Parte 9
Al principio se extrañó al no ver a nadie por los alrededores, pero al pensarlo mejor era de esperar la soledad. Era Domingo, Días de pascua o Semana Santa para algunos, a él le gusta llamarla la Semana de los fanáticos, pero sería mejor mantener ese título personal. Han pasado un par de días desde que supo del Sacerdote, solo breves encuentros los cuales le aseguraban de la seguridad del cristiano, pero hasta allí.
La investigación se ha quedado estancada, hasta que el Sacerdote le informe de alguna novedad que los haga avanzar en el caso, por el momento solo se ha limitado a esperar, pero está claro que es un hombre con poca paciencia y esperar no es lo suyo. Supuso que de cierta manera puede aprovechar su semana de "Vacaciones", encerrarse en su habitación del hotel entre papeleo e investigaciones previas para buscar algún indicio sobre las evidencias encontradas, como el arma, o esperar la orden fiscal para por fin acceder a las oficinas del fallecido y a sus archivos personales del antiguo caso. Pero sus planes fueron interrumpidos por dos cosas, la dueña del hotel que a fuerzas lo obliga a salir para verificar la habitación o hacer limpieza, y de paso que el hotel se haya llenado de la nada por inquilinos, los visitantes de las familias del pueblo que también aprovechan la semana.
Teme que se esté acostumbrando demasiado al silencio y la tranquilidad del pueblo, puesto que no soporto el ajetreo de los inquilinos en el hotel al reunirse con sus familias, así que se vio obligado a salir de la habitación de inmediato.
Al llegar a la cuadra se vio a sí mismo un momento, la playera negra con el estampado de su estación de policía a un costado de la manga, pantalones deportivos con el camuflaje militar y sus tenis viejos, casual pero sutil, por lo menos no estará por la calle como un desalineado. Además, una vuelta no haría daño, o eso supuso.
Gruño para sí mismo al llegar al centro del pueblo, las calles estaban igual de saturadas, muchos autos estacionados alrededor del parque central y sin dejar lugar de estacionamiento frente a los comercios, había filas algo largas en ciertos comercios, como la panadería, la papelería y las tiendas de conveniencia, los gritos de los niños por los alrededores se mezclaba con el rugir de los autos.
No se esperaba que este pueblucho de un día a otro se llenara de gente, pero esa es la magia de las vacaciones, y más si se habla de semana santa en un pueblo religioso.
Hola. ¿nos permite unos minutos de su tiempo para leerle un Salmo?
Venga y acompáñenos a celebrar, honraremos la muerte de nuestro señor.
Permítanos ayudarle a encontrar el camino de la salvación.
— ¡¡Ya les dije que no!!. —miro con furia a los evangélicos que lo habían rodeado, estos de inmediato se alejaron por caminos separados. Cómo detesta a estos tipos de payaso, no entienden las indirectas y para colmo quieren decirte todo a la fuerza.
No se sentía cómodo así, se sentía observado y pequeño pero, ¿si no puede estar ni en su habitación ni en el pueblo en qué otro lugar podría estar más tranquilo?. Así, la imagen del Sacerdote pasó por su cabeza, por lo menos una rápida visita para verificar que todo estaba bien... Además no tenía otras opciones.
Así que aquí estaba, a pie llegó hasta los portones de la iglesia, como siempre abiertos pero para su sorpresa no había nadie. Tomando el camino principal miró el edificio desde arriba hasta abajo, le recordaba de manera amarga la primera vez que entro aquí, el edificio le sigue siendo impresionante no importa cuantas veces lo vea. Ya a medio camino se percató de que había movimiento tras uno de los arbustos cerca, al acercarse pudo verlo mejor, era un hombre que le daba la espalda, estaba inclinado tras el arbusto con guantes de tela y unas tijeras grandes de jardín, portaba un sombrero de paja y ropas sencillas, una playera color crema un poco sucia y pantalones rotos y botas gastadas, este con ayuda de las tijeras arrancaba raíces secas para colocarlas en una bolsa plástica, obviamente se trataba del jardinero de la iglesia.
Al estar a solo unos pasos tosió fuerte para llamar su atención, tal vez demasiado. El jardinero dejó todo de lado y se levantó con una velocidad impresionante, lo miró alarmado, como si temiera a ser agredido. La sorpresa lo hizo retroceder unos pasos, debido a su entrenamiento este tipo de movimientos bruscos lo hacen ponerlo a la defensiva, llevó su mano a su cintura pero obviamente no trae consigo su arma reglamentaria.
