Ⅸ: El auxilio del olvido

Día 534

Acudir a la falsa pretensión del olvido se concibe como la decisión final para hallar el descanso, luego de acarrear durante el tiempo el peso de una situación que desafortunadamente tuvieron que vivir.

La pérdida del amor, para TaeHyung y JungKook finalmente llegó de la salvación a la que acudieron en una noche tormentosa de lluvia, que arrasó con lo que encontró a su paso, mezclando en el agua que los cubrió en medio de los lamentos del pasado que nunca fueron mencionados, purificando lo que aún quedaba y deshaciendo la esperanza que en la actualidad ya no tenía cabida, o al menos no en medio de la lucha personal a la que se enfrentaban.

Dieron un paso atrás y uno tras otro siguieron al contrario que en una dirección opuesta se desvaneció, para no volver a ser visto como lo que eran, un fragmento que de lo que amaron y que no hacía más que lastimarlos con el muerto recuerdo de lo que una vez fueron.

Y durante los cuatro días siguientes a lo que D'Angelo concebiría como la renuncia final que fue pactada y sellada entre ambos, se sintió preso del desconocimiento de los efectos que desencadenaría una sola decisión ante la que estaba imposibilitado de enfrentar más que en el hecho de asumir lo desgarrador que era soltar el recuerdo del amor que fue su motivación por tanto tiempo, y a quien finalmente tomó de la mano para que se fragmentara entre las propias.

Aun cuando su mente estuviera anestesiada y la contradicción abundara en su interior en una amalgama dispar que variaba entre el alivio y la añoranza, debía continuar cumpliendo con lo que por elección privilegio en su vida.

―Se han esforzado y para mí es evidente que la gran mayoría de ustedes lograra ascender al título que por nacimiento se les ha otorgado o han ido forjando a lo largo del tiempo ―enunció TaeHyung, frente del grupo que se le asignó para prepararlos y evaluarlos, que a lo largo de cuatro días los estuvo forzando al máximo de sus capacidades―. Desde nuestro inicio hasta el día presente, sé que los he presionado y que sus quejas y molestias no se detuvieron ―comentario que hizo al grupo reír―, mismas peticiones que fueron denegadas.

››No obstante, obedecía a la finalidad de exponer su energía, centro y flama de poder hasta el límite máximo, porque si decidieron presentarse para ser Guerreros debían tener en cuenta que su entrenamiento sería distinto a la preparación normal para alcanzar el título que se les debe de conferir. Sin embargo, ustedes han elegido obtener un alargamiento de su etapa de entrenamiento y después de superar esta última prueba que han vencido con resiliencia y entereza, es que son absolutos merecedores de sus méritos.

El orgullo se aloja en su corazón al ver la próxima generación de Guerreros que se han formado y que con determinación se prepararon para pertenecer al frente de defensa de Caelestis en caso de ser requerido ante una posible amenaza, aun cuando en el presente y durante mucho tiempo todo se ha mantenido en la absoluta calma, el futuro era impredecible.

Además, del secreto que los Kalar y Potestas Dux de cada linaje y raza en conjunto con miembros selectos de Consejo Absoluto y aquellos que tienen una estable y poderosa conexión con el futuro, conocían lo que ante sí mismo fue revelado, en un próximo encuentro sanguinario que ocurriría. Un desenlace que no estaba en su voluntad hacer algo para evitarlo.

Lo que colmaba de nostalgia el presente actual que vivía antes los rostros ilusionados y extasiados por el logro que alcanzaban.

―Aunque no lo crean ―mencionó―. Para mí es gratificante anunciarles que oficialmente son recibidos ante sus linajes como Hechiceros oficiales que deberán continuar con la preparación que como Celestiales no podemos brindarles y a la nueva generación de Saenones, felicidades ―aplaudió en sintonía con el grupo que entre exclamaciones y gritos de victoria festejaban el deber que cumplieron.

Inevitablemente su mirada encontró el vínculo celeste que se ubicaba como era usual verlo unos pasos más atrás del gran grupo, rezagado y alejado de toda la interacción que no deseaba compartir hipócritamente, porque con la gran mayoría no tenía más que un trato cordial.

Haciendo que su atención recayera en la nostalgia retratada en el apacible rostro del pelirrojo, que mantenía presente a través de los sueños que tenía al dormir, causando una alegría efímera que se estrellaba vilmente contra la realidad al despertar y ver que no era más que una jugarreta ideada con sus recuerdos y anhelos de los que comenzaba a despedirse, desentrañándolos desde los rincones de su consciencia, forzándolos a emigrar y desligarse de la emoción que todavía sacudía sus recuerdos.

Aceptando que intervino en la separación absoluta que debieron darse hace mucho, pero la línea existente entre la tensión y el odio se prolongó hasta reventar, la cual, fue accionada por la constante molestia que crecía en su interior y que aún seguía con viveza refulgiendo en ser, con la diferencia en que sus impulsos lo dominaron y terminaron por arrojar la sustancia alquitrana que se alimentaba de la oscuridad que quedó del pasado en ruinas que terminó destrozando, gracias a lo que estuvo a punto de hacer.

Aún no concibe que en sus manos estuvo la idea original de lastimarlo.

―Esperamos verlo en la ceremonia oficial de presentación, Saenon ―la mención de Lim JaeBeom interfirió entre ambos seres anhelantes que regresaron su atención a lo que estaba sucediendo.

Una clara invitación para el día de la ceremonia oficial, que por decisión o deber TaeHyung D'Angelo debía preceder.

―Claro, o si no quien crees que será el que otorgue cada medalla que van a recibir ―se burló a la vez que confirmaba su presencia a la solicitud del azabache.

Lo que durante los próximos días, tendría a cada aspirante en una prisa constante por terminar las evaluaciones finales que tenían pendientes y rendir las últimas pruebas que aún no fueran superadas, aunque era más un simple protocolo de evaluación final, porque TaeHyung fue el último filtro que tuvieron que pasar, lo que demostraba que eran aptos para continuar en el ascenso jerárquico.

―Les recuerdo que la ceremonia de este año va a tener un retraso, debido a la prioridad de solucionar el inconveniente que hay con la obtención de los cuarzos ondeantes y una vez se haya cumplido, se les estará comunicando el día de la ceremonia ―explicó como parte del informe que debía comunicar sobre las novedades recientes que ya se habían concertado.

Dejando al grupo atrás, se retiró entre aplausos y agradecimientos de los presentes para ir con urgencia a la última reunión con el Consejo Absoluto y el equipo encargado de la misión de la que también haría parte.

Ignorante de los planes que un Celestial tenía y contra lo que lucharía por ver realizados.

―Se estipula para dentro de dos días a partir de la hora actual, el encuentro con Nam JooHyuk, el Tenebrae enviado por la mesa representante de Proteus, para lograr el establecimiento del acuerdo que ya se ha pactado con anterioridad en los días pasados ―manifestó Adux, el Potestas Duces de Lucem, como el intermediario entre ambos linajes y los exiliados en Proteus, que designaron a un portavoz diplomático para establecer un nuevo acuerdo que hasta la fecha no había sido más que para el intercambio comercial y alimenticio, un acuerdo que beneficiaba más a unos que otros.

Ahora lo que se pretende a través de una necesidad motivada por la obtención de los cuarzos ondeantes es reclamar lo justo que la alianza les puede proporcionar, información sobre Nix y las diversas estrategias para defenderse y enfrentar la naturaleza viva que poseen los exiliado en Proteus.

