Ⅹ: De nuevo él y su presencia

Luego de asegurar que el Regnandi Magus de los Exul estuviese inconsciente e inmovilizado para evitar una posible complicación, ambos esperaron el pronto rescate del equipo que ya venía en camino.

―¿Cómo te sientes? ―cuestionó JungKook, sujetando el rostro contrario entre sus manos para verificar su estado, una vez que pudieron descansar y asegurarse que no había más Exul en su camino.

―Lo estoy ―afirmó TaeHyung, colocando sus manos sobre las que se hallaban sosteniendo su rostro―. Si tu estas bien, lo que viví no importa.

―Si tu estas bien, yo igual, así que, no me pidas que me quede detrás y esperando cuando te veo sufriendo ―confesó con total sinceridad, desde el aprecio que seguía existiendo hacia TaeHyung y que se estuvo negando a sentir durante tanto tiempo.

O admitir que sobre su orgullo y dolor justificado primaba el bienestar del ser de ojos grisáceos.

―Recuerda que nos veremos expuestos a situaciones similares Kook, y habrán más factores que solo la seguridad contraria por la que debemos velar ―explicó D'Angelo, acariciando con sus pulgares las tersas manos del rubio.

Sus miradas enfrentadas, diciendo más de lo que estaban dispuestos a confesar para evitar una nueva confusión. Ahora estaban forjando un nuevo vínculo que remitía a lo vivido en el pasado, que ahora se había transformado en una relación que trataban de descubrir hacia dónde los llevaría.

―¿Siempre habrá conflictos que deban estar sobre nosotros, cierto? ―preguntó en una afirmación que develaba la realidad que estaban supuestos a experimentar.

―Tal vez llegue el día en que no sea así Chiaro di luna, espero que sí ―manifestó TaeHyung.

Un anhelo que ambos sellaron en el efímero beso que fue depositado sobre las comisuras contrarias, un consuelo o una despedida, que hizo a sus corazones vibrar con alegría.

Aunque, la ilusión florecía en medio de un campo árido y resquebrajado que D'Angelo se esforzó por obtener, un alivio a la esperanza que durante el tiempo solo lo lastimó cada vez más, hasta que decidió emprender su más grande voto de fe y camino hacia el abismo del olvido por el que saltó sin deparar en la caída que lo recibiría con dureza, siendo su final autoproclamado, cuando en el trayecto cada memoria que revivía con fervor las dejo convertirse en partículas que el viento se llevó.

Sin embargo, ahí estaba como un seguidor de la confusión que JungKook estaba ocasionando y que aumentaba cada que la cercanía entre ambos disminuía, y por más que disfrutará de tenerlo cerca y ver que podían relacionarse sin provocarse o herirse verbalmente, no comprendía el cambio que comenzó a envolverlos, cuando hasta hace unas semanas la ira de Makris era todo a lo que podía aspirar.

―En verdad lo deseo ―murmuró tan bajo que su voz se camuflo por el ruido de las camionetas, ocasionando que sus cuerpos se separaran, teniendo que empuñar sus manos por la impotencia de tener que dejar de sostener a TaeHyung.

Ni él mismo se entendía cuando hace unos días ese era su propósito, y ahora estaba invadido por un solo deseo que crecía y crecía superando su voluntad.

Pero TaeHyung si logro escucharlo tan claro en un susurro que llegó a su mente, ante el que solo esperaría el instante designado, porque ya no sería quien acuda al contrario o espere una oportunidad que sabe que no va a llegar.

―Ustedes jodidamente lo sabían y omitieron la verdad ―el de orbes lila fue el primero en bajarse de uno de los cuatro automóviles que llegaron, y claramente fue el encargado de reprenderlos por lo que habían dicho.

―Era lo mejor ―respondió TaeHyung―, más si tú y HoSeok eran los involucrados.

―Pero no debieron exponerse de la forma en que lo hicieron, pudo haber sido diferente y no que sufrieran de esta forma ―indicó JiMin al señalar el estado en el que ambos estaban y los diversos cuerpos desangrados sobre el suelo.

―Ellos hicieron lo que tu o yo haríamos por ellos, si el futuro se nos hubiese revelado ―aclaró NamJoon, a la par que acariciaba la parte posterior del cuello de JiMin con su mano para aliviar la tensión y darle calma a la preocupación que sintió momentos atrás.

Cuando siguieron su camino incluso con el estruendo de la camioneta en donde iban JungKook y TaeHyung el cual llegó hasta ellos, advirtiéndoles que debían seguir, incluso los gritos incesantes y las amenazas de JiMin se hicieron escuchar, SeokJin y él mismo acataron lo que el pelirrojo les demandó hacer, llegar hasta el comisionado que estaba supuesto a unirse a ellos y pedir la intervención del resto del grupo que los esperaba.

Lo que les tomó un poco más en llegar, porque en el trayecto fueron interceptados por dos grupos de Exul que los asaltaron a mitad de camino, así que, ambos se vieron confrontados en una pelea que los tomó desprevenidos porque no creían que los adversarios tuvieran la osadía de enfrentarlos.

―JiMin, lo siento, sé cuánto te preocupas pero era lo que debíamos hacer y por lo que veo ustedes tampoco lo tuvieron tan fácil ―JungKook se disculpó a la vez que reparaba en el estado en el que habían llegado.

Ninguno de los dos grupos sin importar los integrantes que los formarán, se vieron enfrentados a un obstáculo que lograron vencer aún con dificultades de por medio.

―Discúlpame tú a mí, es solo que pensar que algo te puede pasar cuando el objetivo no eras tú me enloquece un poco ―JiMin se acercó hasta tener entre sus brazos el cuerpo contrario sin importar la diferencia de altura que los separaba por unos centímetros.

A lo que JungKook correspondió automáticamente a la muestra de afecto de su mayor y mejor amigo. Y en ese instante la serenidad inundó su ser que solo JiMin sabía entregarle cuando la perturbación escalaba en su organismo durante las noches en que las dudas lo retenían, y ahora después de la agitación enfrentada, necesitaba la familiaridad de su cariño fraternal.

Su burbuja se vio deshecha por la leve molestia que comenzó a anidarse en su interior.

―El impecable TaeHyung D'Angelo ahora puede alardear que incluso con su ropa destrozada sigue manteniendo una elegancia y porte único ―se burló HyungSik, llegando al lado del pelirrojo para ver cómo se encontraba.

Atención que rápidamente atrajo cuando escucho la familiar voz del azabache que por ironías de la vida fue designado dentro de la misión a Nix, luego de un tiempo en que sus caminos se separaron por mutuo acuerdo.

―Antes muerto que sencillo, dicen por ahí ―contestó el pelirrojo guiñando su ojo. Una expresión que era usual para sí mismo realizar entre sus conocidos y amigos, tanto que se había convertido en un hábito, sin segundas intenciones.

Aunque muchas de ellas en el pasado con el azabache tuvieron connotaciones más allá de un vínculo amistoso.

―Bueno, incluso sin ella seguirás siendo endiosado ―comentó con diversión en un tono bajo de voz, porque sabe que TaeHyung aprecia la discreción, y después de todo sus comentarios solo se remiten a bromear con lo vivieron durante un período intermitente de tiempo.