Frunció los labios con frustración, rodó los ojos mientras enderezaba su postura.
— Lo siento, fue mi culpa. —tratando de calmar los nervios del jardinero.
Al tenerlo de frente pudo observarlo mejor, pelo largo que llegaba a los hombros y barba completa y sin cuidar de un color negro natural, sus ojos azules miraban con cierto temor y eso que era grande y fuerte, noto que hacia movimientos bruscos, como una especie de ticks los cuales hacían agitar su cabeza, ojos y provocaba que hiciera muecas.
Al notarlo se tranquilizó, sabía lidiar con aquellos que tienen esta condición, casi siempre por los adictos en rehabilitación o a los que ha arrestado. Hay que tenerles paciencia y no hacer nada de manera brusca, sino responderán de esta manera.
— Me llamo Blakk, ¿y tu?. —el pelinegro hizo un ticks con su cabeza, desviando la mirada llevó ambas manos enguantadas a su pecho.
— Blite, me llamo Blite. —respondió a secas. Por lo menos habla bien, pensó Blakk.
— Bueno.. Veo que estás ocupado, así que me marcho. —no es por señalar a todos pero, no es bueno meterle mucha conversación a quienes tienen esta condición, tienden a ser muy sensibles y, si te equivocas pueden volverse muy agresivos, lo sabe por mala experiencia. El otro no se quejo y asintió para volver a su trabajo; al adelantarse un par de pasos se detuvo y se golpeo mentalmente, regresando con el pelinegro que se había vuelto a sentar en el suelo para arrancar más raíces, esta vez permaneció en el suelo y lo miró fijamente:— ¿De casualidad sabes si el Sacerdote Shane está o donde se encuentra?.
— ¿Qué quiere con el padre Will?. —de repente, lo miro de manera cortante y desafiante, sus nervios y ticks desaparecieron en ese momento.
Lo que no quería que pasara paso, pero le causó curiosidad el repentino cambio del jardinero ante la mención del cristiano en cuestión, por lo que presionar un poco estaría bien.
— Vengo para hablar de un asunto de suma importancia con el.. ¿Por qué preguntas?. —el pelinegro agacho la mirada en silencio:— ¿Esta el Sacerdote Shane si o no?.
¡¡Oiga, ¿Qué le pasa?!!.
Blakk junto con el peli negro miraron a la entrada de la iglesia donde venia la voz, el jardinero gruño para si mismo mientras que Blakk miro perdido al sujeto que se acerco rápido hacia ellos. Tan pronto lo tuvo cerca llevo una mano a su nariz, el fuerte olor casi lo hace toser, una mezcla ácida entre basura y tierra mojada, literalmente puede decir que este tipo salió de la basura, portaba ropa más desgastada que la del jardinero, playera sin mangas y pantalones cortos grises con suciedad, era un poco más alto que el jardinero y estaba igual en musculatura solo que portaba tatuajes de calaveras en ambos brazos y al parecer también en el pecho y espalda, el pelo un poco largo de un rubio cenizo y completamente descuidado, pero resaltaba más la mascarilla con orificios de metal aferrado a su rostro, ocultando la mitad de su rostro.
Blakk se alejó unos pasos de este, pero el rubio no respetaba el espacio personal, por lo que se inclinó señalando con descares el rostro de Blakk.
— ¡¿Que se trae anciano?, no moleste a mi amigo!.
El pelinegro se levantó con un gruñido:— Slade, no te metas.
— Ya es tarde para eso. —recalco el rubio, Blakk golpeó la mano que lo estaba señalando con fastidio, pero no se inmuto y acercó su rostro aún más:— ¿Qué es lo que quiere?.
— ¡No te me acerques, apestas a cloaca!.
— Gracias.
— ¡Demente!. —ya harto empujo al rubio para que se alejara, pero el olor ya estaba impregnado en su nariz, haciéndo arrugar la cara con disgusto.
— Ahora los policías se dedican a molestarnos?. —el de máscara se acercó al pelinegro y se cruzó de brazos, Blakk no se sorprendió de que estos supieran que era parte de la policía, tal vez su playera sea una pista pero no es suficiente para delatarlo; tal vez haya sido su actitud o su forma de actuar.