―Pero hay que tener en cuenta que por la información que nos pueden dar en un comienzo, puede ser que no nos exijan una compensación si presionamos con los tratados que se han hecho con Lucem y Tenebrae ―mencionó NamJoon, que es parte fundamental de la estrategia que están ideando, además de ser quien estuvo presente en la primera fatídica intervención en un terreno que no conocían―. Porque es un hecho que nos denegaran cualquier ayuda si lo pedimos amablemente, y menos aún al saber que tendrán en su terreno a un grupo conformado por las distintas razas que ellos querían dominar, recalcó, no todos los habitantes de Proteus siguen con dichos ideales, nuestra mayor preocupación son lo Exul, que siguen exiliados dentro de su propio terreno y ese es el factor que no debemos pasar por alto ―debido a las expresiones contrarias sabía que muchos detalles debían resolver con prontitud.

Ahora el factor principal depende de un plan de contingencia por si los Exul, que fueron desterrados por sus pares, se enteraban de su llegada a Proteus y buscaran atacarlos, pero esa sería una preocupación que se tendría que dialogar por medio de la ayuda que les brindarían, así fuera mediante extorsión o mutuo acuerdo de beneficio.

―Ahora no tenemos más opción que aguardar el día elegido, mientras tanto hay que preparar los detalles menores y que el grupo que ha sido elegido descanse adecuadamente ―TaeHyung dio por finalizada la reunión que se estaba llevando a cabo en Rea, demarcación de Spes y parte del linaje de Lucem, lugar en el que horas antes se había realizado el último entrenamiento con los futuros graduados.

Zona dominada por el elemento agua, en el que prima el característico color de la tierra como un lienzo en el que se diferencia el marrón del celeste unidos en la formación del suelo que alimenta a todo Rea, además de la tonalidad cerúlea del cielo que durante el día brillaba aportándole mayor intensidad al agua contenida en los ríos y lagos que están por toda la demarcación; en la que resalta la peculiaridad de su fauna, cubierta por gotas de rocío que constantemente son iluminadas por la luz solar, dándole la apariencia de finísimos cristales que se derraman por toda la flora que durante la noche descansaba y el fulgor se detenía.

―Entonces estamos de acuerdo con quienes asistirán a la misión ¿Cierto? ―preguntó Valar una vez más para obtener la misma validación que desde el comienzo fue aprobada cuando NamJoon presentó a los candidatos.

Lucem estará representada por TaeHyung D'Angelo y SeokJin Caruso, de Tenebrae NamJoon Roux y Park HyungSik, y por último de los Regnandi Magus HoSeok Drakos y JiMin Dubois, un grupo selecto y capacitado para emprender una incursión no acontecida hasta ahora.

Esta vez debían asegurarse de que nadie muriera, por ello, un grupo de seis seres en representación equitativa de cada raza, la materia oscura, la luz de la creación y el equilibrio de la magia ancestral.

Todo estaba en su beneficio si sabían unir e integrar sus fuerzas.

Y el caos colisionó rápidamente ante una presencia que no fue llamada.

―¡Esperen un momento, por favor! ―pronunció JungKook Makris, que intervino apresuradamente al ver que los presentes estaban levantándose de sus asientos.

A los cuales estuvo observando desde la distancia para irrumpir en el momento oportuno, en medio del inmenso invernadero construido sobre una plataforma de cristal que reposa sobre el extenso lago de agua cristalina que expone un fondo diverso entre el color oliva e índigo, que es creado por las cascadas colmadas de destellos cristalinos que reflejan una tonalidad multicolor cuando la luz entra en contacto con el agua que caía desde la superficie, que oculta el centro de poder del elemento, un zafiro suspendido al interior de un arco de roca y hielo, en una perfecta representación del cielo y la tierra, formando un santuario natural en el que se halla la calma antes de sucumbir a los deseos que estuvieron guiando sus acciones desde días anteriores.

Cuando entreno hasta terminar de rodillas sobre el terroso y polvoriento suelo de Eukélade, sobre el cual cayó sucesivas veces hasta el agotamiento y desfallecimiento de sus músculos, debido a la presión que ejercía por continuar de pie, y poner al límite de su capacidad el control sobre el plasma que sentía vibrar por todo su cuerpo, además de forzar la expansión de sus alas de energía, motivado por la fuerza interior y en el susurro de su flama para intentar sobrepasar los límites que su cuerpo poseía, lo que lo hacía corresponder al poder que se le fue entregado.

Razón y motivación que después de obtener el reconocimiento a su jerarquía y próximo título, decidió arriesgarse con la seguridad de que merecía lo que iba a solicitar.

―JungKook no deberías estar acá ―indicó NamJoon, esforzándose por contener la sorpresa que lo invadió al ver a su mejor amigo.

Sin embargo, para D'Angelo no fue del todo una novedad ver llegar al de orbes celestes y menos dudar de las intenciones reflejadas en la determinación de su mirada.

Y lo que más esperaba es que no fuera lo que pensaba.

―Sé que no y menos por el por el propósito por el cual están reunidos ―respondió intentando ser lo más cauteloso posible y asegurar el objetivo que perseguía.

―Pero debes tener una razón para haber seguido a alguno de los presentes ¿O de qué otra forma llegaste hasta aquí? ―cuestionó Valar, viendo la efímera impresión en el rostro contrario, además lo conoce muy bien para anticipar lo que había hecho.

Sabiendo que su Kalar lo descubrió, no tuvo más opción que apelar a la verdad para ser merecedor de la solicitud que iba a reclamar.

―En realidad, sabía que hoy se reunirían porque JiMin me lo mencionó, y después de que la última clase de entretenimiento finalizó, aguarde en una zona cercana al área y apenas vi a SeokJin no dude en seguirlo, aunque manteniendo la distancia para no ser percibido, por medio de mi espíritu ―confesó mirando a SeokJin buscando excusarse por lo que hizo.

Aunque, Caruso trataba de no sonreír por lo hábil que había sido su menor y lo astuto que fue para ocultarse a través de sus habilidades y que en definitiva el espíritu que Kook podía desligar de su cuerpo, fue quien lo siguió, y por ello, no logró registrarlo, definitivamente sentía el orgullo florecer, porque le había enseñado bien en el pasado a escabullirse e infiltrarse sin ser visto.

―Esta confesión revela una imprudencia de tu parte y el erróneo actuar que has tenido, pero es algo que ya sabes, así que, pronuncia lo que has venido a solicitar, JungKook Makris ―señaló Adux, para quien la energía del contrario así como sus intenciones eran reveladas con mayor claridad, y hubo algo que lo desconcertó y ante lo que debía callar porque así el Cosmos se lo dictaminó. Una energía superior y similar a la raza mágica y cada uno de los linajes conocidos.

Una impresión errónea por su parte.

―Reconozco que mi actuar no ha sido correcto y si debo enfrentar una sanción por ello lo haré ―reconoció su error, pero era la única forma que encontró de hacerlo―. Pero mis acciones preceden a la decisión que presento antes ustedes para que me permitan hacer parte la expedición que van a emprender hacia Proteus y luego en su incursión a Nix ―al terminar de hablar, expulsó el aire que retenía para aligerar la presión que en el ambiente sucumbió luego de su petición.

No solo se lo debía a su esfuerzo para que su cuerpo mantuviera un control estable de la energía que le costó volver a dominar y más desde que se acercaba al final de su etapa de maduración, en donde, su verdadero poder y esencia se terminaban de manifestar y afianzar en su flama, hasta que todo cambió y comenzó a sentir la necesidad de estar junto a él para resguardarlo y cuidarlo, un deseo incesante que lo llevó a obtener un poco más información de JiMin para idear todo un plan.

Un presentimiento que lo atacaba y que solo se derribó ante la calma que los ojos grisáceos de TaeHyung le devolvieron a la distancia.

―¿En base a que está sustentada su solicitud, Makris? Porque aún no ha tenido su título oficialmente y de aquí hasta el día de la ceremonia oficial tiene pruebas que superar ¿O hay algo que busca mostrar? ―cuestionó el pelirrojo, comprendiendo las intenciones de JungKook, teniendo en cuenta la solicitud que realizó y las pruebas que tenía pendientes, debió encontrar una ventaja en su propio beneficio.