En medio de la presencia espontánea que encontraron en el cuerpo contrario entre caricias y jadeos desbordantes de pasión. Un pasado que había culminado y que en el presente no quedaba más que la agradable compañía en medio de bromas sobre aquello que los unió y en la liberación que hallaban cuando podían deshacerse del filtro que los obligaba a mantenerse fuertes e inclementes contras las dificultades, en especial para TaeHyung por su posición jerárquica, no ante cualquiera podía mostrar su verdadero ser que sufre y se cansa.

Todo se reducía a un pequeño círculo íntimo en el que HyungSik de forma peculiar encajaba, tal vez, porque ambos sabían que regresar a los encuentros sexuales que tanto gozaron en su ciclo actual de vida no encajaban más que como un apoyo incondicional que en el contrario siempre hallarían.

―Es lo menos que puedes esperar de mí ―molesto TaeHyung, empujando ligeramente a su amigo para que dejara de ser un obstáculo y le permitiera seguir su camino. Pedido que consiguió siendo seguido por el azabache que se lanzó sobre su espalda para ser cargado en ella.

Ganándose la atención y la sorpresa de quienes indiscretamente veían la interacción particular entre el Lucem y Tenebrae, y toda extrañeza emergió al ver una actitud relajada y despreocupada en el Saenon y Krono después de lo que habían afrontado, lo cual iba en contra de la rectitud que este mostraba, incluso llegando a ser indiferente en distintas situaciones.

―Ni creas que te desharás de mí idiota, y mucho menos pienses que vas a seguir trabajando ―regaño el azabache que seguía aferrado a la espalda del pelirrojo, sabiendo que se encontraba recuperado o de lo contrario hace rato hubiera terminado estampado contra el suelo.

―El herido soy yo, así que bájate, idiota ―protesto TaeHyung sin hacer ningún intento por deshacerse del polizón que tenía sobre él.

―No te hagas el desentendido Tae, al menos por hoy debes recuperarte, y si no te importa al menos piensa en los demás ¿Puedes hacerlo? ―indagó HyungSik, queriendo o suplicando al cielo que el de orbes grisáceos dejará de ser implacable por una vez, o tan solo por lo que quedaba del día.

Y en ese instante D'Angelo regresó su atención al pequeño grupo que dejó tras de sí, encontrándose con la mirada esquiva de JungKook que inmediatamente rehuyó a mantener el contacto, cuando giró su cuerpo y lo primero que halló en la distancia fue la mirada celeste en la que observó un incipiente haz de molestia surcar la impropia sin comprender lo que sucedía y dejándolo en el desconcierto absoluto cuando lo vio alejarse en la dirección en que se estaban.

―¿Soy yo o el pequeño Makris está yendo en la ubicación opuesta a donde debería ir? ―Park expresó con fingido desconcierto aunque con un poco de gracia al ver que el enojo superó al rubio y lo llevó hacia la primera salida que encontró, aun cuando su camino lo guío a devolverse porque claramente todos estaban en la zona opuesta.

Y sabía la razón del actuar de Makris y era tan evidente a sus ojos, todo tenía que ver por su cercanía con TaeHyung, siendo lo primero que lo motivó a hacerlo, queriendo prender esa llama que entre ese par de idiotas que se negaban a aceptar lo que aún sobrevivía y preferían ignorar sin darse cuenta que constantemente estaban buscando al contrario, y si sabía que Tae no lo haría, intuía que había una razón mayor que ni él mismo sabía pero que los separó, así que, solo quedaba apelar a los celos de JungKook y es justo lo que consiguió.

Rogaba porque TaeHyung no se enojara cuándo terminará descubriendo sus intenciones.

―Debemos ir con el grupo ―D'Angelo ignoró la pregunta de su mayor, y lo invitó casi que exigiendo a seguirlo hasta reunirse con el equipo de Proteus que llegó para trasladarlos hasta el territorio de los exiliados.

En la actualidad varios Tenebraes buscaron resarcir sus pecados ya sea como agentes directos o seguidores que fueron tras una ideología, se empeñaron en obtener el perdón y volver a integrarse a su linaje, algunos lo consiguieron pero se dieron cuenta que nada sería igual, porque su pasado era un marca que quedó grabado en ellos y no porque el rencor de los demás Celestiales no se los permitiera, sino porque es el castigo de la existencia ante un error imperdonable, no cuando un orden que aseguraba el bienestar de todos en Caelestis fue quebrantado, lo que les hizo comprender que su vida estaría ligada a la demarcación donde fueron recluidos.

En el instante que cruzaron finalmente la frontera y se adentraron en Proteus, todo el escuadrón sintió la diferencia atmosférica que lo cubría, siendo distinta a la que conocían de sus territorios, un poco más densa y con la energía recorriendo el aire de una zona en la que el elemento tierra reverbera espléndidamente. Dándole características propias y particulares, en especial, de las formaciones rocosas que fueron reformadas para hacerlas habitables por medio del uso de ingeniería avanzada, lograron crear casas y edificaciones de mayor tamaño alrededor de los depósitos de piedra.

―Sean bienvenidos ―habló Nam JooHyuk, el primer contacto que sería el intermediario entre los linajes―. Lo ideal es que descansen y se repongan, y temprano en la mañana está programado el inicio de la mesa de discusión y negociación, así que, mientras tanto serán asignados al hostal ubicado en los límites de nuestro territorio para asegurar su bienestar, además un grupo espera por ustedes para brindarles todas las comodidades necesarias ―explicó a través de los intercomunicadores que estaban en los autos que se movilizaban.

―Es cierto, es un hecho que todos necesitamos descansar y esperamos mañana coordinar todo con prontitud ―intervino NamJoon en nombre de su grupo―. Muchas gracias por la colaboración prestada el día de hoy ―debía tratar de aligerar la tensión que se sentía al interior de la amplia y espaciosa camioneta que los transportaba a los siete, tomando la vocería diplomática de la que recurrentemente se encargaba, además de ver que ninguno de sus compañeros tenía la intención de hablar.

Al menos agradecía que JooHyuk fuera agradable y con quien mantener una conversación no era un impedimento. Un trato no esperado y menos dada la situación en la que se encontraban, al haber tenido que ayudarse mutuamente en batalla y mayor aún con la tensión de tener a un Hechicero de Exul inconsciente en el otro auto que esta custodiado. En definitiva, el primer regente de los Exul, se vería infortunadamente sorprendido con lo que su presencia había traído consigo.

―Deberíamos darle un poco de calor a este gélido ambiente que parece nos recibirá cuando lleguemos a la ciudad ¿No te parece, Tae? ―divago HyungSik, alzando ambas cejas de forma descarada y que claramente dejaba ver la connotación sexual de lo que decía, lo cual, se aseguró de hacerlo en un volumen moderado de voz aunque no demasiado bajo para ser escuchado por el ocupante que estaba en el asiento trasero en compañía de JiMin y HoSeok, mientras que Roux iba en el asiento del copiloto, y TaeHyung estaba en medio suyo y de SeokJin.