¡¡Slade, Blite!!.
La voz aunque suave fue demandante y firme, esa voz ya la reconocía donde fuera, se acostumbró a ella. Miro tras de sí al Sacerdote que, con el ceño fruncido y los brazos cruzados miró severamente a todos.
Se acercó hasta quedar junto a Blakk:— ¿Qué les he dicho chicos?, así no se recibe a nuestros visitantes.
— ¡El empezó, estaba molestando a Blite!. —señalo con descares a Blakk.
— ¿Después de que le alzaste la voz y lo señalaste a la cara?. —el rubio se indignó, cruzando los brazos. Su atención cayó sobre el jardinero, sus ticks regresaron mientras desviaba la mirada apenado. El cristiano suspiro cansado antes de sonreír:— Está bien, Blite, puedes volver al trabajo y Slade. —señalando al rubio:— Esta es la última vez que te advierto, deja de urdir en la basura, ya no tienes que hacerlo.
— .. Es la costumbre, lo siento.
— Ya estás advertido, sino tendré que hacer que Blite te vigile, y sabes muy bien lo que te espera si eso ocurre. —el jardinero sonrió de lado y con malicia, el rubio retrocedió con miedo y asintió con energía hacia el cristiano:— Bien. Ahora, por el bien de todos, ten una ducha.
Rápidamente el rubio pasó por su lado, el hedor hizo que tanto Blakk como el cristiano llevaran sus manos a sus narices, mientras que el susodicho jardinero volvió a inclinarse para seguir con su tarea nuevamente. Al mirar al pelinegro a su lado, este le dio una rápida seña con su cabeza hacia la iglesia, señal de que debía seguirlo para hablar en privado, así que en silencio ambos estaban en dirección hacia el santo edificio.
Ya abriendo el portón el pelinegro suspiro cansado:— Lamento lo de antes detective, ellos son.. Un poco desconfiados. —haciendo un espacio para que pueda pasar, tan pronto entro las puertas fueron cerradas.
— Dejémoslo así. —chasqueando la lengua, miró alrededor de la capilla, completamente vacía:— .. ¿Acaso no tienen misa hoy?. —Will sonrió mientras negaba.
— Detective, es domingo de resurrección, hoy se harán actividades teatrales sobre la muerte y resurrección de nuestro señor. —el cristiano jaspeo, con mucha emoción se acercó al castaño, alzando los hombros y manos apretó en puños y con ojos brillosos:— ¡Estará presente en los rezos, ¿verdad detective?!.
Blakk se mordió el labio inferior antes de responder un rotundo No, evitando lastimar al cristiano. No es hombre de esas cosas, de hecho piensa que tiene suerte que la iglesia no se esté quemando por su presencia, odia las actividades de este estilo, solo ve teatro para exprimir a los ingenuos sus bolsillos.
Le dio la espalda al pelinegro y avanzó hacia el escenario de la iglesia, entre balbuceos evitaba los ojos de cachorro suplicante del otro, los cuales llegan a ser muy convincentes.
— Hmm no lo sé.. —por el rabillo del ojo miró por un momento a Will, así de rápido como apareció su sonrisa desapareció, siguió caminando hasta llegar al podio:— ¡Quiero decir!. Tal vez no sea.. Ahm... ¿Una buena idea?.
— ... Entiendo que no es un hombre de fe, pero.. —al subir y quedar frente a la cruz con la escultura de Jesús con paciencia le sonrió:— Sería bueno que esté presente, aunque sea por una hora. —Blakk soltó los hombros, llevando una mano a su nuca dejó salir un gruñido pesado, sin duda no estaba muy dispuesto a participar:— .. Si cambia de opinión, esta noche en el parque se hará la misa y los rezos.
Blakk simplemente asintió pero la sonrisa forzada que le mostró el sacerdote le causó cierta pena y malestar. El silencio se volvió incómodo entre ellos, para su sorpresa el cristiano le volvió a sonreír con ilusión, volviendo hacerle la misma señal para que lo siguiera, ambos bajaron del podio para ir tras el escenario, el cristiano se acercó a una de las puertas, al abrirla supo que era donde se guardaban las "Herramientas" para las misas, como la mesa con los manteles, el agua bendita entre otras cosas.