Además, su pregunta no era malintencionada ni buscaba reprochar acerca de algo, siendo su deseo el encaminar las respuestas contrarias hacia una posición que le beneficiará. Y la tenue sonrisa que elevó una de las comisuras de los labios de JungKook le hizo saber que entendía el sentido oculto tras su cuestionamiento.

―Durante estos cuatro días me dispuse a finalizar y adelantar cada prueba, además, debido a mi nivel de energía todo mi desempeño dependía de la última que hoy fue presentada, y gracias al criterio de TaeHyung puedo estar aquí, y luchar por un lugar que me he ganado, además, mi experiencia aunque no sea tan amplia como los informantes que podrán tener en Proteus puede otorgar dirección y conocimiento ―recalcó con un tono apacible y sosegado sin apurarse y esforzándose por acallar las dudas internas que trataban de hacerlo retroceder.

‹‹Continua JungKook›› escucho la voz del pelirrojo en su mente, cuando titubeó en lo siguiente que tenía preparado para decir, sintiendo la calma en el tono aterciopelado del contrario que se reproducía para sí mismo, comprendiendo que tenía el apoyo vital de TaeHyung.

―Pero como alguien que ya estuvo allá y que vivió junto a NamJoon lo que sucede en Nix ―retomo lo que decía, señalando a su mejor amigo, que asintió con la cabeza para confirmar su respuesta―. Merezco ser parte de este grupo y en caso de que me permitan hacerlo, en los días que faltan podemos anticipar con nuestros conocimientos previos, los cuales Roux les ha compartido, tendrán una visión diferente, porque después de todo Nix se defiende y ataca sin un patrón predecible ―finalizó mirando y detallando cada rostro presente para obtener un mínimo indicio de lo que estaban pensando.

―¿Por qué debería ser tenido en cuenta si aún no ha terminado su preparación oficialmente? ―pregunto Davor Simić, Krono y miembro del Consejo Absoluto.

JungKook identificó la pregunta como una prueba para medir el conocimiento y la confianza que tenía en sus actos y en su poder.

―Para que un Celestial haga parte de una misión o una labor diferente a la profesión elegida, debe finalizar su etapa de maduración y enfrentar la evolución designada, sin embargo, para quienes han escogido también pertenecer al rango de Guerreros deben obligatoriamente cumplir con la totalidad del entrenamiento, que en este caso, representa un doble esfuerzo además de reconocimiento que aquellos que no se prepararon para esta labor ―explicó pausadamente―. Un objetivo que ya cumplí y que si desean comprobarlo mis instructores pueden dar testimonio de lo que les estoy diciendo.

Cada Celestial y Regnandi Magus de alto rango que estaban presentes parecían comunicarse por medio de sus expresiones impasibles que entre ellos sabían reconocer, además, de la comunicación psíquica que algunos podían mantener.

―Tengo que mencionar algo que solo tú puedes conocer JungKook y que deberás responder con total sinceridad ―dijo D'Angelo, probando la paciencia que Makris mantenía y para cumplir con lo que le encomendaron hacer.

―Estoy dispuesto ―respondió con seguridad, porque si provenía de TaeHyung reducía sus nervios exponencialmente.

Ambos estaban en una situación en que la lejanía fue la solución que debieron de aceptar desde que su relación se terminó para evitar el tormento innecesario que por años llevaron consigo.

En el presente, después de haber separado sus caminos para perdonar sus culpas determinadas por los errores que vivieron hace unos días atrás en la absolución que sellaron entre ambos, afrontaban la realidad al dejar fluir el sentimiento que los unía, una emoción de familiaridad en la que después de todo el dolor vivido, querían convertirse en una fuente de bienestar y apoyo para ayudarse desde la distancia.

―En días pasados tu centro de poder ha fluctuando en fuerza y energía, lo que, podría suponer que tu presencia en medio de la misión sea una bomba de tiempo que puede accionarse sin control y convertirse en una complicación más ―expuso TaeHyung en el propio deber que tenía para reducir las complicaciones―. Por lo que, te pregunto JungKook Makris ¿Cuál es la garantía que puedes darnos de que posees un óptimo control sobre tu flama y centro de poder? Que al parecer ha aumentado con la finalización de tu etapa de maduración.

El de cabellos rubio cenizo por un momento se sintió descolocado por la pregunta directa que no había anticipado y menos de parte del pelirrojo, pero debía entender que ahora no eran más que dos conocidos con un pasado que en cenizas dejaron, por lo que los dejaba como colegas que se encontrarían sucesivamente al ser integrantes del frente de defensa y protección de Caelestis, y aún más, si ambos tenían una espacial predilección por estar al frente de situaciones de alto riesgo.

―A parte de presentar mis pruebas finales, estuve esforzándome por nivelar y regular mi energía, es un hecho que Canaxis puede comprobar y si aquello no es suficiente, y esperando que no sea un abuso de mi parte ―inspiró con un poco de ansiedad por lo que propondría―, pero si tu estuvieras dispuesto, podrías entrenarme una última vez y determinar si puedo o no estar con ustedes ―planteó refiriéndose a TaeHyung.

―Estoy de acuerdo con lo que Makris asegura, por lo que puedo percibir hay una gran acumulación de energía que debe ser cuidadosamente controlada y regulada por medio de sus emociones o sino podría desatar un nuevo episodio de defensa automático e incluso puede llegar a experimentar un estado de inhibición como el que TaeHyung D'Angelo atravesó ―sentenció Canaxis, el líder de los Regnandi Magus de Tenebrae, que se había mantenido en silencio mientras determinaba la influencia que podría desatar la energía de JungKook, concordando con el pensamiento que le transmitió Adux; en un veredicto que fue tomado en cuenta por cada uno de los presentes que debían decidir o no sobre la integración de JungKook al equipo.

Ambos líderes de los Regnandi Magus eran los integrantes del Potestas Duces de su raza y de los linajes que se compartían entre Lucem y Tenebrae, ya que, los Hechiceros estaban divididos en esencia debido a la región en la que nacían; así que, era de vital importancia que las decisiones concernientes a ambas razas se tomarán en un acuerdo conjunto entre todos.

―Si se acepta la participación de Makris, supondría un integrante más y una variable que amanezca el equilibrio ideal que se pensó para formar a un grupo de seis, ni uno más ni uno menos ―precioso Amalia, Krono de Lucem.

―El siete puede ser considerado un número perfecto, una variable que no tenían contemplada pero que puede asegurar en mayor medida el triunfo que necesitamos ―JungKook atinó a decir, logrando causar un par de sonrisas alegres y risas cálidas.

―Podríamos necesitarlo si con sus comentarios logramos disuadir a los Tenebraes de Proteus ¿No creen? ―intervino SeokJin, apoyando a su menor, además, de reconocer que si había alguien que merecía la oportunidad de estar en la misión, era él.

Un luchador innato que vivía por la emoción que solo en batalla se podía experimentar.

―¿Compartimos la misma perspectiva en relación a la decisión que tiene nombre y apellido enfrente de nosotros? ―indagó Selene, ex Kalar de Tenebrae y miembro del Caelestes Duces.

Jerarquía en la que están los líderes retirados de Lucem y Tenebrae, conformado por seis Celestiales, tres de cada linaje, quienes se encargan de guiar las decisiones de vital importancia en Caelestis, debido al vínculo que en su tiempo de mandato existió con su Elter, el enlace una vez se deja el cargo pasa a ser heredado al siguiente sucesor y la función principal que pasan a ocupar es como dadores de conocimiento y sabiduría, que deben revelar con cautela y aprehensión. Y es el líder regente quien goza del vínculo en todo su esplendor, que siempre estará condicionado a la voluntad del Elter en manifestarse o guiar las decisiones del sucesor que han designado para dirigir al linaje y responder la necesidad con la que son proclamados a actuar.