Quien se mordió el labio inferior para contener la carcajada que quería exponer, teniendo que esforzarse para terminar fallando en el intento, porque sabía lo que estaba tratando de hacer el azabache.

―Mejor cállate que pareces desesperado ―dijo TaeHyung sin prestar atención a lo dicho por su amigo.

―Yo solo digo que traer ciertos eventos del pasado a esta fría noche que nos espera puede brindarnos una agradable compañía, piénsalo ―canturreo el azabache, colocando su cabeza sobre el hombro contrario sin recibir ninguna réplica, por lo que, afianzó su comodidad sobre el cuerpo de TaeHyung.

Todo siendo presenciado por los ojos celestes que se oscurecían gradualmente en medio de la molestia que tenía a sus emociones revolucionadas y alteradas en un enjambre que hervía en su interior, que por más que trataba de ignorar y aceptar lo que él mismo había deseado, la necesidad de patear el asiento en el que estaba el azabache crecía, y solo pudo abstenerse a liberar la tensión mientras pellizcaba el interior de la palma de su mano con la contraria como una distracción.

―Eso se escuchó aún peor ―SeokJin fracaso y decidió intervenir para poder reír libremente, aunque era más una sonrisa nerviosa porque desde el rabillo de su ojo podía ver la indisposición que se reflejaba en el rostro del rubio. Y puede que la evidente estrategia colmada de incomodidad que estaba usando HyungSik fuera agresiva y un poco pesada, pero era la única oportunidad que podría funcionar para que JungKook reaccionara de una vez por todas.

Porque ellos como sus amigos cercanos notaban el cariño que aún se tenían, pero sabía que no podían forzarlos a algo para lo que no estaban listos. Pero a Park HyungSik poco le importaba ser prudente con sus acciones o indirectas que esperaban y fueron recibidas con luces neón para que cierto alguien las entendiera definitivamente.

―Siento cierta vibra molesta... ―alargó la última frase con un doble sentido― de tu parte, a menos que quieras unirte ―y fue inevitable para la mayoría de los presentes no estallar en una gran carcajada, que sin duda relajó el aura tensa que experimentaban.

Para todos menos para Makris que comenzó a sentirse confrontado por sus sentimientos y lo que estaba causando con ellos. Porque, ver la cálida sonrisa de TaeHyung y lo tranquilo que se veía al lado de SeokJin incluso sin llegar a molestarle la indiscreción de HyungSik, pudo volver a presenciar esa otra forma real de ser del pelirrojo, que en su presencia y la mayoría de ocasiones en que se cruzaban ni por asomo veía al Celestial que conoció o al menos no se revelaba ante sí mismo.

La culpa llegó para impactar en su pecho, que comenzó a quemar hasta desconectarlo de la alegría que los demás sentían, mientras los celos se apoderaban de él, se dio cuenta de lo egoísta que estaba siendo, de la incongruente de sus actos, porque si bien no quería estar al lado del pelirrojo y más cuando ambos llegaron a un acuerdo sobre dejar ir el pasado, y la promesa que él mismo le pidió a D'Angelo hace un tiempo, que ahora fue olvidada porque trataban de llevar una relación de compañeros, sabía que estaba aspirando a más y la confusión se aferraba al rencor que continuaba alojado en su corazón.

―No me van sus fetiches, gracias ―anunció Caruso, quejándose por el codazo que TaeHyung le incrustó en su costilla.

Y de nuevo ausente y perdido, JungKook se sentía en medio del movimiento del mar que lo mecía, como una bola de demolición que colgaba de un péndulo tambaleante y oxidado que se movía en respuesta a sus acciones y que entre el cruce de la lejanía se imponía el deseo de tenerlo a su lado, pero el discernimiento llegó al ver la felicidad que él ya no podía causar en el contrario, no cuando primero busco herirlo con sus actos y ahora se molestaba sin derecho a hacerlo.

La cercanía del azabache con el pelirrojo en verdad lo estaba incomodando, y nuevamente está desquitando su enojo sobre quien no lo merece. Después de todo no están juntos y ambos vivieron diversas experiencias con otros Celestiales y aún podían hacerlo, así que no entendía porque se sentía estancado en el mismo pasado que parecería querer capturarlo.

―¡Al fin hemos llegado! ―el pelirrojo exclamó con afán, viendo que la camioneta se detuvo a las afueras de la ciudad justo al frente de una gran residencia que esperaba por ellos.

Las risas no se detuvieron y solo aumentaron cuando el primero en salir fue el mismo pelirrojo que si bien no se sentía incómodo ni molesto por lo descarado que podía llegar a ser HyungSik, comenzó a sentir una molestia incipiente que no nacía de su interior, lo que lo redirigía hacia a JungKook, sabiendo que ambas flamas trataban de transmitir lo que experimentaban.

Por lo que, con esfuerzo y decisión forzó a su flama a bloquear el vínculo, restringió el enlace al pedirle a su esencia vital que le diera la posibilidad de hacerlo y una vez fue concedido, el canal psíquico se obstaculizo hasta el hermetismo, que ambos sintieron como un vacío que no sabían que habitaban porque a lo largo del tiempo siempre estuvo ahí, uniéndolos sin saberlo y ahora fue conscientemente deshecha.

Lo que sintieron como una opresión en sus terminaciones nerviosas que residían en lo profundo de su ser.

―Es un lugar hermoso ―reconoció HoSeok ante la vista que tenían de una demarcación que nunca habían visitado.

Cuando bajaron de los autos, los recibió el frío que cubría todo el lugar, la nieve se imponía con el blanco impoluto que caía sobre las construcciones y en especial de las que estaban integradas entre las rocas, otorgándole una belleza rústica y moderna, además, de los robles de flores magenta que parecían congeladas, porque sus flores seguían con vida aun en medio del agreste clima invernal que caracterizaba a Proteus en su elemento tierra y agua que fue formada en la nieve constante que a lo largo de los días caía y caía sucesivamente. Lo cual, afectaba las temporadas de cosecha y que el alimento escaseara, siendo el principal trato mercantil que mantenían con los demás linajes entre otras materias primas y preciosas que sólo allí podían conseguirse, de lo cual se beneficiaban mutuamente.

―El hostal posee cuatro habitaciones, aunque hay otro que puede ser preparado para ustedes en caso de no querer compartir habitación ―reveló el vocero de Exul, como parte del protocolo de recibimiento al comisionado de Lucem y Tenebrae, y fue él mismo quien se ofreció a hacerlo, porque después de todo simpatizaba con ellos así no pudiese volver a vivir permanentemente en otro lugar que no fuera Proteus.

Otra parte del tratado diplomático que mantenían les permitía visitar diversas zonas de Spes y sus demarcaciones, sin embargo, el acceso era limitado a la prohibición de ciertas zonas sagradas que no podían cruzar, Lucem siendo el primer linaje que los acogió de forma pasajera y ahora Tenebrae poco a poco lo intentaba, pero si había algo en lo que estaban de acuerdo es que no podían pasar más de un día en sus territorios.

―No tenemos problema en compartir habitaciones, antes agradecemos su hospitalidad ―intervino Park.

