dudaría, es más podría ayudarte a sostenerlo cuando veamos a Dimou ―con agilidad esquivo la pequeña esfera de plasma dirigida hacia su pecho, la cual detuvo con su mano para que no terminara estrellándose en ninguna parte de la casa―. Así me gustan, agresivos como tú.
―Mejor cállate y come ―aunque en un principio le irritó la indirecta mención a BoGum, lo siguiente que TaeHyung le dijo lo puso nervioso y joder que no pudo evitar la sonrisa que exhibió su rostro, el cual inclinó hacia abajo para tratar de ocultar la diversión que siente.
―Hay dos cosas que quiero comer, así que se más claro, Chiaro di luna ―dijo con seriedad al sentarse al lado de JungKook que detuvo sus movimientos debido a su mención y el claro descaro que empujó un poco más cuando se acercó hasta la oreja contraria y depositó un suave y superficial beso sobre la misma extensión de piel que se erizo bajo su tibia respiración―. Por lo que te pido que no me provoques.
―Ahora eres todo un descarado ―pronunció girando su rostro para quedar frente a frente y perecer en la intensidad de los orbes platinados que lo hicieron evadir el contacto para intentar concentrarse en la comida que revivió su apetito, pero TaeHyung parece enfocado en alterarlo.
―Esto, y más vas a tener que soportar ―susurró cerca de la mejilla que beso para alejarse y centrarse en los alimentos que se robaron su atención y que pudo sentir sobre su lengua al imaginar el exquisito sabor del vapor que se desprende y colma su bendecido olfato.
―Y si, hice esto para ti ―confesó JungKook al ver lo entretenido que estaba el pelirrojo cuando vio los fideos y la panceta que preparó. Por lo que anticipando lo que él diría, tomó con los palillos una porción de cerdo y la llevó a la boca contraria para entretenerla con algo más, quitándole la posibilidad de modular.
‹‹No es como si necesitará mi boca para hablar›› molesto a JungKook a través de la conexión psíquica que lo hizo acreedor de un codazo que los hizo reír a ambos mientras se empujaban mutuamente para evitar que alguno de los dos comiera y cuando eso no era suficiente se tomaban de los brazos para alejarse de la comida, sumiéndolos en una cena agradable y desbordante en sonrisas.
Ambos inmersos en vivir una nueva etapa en la que ahora ambos han evolucionado para volver al Celestial al que fueron destinados desde el nacimiento.
―¿Se supone que debo seguir lavando los platos así? ―manifestó TaeHyung que ganó el derecho a lavarlos después de la protestas de JungKook por no querer que lo hiciera, hasta que un par de besos terminaron comprando su voluntad, por lo que, ahora mientras enjabona y limpia los platos, el rubio lo abraza por la espalda y sus manos están afirmadas en su abdomen.
―Me parece que es mucho más cómodo y así ahorramos espacio ―explicó JungKook con la mejilla apoyada sobre la ancha espalda que se mueve a medida que Tae cumple con la labor que muy astutamente le ganó.
Se siente dichoso por estar cobijado por la calma de compartir con el Celestial que fue su primera definición de amor y que ahora se ha transformado hasta la imperante unión de sus flamas que constituyeron el mayor aliciente que los terminó empujando a donde pertenecen.
―Me has convencido ―respondió empujando su cuerpo con suavidad para continuar con su labor y cada vez que se movía, JungKook seguía la acción de un lado al otro. Pegado a su espalda estuvieron varios minutos más juntos hasta que finalizó y se fueron hacia la sala de la misma forma, pero que los obligó a separarse para tomar asiento y sentarse frente a frente.
Los dos con los nervios escalando hasta sus gargantas porque el oxígeno en lugar de dar consuelo se convirtió en un vaho espeso que llenó el aire y que se acrecentó por la tormenta que afuera está cayendo y que sobre la casa se siente con mayor intensidad, debido a la cercanía que tiene con el cielo. Sus cómplices sonrisas fueron desapareciendo poco a poco, se fueron derritiendo de sus rostros y sus miradas revelaron la hora final que ya no pueden seguir postergando.
―No quiero que te sientas presionado Tae ―el menor fue el primero en tomar la vocería de una situación que por más que trataron de alargar se impuso sobre ellos.