De modo que el alto mando del Consejo Supremo está encabezado por los líderes anteriores, el segundo nivel, está conformado por seis representantes de cada linaje, que se involucran en la toma de decisiones que tienen como pilar la defensa y el bienestar de Caelestis, y en el último escalafón, diez Celestiales de Lucem y Tenebrae encargados de las propuestas y la primera aprobación y modificación de estatutos políticos; aunque este nivel se instauró como una falsa idea de poder que algunos Celestiales creen merecer; es solo un título sin verdadera influencia.

―Desde mi experiencia considero que JungKook puede ser un factor fundamental en lo que a poder se refiere ―Selene volvió a intervenir en favor de su adorado pequeño, no sólo, por quien había sido en el pasado para TaeHyung sino por el aprecio y la confianza que le tenía por el gran desempeño que en él veía.

En el instante en que reconoció a la madre de TaeHyung entre los altos mandos que estaban reunidos, la añoranza se hizo presente, porque Selene y Amelia, fueron parte del amor maternal que conoció, ellas lo hicieron sentir amado y comprendido sin importar la relación que mantenía con su hijo, un cariño que hasta la actualidad seguía presente.

Kaine y Valar, se miraron en una silenciosa respuesta sobre la visión que ambos compartieron y lo que les hizo anticipar este momento presente.

El presente que demandaba acciones consecuentes a los hechos que venían serpenteando en un rastro que dejaba marcas en un recorrido lúgubre y ponzoñoso por el intenso hedor de la muerte que se avecinaba.

―Necesito que pongas a prueba tus sentidos y conectes a través de tu esencia con lo que te rodea, JungKook ―susurro D'Angelo, posicionado detrás del rubio que tenía los ojos vendados, como parte de la evaluación y entrenamiento antes de dirigirse a Nix.

Después de haber sido aceptado su pedido y participación, horas después ambos se trasladaron hasta Ío, demarcación de Lucem, que los recibía con su clima agreste y feroz dominado con el elemento aire, que enfrentaron con mayor violencia al entrar al bosque que en su centro resguarda celosamente el cuidado y la protección de la gema del elemento que domina a Ío.

Un diamante resplandeciente, oculto de la vista por un tornado creado a su alrededor que proviene desde el cielo hasta centímetros antes de tocar el suelo, para proteger en su interior la vitalidad de la naturaleza y el misticismo de la magia.

―No me siento precisamente cómodo en esta situación y menos en medio de un bosque que no conozco ―JungKook estaba nervioso, porque no se esperaba que lo primero que TaeHyung hiciera antes de citarlo en Ío, fuera vendarle los ojos denegándole la posibilidad de quitársela.

Estaban bajo el cielo zafiro iluminado en leves estelas colares que surcan la noche, por lo que, su primer impulso apenas la oscuridad absoluta reino ante sus ojos fue sostener la mano de TaeHyung que le extendió anticipando la posible reacción que JungKook tendría.

―Lo sé, pero así será cuando estemos en Nix, por más que los renegados nos guíen e informen, para nosotros será totalmente desconocido ―expuso TaeHyung, tratando de tranquilizar la leve perturbación que sentía en el de orbes celestes―. Por ese motivo, necesito que te concentres y que tus sentidos sean los que te guíen.

―Para poder hacerlo sabes que necesito de la plenitud de cada uno de ellos, siendo uno en cuerpo y mente ―mencionó JungKook.

Detuvieron su camino un par de minutos después más allá de la zona central por la cual accedieron al bosque colmado por una primera línea de frondosos árboles albinos que cada cien metros daba paso a una tonalidad un poco más oscura y concentrada que la anterior, atravesando distintas gamas de blanco, marrón y finalmente el negro que resalta en el centro del lugar. Un recorrido que emprendieron entre los trémulos pasos de JungKook que seguía aferrado al tacto familiar de TaeHyung.

―¿Qué sucedería si sales herido y alguna de tus capacidades sensoriales se vieran afectadas? ―cuestionó posicionando a la espalda contraria, un poco más cerca que la ocasión anterior.

Una espalda firme que recibió el impacto de la calidez que desprendía el pecho contrario, y que los sumergió en el recuerdo lejano del que tanto buscaban desprenderse, el amor inmaculado de la compañía del opuesto, que no debería renacer de nuevo, porque volver a anhelar el amor que en el pasado adoraron sería continuar condenándose a los vestigios que se esforzaban por superar y encadenar su libertad en el reflejo de lo que fueron y que en la actualidad yacía deshecho.

Claramente las llamas que aún viven en sus memorias, llevan grabado el nombre del Celestial semejante, uniéndolos en la familiaridad, pero que ahora busca ser reconocido nuevamente por la novedad y la atracción que desean causar como los dos seres que son por medio de la madurez que acumularon con los años.

Si acaso fuese posible una oportunidad congraciada con el destino, deseaban forjarla a partir del presente que los trajo de vuelta a la presencia que el tiempo transformó.

―¿Qué pasaría si por las condiciones a las que debas enfrentarte debas inhibir alguno de tus sentidos, como por ejemplo el desplegar tus alas? ―insistió murmurando sobre la oreja izquierda de JungKook, burlando el límite que dividía sus cuerpos.

Una zona erógena y sensible para el rubio que ante la estimulación que ocasionaba la respiración de D'Angelo sobre la extensión de su oreja, despertaba la tensión acumulada en las terminaciones nerviosas que la inervan, sumergiéndolo en un hormigueo que viaja con lentitud por su cuerpo, un vaivén que se potencia al tener sus ojos vendados.

―Debería responder no precipitadamente sino determinar las posibilidades que tengo en el momento y con ellas ejecutar un plan de acción solo con lo que no genere mayor riesgo ―atino a decir, esforzándose por mantener su atención ante la prueba en la que estaban enfocados.

Con todo en contra, porque siente que TaeHyung quiere divertirse un poco con la sana cordura que luchaba con mantener intacta o al menos lo que quedaba de ella.

―Y para lograrlo también debes privilegiar el objetivo de la misión que estés cumpliendo ―farfulló en la oreja contraria del rubio, sonriendo cínicamente porque sabía lo que estaba ocasionando en él y disfrutándolo ilícitamente.

Escondiendo el sentido real bajo la superficie de sus palabras, queriendo asegurar el bienestar de JungKook y minimizar los riesgos que ya había visto, aunque sabía que no podía intentar modificar completamente los sucesos que el futuro le reveló, pero lo que si podía hacer era alterar una variable y si tenerlo aislado del centro de peligro que conocía salvaría al rubio, lo haría sin dudarlo, así tuviese que asumir las consecuencias de sus actos.

―Sabes que soy de los que se arriesgan por salvar a los demás ―confesó JungKook, dando un paso hacia atrás al sentir que el otro cuerpo se alejaba y el frío del bosque volvió a abrigarlo, traspasando la camisa sin mangas que dejaba al descubierto sus brazos adornados completamente con tatuajes y runas mágicas, que se adquirían por medio de un ritual para potenciar la energía del elemento que domina a su linaje.

Son diversos símbolos que se sellan sobre la piel a través de la magia elemental de los Hechiceros, quienes poseen un enlace directo con los elementos y les otorga la facultad de aumentar la energía que cada Celestial posee con la naturaleza que reina en su linaje.

―Aquí es donde tu verdadera prueba comienza Kook ―aludió alejándose gradualmente del cuerpo contrario, entonando en voz alta para ser oído porque sus pasos eran precisos y entrenados para no ser captados, incluso por los desarrollados sentidos que poseían los Celestiales.

