Capitulo 2- La Rosa roja


Llegue a casa, subi a paso lento las escaleras y al llegar a mi cuarto, me tumbe en mi cama rendida, estaba tan cansada, que solo cerré los ojos, y caí en un profundo sueño.Al día siguiente, me desperté, aun me dolía la raspada  de anoche. Mis hermanitos ya estaban en el primer piso jugando, fui abajo, me dirigí a la cocina y prepare el desayuno.- Buenos días loquitos- Salude a mis hermanitos. Ellos me saludaron de igual manera los tres juntos.Recorde la sonata del piano de ayer, aun me sentía como una perdedor al no haber podido encontrar al misterioso pianista cuyo apodo era "El esqueleto".

Les servi el plato, se sentaron en el comedor y empezaron a comer. Yo mientras tanto estaba apoyada contra la pared con un pocillo de te en manos mirando la ventana. Una hermosa vista, un hermoso sol, una hermosa ciudad.

- Carmina ¿Cuando empieza el colegio?- Me pregunto Camillo, tan responsable. Lo mire y le sonreí.

- En dos días fratello- Le conteste, el asintió con la cabeza, se levanto, dejo sus platos en el lava platos y se fue a la calle a jugar con el balón junto a los dos otros hermanitos. Yo solo seguia viendo afuera.

Decidí hacer algo productivo así que limpie la casa, puse un poco de musica para que no fuese aburrido, creo que me levanto los ánimos.

- Niños, jueguen en el patio, saldre a pasear un poco ¿Bien?- Ellos asintieron y se adentraron a la casa, cerré la puerta detras mío y empecé a recorrer Venecia. Esta ciudad sabia como encantar a los turistas. Mientras paseaba distraída, senti como alguien se chocaba contra mi hombro. - ¡Hey!- Le regañe, en eso aquel muchacho de ojos azules celestes y pelo oscuro como la noche se volteo a verme con una mirada profunda.

- Perdonare signorina- Se disculpo y siguió con su camino. Bueno, por lo menos se disculpo y no se hizo el de la vista gorda. Seguí mi camino por la ciudad, regrese a casa y les hice de comer a mis hermanitos para el almuerzo. Amelio jugaba con un avion haciendo los sonidos con su boca, Antonio con el tren que ayer les regale y pues Camillo comiendo juiciosamente. Que buen chico. Hablamos sobre cosas sin sentido alguno, reíamos juntos, las risas de los dos menores de 11 eran muy contagiosas.

- Bueno ¿les parece si vemos una pelicula juntos?- Les pregunte con una sonrisa, los niños me respondieron juntos con un "si" bien sonrientes mostrando los dientes. Nos fuimos juntos al sofa, agarre el mando del televisor y busque en Netflix una pelicula interesante para nosotros. Vimos una llamada "Klaus", muy hermosa pelicula, la mejor que haya visto. 

Los pequeños, osea Antonio y Amelio, se quedaron dormidos, Camillo me ayudo con Amelio y yo cargue a Antonio, los llevamos hacia su cuarto, arropamos a los pequeños y luego Camillo se fue a la cama. Les di un beso en la frente a los tres y les desee las buenas noches y fui abajo a apagar la luz.

Y al apagar las luces, de nuevo escuche aquel piano ser tocado por el, por El Esqueleto. Esta vez, una cancion diferente, una más triste. Sali de casa ¿Porque se escuchaba que lo tocaba en un diferente punto de la ciudad? Si aquel pianista toca todas las noches en un diferente punto de la ciudad, me sera muy dificil encontrarlo, o tal vez no.

Mientras esta vez iba caminando por las calles fui escuchando atentamente la voz.

- How can I say without taking over? - Se escuchaba los versos salir con tono bajo mientras iba caminando- When it's almost too much for my soul alone- Tengo pena por aquel señor o muchacho quien a perdido a la persona que más le importaba en la vida, por eso toca con tanta tristeza y dolor en el corazón. - I loved, and I loved, and I lost you, And it hurts like hell- Las luces de los postes se iban alunando mientras pasaba cerca de ellos permitiéndome ver el camino con claridad.

- I don't want them to know the secrets, I don't want them to know the way I loved you, I don't think they'd understand it, no, I don't think they would accept me, no - En un momento entre en un pequeño bosque oscuro, pues claro, por la noche, pero la luna alumbraba muy bien en esos edificios enormes y verdes.

El toque de los teclados del piano sonaban cada vez más cerca.

- I loved and I loved and I lost you, And it hurts like hell, Yeah it hurts like hell- Fui esquivando arboles asomándome si es que veía algo o a alguien, pero no, aun no, solo tenia que ser paciente, pronto lo vería y le hablaría.

- Dreams fight with machines, Inside my head like adversaries, Come wrestle me free, Clean from the war- Me asome por unos cuantos otros arboles y finalmente, lo logre ver, en medio de todo este laberinto, con un piano viejo y negro, siendo iluminado por la luz de la luna, el tan dichoso y mencionado Esqueleto.

Vestía un traje corto blanco, el estaba dándome la espalda, no le podia ver la cara, pero su pelo si era corto y oscura como la noche, tal como lo describió aquel sujeto aquella vez.

Di un paso adelante, pero distraída, pise una rama de árbol provocando que este se partiera en dos y sonara fuertemente. El Esqueleto escucho, y asustado se fue corriendo dejando en las teclas del piano una rosa roja.

- E... ¡Espera!- Intente detenerlo, pero me hizo caso omiso y se fue lejos de este lugar. ¡Rayos! No pude conocerlo y mucho menos verle la cara. Avance hacia el piano y agarre aquella rosa, era muy hermosa, tan roja como la sangre.

La abrase entre mis manos, cuando lo vuelva a ver, se lo entregaré y espero esa vez por lo menos poder hablarle.

Ya sin nada más que hacer, habiendo perdido una buena oportunidad, quedada satisfecha por lo que halle, di media vuelta en la punta de mis talones para ir en dirección a casa, bueno, esperando a que no me haya perdido, pero... lamentablemente y torpemente, si me habia perdido en el bosque.

Camine un poco a ver si encontraba el camino de vuelta a la ciudad, y a medida de que iba avanzando, me desesperaba más y me asustaba. La respiración se me aceleraba, senti mis ojos empezar a humedecerse y a volverse nubloso, dios, ya iba a empezar a llorar. ¡Bien hecho Carmina! ¡Bien hecho! ¡Por andar acosando a aquel pianista te perdiste!

Y en mi momento de desesperación escuche un silbido, poco después vi un cuervo posarse en una rama de arbol en frente de mi, me miraban fijamente y me examinaba, saco un grito y se fue volando a otra rama cerca de la que estaba anteriormente, la mire confundida, fui hacia el, otro grito de parte de su pico y se fue volando a otra rama cerca de la anterior, entonces fue en ese momento que entendi que queria que lo siguiera. 

Así que sin perder tiempo lo empecé a seguir. Pasaron los minutos y ya me encontraba frente a la entrada de la ciudad, agradecí al cuervo, aunque se hubiese visto muy extraño y raro, lo hice, y me devolví para mi casa. La casa estaba en silencio y a oscuras como lo habia dejado, pase por el cuarto de mis hermanitos, aun seguían profundamente dormidos, bien. Me dirigí a mi cuarto, me acosté y me arropé. Hoy fue la mejor noche de mi vida.  


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