Si bien estuvo anhelando porque ese momento ocurriera, ver la perturbación que ensombrece el color plata de los orbes contrarios, lo llevan a considerar el peso que TaeHyung carga y que está a punto de confesarle.
―Kook esto es lo que ambos hemos deseado estos últimos años, en especial tú ―indicó con inseguridad aflorando en su mirada y confusión en la mueca de su rostro, porque él ha sido quien durante tanto le ha pedido saber lo que en un inicio le oculto y que hoy, finalmente a escasos minutos de ser contado, Makris está abogando a la empatía y el entendimiento de darle el tiempo meritorio para decirlo.
Ahora mismo, el vínculo que los une está bloqueado para que ambos puedan sentir y pensar en total libertad sin que el otro pueda percibirlo. Quieren hablar desde la verdad que cada uno calla.
―Se que es contradictorio que sea justo yo quien te diga esto, pero... ―se detuvo para pasar saliva y humedecer sus labios que aunque no están secos sintió la necesidad de hacerlo para alivianar la tensión que siente, ya que por primer vez en mucho tiempo y de la forma en que debió haber sido, ve que hay mucho más allá de su dolor y que ese mismo rencor no le permitió ver lo que ahora tanto palpita en su memoria―. Pero después de los recientes sucesos y del conflicto en el que estamos inmersos con los Exul, reconozco que si tuviste que callar así como nosotros estamos ocultando ciertas cosas al resto de Caelestis e incluso a nuestros compañeros de equipo, tu debes tener una motivación igual o aun mayor para hacerlo ―centró su atención en el suave cojín que está apoyado sobre sus piernas cruzadas enfrentándolo, mientras D'Angelo está sentado de la misma forma con el antebrazo apoyado contra el respaldo del sofá.
Los dos, ahora son mucho más comprensivos de lo que fueron en años.
―Así es Kook, o bueno era lo que anteriormente tenía tan arraigado, cuando no era así, porque después de todo, luego de un tiempo de lo sucedido solo asumí las consecuencias, debido a que el mismo futuro que me hizo alejarme de ti se sigue repitiendo ―tan dolorosamente cierto reconocer que los dos perdieron tanta energía e incluso se negaron a sentir amor en medio de un malévolo porvenir que los confundió logrando que la unidad indisoluble se fragmentara.
―¿Ahora puedes decirlo? ¿Estás seguro de hacerlo? ―inquirió para que el pelirrojo a través de su respuesta le diera tranquilidad a su atribulado corazón que está palpitando con extrema fuerza por el miedo que ve en los orbes grisáceos que generalmente se mantienen calmos.
Está preparado para lo que sea que deba escuchar.
―Lo estoy Kook, lo hago por ti porque no mereces ese estigma que cree en el pasado y que si quiero ir de tu mano hacia el futuro que en algún momento deberemos enfrentar, debo hacerlo con mayor razón ―confesó desviando su mirada más allá del cuerpo de Makris, viendo como la lluvia impacta con violencia sobre el cristal en una representación de su interior que arde hasta que la mano ajena tocó el brazo en el que tiene apoyado su cabeza y al mirar el cielo en los orbes de JungKook cada perturbación desapareció.
O al menos emigro hasta un lejano puerto del que nunca va a zarpar.
―Entonces hazlo Tae, permítenos ser libres y afrontar lo que debamos vivir ―animó con suaves caricias sobre el brazo ajeno que deshizo la posición en la que estaba y lo estiró para en esta ocasión apoyará su cabeza sobre la mano de piel canela que llegó hasta donde está, por lo que apoyó su mejilla sobre la palma contraria y espero lo que fuera necesario hasta que la voz barítono comenzó a relatar una hecho que estrujo su corazón.
―El día en el que te deje, más bien, renuncie a mí mismo, porque asumí que yo era el error en la ecuación o la variable que estaba alterando el trayecto de tu vida ―inicio TaeHyung, manteniendo la posición con JungKook apoyado en su mano, lo cual le facilitó hablar y a él escuchar―. Porque tú, JungKook Makris, en el futuro próximo vas estar divido en medio de una desgarradora decisión en la que deberás elegir entre dos Celestiales que tanto amas ―nunca pensó que la parcialidad de la verdad en la que aún le falta identificar a ambos autores principales pudiera ser tan liberadora como la explosión de frío que se desató desde su estómago y ascendió por su cuerpo barriendo cada pesar que su alma lleva.