―TaeHyung, por favor, no hagas esto ―pidió el ojiceleste girando sobre el mismo eje en el que estaba ubicado, no atreviéndose a dar un paso sino era con el pelirrojo a su lado.

Orientó su cabeza hacia el lugar en donde captó el crujir de las hojas secas sobre la tierra húmeda por el rocío que logró traspasar la bóveda creada por los árboles, a su izquierda un poco más lejos de donde estaba pudo oír los pasos de D'Angelo.

―¿Acaso no logras percibirlo? ―gritó TaeHyung a la distancia, moviéndose en círculos alrededor de la ubicación de JungKook―. ¿No sientes la conexión que te une con la naturaleza a través de tus sentidos? Porque si tanto osas necesitar de cada uno de ellos para desplegar tu gran poder, en realidad estas ciego por tus propias ataduras.

La finalidad de la rápida prueba que ideó D'Angelo, consistía en poner a prueba los sentidos de JungKook, devolverle la conexión que con el tiempo fue perdiendo, y enfrentarlo con el origen primitivo de toda forma de vida, la naturaleza y el vínculo que proporciona la fuerza mágica que como Celestiales poseían.

―Pero mi visión es fundamental si quiero saber a dónde dirigirme o a lo que me espera apenas logre dar unas pasos más ―rebatió JungKook desesperado y molesto por lo que el pelirrojo estaba haciendo. Todo este teatro al que no le halla sentido, es tan sencillo como quitarse la maldita venda que cubre sus ojos e irse.

Lo que lo dejaba a merced de lo que TaeHyung buscaba enseñarle y él cómo un fiel seguidor de las enseñanzas que siempre hallaba junto al pelirrojo, lo tenían hechizado bajo sus pretensiones.

―¿Es tu única habilidad como Tenebrae? Porque siendo así no sé qué haces luchando por un lugar entre la comisión encargada de ir a Nix ―TaeHyung atiende a la provocación que JungKook toma como un reto personal a superar.

Algo que al parecer no había cambiado.

Cuando percibió el resoplido que expulsó para contener los posibles insultos que tanto quería proferir.

Y justo allí, en medio de la nada que percibía físicamente porque se encontraba invadido por la impotencia de no disponer de sus sentidos, comprendió que si bien sus ojos no podían convocar la visión remota, podía desplegarla a su audición y forzar a sus oídos a expandir el rango de alcance que hasta el momento no se había supuesto a superar.

‹‹De eso se trata Kook, de que sientas más allá de las limitaciones que tú mismo te impones›› dijo mentalmente el pelirrojo al interior de la propia, entendiendo que de ahora en adelante el canal de comunicación al que tendría acceso era al psíquico que ambos compartían debido a la conexión entre ambas flamas de poder.

Una peculiaridad que sólo ellos dos desarrollaron, uno siendo forzado por la presencia del otro, TaeHyung como Lucem por su naturaleza como Krono puede enlazarse psíquicamente con los objetos y gracias a su nivel también con las mentes para comunicarse, sin embargo, un Tenebrae no puede devolver el mensaje psíquico en respuesta más que recibirlo, pero JungKook podía hacerlo, gracias al enlace que su flama mantiene con la impropia.

‹‹Mejor cállate›› expresó JungKook.

‹‹Si así lo quieres, está bien, nos vemos en el centro del bosque›› contestó el pelirrojo con sorna en el tono mental que le dirigía a Makris.

―¡Espera TaeHyung! ―gritó saliendo del vínculo mental, ante el posible abandonó que sabía y el contrario cumpliría.

‹‹Tu flama siempre está dispuesta a ser convocada por tu voluntad y consciencia, siente su vibración y activa tu centro de poder, sin temor guía tus pasos, no te dejaré caer Kook›› habló TaeHyung.

Una vez más, JungKook podía dudar hasta de su propia capacidad pero la calma llegaba por parte de la confianza que D'Angelo sabía transmitirle.

‹‹Como termine rodando por alguna pendiente, conocerás un lado de mí que no has visto›› amenazó al contrario.

‹‹Eso estará por verse›› se burló TaeHyung.

Ambos emprendieron un camino silencioso en el que JungKook captaba los movimientos de la vegetación y el ulular del viento acompañado de los silbidos que causaba al inmiscuirse entre las ramas de los imponentes árboles que después de tropezar contra un par de grandes troncos ejemplares y escuchar las sonrisas burlonas de TaeHyung por medio del enlace, su audición guío sus pasos al comprender la densidad del sonido que se acumulaba en ciertos lugares lo que indicaba un mayor cuerpo sólido.

Y en otras ocasiones el caminar del pelirrojo se hacía más ruidoso para orientar sus pasos y redirigir el camino que por instantes perdía. Si no fuera porque el pelirrojo le prohibió desplegar su espíritu, limitando su poder a solo el canal sensorial, ya hubiera encontrado un cruce directo hacia donde estaba supuesto a llegar.

‹‹Jodida mierda, te odio TaeHyung›› JungKook lo insultó una vez más cuando en su trayecto una rama que no sintió colisionó contra su rostro.

‹‹Cariño, deja de ser impaciente, ya estás por terminar el recorrido y no te has dado cuenta porque lo único que has hecho es insultarme sin parar›› respondió dulcemente el pelirrojo sin reparar en la forma cariñosa de dirigirse a JungKook.

Quien se vio sacudido por la sorpresa y el inevitable sobresalto de su corazón al ver como la química entre ambos surgía levemente.

‹‹Si eres un idiota que prometió no dejarme caer y no tengo más que rasguños por todas las jodidas ramas contra las que me viste colisionar y sin advertirlo›› respondió en una molestia fingida, porque si pudiera verse a sí mismo dándose de cara contra cuanta rama se cruzará en su camino se hubiera sentado sobre el suelo a reírse de su pena.

‹‹Pero no te has caído por ninguna pendiente ¿O sí?›› afirmó D'Angelo.

‹‹¿Sigues queriendo tener siempre la razón, cierto?›› interrogó Makris, sorteando un par de piedras que bajo sus pies estaban, a la vez que sentía un incremento en el viento helado que sacudía su cabello.

‹‹El que no hayas terminado rodando como una bola por la pendiente que hace un rato pasamos de largo, es querer decir que tengo la razón, pues sí, es un hecho›› rebatió alejándose totalmente del contrario, dejándolo en el silencio que luego fue deshecho por los llamados que buscaban su presencia.

―Maldito, cuando te conviene dejas de responder ―dijo en voz baja, avanzando con uno de sus brazos extendidos hacia adelante y el otro hacia la parte lateral de su cuerpo para evitar las ramas que seguían apareciendo en su camino.

‹‹Escuche eso JungKook›› bromeó TaeHyung en una sonora carcajada, que fue nuevamente maldecido por un furibundo Saenon que nuevamente se cruzó con una rama contra la que terminó colisionando.

En medio del recorrido, JungKook sintió un leve susurro, un llamado lejano que venía surcando las corrientes de aire, que comenzaron a envolverlo y murmurar la dirección que sus piernas comenzaron a seguir, se sintió conectado a la biosfera de Ío, se sintió parte del entorno natural que tanto apaciguaba sus perturbaciones, su ser se unió al propósito que TaeHyung buscaba que hallará, la conexión que había perdido con el maná de la vida.

Sin ser consciente siguió el camino que sus sentidos buscaban desesperados por encontrar, una fuente, un origen, unas explicación al rítmico pulso que en sus oídos captaba, el cual se desvaneció cuando ingresó a lo que suponía como la parte central del bosque.

―Después de todo te veo completo y sin mayores rasguños, quejoso Makris ―expresó TaeHyung, situándose frente al rubio que aún permanecía con la venda en sus ojos, y tomando ventaja de la situación se acercó un poco más tanto así que JungKook logró sentir nuevamente el calor corporal que difería con el ventarrón que se arremolinaba con especial fuerza en esa zona.