Y por más que cierto Tenebrae quiso llevarle la contraria al azabache, se mordió un poco la lengua para censurar su imprudencia.

Así no lo dijeran a viva voz, los siete se sentían extrañados por la forma en que estaban siendo recibidos, de acuerdo, a las concepciones previas de lo que pasaría apenas llegarán al territorio de los exiliados, sería el trato frívolo y desinteresado que a veces mostraban, aunque, tal vez se debía a la respuesta que estos tenían cuando visitaban las otras demarcaciones y en ocasiones no eran bien recibidos por los Celestiales que aún no podían concebir el perdón como una alternativa ante el conflicto.

De tal manera que querían demostrar que el pasado ahora ya no los gobernaba o al menos no a la mayoría de ellos.

―Está bien, los dejo para que descansen y mañana vendré nuevamente por ustedes para ser presentados antes el regente y comenzar con lo solicitado, adiós ―concluyó JooHyuk, tras el asentimiento de los demás a lo dicho por el Tenebrae, por lo que, procedió a retirarse para que todos pudieran descansar después de un agitado y turbulento día.

Dirigiéndose hacia el equipo que lo acompañó y en especial para ubicar y contener al Regnandi Magus que capturaron y que esperaban sirviera de algo por todo el esfuerzo que demandó hacerlo. 

―Seré desconfiado pero ellos o al menos la gran mayoría con los que nos cruzamos el día de hoy, no nos tiene gran aprecio, por lo que pude sentir ―dijo JiMin a sus compañeros que estaban reunidos en la sala que disponía el lugar que les dieron para alojarse.

Algunos sentados sobre las sillas o los sillones individuales de la amplia estancia y otros sentados sobre la calidez de la alfombra que cubría la extensión del suelo.

―Se mantienen alerta a nuestra presencia, después de todo no confían las intenciones que nos trajeron hasta aquí ―preciso TaeHyung, dándole la espalda al grupo y de cara a la ventana que le dejaba contemplar la extensión trasera del terreno rocoso en el que estaba construido el hostal.

―Y tienen razón en su desconfianza, porque nos hemos encargado o nuestros linajes lo han hecho, al remarcar la diferencia que los sigue condenando por lo que gran parte de ellos hicieron o siguieron, además de aquellos que nacieron en el conflicto, quiénes son los que menos culpa deberían de sobrellevar ―recalcó NamJoon, cumpliendo con uno de los objetivos que se le encargaron, analizar y comprobar la veracidad del cambio ideológico en Proteus, para poder finalmente deshacer los estrictos límites que perjudicaban a los nacidos luego del conflicto. Ya que no sería justo que unos paguen por las acciones de otros sobre ideales con los que no estuvieron de acuerdo.

―Es un poco cruel que muchos de ellos quieran salir de aquí y no puedan hacerlo solo por lo que sus antecesores hicieron ―reflexionó JungKook.

―A veces los inocentes pagan las acciones y consecuencias de los verdugos, o son arrastrados por los efectos que no lograron prever antes de que todo se derrumbe ―añadió Park, concordando con lo mencionado por el rubio, pero no dejando pasar la oportunidad para dejar ver más en lo decía, una indirecta que confundió a la vez que molesto al contrario.

D'Angelo sabía lo que su amigo estaba haciendo, jodidamente lo conocía tan bien y a su jodida insistencia para hacer dudar a JungKook, igualmente de molestarlo, porque el repentino acercamiento que tuvieron desde que se reencontraron hace unos días, respondía a una única razón o esperaba que así fuera.

―Es cierto ―concordó Makris contra el orgullo que trataba de hacerlo caer.

―Lo único que tenemos seguro, es que mañana nos daremos cuenta de lo que realmente sucede acá y más cuando veamos al regente ―declaró SeokJin―. Mientras tanto, hay que descansar y esperar lo debemos enfrentar cuando el amanecer llegue ―aclaró, animando a los demás a ir a sus habitaciones que fue lo primero que conversaron al ingresar a la casa.

―Por favor que los novios se tomen esta noche con calma gracias, que aquí hay buena acústica y no queremos... ―el golpe que TaeHyung le dio en la parte trasera de su cuello silencio toda mala broma que HyungSik quería continuar.

―Algunos si tenemos respeto por los demás Park ―bromeó JiMin, tomando la mano de su pareja para dirigirse a las escalas que los conduciría al segundo nivel del hostal, donde estaban las habitaciones.

―¿Así seremos tú y yo? O quieres... ―esta vez se ganó un empujón de parte de TaeHyung, que se acercó hasta su oído para decirle algo que solo ellos dos escucharon, ya que, los demás se encontraban o en el piso superior o rumbo a la cocina como era el caso de SeokJin y HoSeok que querían preparar algo de comer antes de ir a dormir.

Dejándolo como compañero del pelirrojo, y el ganador de la habitación por unanimidad fue JungKook.

Y cierta mirada celeste que no comprendía porque su atención seguía sobre ellos dos.

―Ya sé lo que estás haciendo ―musitó TaeHyung, descansando su mano derecha sobre la cintura impropia, para seguir con el teatro que el azabache pretendía desarrollar.

―Tengo que hacer algo y lo sabes, creo que todos sabemos que Kook quiere saltarme encima porque le molesta verme a tu lado ―explicó muy cerca del rostro contrario sin mayor pretensión que no ser escuchados por nadie más que el secreto que moría entre ambos.

―JungKook podrá estar molesto por tantas cosas y a la vez nada, y lo que sea que lo tenga así no me interesa ser parte de su deshago de enojo ―respondió TaeHyung, intentando alejarse del cuerpo contrario.

―Sabes que no es así ―HyungSik se apuró en sujetarlo del brazo antes que de que se alejara, acercándose mucho más―. Podrá parecer un juego pero dame solo una oportunidad en este momento para demostrarlo ―pidió sabiendo que Makris seguía viéndolos.

―No entiendo porque siempre me terminas arrastrando ―confesó no haciendo ningún intento para alejarse o impedir lo que presentía que iba a suceder.

―¿Debilidad? ¿Amor? Ya sabrás tú que sientes o que me quieras confesar ―lo observó parpadeando sucesivamente tratando de lucir adorable.

Causando una gran sonrisa en el pelirrojo que esta vez decidió apartarse porque no se imaginaba volver a lo que tuvieron, aunque sucumbir ante el deseo podría ser fácil y acto de un momento de placer, pero lo que no deseaba era el vacío que venía después cuando las emociones no perduraban y como acto carnal se desvanecía en lo efímero que podía ser. Ya no quería algo pasajero sino encontrar amor y pasión en el mismo Celestial.

―Calladito te ves más bonito ―expresó D'Angelo, rodeando el cuerpo del azabache para seguir con su camino, en el que fue nuevamente impedido de seguir.

Cuando unos cálidos labios colisionaron contra los propios y todo se detuvo a su alrededor por la sorpresa, que recibió y sintió, tratando de hallar algo más, una chispa que lo llevará a consumirse al lado del cuerpo que ya conocía, siguiendo el ritmo impuesto por el azabache que sujetó sus brazos, hasta que ambos por mutuo acuerdo deshicieron el beso que les confirmó lo que ya tanto sabían que tenían, una amistad particular pero leal así pasarán tiempo sin verse, contaban con el otro.