En consecuencia JungKook se enderezó con el ceño fruncido al comprender la predicción que desde hace varios años ya fue sentenciada y que según lo que TaeHyung le ha dicho, por más que lo intento al alejarse de él, nada cambió, todo sigue, sigue existiendo y perturbando la mirada de plata que brillo ante la manifestación lejana del llanto que contuvo y que lo obligó a tragar con fuerza para no hacer lo mismo.
―¿Puedo saber quiénes son esos dos Celestiales? ―su voz flaqueó aunque no lo quiso, no por temor sino por estar enfrentándose al sacrificio que D'Angelo hizo y que aún no termina de entender, o trata de fingir ignorancia.
―Te devuelvo la pregunta Kook, si yo ahora mismo te pregunto por los dos Celestiales a quienes más amas ¿Quiénes serían? ―ambos contuvieron la respiración después de su nueva cuestión y la conexión entre sus miradas fue deshecha por el potente rayo que llenó la casa de blanquecina luz, llevándose con su presencia la luz artificial que se apagó sumiéndolos en la potente oscuridad que fue deshecha por la flor de cristal que brillo para los dos.
Sus colores se derramaron con fuerza en el lugar y sus cuerpos fueron dotados de luces iridiscentes, lo que de alguna forma les dio cierto consuelo a sus corazones que retomaron sus latidos sincronizados y en el rostro pintado por luces lilas y naranjas, JungKook encontró la respuesta que no dudaría en entonar.
―Serían mi hermano y tú ―contestó sin dudarlo, aunque sabe que varios más van dentro de su definición de amor, ellos dos indudablemente son quienes han marcado su vida.
TaeHyung prolongo el silencio entre ambos mientras busca las palabras adecuadas y directas para no dar vueltas en un conflicto que es tan simple como caótico.
―Es así Kook, por desgracia tuve que ver como tu deberás debatirte entre salvar a uno de nosotros dos y condenar a la posible muerte al otro ―un profundo sollozo corto su voz y desvío de nuevo su mirada hacia el exterior tratando de hallar consuelo en las gotas de lluvia por el profundo dolor que se filtró en medio del enlace proveniente de JungKook al comprender lo que le dijo o al menos parcialmente, porque no sabe a quién finalmente eligió.
―¿Te voy a escoger a ti antes que a mi hermano, cierto? ―cuestionó sin remordimiento por lo que dijo y una sonrisa irónica brotó de su garganta, porque le hizo recordar lo que en una ocasión en medio de un delirio de sinceridad junto a YoonGi llegaron a plantear una situación hipotética.
Una en la cual tuvieran que elegir entre su compañero de vida y el amor para toda la vida. Hermano y pareja. En esa ocasión enfrentaron ambos ideales y se preguntaron que en caso de que alguno de los dos esté en riesgo y deban elegir, entre bromas dijeron que se dejarían morir, pero después de que la risa ceso, concordaron que dejarían irse al privilegiar el amor hacia una pareja verdadera y que su otra mitad, su hermano, perezca al mismo tiempo en que se vuelve una condena seguir viviendo pero teniendo en quien apoyarse, ya que si dejan ir al ser que atesoran van a morir de una forma distinta que ni su hermano podrá llenar, ante la imposibilidad de traspasar una posición que los va a dejar vacíos, ya que no existirá otro ser que los ame de igual forma.
Por lo que pactaron preferir que el otro los pierda para siempre antes que pierdan el amor por el que han estado batallando toda la vida.
Y que en ese instante TaeHyung lo esté confrontando con ese recuerdo que dibujó una torcida sonrisa en sus labios, lo hizo pensar en su hermano y la seguridad con la que le pidió que anteponga su felicidad sobre cualquier cosa existente, y que si se tiene la bendición de encontrar el amor, la posibilidad de perderlo no debe ser contemplada, así signifique que una parte suya se vaya con su hermano, no debe renunciar al amor que YoonGi siempre le juró que volvería.
Por más extraño que pueda ser es como si él hubiera anticipado el porvenir y sin saberlo estuviera alentando su decisión. Porque su hermano sabe más de él mismo y de todo lo que ha sufrido por el amor de su existencia.