Ya que, allí en el centro y corazón del bosque, formado por una gran rotonda de árboles oscuros que crecían hacia lo alto del cielo, dejando al descubierto el cielo centelleante que refulgía más allá de donde ambos estaban, iluminando el gran tornado circular que protegía la fuente de la magia elemental.

―Si, como digas Gran Sabio ―JungKook devolvió la broma, tratando de asestar su puño sobre el abdomen de TaeHyung que localizó cerca del propio cuerpo y vaya que disfrutó el quejido que soltó.

―Mierda... ―se quejó por la fuerza que con un leve toque JungKook podía crear―. ¿Este era el lado que desconocía de ti? Porque al parecer lo suave no va contigo.

―Es más que eso, Tae ―respondió con tono de voz coqueto y acercó un poco más su cuerpo al impropio―. Es algo que desconoces ―aunque no pudiese ver la reacción del de orbes platinados, por el cambio en el aura que los rodeaba, sabía que ambos estaban orbitando en la tensión que sus cuerpos creaban.

―No deberías retarme, si sabes que cuanto odio perder ―continuo D'Angelo, esta vez procediendo a retirar la venda que oculta los cerúleos ojos que apenas lograron adaptarse a la tenue iluminación aportada por los destellos del cielo, lo dejo sediento por la pasión que en sus pupilas dilatas se reflejaba sobre el azul que buscaba extinguir.

―Vas a tener que morder tu lengua cada vez que no tengas lo que desees y menos si depende de mí quitártelo ―mencionó rozando los labios contrarios sin llegar a nada más que un suspiro que emigró de su boca hasta la contraria que no dejaba de observarlo con fascinación y leves destellos de deseo.

―Mientras ese momento llega, quiero que veas el fruto de tu esfuerzo ―afirmó TaeHyung, deshaciendo cualquier posible pretensión que alguno buscará consumar, mostrándole la causa de todo el recorrido que JungKook atravesó satisfactoriamente

Aún sumergido en el desconcierto por el cambio abrupto de TaeHyung, dirigió su atención hasta el remolino que era alimentado por la luz del cielo, formando un orbe de feroz viento que contenía el corazón del elemento de aire, un diamante tan puro y claro, que brillaba en una tonalidad celeste que provenía del centro en su interior que resguardaba una flama tornasolada, representando la sinergia entre la luz y la oscuridad, la creación y la aniquilación. Porque ningún ser viviente entre sus manos podría sostener la materia oscura que fue encapsulada para dar existencia al elemental de aire.

―¿Ahora comprendes el porqué de la travesía que acabas de superar? ―deliberó mirando la expresión de Makris en la que sus ojos se expandieron por el asombro y la magnificencia del poder de la naturaleza.

La fuerza con que su corazón latía lo hacía sentir conectado a su alrededor, a cada intrincación que superó gracias a la resistencia que obtuvo al sentir el llamado del bosque que no podía ser oído por todos sino por aquellos que estaban dispuestos a corresponder el camino de regreso a casa.

El poder elemental estaba enraizado por toda Caelestis, agua, fuego, aire y tierra son los pilares que posibilitaron la existencia, la forjaron después del estallido que comprimió el vacío hasta explotar y culminar en las más bellas creaciones.

Y los Celestiales junto a los Hechiceros como la primera esencia formada de vida, fueron dotados de la mayor gracia divina.

―Gracias, Tae ―pronunció JungKook, observando el perfil del pelirrojo, atesorando esos momentos culminantes de paz en la que estaban sumergidos.

Lo entendió, JungKook volvió a sentirse revitalizado en la unión terrenal y flamante de ambos elementos que corren por su ser.

―Espero estés listo para lo que debemos enfrentar, Kook ―expresó retrocediendo un par de pasos para darle la privacidad que necesitaba. Porque así no lo dijeran a viva voz en dos días más sabían que todo iba a cambiar. 

Día 536

El día empezó con la fuerte llovizna que cae sobre Eukélade y que cubre toda la extensión natural que exhibía el rocío sobre las hojas como destellos diamantinos. Demarcación en la que se ubica el límite fronterizo que debían atravesar para iniciar el punto de encuentro con el vocero enviado por los representantes de Proteus para guiarlos hasta su territorio.

La espesa neblina comenzó a descender obstaculizando el trayecto de las tres camionetas en la que el equipo conformado por cinco Celestiales y dos Regnandi Magus, debió encender las luces delanteras para visualizar el camino con mayor claridad, por lo que, NamJoon, HyungSik y JungKook lideraban el recorrido de cada automóvil, por medio de su visión remota que podía atravesar la cortina de aire frío que los rodeaba.

―En un kilómetro más deberíamos llegar a los coordenadas donde nos espera la comisión encargada de Proteus ―indicó JungKook en el asiento del copiloto a través del intercomunicador para ser escuchado por los otros dos equipos, estando al lado de TaeHyung que iba al mando de la última camioneta que cerraba el grupo.

―Según lo que sabemos una camioneta se unirá a la nuestra a unos ochocientos metros, para anunciar nuestra llegada hasta el límite con Proteus ―se escuchó la voz de SeokJin que iba a la cabeza del grupo junto a HoSeok, y quienes serían los que seguirían el paso del automóvil que los interceptaría a unos metros más adelante.

―Ya puedo sentirlos, estén atentos chicos ―dijo JiMin desde los asientos traseros de la camioneta que iba en la mitad, junto a NamJoon que conducía y a su lado HyungSik que orientaba las directrices a seguir.

Un pálpito se alojó ferozmente en el pecho de JungKook que rápidamente suspendió la comunión por medio del dispositivo que llevaban, ante lo que TaeHyung reaccionó disminuyendo la velocidad, al captar lo que muy posiblemente estaba compartiendo con el rubio.

―Algo no anda bien ―dijeron ambos al unísono, una incógnita reflejada en sus miradas.

Gracias a un presentimiento que D'Angelo ya había captado y que su flama le comunicó a la impropia, siendo Makris quien logró traducir la emocionalidad de lo que se le transmitió.

―Hay alguien más con nosotros ―murmuró TaeHyung al presentir lo que su mente captó rápidamente cuando el aviso de JungKook se manifestó―. No te comuniques con ellos, déjamelo a mi ―adivino el proceder del rubio y decidió usar su canal psíquico con Caruso y Roux para avisarles lo que estaba sucediendo.

Y un mensaje más ante el que JungKook respondió desplegando su espíritu en el momento exacto en que la camioneta donde iban fue golpeada por una onda explosiva que la lanzó por el aire hasta estrellarse dura y ruidosamente contra el suelo, ambos cuerpos siendo protegidos por el escudo que TaeHyung creó al interior del vehículo, afirmando su mano en el pecho contrario para asegurarse que el impacto por el latigazo de gravedad no empujara su cuerpo a caer y terminar contra el parabrisas que estaba deshecho.

―Estoy bien Tae ―declaró sosteniendo la mano impropia que aún seguía en su pecho, sintiendo el agitado latir de su corazón.

La reacción de ambos fue mirar más allá de donde yacían de cabeza, para confirmar que los demás siguieron su rumbo, protegidos y a salvo, confirmando que su estrategia había salido bien.

―JiMin debe estar insultándome a más no poder ―bromeó JungKook haciendo reír al pelirrojo, unidos se tomaron aquellos efímeros segundos para relajarse antes de enfrentar al enemigo del que aún no se habían deshecho.

Un evento temporal que TaeHyung logró anticipar y en coordinación con JungKook, al ubicarse en la línea final del grupo, interfiriendo en el verdadero objetivo que era capturar a ambos Hechiceros, por lo que, el Saenon y Krono cambiaron rápidamente la organización de los grupos minutos antes salir para salvaguardar su integridad.