―Este fue el peor beso que he dado en mi vida ―reveló HyungSik, separándose del contrario que estaba igual que él.

En una risa que estalló por la vergüenza que sintieron, porque así solían ser, dos Celestiales que cuando estaban juntos compartían los límites de la adrenalina y los errores.

―Ha sido el mejor cierre para nosotros ya que en cada recuerdo tendré presente este lánguido beso ―indicó D'Angelo limpiándose los labios con su mano aun sin lograr detener la sonrisa que exhibían sus labios, y mirando al de orbes jade que estaba igual de asombrado.

―Mejor te dejo solo ―aludió HyungSik dejando a TaeHyung seguir su camino inicial antes de que su imprudencia los hiciera sentirse incómodos por los impulsivos que podían llegar a ser.

Antes de poder escuchar algo que no debía ser captado o ver una escena que avivará el dolor que se esforzaba por anidarse en su corazón, Makris decidió salir sin ser notado por el Lucem y Tenebrae que se besaban en medio de la sala de estar. Por lo que, con su confusión y dudas apresuró su paso hasta dar con el paisaje helado que lo recibió, una maravilla que chocó contra la alta temperatura que crecía en su interior gracias al enojo que decreció cuando sus mejillas y brazos expuestos recibieron el viento que iba sin parar de un lado a otro.

Sentía estar en una prueba constante que él mismo ejercía y controlaba por efecto de su indecisión y cobardía para aceptar lo que se estaba haciendo más evidente, luego de las sucesivas cuestiones de D'Angelo, que fueron seguidas por Caruso y terminó eclosionando junto a su hermano, con quien admitió que la duda en torno a lo que envolvía las incoherencias de EunWoo siempre las percibió solo que en su momento hizo lo que considero mejor para su estabilidad ilusoria, ignorar hasta que terminó alejándose tanto del azabache que en los últimos años fueron dos desconocidos.

―En realidad me sigo aferrando a lo que ha demostrado no tener sentido ―murmuró JungKook al aire que seguía enfriando sus mejillas y movía sus rubios cabellos creando pequeñas ondulaciones en el mismo.

Kosta, durante gran parte de su infancia estuvo presente con su apoyo incondicional, con su compañía y divertidas experiencias hasta que en su adolescencia su camino se unió a TaeHyung, y cuando todo terminó él le brindó la contención que necesito, sincera y cálida. Luego de un par de años vivieron un pequeño idilio que terminó cuando ya no le encontraba sentido a lo que estaba haciendo y al notar que para el contrario significaba más de lo que estaba dispuesto a admitir.

Por lo que, la acción de los días, meses y años los alejaron hasta llegar a detestar su sola presencia, cuando notaba ciertos comportamientos extraños y cambiantes en EunWoo, debido a que en ocasiones lo sentía como aquel amigo que tanto aprecio y después se convertía en un odioso ser, petulante y orgulloso sin razón aparente. Además, habían sucesos que rodeaban al desarrollo energético del azabache que no tuvieron una explicación más que un precario desarrollo en su centro de poder, ya que, a la edad de veintiséis años, su etapa de maduración nunca llegó.

―TaeHyung tu siempre llegas para sacudir la tranquilidad de mi vida y para romper los cimientos que creía seguros ―expuso mirando la aglomeración de nubes color marfil que surcaban el cielo, restringiendo por completo la luz solar y el anuncio de una próxima tormenta de nieve.

Y cómo si se tratase de una oportunidad o una condena, el inconfundible cabello de hebras rojizas resaltó en medio de un paisaje dominado por el banco y el ocre, formando un excelso lienzo que fue creado en el rostro de TaeHyung que al verlo allí parado en la dirección a la que se dirigía sonrió con la gracia que sólo él poseía y que sabía retratar en el aura atrayente que lo envolvía.

―Es imposible que te llegues a perder si lo primero que va a resaltar es tu cabello ―molesto llegando hasta TaeHyung, quien se había quedado a la espera de su presencia.

Como si ambos terminarán atrayéndose sin darse cuenta del hilo que los envolvía hasta provocar que se refugiaran en los brazos de quien trataban de huir.

―Tengo mis propios métodos ¿No crees? ―respondió el pelirrojo.

―Parecen funcionar por lo que veo ―hablaba por inercia, disfrutando de ese causal encuentro, solo sintiendo la tranquilidad que a su lado usualmente hallaba.

―No tengo esa respuesta, a menos que tú ya lo hayas comprobado ―devolvió el de orbes plata, sin llegar a mirar los ojos celestes que tenía delante, su vista estando fija en los formados brazos de JungKook y cada tatuaje y runa que los recorren.

En realidad, ninguno de los dos sabía que carajos decir o al menos que pronunciar en una conversación gastada en la que ya no quedaban más arrepentimientos que expiar.

―No pensé encontrarte aquí ―Makris rompió el silencio que se abrió paso en el espacio que habitaban, pequeño y cálido para resguardarse del frío en el que se encontraban.

―¿Y dónde pensabas que estaría? ―cuestionó.

―Tal vez... ―dudo en si decir lo que sentía atorado entre sus cuerdas vocales o dejarlo pasar, puesto que lo más probable es que terminarán discutiendo y después del tiempo en el que divago por los alrededores del hostal, solo un deseo se afianzó con desesperación en su corazón, y ya era el momento preciso para dejar de negar lo que era evidente―. No lo sé, sólo pensé que ibas a descansar después de todo así sientas que tu cuerpo no lo necesita, tu energía necesita reponerse.

―Solo necesitaba caminar por un rato para terminar de fatigar mi cuerpo y así ir a descansar ―aclaró TaeHyung.

La comodidad nacía de las palabras no enunciadas en una lucha de poder sobre quien ostentaba mayor habilidad para formarlas en la realidad de una conversación suspendida y paralizada en el tiempo, la razón o las emociones, una conjunción que buscaba la victoria de lo que en el pasado no conoció.

La madurez para callar cuando era oportuno y la sabiduría para manifestar una opinión no pedida cuando se requería.

―¿Quieres continuar tu camino? ―indagó señalando con su mano hacia atrás, para indicar la dirección a la que TaeHyung se dirigía en un principio. Y el anhelo de una respuesta contraria floreció en su rostro sin quererlo, en un pedido silencioso.

―¿Quieres acompañarme? ―con gracia D'Angelo devolvió la pregunta que rápidamente el rubio afirmó con un asentimiento y la reanudación del trayecto que siguieron sin rumbo fijo.

Por unos minutos, existieron en el silencio que los alrededores le proporcionaban, en el balanceo de los árboles por el viento y los pequeños animales que lograban avistar desde la distancia, allí reunidos y separados, sus pies se coordinaron para llevarlos hasta en pequeño río cristalino que yacía congelado en medio del bosque al que entraron y en la orilla del mismo contemplaron los diversos colores del fondo.

―Lo siento, TaeHyung ―confesó JungKook con sinceridad, una que aflora en la presencia contraria―. Es una simple frase que ya he dicho, pero en cada circunstancia ha sido dotada de mi verdad.