El pelinegro se acercó al estante en el fondo, en puntillas alzó una mano para alcanzar un jarrón que tenía una tela blanca encima, se acercó a él y quitó la tela, dejando ver un frasco medio grande con casi la mitad lleno de billetes.
De inmediato supo que era, Will se acercó para que lo tomara, lo cual aceptó, tomándola para mirarla más de cerca.
— Valla, las donaciones han sido muy generosas.
— Si, pedí ayuda a nuestro presidente de la junta de vecinos para que anunciara las donaciones. Agradecí a cada uno su generosidad. —dijo orgulloso.
— ¿Y de cuánta generosidad estamos hablando?. —mirando burlón al sacerdote, en cambio Will lo miró con seriedad.
Igual Blakk llevó el jarrón de una mano a otra tomando en cuenta su peso, no es mucho pero es algo. El cristiano frunció el ceño y le arrebató el jarrón para que dejara de jugar con ello, colocando la tela sobre el mismo otra vez, volviendo al estante y haciendo de puntillas regreso el jarrón a su posición.
Will aún frunció el ceño, dejando salir un suspiro:— .. Apenas llegó a la mitad.. Unos 13 mil dólares. —soltó con tristeza.
Blakk se cruzó de brazos con seriedad, mirando al cristiano que perdió los ánimos. El tratamiento, la cirugía y los costos de medicamentos en total dan 30 mil dólares para el niño, y de paso tiene que ser antes de que acabe el próximo mes, sino el niño podría terminar tan débil que podría morir. Es demasiado dinero y una responsabilidad muy grande en tan poco tiempo, cualquiera se derrumbaría con semejante situación, en cambio Will, negó con brusquedad y lo miró decidido.
— ¡Se que obtendremos el dinero!. —el cristiano se mostró más confiado:— Esta noche anunciaré la noticia, estoy seguro que con los visitantes y familiares podré obtener suficiente.
Mantuvo silencio un momento con seriedad, cruzando los brazos alzó el mentón con burla.
— ¿Entonces crees que no tenga que llamar a los de mi comisaría?. —el cristiano lo miró confundido:— Es una pena, logré que juntaran 10 mil dólares entre ellos. —al escuchar eso al pelinegro casi se le salen los ojos de las órbitas y la mandíbula al piso si fuera posible:— Pensaba decírtelo después de esta semana santa, supuse que debías estar muy ocupado en esas cosas. Además de venir y asegurarme de que estabas con vida, también fue para ver como iba todo, pero como dices que. —el castaño quedó enmudecido cuando Will pegó un grito de emoción, junto con ello saltó sobre él y lo atrapó en un abrazo fuerte, si Will tuviera la fuerza era capaz de cargarlo.
— ¡¡Bendito seas!!.
El cristiano se aferro mas a el, lo tenia en un agarre firme y no estaba dispuesto a soltarlo, además que el afecto le resultaba aún muy nuevo y demasiado para el.
— Suelta.. ¡Suelta!.
— ¿Cómo va todo hermano William?.
— Todo perfecto arzobispo, la obra teatral fue mejor de lo que esperábamos, los niños cantaron a la perfección el coro y ya está todo listo para la ceremonia. —asintió el pelinegro a su superior.
El alto mando quedó complacido, los rezos estaban por empezar por lo que retrocedió junto a los otros 2 sacerdotes, colocándose entre Pronto y el padre Holt. Se miro por un momento sus atuendos para asegurarse de que estaba bien, cambiando sus Sotanas a una túnica enteramente blanca con los bordes y el símbolo de cruces en el pecho de color dorado, y el arzobispo con una túnica enteramente roja, mas cantidad de encajes de un dorado brillante y una Miltra de los mismos colores con una cruz.
Los diaconados se acercaron, entregándole al arzobispo un velón de color rojo, mientras que a ellos de color blanco, tan pronto las encendieron los villancicos empezaron con su coro, así que saliendo de la iglesia caminaron entre algunos laicos rumbo al pueblo, mas en especifico el parque.
El camino fue más corto de lo que pensó, todos estaban reunidos en el pueblo, dejando las calles libres para dar el paso a la iglesia, algunos con velas y siguiendo el canto de los niños se adentraron a la caminata. Las pascuas son sus días favoritos por este tipo de actividades, en ellas puede ver cómo las personas dan paso a su fe, un alivio donde reina la esperanza y que aún existe el bien por el cual luchar.