―Debes estar listo, Kook ―afirmó TaeHyung con sus orbes grisáceos iluminados levemente, buscando y hallando cualquier pesquisa que el destino decidiera mostrarle.

―No pueden ser tan imbéciles para creer que pueden atacarnos ―JungKook expresó con ira y orgullo en sus palabras, porque jodidamente les demostraría quienes eran y a quienes creyeron que podrían someter.

‹‹Van por los demás›› le dijo a D'Angelo, al ver movilización de varios Exul más que aún se negaban a establecer un acuerdo con su propio linaje.

Señal que los hizo salir rápidamente del auto, totalmente ilesos y velando por los movimientos contrarios, porque era un enemigo que ni los mismos exiliados conocían, así que, debían estar preparados para luchar.

‹‹Nos están rodeando›› respondió JungKook a través de lo que su espíritu le transmitía, aunque aún no se hacían presentes debido a que la niebla comenzó a hacerse mucho más espesa.

‹‹Kook, trata de encontrar la magia de los Hechiceros, porque son los únicos que pueden crear esta anormal cortina de niebla›› indicó TaeHyung, desplegando el poder de su mente por medio de la telequinesis, a lo que su compañero respondió sujetando nuevamente su mano para enlazarse a la flama contraria y así permitirle localizar cada cuerpo que su espíritu errante le permitía observar.

Ambos formaron un equipo, dos cuerpos separados y diversas habilidades que podían ser combinadas o potenciadas en una sincronía arrasadora.

‹‹De hecho hay uno, pero está muy alejado de nuestra posición o del grupo de diez Exul que se dirige hacia acá›› comentó Makris manteniendo la comunicación psíquica, como su mayor factor sorpresa, ya que, no había forma de que sus atacantes llegarán a escucharlos.

‹‹Convoca el fuego para crear más vapor, y corre hacia la dirección donde debíamos ir en un principio›› el pelirrojo explicó, alejándose del cuerpo opuesto o al menos en un intento de hacerlo, porque JungKook lo retuvo para enfrentarlo.

‹‹Ni pienses que te vas a quedar acá solo, podemos enfrentarlos››.

‹‹Es lo que pretendo, el grupo se dividirá, y tu espíritu podrá interferir en quienes lo protegen, si le das la autonomía de atacar›› aclaró D'Angelo.

‹‹Y crear una distracción para que llegues a él y capturarlo›› completo JungKook lo que el contrario le explicaba.

Una última mirada, celeste contra plata, se despidieron para volver a reencontrarse.

En sincronía desde lados contrarios a los que se dirigieron velozmente, emanando el elemento que los dominaba, JungKook creó una gran muralla de fuego que extendió sobre su cuerpo hasta el límite que su fuerza le permitiera alcanzar, su cuerpo desprendía llamaradas que solo acariciaban su dermis, nunca lastimándolo. Paralelamente, TaeHyung creó nubarrones de aire y filosos fragmentos de hielo creados por el agua que podía emanar de su cuerpo y manipular en cada uno de sus estados.

Y de la misma forma en que sus ataques comenzaron hacer enviados, los gritos e insultos se escucharon a lo lejos, hasta que sus amenazas comenzaron hacer respondidas.

―Tu gran energía es inconfundible, querido Saenon y Krono, es todo un honor tenerte presente aquí ―se escuchó una burlona voz retumbando en el espacio en el que estaban.

La primera alerta que le hizo entender que en Lucem habían algunos que estaban pasando información, ya que, su linaje era el encargado de mantener las relaciones diplomáticas con Proteus y gestionar los acuerdos de paz, y TaeHyung siempre se ha mantenido en el anonimato en lo que respecta a una implicación directa más que para concertar decisiones de seguridad, pero la referencia a su energía, le permitió concluir que una vez los exiliados obtenían la información, otros se encargaban de infiltrarla a los Exul.

Una traición de su linaje seguía toda una cadena de desafortunadas decisiones.

―Vaya ironía, al parecer sabe quién soy, pero yo no tengo ni la más remota idea de quienes son los bastardos que se han atrevido a atacarnos ―respondió TaeHyung a la figura ubicada a unos pasos de distancia, sin ser aún visible ante sus ojos más que reparando en su presencia debido a que captaba la frecuencia de donde se emitía.

Así como JungKook y el mismo tenían diversas formas de ubicar a sus contrincantes, estos a su vez también los tenían, así que estaban en igualdad de condiciones.

Lo que llegó en una ráfaga de plasma grisáceo que penetró la pared de neblina buscando herirlo, la cual deshizo con el toque de sus manos, conteniendo toda la energía contraria que usó y devolvió con mayor fuerza.

―Veo que eres tan poderoso como comentaron ―expresó el atacante, tomado por sorpresa de la habilidad de TaeHyung, al manipular la esencia de un Tenebrae.

Trataba de disimular el asombro cuando sus planes se vieron deshechos, porque claramente su idea era tener a los dos Hechiceros que viajaban con ellos.

Sin saber que las camionetas eran blindadas y protegidas con magia elemental para que la presencia de los ocupantes se mantuviera en secreto, y gracias al cristal que JiMin le paso a JungKook para poner en la parte inferior del auto, fue la esencia que emuló la magia de un Regnandi Magus.

Y sus captores cayeron directo en su dulce trampa.

―Voy a darles un tiempo corto de gracia para que reconsideren su ataque y dejan de rodear al Tenebrae que viene conmigo, o de lo contrario me encargare de desintegrar lo que considere necesario, porque están invadiendo una zona que tienen prohibido cruzar ―amenazó D'Angelo, desplegando sus alas de energía y acercándose más hacia el cuerpo contrario que comenzó a hacerlo igualmente.

―Esta es una zona muerta, un límite fronterizo, así que tenemos el mismo derecho de defendernos antes una incursión que no autorizamos a Proteus ―respondió SeonHo.

A quien TaeHyung logró reconocer cuando lo tuvo justo a unos escasos diez pasos de distancia.

―Y todo lo que aquí está me pertenece como el segundo regente de Exul, y ese precioso Tenebrae que tiene una energía similar a la tuya, me tienta demasiado, así que, si veo algo que deseo lo tomo en mi poder ―sonrió perversamente, porque no era más que un vil ser corrompido por el poder y la depravación de la codicia.

‹‹Abre la tierra bajo tus pies Kook y luego deshazte de ellos en el vuelo›› ordenó TaeHyung, sin darle tiempo al rubio de responder, cuando escucho un grito desgarrador cercano a donde estaba, siendo el aliciente que necesito para hacer sucumbir a sus posibles agresores bajo la tierra que los recibió con llamas de fuego por el que se vieron alcanzados.

―Te lo advertí ―sentenció el pelirrojo después de haber destrozado el cuerpo de dos Tenebraes sin mayor esfuerzo que por acción de su telequinesis, haciéndolos explotar y manchando el aire con su sangre profana, cuando adivino lo que estos querían hacer, y el pelirrojo estaba dispuesto a recibir cualquier insulso ataque, pero JungKook debía salir ileso.

Celestial que se vio perseguido por la gran reacción desencadenada cuando emprendió vuelo y el plasma como corrientes de fuego y rocas comenzaron a volar como proyectiles en una estrategia coordinada que no le tomo mucho predecir, y menos cuando solo eran dos adversarios que tenaces y violentos carecían de precisión; y quien no lo haría si acababa de presenciar la desintegración de sus compañeros y ser salpicados por los restos que quedaron de ellos.

Acto del que TaeHyung no se arrepentía, porque ninguno de los presentes se detuvieron a pensar en las vidas que arrebataron cruelmente en el pasado por medio de tortura y juegos maquiavélicos, todo en nombre de la diversión, por ello, si en sus manos estaba la posibilidad de resarcir un poco del daño causado a ambos linajes, lo haría con placer.