D'Angelo no sabía que hacer más que mirar los celestes ojos que lo veían con una tenue devoción que brillaba para resaltar su presencia y ser tenida en cuenta.

―No entiendo porque lo estas diciendo ―rio con nerviosismo porque en realidad no sabía cómo actuar, cuando le seguía denegando la verdad a JungKook. Así que, si había alguien culpable entre ambos, era él mismo por no poder contestar con sinceridad las preguntas que seguían rondando los pensamientos de Makris―. Si lo dices por la evidente molestia de hace un rato, no te preocupes ―excuso los actos del rubio.

―¿Tan notorio fue? ―cuestionó un poco avergonzado porque cuando se trataba de TaeHyung disimular y actuar con prudencia nunca iban de la mano.

―Así como evidente, no creería ―dudo falsamente―, pero tal vez haber ido en la dirección contraria cuando cruzamos miradas no fue la mejor respuesta, pero si no lo consideras evidente, yo tampoco, para nada ―se burló del rubio, que no sabía hacia dónde mirar para evadir sus apresuradas acciones y desencadenadas por la molestia.

Era dulce ver que el rubio seguía manteniendo su esencia emocional, que en ocasiones no lograba ocultar, y presenciarlo lo hizo sentir cómodo y feliz de que al menos mantenían cierto nivel de confianza para mostrar lo que se vieron forzados a ocultar en algún momento por el deber que enfrentaban.

―Eso no era lo que pretendía decir, Tae ―no podía dejar de reír al unísono con el pelirrojo, porque, ahora que lo pensaba mejor, debió verse ridículo al sentirse molesto y casi que indignado dar la vuelta y fracasar en su huida.

―No te preocupes, lo entiendo ―TaeHyung sin dejar de reír trató de aligerar la carga que JungKook se imponía sobre sí mismo.

―No Tae, no deberías ―dijo―. Mi disculpa va hacia el pasado que nos ha unido en cada discusión o enfrentamiento que hemos tenido, causado por nimiedades sin sentido o porque en muchas de ellas todo lo que decías me lo tomaba personal; cada palabra que pronunciabas era como sentir un gélido cristal atravesando mi corazón.

››Un corazón que se aferraba al odio, aquello que me quedó y lo que con tanto ahínco se afianzó en mí hasta ser lo único que me permitía ver, una lucha que debía emprender para darte algo del dolor que sentí ese día.

JungKook ya no quería seguir lacerando su ser con un sentimiento ensombrecido por lo ocurrido, que ya no tenía sentido seguir trayendo al presente lo que hace tanto dejó de existir. Y su renuncia comenzaba de la misma forma en que sería finalizada, con TaeHyung, como nudo y desenlace de una historia que no estaba dispuesta a continuar.

Era su momento de soltar lo que ya no tenía oportunidad de volver a resurgir.

―Pero también se debe a las provocaciones que a veces mostraba ―reconoció sin creer que Makris estaba tomando la absoluta responsabilidad de los conflictos que los involucraba a ambos.

―Lo sé, sé que fuimos ambos, pero yo estaba tan cegado que en más de una ocasión erróneamente interprete lo que decías y lo tomé como un ataque personal, sin ser así, y es algo que no puedes negar ―declaró JungKook, disfrutando del claro color gris de los orbes impropios, tanto que se asemejaban a la pureza del alma de TaeHyung.

Como una vieja leyenda contada entre los Hechiceros que explicaba la diferencia entre el color de sus iris, en especial, del color gris tan similar a la plata que entre más claridad adquiría mayor pureza reposaba en el alma del ser; siendo una variación muy extraña de apreciar.

―Decir lo contrario sería mentirte y creo es suficiente con el secreto que nos separó ―el dolor no se iría hasta ser sincero con la mayor víctima de los actos del destino. JungKook merecía saberlo y esperaba poder decírselo muy pronto.

―Lo único que importa más allá de lo que callas, es que odio esa parte de mí que se transformó en lo que siempre odie, odio cuanto llegue a aborrecer el amor que por ti sentí, que me llevó a querer que tú también sufrieras ―explicó JungKook, fijando su atención de forma paralela entre sus manos y los orbes cristalinos―. Es por ello que acudo al perdón no para subsanar las heridas causadas ni para deshacer lo que hice, sino para hacerte saber que no merecías el trato injustificado que te di bajo un absurdo deseo de venganza, que solos nos alejó más ―finalizó cruzando sus manos sobre su torso por el frío que comenzaba a sentir, hasta que TaeHyung lo abrigó con el suéter que traía. Lo que agradeció con el sonrojo de sus mejillas sin poder evitarlo.

―Después de todo estamos aquí sin gritarnos o querer golpear al otro, eso ya significa mucho avance ¿No? ―concluyó TaeHyung, al lado de JungKook y en medio de la propia atmósfera que creaban cuando estaban juntos.

Un último deseo emigró en el aire para recorrer la lejanía de lo conocido hasta arribar al terreno sagrado que ocultó coexistía

Día 537

La bienvenida de la mañana los recibió con la fuerza helada de la tormenta de nieve que desde la noche anterior no se había detenido, lo que terminó retrasando un poco sus planes iniciales que luego de un pacífico recorrido por parte de JooHyuk, que se mostró más abierto y conciliador, un verdadero entusiasta por conocer las diferencias que ellos encontraban entre sus demarcaciones y Proteus.

Una agradable experiencia que finalizó en el momento en que los motores de las camionetas se apagaron y tuvieron que ingresar a la imponente residencia más allá de la zona central de Proteus, en la que resaltó la gran edificación en la que residía el primer regente, Azriel Kaplan.

Cada uno de los integrantes del grupo sintió la energía pesada que la rodeaba extendiéndose por el perímetro, logrando percibirla desde el camino central que debieron cruzar hasta que el inmenso portón fue abierto y TaeHyung reconoció la oscuridad que allí habitaba.

―Es absurdo de su parte venir hasta aquí y exigir más de lo que ya se les fue dado ―Kaplan se jactó de lo que su gente había hecho por ellos, y de las atenciones que se les brindaron.

Pero ahora estaban allí en su mesa y en su hogar, queriendo obtener más de una alianza que debió aceptar con Tenebrae aunque se negara a volver a establecer contacto con su propio linaje, cuando los seguían condenando.

TaeHyung estaba harto de la conversación en la que estaban enfrascados con el líder de Proteus, desde que llegaron e ingresaron a la sala de reuniones la actitud agreste fue la cara opuesta de Proteus que habían visto hasta el momento. Comprendiendo que su descontento venía del rencor de ver a los tres Tenebraes que estaban en el grupo, aún resentido por los errores pasados que su linaje aún no estaba dispuesto a perdonar.

Si no hubiera sido porque SeokJin como el vocero principal debido a la línea de sucesión de Lucem, enfrentó la conversación, él ya se hubiera ido sin tratar de conciliar, después de todo fueron ellos quienes capturaron al Regnandi Magus, lo que les aseguraba gran parte del terreno ganado.

