Ya han pasado dos años desde que el loco hombre que padecía catalepsia falleció por un fallo de los médicos del manicomio Karius, pero... son muchas las incógnitas que el caso dejó, es por ello que decidieron contactar a Brian, el mejor cazador de mitos de la historia. Un hombre con bellos ojos de reptil y suave cabello rubio.

Tres horas más tarde...

Unos agentes me han contratado para que termine el caso que mató a mi querido amigo, yo no creo que él estuviera loco... sino que su muerte y locura fueron provocadas... Y por eso yo estoy aquí, para poder investigar y vengar su muerte, en su libreta estaba escrito todo acerca de las gemelas, desde un plano detallado de la ciudad con cruces que marcaban donde las habían visto, detalles de como eran ellas físicamente, estereotipo de víctimas —hombres morenos y rubios de ojos negros y grises. Mujeres castañas de ojos verdes— y lo que más me impactó fue...

"En éste momento me he encontrado con esas dos brujas, ambas son pelirrojas, una de ojos verdes y la otra azules. Entre las dos han atrapado a un hombre en el callejón unas calles más lejos de donde me hospedo. Las brujas han susurrado palabras en el oído de ese cuerdo señor, pero... Pero después de ese acto parecía aterrorizado, no dejaba de cubrirse los oídos y gritar que se callaran cuando todo estaba en un inquietante silencio. Después de aquello aquel hombre fue llevado a otro lugar por un brecha tétrica de color negro con un aro chispeante de tono morado. Segundos más tarde ya había desaparecido adentrándose en aquél orificio, pero... lo que más me inquietó fue cuando la de ojos verdes miró en mi dirección y sus ojos cruzaron con los míos, en ese momento supe que me habían visto y estaba sentenciado al mismo destino de aquel desdichado"

Ese fue un fragmento de su diario y el que más me atemorizó. Yo como cazador de mitos creo plenamente en lo que se encontraba escrito en ese diario.

Partí hacia Viena, con un único propósito... terminar con la vida de esas brujas, que le han hecho daño a tantas personas... Víctimas de su maldad...