―Será muy divertido verte suplicar por piedad ―escupió con ira el azabache.

―Pruébalo... ―TaeHyung se detuvo abruptamente por el jadeo que abandonó sus labios cuando sintió su cuerpo ser penetrado por una estela sólida de plasma, la cual, vio venir pero decidió voluntariamente recibirla para engañar la sed de venganza que inútilmente creían que estaban obteniendo.

Pero el dolor era real, punzante y ardiente sobre sus entrañas que se vieron sacudidas por sucesivos aguijones que perpetraron su piel, sacudiéndolo y torturándolo.

―Ahhh... ―se quejó, sintiendo como su cuerpo trataba de cerrar las heridas que no podían lograrlo hasta que los fragmentos fueran extraídos.

‹‹Kook, no lo hagas, termina con ellos y ve por el Hechicero›› indicó TaeHyung, al sentir la tensión en el vínculo que tenía con JungKook, aunque sabía que sus réplicas iban a ser ignoradas nunca estaba de más intentarlo.

‹‹Adivina por donde me paso tu opinión›› contestó iracundo y preocupado, así que de forma contundente se fue encima de uno de los dos Tenebraes que lo seguía en vuelo, frente a frente, inmovilizándolo por medio de su plasma, que uso para atravesar el pecho impropio, hurgando mientras el fuego recorría las entrañas que sintieron la vida deshacerse entre clamores de dolor cuando sujeto el corazón entre su mano hasta volverlo cenizas.

Sin tener tiempo de reponerse el otro Tenebrae lo atacó sin poder hacer nada para evitar la colisión de su cuerpo contra el pedazo de tierra que lo lanzó sobre el suelo por el que rodó mientras sentía su piel expuesta curarse rápidamente.

Y desde su lugar, lanzó un pulso de energía que terminó ralentizando los movimientos contrarios al que atravesó con una hoja de plasma sólido que impactó contra el torso que dividió en dos, terminando con una vida más que no sería lamentada en Caelestis.

―Uno a uno van a ir cayendo, uno a uno van a terminar sufriendo ―entonó TaeHyung, con sus ojos encendidos en plata y su marca refulgiendo en el mismo color, mientras se contenía el escozor que lo desgarrada, cuando comenzó a rastrear las ondas psíquicas de los tres Tenebraes que estaban cerca de SeonHo.

Lentamente se unía a la psique de los tres Celestiales que ignoraban su presencia al interior de su mente, rastreando y observando lo que pudiera tomar de ellos antes de convertirlos en simple marionetas que sujetaron las armas cargadas con proyectiles de ónix que daban resistencia y un mayor daño al momento de atacar, las cuales tenían en sus cinturones.

―¿Unas últimas palabras? ―preguntó TaeHyung desde el suelo, de rodillas y sangrante, con un inexpresivo rostro que desconcertó a su oponente.

Makris tuvo que contenerse para no ir por su compañero, quien a través del vínculo psíquico que mantenían le ordenaba que cumpliera con el objetivo principal, capturar al Regnandi Magus para usarlo más adelante en una negociación, por lo que, teniendo una misión en mente y la presenciaba que desde kilómetros de donde más exiliados comenzaban a acercarse, prosiguió su camino para que el sacrificio que el pelirrojo estaba experimentando no fuera en vano.

―Los tenemos rodeados TaeHyung, ya no tienen escapatoria ―habló el azabache con poca seguridad en sus palabras, porque jodidamente nada estaba saliendo según lo planeado y lo comunicado por los infiltrados dentro de los Tenebraes renegados que trabajaban con ellos no está sirviendo en lo absoluto.

―La seguridad que desbordas es alucinante ―se mofo D'Angelo haciendo que sus títeres Celestiales comenzarán a acercarse en un andar robótico y estereotipado.

Hasta que fueron captados por su líder que se giró en el preciso instante en que sujetaron sus armas y el desenlace final voló de las entrañas que cayeron sobre el rostro conmocionado de quien los comandó hasta la muerte que tanto aseguró que obtendría.

―¡Boom! ―canturreo TaeHyung con sorna y diversión, porque aquellos que había asesinado merecían más que solo el final que les dio, cuando fueron abusivos y despiadados.

―¡Maldito asesino! ―insulto Kim SeonHo, atacando al pelirrojo con el plasma que de sus alas emano con gran potencia impactando en el cuerpo de TaeHyung.

Que con agilidad se cubrió con sus alas, resguardado su cuerpo y por medio del plasma que corría como un río caudaloso en su interior quemó y destrozó los fragmentos que se todavía estaban incrustados.

Desatando su verdadero poder.

―El cinismo te ha condenado y la hipocresía se derrama en la sangre que ahora cubre tu cuerpo, cuando tu pueblo que aún se mantiene bajo los ideales sanguinarios, masacraron y violentaron a dos linajes sin importar si eran niños o jóvenes ―sentenció TaeHyung, estando cara a cara con el mayor traidor que hasta ahora había conocido.

Tenía que desviar la atención de JungKook que se veía enfrentado por el espíritu del Tenebrae que aún quedaba del grupo de diez Celestiales que los emboscaron. Debía dejar de extender el último cabo suelto que quedaba.

―Porque la oscuridad debe reinar cuando es el manto que sostiene al Cosmos entero ―repitió las creencias que guiaban a los Exul.

―Espero que sigas repitiendo lo mismo con el fervor que ahora sientes cuando la oscuridad de tus pecados se repitan sin cesar en tu mente ―decretó TaeHyung, tomando los recuerdos perpetrados por la maldad que el Tenebrae poseía y formó un bucle que instaló en la psique contraria en la que se repetía sucesivamente cada tortura que SeonHo cometió.

Una verdadera prisión que fue causada por los arrepentimientos que se negaba a aceptar.

―¡Detén esto! ―suplico sujetando su cabeza para aminorar la presión que sentía y sacudía sus recuerdos sin poder deshacerse de lo que veía una y otra vez.

Ante su exclamación el último Tenebrae que quedaba en línea de defensa y que estaba enzarzado en una pelea física con JungKook, perdió su concentración por un efímero segundo que lo terminó por consumir en el fuego abrazador del plasma que el cuerpo del rubio liberó para calcinar la última amenaza que seguía con vida.

Incluso el Regnandi Magus que quedó desprotegido comenzó a deshacer el fuerte muro de niebla, tratando de resistir el control mental que TaeHyung desde la distancia mantenía, con lo que JungKook terminó por concretar cuando su espíritu que aún vagaba por el lugar lo golpeó con la precisión exacta en la parte trasera de la cabeza hasta hacerlo caer inconsciente sobre la tierra.

―Sufre la lenta agonía de tu muerte ―susurro D'Angelo cerca de la oreja contraria, de la que se desprendía un delgado hilo de sangre debido a la presión intracraneal de los sucesivos recuerdos que aceleraba cada tanto.

Estaba sometiendo a la mente del azabache a una fractura, que comenzó a manifestarse cuando de los orbes ambarinos lágrimas bermellones comenzaron a correr, hasta que su cuerpo colapsó sobre el suelo que lo recibió en el abrazo eterno de una gélida muerte.

‹‹Regente y Monarca cada vez más se acercaban sin saberlo, se atraían y aumentaban el poder opuesto que custodiaban hasta el momento en que sus herederos les dieran vida y resurgimiento››

Autora:

Lo que sucede con Tae y Kook, es que ambas flamas están unidas, ya que, hay una gran compatibilidad (y su razón será revelada más adelante) y ambas se comunican, por lo que, sus habilidades pueden ser compartidas y potenciadas por el contrario.

Es un suceso anormal que no sucede con frecuencia entre los Celestiales.

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