Al llegar al parte se alegró al ver la gran cantidad de personas rodeando el escenario en el centro del mismo. El arzobispo junto con los sacerdotes subieron mientras los demás se quedaban junto al escenario, el albón con la gran biblia abierta junto con un micrófono.
Mientras él junto con los otros tres se acercaron a la mesa con el cáliz, la bandeja con el pan y el cuenco con el agua bendita divisó por un momento en la primera fila una figura con el pelo castaño, tuvo que volver a mirar para captarlo mejor. Pensó que era una ilusión pero no, el detective estaba allí, sentado sobre un cojín como el resto de las primeras filas, portaba un suéter de cuello largo y mangas largas negro, pantalones shins de un azul oscuro y sus botas.
Cuando se supo visto el más grande con mala cara simplemente alzó el pulgar, se notaba que no quería estar aquí, pero aun así asistió.
— ¿William?. —el pelinegro despertó, desviando por fin la mirada hacia el sacerdote a su lado que tuvo que sujetar su brazo para poder llamar su atención:— ¿Esta todo bien?.
— S-si, solo.. Estoy bien.
En silencio los sacerdotes terminaron de acomodar la mesa, volviendo tras el arzobispo que recitó el Padre Nuestro dando por iniciada la misa. En cambio Will estaba perdido en sus pensamientos, la idea de que el detective pese a no ser un hombre católico y que no soporta estas actividades viniera a presenciar el acto solo por que se lo pidió... Lo hace sentir extraño, un tanto culpable porque siente que lo obligo, pero también una sensación extraña.
"¡Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos!.
¡Eres Tú, Señor, quien ha sufrido la muerte para que yo viva!.
¿Cómo puedo alegrarme de mi libertad si la debo a tus ataduras?.
¡Eres Tú, Señor, quien ha sufrido la muerte para que yo viva!.
¿Cómo puedo alegrarme de mi salvación, si la he adquirido por tu sufrimiento?.
¡Eres Tú, Señor, quien ha sufrido la muerte para que yo viva!.
Señor, Tú has sufrido porque has querido, por amor y misericordia.
¡Eres Tú, Señor, quien ha sufrido la muerte para que yo viva!".
Pasado una hora, la misa dio por terminada, al ver que el micrófono quedó libre y las personas se levantaban de inmediato se acercó al podio. El micrófono hizo un breve chillido llamando la atención de todos, lo cual quería.
— Buenas noches a todos nuestros Laicos presentes. —la mayoría miró expectante al sacerdote, puesto que ya lo conocían. Blakk se acercó hasta quedar junto a las escaleras, esperando a que termine el anuncio para subir:— Seré breve. Como muchos sabrán, uno de nuestros niños fue internado recientemente, supimos que se debe realizar una operación vital para su supervivencia. En verdad que suplico de su bondad para poder ayudarlo, no importa la cantidad, su aporte es lo único que pido.
El sacerdote Geronimole se acercó con el frasco medio lleno, Will lo tomó y se inclinó en el escenario. Poco a poco las personas se acercaban y donaban cierta cantidad. Blakk esperó paciente, hasta que escucho a alguien tras de sí un tanto alterado.
— ¡¿Que es lo que está haciendo el Shane?!. ¡¿Esta pidiendo limosna sin nuestro permiso?!.
Como estaba en medio de las escaleras frenaba su paso, soltó un gruñido al reconocer la chillona y molesta voz, casi al instante una vena al costado de su cabeza comenzó a palpitar; al voltear miró al susodicho director de manera fulminante, acto que lo hizo retroceder, en serio que este tipo es insoportable.
— ¡¿Usted qué hace aquí?!. —el delgado hombre estaba por señalar, pero sabía que si lo hacía le rompería los dedos:— ¡Recuerdo haberle dicho que no se acerque a la iglesia!.
— Esto es un acto público genio. —recalco Blakk. Sin embargo y con una sonrisa victoriosa se acercó:— Y qué bueno que lo veo Director. Tenía que entregarle esto. —saco unos papeles de sus bolsillos, acercándose al otro, este los tomó rápido y los miró sin importancia:— Esa es la orden de allanamiento.
— ¡¡¿Que?!!. —debido al escándalo el arzobispo junto con los otros dos sacerdotes se acercaron. El director miró de manera exigente al arzobispo:— ¡¡¿Cómo es posible?, usted no tiene el poder para irrumpir en las oficinas de un alto mando de la iglesia!!.
