19
Después de aquella visita me encerré en mi cuarto. No podía creer que Tony se hubiera fijado en Tania. Bueno, ella era más guapa que yo, más sonriente...bueno, ella era mejor que yo. Pero el Tony que yo conocí cuando me mudé aquí, se fijó en mí. No podía parar se recordar la conversación que él tuvo con ella.
- Hola, ¿cómo te llamas?- Preguntó un sonriente Tony.
- Tania, me temo que voy a compartir piso con vosotros dos desde aquí para adelante-. Respondió entre risas.
- Mejor, cuantos más estemos, menos solos nos encontraremos-. Dijo Tony.
Mi corazón se fue rompiendo poco a poco y lo peor es que lo estaba notando y Clay también. Contemplar parecía un castigo.
Ellos nada más que se estaban sonriendo y en la mirada de mi amiga veía como se sentía atraida hacia él.
Pensé muchas cosas en contra de mi amiga pero rápidamente las borré ya que no sentía nada hacía Tony, sólo eramos amigos, nada más.
Me fui de allí poniendo como escusa que estaba cansada y necesitaba descansar un poco. Todos se lo tragaron menos Clay. No podía creer que Tania siendo mi amiga desde que tenía uso de razón no lo hubiera notado y, Clay que era mi amigo por mucho menos tiempo que Tania, lo hubiera notado. Puede que él me conozca más que mi propia amiga, no entendía como eso podía pasar.
Me fui y cuando llegué al piso me encerré en mi habitación. Me tumbé en la cama esperando que las lágrimas aparecieran, pero aquella vez ni una lágrima cayó en mis mejillas. Era muy raro en mi últimamente.
Miraba al techo, pensaba en la visita y me entraban ganas de llorar, pero las lágrimas brillaron por su ausencia. Daba vueltas y vueltas en la cama hasta que el sueño me venció.
Cuando desperté, noté que el lado derecho de la cama había un contrapeso. Me incorporé rápidamente y pude ver a Clay. Tenía la cabeza agachada y estaba pensativo.
- Parece que el suelo es muy interesante-. Comenté para llamar su atención.
Clay me miró preocupado pero le sonreí como señal de que estaba bien, y la verdad era que lo estaba, estaba verdaderamente bien.
- Parece que es real-. Dijo él con una sonrisa agridulce.
- Lo es.
El silencio invadió la habitación hasta que pensé en Tania. Quería preguntar si estaba ahí, pero no quería escuchar la respuesta, pero quería, y Clay notó aquellas ganas que tenía.
- Tania se ha quedado hablando con Tony-. Dijo Clay.
Yo asentí y junté mis rodillas a mis pechos mientras abrazaba mis piernas.
- Eso no se le hace a una amiga-. Dijo de la nada Clay.
Lo miré extrañada de lo que dijo, no sabía a lo que se refería, ¿se refería a mí?
- Lo digo por Tania-. Aclaró.
- No tiene importancia.
- Anne, sí la tiene. Tony te gusta.
- No, no es así.
Me acerqué a él y lo abracé. Él correspondió a mi abrazo y me sentó en su regazo para continuar el abrazo en una postura más cómoda. Cuando nos separamos nos miramos fijamente a los ojos, sentía como sus manos acariciaban mi espalda y como una de sus manos la llevaba hacia mi rostro, acariciando con suavidad mi mejilla. Nuestras respiraciones chocaban entre sí y veía como Clay desviaba a veces su mirada a mis labios.
- Anne, déjate llevar.
Y sin más juntamos nuestros labios y lo "peor" de aquel beso es que me gustó. Me gustó besar a Clay.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top