―Le pido que deje su molestia contra los enviados de Tenebrae y sea consecuente con la alianza que se mantiene y de la cual Proteus se beneficia, y más que todo durante estas épocas de invierno inclemente ―recalcó SeokJin que estaba exasperado por lo terco que era el primer dirigente de los exiliados, era un jodido dolor de cabeza que lo estaba indisponiendo.

Malestar que D'Angelo no pudo seguir ignorando y decidió intervenir, aunque una sutil caricia en su mano lo llevó a girar su rostro y encontrarse con el rostro de JungKook que le pedía cautela en sus actos al negar sutilmente con su cabeza, buscando una forma de comunicar y transmitir calma, ya que, el vínculo psíquico se mantenía cerrado por voluntad propia de TaeHyung, lo que hizo que el contrario hallará otra forma de conectarse.

Por lo que, con un último suspiro y un delicado toque a la mano impropia, decidió acabar con una negociación que no los estaba llevando a nada.

―Es suficiente ―proclamó el Saenon y Krono.

JungKook al escucharlo tuvo que contenerse para no golpearlo por la sutileza de sus palabras, exactamente lo que pidió que no hiciera fue justamente lo primero que hizo, pero no podía dejar de verlo y sentirse deseoso al ver lo imponente que podía llegar a ser TaeHyung.

―Si no está de acuerdo en proporcionarnos mayor información sobre Nix y su mecanismo de autodefensa, eso quiere decir que está dispuesto a negarle la posibilidad a todo el pueblo que cree en usted ―explicó TaeHyung, pidiéndole mentalmente a sus compañeros que se siguieran sus órdenes, lo que fue atacado con rapidez cuando los seis delegados restantes comenzaron a arrastrar sus sillas hacia atrás para ponerse de pie, siendo interrumpidos por el alegato del regente.

―De cual posibilidad habla cuando por el acuerdo mercantil que tenemos los beneficios que les doy es la retribución equivalente a lo que nos dan ―rebatió.

―Ya lo ha dicho SeokJin Caruso en repetidas ocasiones, que por su vehemente orgullo no ha podido reconocer en las palabras de mi compañero, que Lucem y Tenebrae están dispuestos a un mayor acuerdo, pero como se enfrasco en denegar cada sugerencia, mi grupo y yo nos iremos junto al Hechicero que nosotros capturamos ―dijo remarcando las últimas palabras para aclarar que todo fue obra de ellos y que el mérito les correspondía―. Por lo que, agradecemos la hospitalidad que nos brindaron pero es hora de irnos ―concluyó siguiendo el camino que los demás mantenían hacia la puerta de salida.

―¿Cuál es el trato que proponen? ―intervino Nam JooHyuk al ver el conflicto en el que se encontraba Azriel, nublando su juicio e impidiéndole ver más allá de la altivez que debía mantener.

Si su líder no estaba dispuesto a escuchar, él como vocero del pueblo estaba abierto a escuchar lo que tenían para decir, y después de las horas que compartieron sabía que sus intenciones eran buenas.

Inmediatamente D'Angelo confirmó con Roux y Caruso el otro propósito con el que fueron enviados.

―¿Qué estás dispuesto a ofrecer? ―formuló NamJoon.

―Mayor información y una guía segura hasta Nix, además de acompañarlos en el trayecto si lo que proponen traerá beneficios para los habitantes de Proteus ―sentenció el regente de forma renuente contra sus ideales, los cuales no debían anteponerse al bienestar de su pueblo.

―Lucem ha acordado con Tenebrae permitirles el acceso a Spes y Vindicta como a las demarcaciones que hacen parte de cada región, pero el acceso a Potentiae que gobiernan los Hechiceros estará altamente limitado, porque la misma naturaleza ancestral que allí reside seguirá penalizando sus errores pasados ―expuso D'Angelo.

Sorprendiendo a los integrantes de su propio grupo que aún desconocían lo que este trato representaría, abrir finalmente las fronteras y levantar los límites rígidos que sólo bajo ciertas circunstancias en la actualidad se concedían, además de restringir el acceso a diversas zonas.

Esto implicaba una mayor integración para ambos linajes con los Tenebraes exiliados, en especial con aquellos que al nacer en el conflicto que se mantuvo por años se vieron afectados indirectamente.

―¿Están dispuestos a perdonar lo que mi pueblo hizo en el pasado? ―cuestionó Nam JooHyuk, incrédulo por lo que estaba proponiendo el Saenon y Krono.

―Deben entender que para Tenebrae olvidar un pasado que nació desde las entrañas de su linaje no es un proceso fácil de gestionar ―aclaró TaeHyung―. Sin embargo, se ha llegado a una negociación y que no solo obedece a la ayuda que ahora necesitamos para obtener los cuarzos ondeantes, sino que es una conciliación que se venía gestando y discutiendo en el Consejo Absoluto, lo que tuvo que apresurarse porque sabíamos que para acudir a su entera colaboración iban a exigir más de lo que ameritan recibir ―poco le importaba seguir acusando despectivamente a un líder que solo buscaba el beneficio personal.

Porque Azriel Kaplan, sería admirado por su gente al lograr el acuerdo que les permitiría vivir fuera de Proteus.

―TaeHyung, todo obedece a los ideales que salvaguardan la integridad de cada Tenebrae y Hechicero que aquí habitan, y en concordancia con el castigo que se ha impuesto por la rebelión pasada es que debo velar por los mismos interés ―Kaplan buscaba abogar al entendimiento aun cuando sus palabras fueran falsas y engañosas.

―Pero no deberían ser los suyos sobre su pueblo ―reto JungKook, percibiendo el gran deseo de poder que en él que rogaba por obtener.

―Le prohibido que haga aseveraciones que desconoce, Makris ―amenazó el líder, imponiendo su presencia sobre la irreverencia del Tenebrae que no tenía voz y voto en esa negociación―. Mantenga su lugar y recuerde quien es ―se apuró a decir y rápidamente se dio cuenta del error que había cometido.

―Recuerde usted quién es y lo que representa, si no quiere quitarle una oportunidad única a la gente que por lo que veo poco le importa ―alegó TaeHyung, acercándose a Azriel―. Por lo que, en presencia del vocero que cumple como figura de autoridad, expongo que el trato permanece pero tendrá dos limitantes.

››Primero, cada Celestial o Hechicero que desee ser partícipe de esta nueva alianza debe someterse a una prueba de verdad, que será llevada a cabo por miembros de Lucem en conjunto con los Regnandi Magus, para evaluar la sinceridad de sus acciones y así evitar cualquier duda que nuestro pueblo pueda tener y que eso amenace su bienestar.

El anuncio fue lo pactado con cada Kalar y alto miembro del Consejo de ambas razas, y lo siguiente que exigiría lo hacía en la potestad del vínculo que lo unía con su Elter, por lo que, se giró hacia JooHyuk para que acatará lo que pediría, conociendo que el sistema político de Proteus le daba la potestad al vocero elegido por el pueblo como un segundo Regente en caso de que el líder designado fallará en su compromiso y lealtad con el pueblo.