―Si Kook, y el dolor que vas a sentir o que al menos sentí a través de la premonición fue verdaderamente desquiciante ―contestó luego de unos minutos en silencio mientras traía de vuelta la visión que se sigue repitiendo y que mantuvo solo para él.
JungKook al ver la aflicción en la mirada de TaeHyung, estiró su mano y contuvo entre sus dedos la furtiva lágrima que se deslizó por la suave mejilla que se apoyó en el tacto y se acercó con prisa para estar más cerca hasta que sus muslos chocaron y sus rostros quedaron un poco más cerca.
―No digas más si es difícil para ti contener la visión futura ―pidió al sentir como la tensión invadió el enlace por la oposición de D'Angelo al permitirle ver lo que está supuesto a vivir.
Aunque le duele horrores saber que va a elegir a su amor sobre su hermano, la esperanza ciega llegó a raíz del nuevo trueno que en definitiva debió paralizar el suministro de luz, porque a su alrededor la oscuridad fue total, menos por las luces proporcionadas por la flor de cristal que ahora baña el espacio con una suave luz celeste.
Sujetó entre sus manos el rostro ajeno, inclinándolo para conectar sus miradas y compartir la seguridad susurrante que llegó detrás de ese fenómeno.
―El futuro no se puede alterar, al menos no en su totalidad, y por eso mismo aunque ya no tiene sentido decirlo, no fue necesario que te alejaras ―expresó el rubio reposando su frente sobre la contraria y las manos ajenas rodearon su cintura con la fuerza necesaria para sentir cómo su piel se erizo bajo la calidez del Celestial que tanto ama.
―En ese momento creí que si quitaba mi presencia de en medio no tendrías que hacer la elección y no estarías condenado a sufrir por mi causa ―la felicidad que ahora siente no es plena, no puede serlo cuando ese fragmento sigue vivo en su memoria y por más que lo ha analizado no hay posibilidad que conozca de cambiarlo.
El destino está supuesto a ocurrir y el futuro no siempre permite modificaciones.
―¿Y dime esa visión cambió o se siguió repitiendo? ―prefirió desviar la conversación antes de que TaeHyung se siga lamentando por el cruel pasado que recayó sobre él y que lo impulsó a condenarse a la desdicha solo por salvarlo.
JungKook en cambio lo atacó una y otra vez durante esos años por haberlo abandonado, cuando lo que hizo fue amarlo tanto que incluso prefirió su desdicha a ver que sufriera la pérdida de su hermano.
De nuevo, de nuevo esa pulsación sórdida sobre su corazón que ciegamente le hizo confiar en el futuro y que al menos van a poder hacer algo para evitar su muerte. Tiene confianza en que así sea.
―Sigue presente y sigue volviendo, porque creo, creo que... ―tartamudeo por la presión que está alojada en su garganta y por la deducción a la que lamentablemente llegó.
Si aún después de lo que hizo el futuro continúo repitiéndose, quiere decir que este momento estaba destinado a ser desde el principio mismo después de que terminaron y por ende su nueva oportunidad sigue condenando la vida de YoonGi.
¿Tal vez debió resistir más hasta que su vínculo terminará deshecho y con su sacrificio haber cambiado definitivamente el rumbo venidero?
‹‹Deja la osadía›› TaeHyung escuchó la voz de su Elter en sincronía con otra más que le devolvió la calma absoluta al reconocer que hay algo más que pueden hacer y no sólo la fantasía que JungKook le está transmitiendo, sino una realidad que lo superó a él y a su inmensa capacidad.
―No te atrevas TaeHyung D'Angelo ―amenazó el de orbes celestes al sentir la duda vibrar en su pecho, una que es foránea y que le pertenece a él.
Por lo que se alejó de su cuerpo y lo miró con severidad, una que le dolió reconocer porque en verdad no pueden estar atravesando un momento tan insulso y sin justificación alguna.
―Kook, sabes que tengo razón. Si ese futuro sigue existiendo es porque incluso estaba designado que nosotros volviéramos a estar juntos y por ello... ―fue cortado por el brusco movimiento de Makris al pararse y alejarse de su toque como si ardiera y en el instante en que sus manos quedaron en el aire al intentar retenerlo, comprendió el desespero de sus palabras y las lágrimas que en ambos se derramaron al mismo tiempo.
