Cuando pasamos al piso, le dije a Tania que dejara todas sus maletas en mi habitación hasta que Clay hablara con los padres de Tony.

- ¿Quién es ese tal Tony?- Preguntó sentándose en mi cama.

- El chico que vive conmigo que es el hijo de mis caseros-. Respondí sentándome a su lado.

- ¿Dónde está?

- ¿Quién?

- Tony-. Respondió mi amiga con obviedad.

- En el hospital, tuvo un desagradable accidente hace una semana-. Respondí con seriedad.

- ¿Cómo está?- Preguntó con signos de preocupación en su rostro.

- En coma.

Después de mi respuesta se hizo el silencio en el piso. Tania me miraba muy preocupada por la situación y yo, yo sólo estaba preocupada en lo que sería de él si llegara a despertar del coma. No me podía imaginar este piso sin él.

- Despertará-. Dijo mi amiga posando su mano derecha en mi hombro izquierdo.

- Puede que...-. Tania me cortó.

- Anne, no pienses en que puede despertar con amnesia porque eso no va a pasar. Despertará y se acordará de ti al igual que tú te acuerdas de él cada día. Te conozco y sé que lo haces.

- ¿Y si me echan del piso?- Pregunté sin aguantar mis ganas de llorar. Con Tania podía llorar todo lo que quisiera porque ella me vió llorar muchas veces que ya no me daba vergüenza.

- No digas tonterías-. Dijo sin aportarle preocupación al asunto.

- No sé como, pero mis caseros, los padres de Tony, saben que robaba a mi madre.

La cara de mi amiga empalideció al escuchar mis palabras. Ella tampoco podía encontrar una explicación coherente a lo que le acababa de decir, lo vi en su mirada.

- Mi padre, como es policía, borró el expediente-, se llevó las manos hacia su pecho derecho-, te juro de corazón que lo hizo, lo borró conmigo delante.

- Te creo-, le cogí sus manos y las apreté contra las mias-, pero puede que lo haya encontrado en algún lado.

- O haya sobornado a alguien de la policia para que indagara a lo más profundo del sistema operativo-. Dijo Tania al pensarlo más detenidamente.

- ¿Eso es legal?

Y Tania me miró con cara de que yo ya sabía la respuesta. Claro que no era legal, al ser así no sobornaría a nadie. ¿Tan importante era eso para él que podía pagar una cantidad considerable por saber su tuve problemas con la justicia? No tenían derecho en rebuscar en mi pasado.

- No tiene derecho a hacer eso-. Y cuando terminé de decir esa frase mi móvil empezó a sonar.

Lo saqué de mi bolsillo derecho y vi que me estaba llamando Clay, ¿qué pasará? Esa pregunta empezó a andar por mi cabeza.

- Hola, Clay-. Le saludé de buena gana para que no notara que estaba llorando.

- Anne, tienes que venir a toda prisa al hospital-, hizo una breve para para tragar saliva-, Tony ha despertado.