— Ahora lo tengo, y créame, si descubro que algo perteneciente al Obispo Kal fue alterado yo personalmente lo arrestaré. —el hombre enmudeció ante esto:— Si impide a la policía o a mi investigación será arrestado. —el castaño se inclinó ante el director con una sonrisa maliciosa:— Ahora el que tiene el poder soy yo.
¡¡Lo logramos!!.
El momento fue interrumpido cuando Will apareció muy emocionado, bajando las escaleras con el jarrón lleno lo alzó hacia los presentes.
— ¡¡El dinero recaudado más los 10 mil dólares de la policía de la ciudad, tenemos los 30 mil dólares!!.
Blakk miró fijamente al director, esperando que este se atreva a recriminarle al sacerdote por la colecta, sin embargo, al escuchar la meta lograda su supuesta molestia paso a orgullo, cosa que solo lo hizo enojar más.
— ¡Bien hecho William, sin duda fue un milagro obtenerlo en tan poco tiempo!. —el hombre se acercó con una sonrisa más falsa que modelo:— Sin duda Tommy se va a alegrar mucho.
— .. El niño se llama Symothy. —resalto Will.
— Sí, eso dije. —rodo los ojos con indiferencia:— ¡En fin!. Ya que has hecho la colecta sin avisar y sin hacer una cuenta para pagar lo del hospital, supongo que tendrás que dejar el dinero en manos del arzobispo para hacer los trámites.
Will sin pensarlo mucho se acercó al arzobispo y entregó la jarra llena de dinero, antes de que Blakk ya en cólera empezara a gritar por este hecho el arzobispo regresó la jarra al Shane.
— Lo correcto es que Will haga los trámites. —el regordete hombre miró con severidad al director quien frunció el ceño:— El hermano William se tomó las molestias de llamar a la ambulancia y cuidar al niño antes del incidente, también se tomó las molestias de ir a la ciudad y verificar su estado de salud, y de paso quien realizó la obra de calidad. Este acto ni siquiera debía hacerlo él, sino el responsable de la situación frágil del niño. —el arzobispo miró al lado suyo donde los otros dos sacerdotes se encontraban, el sacerdote Holt hizo oídos sordos mientras evitaba las miradas de desaprobación:— .. Así que, a mi parecer, William quedará a cargo de todo, puesto que fue el único que tomó las riendas del asunto.
Will sonrió para sí mismo, el grupo se dispersó para seguir con las actividades, en cambio Blakk permaneció alerta con con el director y ahora con este tal Holt que ahora sabe que fue el responsable de esta colecta, para ser una iglesia parecía que Will estaba rodeado de pecadores. Sobre todo el Director Ricobeth, ese tipo no le agrada en lo absoluto.
— No sabe cuánto se lo agradezco detective. —Blakk miró consternado al pelinegro que permaneció a su lado, con el jarrón de dinero abrazado en un intento de evitar que nada malo le pase:— No lo hubiera logrado sin usted.
— No me lo agradezcas. Para eso son las Pascuas, para hacer cosas buenas.. ¿Verdad?. —mirando al cristiano con duda, sin embargo este río con ganas, seguramente liberando el estrés que a tenía durante estos días por la colecta.
— Igual te lo agradezco con todo el corazón.. Thaddeus.
El castaño lo miró desconcertado, hace mucho no escuchaba que lo llamaban por su nombre, para colmo en un tono suave, fue... Reconfortante. En respuesta le dio una pequeña sonrisa, señalando el camino hacia atrás del escenario.
— ¿Quieres que te sirva de escolta para guardar el dinero?.
Will rio ante el gesto del castaño:— Si, la idea de tener un guardaespaldas suena emocionante.
— Pase usted. —haciendo una reverencia, como si de un sirviente dirigiéndose a un rey, provocando más risas por parte del pelinegro.
Ambos caminaron de regreso a la iglesia, en un silencio cómodo, las pascuas ya estaban por finalizar, haciendo que vuelvan a la realidad. Aún queda un caso por terminar, no saben qué peligros les aguarda a ambos en el futuro, ni cómo se dará la situación, pero hay que afrontarlo.
DEJEN SU VOTO Y SUS COMENTARIOS :D
Ptt: c vienen cositas feitas jijijija
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top