Los dos están sufriendo por una misma causa pero con un origen diverso.
―¡Detente! ―exclamó de pie y frente al desespero se alejó para caminar frente a TaeHyung que lo imitó al levantarse y tratar de acercarse, pero al ver su protesta se detuvo y ambos respiraron para no exacerbar el desespero que inundaron sus ojos de lágrimas que no se negaron a retener―. Porque si de nuevo vas a dejarme y vas a amparar tu decisión en lo que no puedes cambiar, lo hubieras pensando antes de que te amará con más fuerza de lo que ya hacía.
D'Angelo comprendió el error detrás de sus palabras y que en la búsqueda de transmitir el probable significado de lo que está pasando, sentenció a JungKook al hacerle creer que lo va a dejar. Y sabe que es egoísta, porque aunque ese futuro siga latiendo en su memoria, no va a soltarlo nunca más, ni la muerte lo lograra.
―No es lo que estoy diciendo Kook ―se acercó con prisa y el rubio estiró sus brazos para alejarlo, por lo que con sus manos los sostuvo, ambos forcejeando durante unos segundos hasta que se hizo un espacio y pego su pecho al otro más agitado que se quejó por lo que estaba haciendo.
―¿Por qué entonces siento que quieras renunciar para evitar que esa predicción siga viviendo? ―inquirió dejando sus brazos caer y se inclinó para apoyar su frente sobre el hombro de TaeHyung, sintiéndose exhausto porque se precipitó al asumir una respuesta a partir de las palabras ajenas que lo hacen sentir culpable por estar con él.
―No quiero renunciar Chiaro di luna ―aseveró con dureza―. Solo expongo la confusión en la que me debato y que terminó viendo un mejor panorama para ti sin mi presencia a tu lado. Ese es el miedo y la contradicción con la que vivo Kook, y esa respuesta es la más sensata que se repite como una solución a nuestro desafortunado por venir.
―Eres un idiota D'Angelo ―ya se siente un poco más tranquilo porque lo único que el pelirrojo le dijo fue la razón y la solución que él visualiza a raíz de su temor por hacerlo sufrir, por ponerlo en esa situación donde deba elegir.
―Lo soy, porque aunque piense que esa es la solución o al menos la mínima variación que nos dé una oportunidad, quiero seguir de esta forma contigo a mi lado ―expresó subiendo sus manos por los brazos ajenos que erizaron por su toque y prenso la cadera ajena para acercarlo más a su cuerpo.
―¿Entiendes lo culpable que me haces sentir por estar conmigo? ―eso es lo que más le duele, que su presencia y el amor que ambos se tienen sea un peso que TaeHyung deba cargar.
Porque él fue quien hace más de siete años atrás asumió un porvenir que si bien no se podía modificar ¿Entonces para qué luchar de forma contraria a lo que estaba pactado? Si irremediablemente sus destinos están resueltos a atravesar esa agonía.
Comprende que lo que D'Angelo hizo fue alejarlo antes de que fuera tarde, creyendo que podían superar o dejar ir la relación que tuvieron y que así sus vidas tomarían un rumbo nuevo alejados del otro hasta que en definitiva no volvieran a vincularse.
Ahora le da sentido a la razón por la cual aquel día lo dejó esperando por él y porque después simplemente iba a irse sin despedirse, y aunque lo busco para hablar no obtuvo más que falsas razones y la verdad que intuyo y se escondía bajo la mirada de plata allí se mantuvo por todos los años que pasaron separados. TaeHyung sello en su interior una verdad que hubiera cambiado todo para ambos de haberlo sabido antes, pero JungKook entiende la angustia que impulsó al pelirrojo a actuar de forma desenfrenada augurando su bienestar, tan solo el suyo propio de no tener que llevar a cabo una elección que en verdad lo destrozará.
Sin embargo, los planes que se mantuvieron por años estaban destinados a ser desechos, porque ahora entre el cuerpo de D'Angelo, comprende que no podían estar alejados por mucho más tiempo. Los dos están hechos para encajar en los vacíos que llevan y potenciar las fortalezas que poseen, son el extremo de un vínculo que ahora ha tomado el rumbo que fue pactado desde el inicio mismo.