―Segundo, como un pedido que nace de mis órdenes, Azriel, debe ser revocado de su posición, debido a que esconde más de lo que ha mostrado y quien es el que ha estado filtrando la información concerniente a Lucem y Tenebrae a los Exul ―reveló TaeHyung las artimañas que percibió en el instante que estrechó la mano contraria en un saludo forzado de bienvenida, permitiéndole acceder a los pútridos secretos que el regente mantenía―. Por lo que, de manera diligente le pido que convoque a una votación de los altos mandos de su parlamento para que designen a un nuevo dirigente.

―Soy el líder designado de esta demarcación y he hecho demasiado por estar donde estoy ―expresó Kaplan.

―Es una verdadera lástima no continuar viéndolo ―D'Angelo se mofó del dirigente que hervía de la ira que sentía.

―No puede acusarme y pretender que me quedare sin darle pelea ―sentenció el próximo ex regente de Proteus.

Ya que, si todo salía como debía darse, la demarcación pasaría a ser regida en gran parte por el Consejo Absoluto.

―Eso dígaselo a los Exul que terminaron destrozados sobre el suelo de la frontera y si no lo ha visto le invito a que lo vea, antes de que se una a ellos por un error ―amenazó TaeHyung, en un hecho que ya había cumplido y que no le temblaría la mano para sacrificar a un líder que solo se aprovechaba de su pueblo.

Automáticamente las protestas por parte de Azriel retumbaron por toda la habitación mientras TaeHyung salía de la sala seguido del grupo que se miraba entre ellos, totalmente anonadados por el haz que el Saenon escondió para revelar.

JungKook Makris se declaraba fiel admirador del lado dominante de TaeHyung D'Angelo, que sin evitarlo tuvo que reprenderse mentalmente por los delirios que lo estaban haciendo fantasear en un momento que requería su total concentración.

―Esperen un momento, por favor ―solicito JooHyuk, que ahora dada la revocatoria de nombramiento al antiguo líder, lo convertía en el regente encargado, mientras el parlamento se reunía para concretar las decisiones que con urgencia debían tomarse.

―Espero comprendas que era una decisión que debía tomarse ―pidió HoSeok, anticipando la verdadera razón de la presencia del Tenebrae. Que los siguió apenas salieron de la casa y se encontraban recorriendo el camino que los llevaría hasta la reja principal.

―Y se los agradezco, porque era la única forma de derrocarlo de una vez por todas y no darle oportunidad alguna de armar su defensa ―explicó―. Mi presencia es para decirles que un pequeño grupo de cuatro Tenebraes los guiarán en su negociación con los Exul, para que logren hacer uso de la entrada directa y a partir de allí serán dirigidos por mi guerreros con la información que ellos disponen para reducir los riesgos que deben estar conscientes que van a sufrir.

―Te lo agradecemos ―pronunció TaeHyung, estrechando la mano del líder encargado, antes de emprender una de las misiones más arriesgadas que debían sortear por el bienestar de Caelestis.

―Y yo a ustedes, porque la seguridad de todos depende de que obtengan el recurso natural de los cuarzos ―agradeció una última vez para ver partir al grupo antes de que se reuniría con la comisión que encargaría para que fueron guiados.

―Eso fue candente ―bromeó HyungSik, al interior de la camioneta para ser transportados hasta el cuartel principal donde tenían apresado al Regnandi Magus de Exul.

―No vayas a empezar ―comentó TaeHyung uniéndose a la risa colectiva que todos compartieron, porque si algo no faltaba eran los sucesivos coqueteos del azabache. Una broma recurrente que todos reconocían.

No obstante, JungKook sabía que entre ambos estaba sucediendo algo más de lo que querían confesar, y sobre todo por lo que vio la noche anterior, por lo que, la broma solo logró incomodarlo aún más cuando los veía a los dos juntos.

―No me esperaba que alguien de acá estuviera pasando información a los Exul ―intervino SeokJin desde el asiento del conductor del vehículo que les asignaron, lo que les permitió tener un momento de privacidad para esclarecer las dudas que surgieron―. Se que pueden ser traidores pero después de todo no pensé que quisieran repetir los mismos errores.

―Me di cuenta que no solo es una traición de quienes ya han sido pecadores en el pasado, sino que al interior de nuestros linajes alguien más les informa lo que sucede allá ―declaró TaeHyung, reposando su cabeza contra el asiento a la par que tenía los ojos cerrados para desconectarse de todo el movimiento al que su mente lo sometía en ocasiones, lo que sucedía con gran frecuencia en los últimos días.

―¿De nuestros linajes? Eso es casi que imposible al menos de Tenebrae ―dijo JungKook.

―Se que los Regnandi Magus no podrían haberlo hecho, confirme que no fueron ellos ―expuso haciendo referencia a la conexión que tenía con su Elter―. Por lo que, eso deja a Lucem y Tenebrae como el principal foco, pero sabiendo la enemistad que aún mantienen, eso deja a Lucem como el posible objetivo de traición.

―Más aún cuando son ellos los que mantienen las relaciones diplomáticas ―concordó NamJoon con los hechos presentados por el pelirrojo.

―Además ¿Por qué creen que en un inicio su plan era capturar a JiMin y HoSeok? Si en nuestros vehículos utilizamos cuarzos energéticos para engañar y encubrir la esencia que cada uno de nosotros emana ―planteó―. Es porque sabían quienes íbamos o al menos sabían que un Anima y un Noctu que es el próximo Gran Hechicero iba en alguna de las camionetas y en especial la última que fue la que terminó siendo atacada.

―Así que tuvieron que seguirnos hasta la ubicación de donde partimos en Eukélade para pasarles la información casi que de forma instantánea ―agregó JungKook.

―Pero la verdadera cuestión es ¿Por qué buscaban a JiMin y HoSeok? ―cuestionó Park, teniendo una efímera idea que se relacionaba una vez más con el dominio que afanosos continuaban deseando.

―Por nuestro poder y esencia, y teniendo en cuenta que sabían quiénes somos y lo que podemos hacer, es porque planeaban algo mayor ―dedujo el Gran Hechicero.

―Es seguro que deben estar ideando algo que nadie se espera, y nosotros éramos sus piezas clave ―coincidió JiMin.

―¿Tú puedes verlo, no es así, Tae? ―pregunto HyungSik, y antes de seguir con su cuestionamiento decidió callar al ver lo agotado que estaba el contrario.

Quien estaba sufriendo el desgaste que el futuro le mostraba a la vez que luchaba por interpretar cada señal y prepararse para evitar lo que estaba a escasas horas de suceder.

―No debemos confiar en nadie más que en nosotros de ahora en adelante y en especial de lo que queda de esta misión ―TaeHyung explicó de forma ambigua lo que despertó la confusión de sus compañeros, que evitaron cuestionar algo más cuando vieron lo perturbado que estaba.

Una respuesta que podía suscitar un estado de prevención ante el camino que iban a enfrentar pero que a su vez alertaba sobre lo que sucedería de ahora en más, donde deberían mantener la prudencia y solo confiar en los siete que allí se encontraban.

Futuro que se acercaba desde diversas direcciones insospechadas.

Autora:

He actualizado los mapas de los territorios de forma más estética y visual (es que los que había antes no me convencían demasiado), y el esfuerzo ha valido la pena.

Espero que lo disfruten 🖤

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