―Perdóname Kook, no se trata de eso, es solo a mí a quien culpo por esto, por condenarnos ―pronunció con su cabeza apoyada sobre la contraria que se mantiene en su hombro.
‹‹Sigues siendo tan testarudo›› en esta ocasión sintió el enojo de Neclum a través del vínculo.
Su Elter sigue presente, pero sólo en fragmentos cortos de tiempo y la molestia que le transmitió lo hizo sonreír porque en realidad lo que está diciendo no es en serio, al menos no en su totalidad. Solo nace del desespero momentáneo que le lleva a manifestar la oleada de sentimientos y emociones contrapuestas una a la otra.
Emoción contra lógica, es un debate constante en el que frente a JungKook termina manifestándose, no de la mejor forma, pero sí con la sinceridad que los dos juraron prometerse de ahora en adelante. Pero para llegar a ello, primero se desborda en desesperación y luego, la razón lo une al momento que está viviendo y la abstracción le permite ver el bosquejo completo de la situación y de lo que verdaderamente siente.
―¿Crees que estamos condenados? Porque aun sabiendo lo que puede cristalizarse en nuestro futuro yo tengo plena seguridad en nosotros, en la unidad que conformamos y que si unimos nuestras habilidades vamos a ser la pareja más poderoso, y no para lograr o arrebatar todo lo que queramos en nuestro camino sino para elegir y salvar a nuestros seres queridos, de eso se trata ser bendecido por un poder semejante al de nuestro Elteres ―si bien su corazón sufrió por la aflicción que embarga a TaeHyung y lo que dijo lo hizo dudar brevemente, su vínculo volvió a ser compartido y comprendió la contradicción que por años ha aquejado al pelirrojo.
La misma que en un comienzo perturbó a D'Angelo al hacerlo desistir de la confesión que llegó varios años después, al creer que debía anclarse al fondo del abismo para sostener el peso de su vida y la propia sobre su cuerpo, debido a lo que vislumbro. Así que él eligió voluntariamente rodear su cuerpo de pesadas y ardientes cadenas como una forma de castigarse por tener la fortuna y la desgracia de ver el futuro.
Precisamente haber visto la muerte de uno de los dos Celestiales que más ama y por quienes daría su vida a cambio. Pero sabe que el destino no concede intervenciones y de una u otra forma hará cumplir su voluntad.
―Tú me has dicho lo que durante tanto tiempo necesite escuchar y que solo tú podías llegar a decirlo porque eres el Celestial a quien le pertenezco Kook, te amo más allá de los límites que puedo llegar a cruzar ―reveló con las mejillas cubiertas de lágrimas a empujar el cuerpo contrario para mirarse mutuamente. TaeHyung después de todo un arduo camino halló la liberación a través del sufrimiento que no comprendió y que podría llegar a causar en el afán por evitar un hecho innegable ante el Cosmos.
Hoy finalmente de la mano de JungKook fue verdaderamente libre del pasado con el que se ha estado flagelando durante los últimos años. Y en la mirada de visos celestes y rojos proporcionados por las luces de la flor de cristal, los dos sostuvieron el rostro contrario y las palabras restantes fueron silenciadas por la dicha que floreció en la sonrisa de Makris que experimentó la mayor epifanía de su vida al sostener con su mundo al ser que ha pasado a convertirse en su centro de gravedad.
En los orbes plata con fragmentos de luz celeste encontró sinceridad y agradecimiento, porque poseen la llave de redención a los tormentos que en sus almas forjaron y que en ese instante en especial, JungKook vio resplandecer la calma que hace años abandonó a TaeHyung. En el preciso instante en que sus palabras fueron pronunciadas, su flama sintió la liberación de un peso que arrastraba desde hace mucho, que sin darse cuenta y sin haber reparado en la conexión que aún existía durante sus años de separación, su esencia incorpórea tomó parte de la aflicción ajena y se la llevó consigo, hasta ese momento de advenimiento en el que sus errores adquirieron una nueva forma.
Una construcción en la que solo fueron víctimas de las circunstancias que los orillaron a elegir la alternativa que creían o consideraban que era la apropiada, huir y odiar, dos polos opuestos con un mismo centro de origen.
―Debemos sanar el pasado que no pudimos tener Tae, porque comprendo que solo querías salvarme y sé que en tus momentos más oscuros vas a preguntarte si eres merecedor de esta felicidad que vamos a volver a retomar. Sé que será así porque conozco lo exigente que puedes ser contigo mismo y que volverás a repetir esta preguntar que hoy has hecho y vas a considerar estas palabras desesperadas como una alternativa cuando ese futuro se siga presentando.
››Debes asumir que seguirá presente, pero que en esta ocasión no eres tú contra la inminente guerra en la que nos estamos adentrando y que de una u otra forma hallaremos una alternativa, una vertiente tan ínfima que será la brecha por la cual podremos asegurar que mi hermano solo termine gravemente herido, pero que su vida se pueda recuperar, ese será el objetivo que cuando llegue el día pactado, ambos lo sabremos y no estarás tú en la línea principal de ataque para enfrentar todo al mismo tiempo.
Sus rostros tan juntos y sus almas tan unidas causaron el ferviente deseo de un beso que fue iniciado por D'Angelo que dejó de sostener el rostro de Makris y lo pego a su cuerpo al atraer la cintura ajena con sus manos. JungKook siguió el ritmo lento, sujetando los rojizos cabellos para dejarse ir en la suave sensación que causó un profundo suspiro que devoraron al mismo ritmo en el que sus labios se movían en sincronía. Las lágrimas de ambos decidieron hacer acto de presencia para dar consuelo, uno que después de tanto arrepentimiento frenó aquello que por más que se hubiera anhelado cambiar, no estaba pactado para que sucediera.
―Tengo que aceptar que por más que desee no puedo evitar que sufras, porque para hacerlo tendría que encerrarte al interior de una urna de cristal e igualmente serás desdichado, no hay forma en la que pueda tomar todo lo que te afligirá en el futuro, pero si puedo apoyarme en ti y sostenerte cuando debamos caer, porque ahora ya no estamos solos ―concordó con lo que JungKook ha estado repitiendo varias veces, y esa sola materialización de amor, desprende un suave quejido naciente en su pecho por el llanto que burbujeo en sus ojos por el desahogo que pudo compartir con él.
―Esa será nuestra promesa, al mismo tiempo yo también tengo que asumir todo lo que te hice pasar solo por estar enceguecido en mi dolor, aun cuando en el fondo sabía que algo me estabas ocultando ―indicó acariciando el cabello impropio mientras sus narices mantienen una suave caricia de ojos cerrados―. Y que de haber insistido de otra forma y no a los gritos, tal vez la verdad hubiera sido revelada mucho antes ―si para TaeHyung la espina de la cual debe deshacerse está ligada a la forma en que debió resistir un poco más, para él va a ser perdonarse por no haber podido soportar un poco más y terminar empujando a D'Angelo para que le dijera la verdad.
Los dos llevan un inmenso pesar en sus memorias que cada cierto tiempo traerá de vuelta la sombra de un pasado que ya no tiene sentido recordar ni mucho menos traer al presente, que no es más que el resultado de las acciones de antaño que fueron tejedoras de porvenir al que están destinados y que desconocen en su totalidad.
―No tenías por qué pensar con mayor claridad cuando sé que lo que hice no fue lo mejor Kook y menos dejarte asumir una razón que con el tiempo se fue reafirmando, solo hiciste lo que podías con lo que tenías y un corazón herido es el peor enemigo que pueda existir ―tranquilizo TaeHyung deshaciendo el refugio de sus cuerpos y sin soltar su mano, marcó el camino de avance hacia el dormitorio ajeno, saliendo de la sala para cruzar el pasillo central de la estancia principal y seguir en medio del armónico silencio que sigue colmado de la potente sonata de la lluvia.
―¿A dónde crees que me estás llevando? ―bromeó con un poco de nerviosismo que se notó en su risa a la vez que desintegró cada palabra que constantemente se repetía por parte de la culpa que comenzó a hacerse más grande al darse cuenta de la verdad que precedió la decisión de D'Angelo.
Una que no estuvo dispuesto a escuchar y en la que deberá trabajar para integrar y no caer en el mismo impulso autodestructivo de TaeHyung por el remordimiento generado a partir de una verdad que nunca pudo prever con tal magnitud y que sin duda está siendo difícil de asimilar, pero no por el futuro que está supuesto a llegar, sino en la medida en que los recuerdos que desde hace días han estado circulando por su memoria con mayor frecuencia; ahora están en medio de una lucha incesante por tomar la oportunidad para clavar una nueva espina de arrepentimiento bajo su propia piel, a causa de lo que el Saenon y Krono eligió vivir antes que exponerlo a una pérdida que sigue vibrando en el futuro.
―Kook ―llamó TaeHyung al ingresar a la habitación con un abstraído Tenebrae que se dejó hacer a la vez que fue perdiendo la juguetona sonrisa sin reparar que están en medio del lugar iluminado por las lámparas fluorescentes que cambian de tonalidad.
Cuando obtuvo la pérdida de atención de JungKook lo atrajo a un apretado y cálido abrazo que el rubio respondió con necesidad al refugiar su rostro en su cuello.
―Así como tu deseas que sea libre de la decisión que tome, tu también debes aceptar que tu actuar ya no puede ser cambiado, aunque quieras, después de saber el motivo que me alejo de ti, no hay una forma de proceder o enmendar lo que fue, sino que vivamos el presente, juntos, mientras nos enfocamos en superar las heridas que llevamos grabadas sobre la piel y en el alma, a la vez que nos perdonamos a nosotros mismos por lo que no fue y aquello que terminó sucediendo era lo destinado para que llegáramos a este instante.
―Perdóname, perdóname por poner otro peso sobre ti ―JungKook asimiló lo que ambos deben hacer y en lo que se van a enfocar de ahora en adelante.
Un progreso que va a traer consigo la pesadumbre de aceptar lo que ya fue y que al no poder modificarse, el porvenir actual es el mayor baluarte que poseen para rectificar lo experimentado y resignificar el amor que volvió a adquirir forma.
―Puedes quitarlo cuando quieras ―el doble sentido en sus palabras fueron tan palpables que lo hicieron acreedor de un empujón mientras los dos estallaron en una armoniosa carcajada y una lucha por parte de JungKook que trataba de alejarse cuando fue en su búsqueda.
―Aléjate malpensado ser ―amenazó con sus manos frente a su cuerpo para dar manotazos ante los intentos de D'Angelo por agarrarlas y volver a empujarlo contra su pecho.
―Yo solo digo las cosas, que tú lo interpretes de otra no es mi culpa ―respondió rodeando a JungKook que volvió a cortar su agarre y en un ágil movimiento pasó por su lado, pero no lo suficiente porque lo agarró por la camisa que jalo hasta que volvió a resguardar su cuerpo y sus labios besaron la emotiva sonrisa que selló el beso en el que se sumieron.
―Que aventajado eres ―murmuró Makris al separarse unos milímetros de los labios de corazón.
Movió sus manos que estaban contra el pecho contrario y en un ritmo lento fue descendiendo hasta llegar al borde del pantalón jugando con la paciencia de TaeHyung que antes de tener tiempo de reaccionar fue empujado nuevamente y esta vez JungKook salió corriendo fuera de la habitación chocando con las paredes por la descontrolada risa que sacudió al pelirrojo que lo dejó ir, solo para darle unos segundos de ventaja.
―Después no te quiere ver suplicando, Chiaro di luna ―exclamó saliendo del cuarto con cierta lentitud para buscar a su furtiva pareja que lo estaba esperando unos pasos más adelante.
―Me gusta que me des lo que quiero ―respondió con una incontenible sonrisa en su rostro y la calma arropando su corazón al sentir sus latidos sincronizados como uno solo en la manifestación predominante de la ilusión de un futuro que van a afrontar juntos.
En la forma pactada y destinada a ser.
Solamente los Elteres Originales conocen por qué permitieron que dos seres nacidos a la grandeza fueran separados por la crueldad del destino que no hizo más que encajar las variantes sobre un tablero sangriento que causó la manifestación pura del amor que verá la grandeza en el sacrificio de una pasión milenaria.
Autora:
Vamos a tener un breve periodo de calma y momentos tranquilos entre el Taekook y las pequeñas vacaciones que van a tener antes de que todo estalle 🥺
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