Parte 1

Rápidamente la noticia paso de boca en boca en la comisaria, murmullos y susurros con diferentes tipos de teorías pasan de cubículo a cubículo en la oficina, hasta que su vecino termino de hablar con el de atrás.

— Oye Blakk, ¿escuchaste?.

El castaño rodó los ojos, dejo salir un gruñido con cierto fastidio ante la pregunta tan ingenua y patética de su compañero. 

Claramente no sabía de lo que sea que estaban hablando con tanto esmero, ni tampoco le interesaba, justo ahora estaba más concentrado en terminar un formulario de un caso en el que trabajo recientemente; a pesar de que claramente lo ignoro, su compañero se acercó hasta estar a su lado al arrastrando la silla con ruedas.

— Dicen que un obispo se suicidó. —menciono con recelo. 

Miro unos momentos con indiferencia a su colega de trabajo.

— Ja, ¿no que si cometes suicido te vas derechito al infierno?. —volviendo a prestar atención al formulario:— Es una pena, no se le puede decir que está en la gracia del señor. —con ironía, terminando de firmar el formulario lo archivo y lo guardo en su gaveta con seguro.

Terminado por fin con el papeleo se dedicó a organizar su escritorio, sin embargo, antes de comenzar le dedico una mirada con desdén a su compañero que aún estaba a su lado.

— Eso es de mal gusto Blakk.

— Es mi opinión. Además que no nos incumbe, te recuerdo que somos de Homicidios. —negando con fastidio, por suerte su colega hizo una mueca de disgusto y volvió a su escritorio.

Y es por esta razón que prefiere trabajar solo, su trabajo es uno de los más impecables en esta comisaria de cuarta, su talento y destreza se lo ha ganado con esfuerzo gracias a los duros días de entrenamiento en el ejército; después de haber sido dado de baja con honores, tenía que ganarse la vida en algo, por lo que se dedicó a uno de los temas que más se pueda adaptar, resultando que homicidios fuera más fácil de lo que esperaba. Aunque jamás pensó que terminaría en una ciudad más o menos grande, donde la tradición y religión abundan por estos lares; uno pensaría que en una comunidad donde la familia es lo primero y el bien común un deber no habría tanto de que preocuparse, pero hasta el a veces se lleva una que otras sorpresas con los casos que les ha tocado, entre ellos, los típicos religiosos extremistas de derecha, se creen la mano de Dios y ante ese título creen que pueden hacer todo lo que les dé la gana.

Dejo de pensar en ello, su último caso aun lo tiene afectado dada la gravedad de la situación, pero por lo menos lo podía sobrellevar. 

Terminado de organizar su escritorio, orgulloso, supuso que merecía un digno almuerzo. Apenas se levantó y tomo su gabardina negra tendida con cuidado sobre si silla, la puerta de la oficina del capitán al fondo del gran área de escritorios se abrió de golpe, el sonido estruendoso del trozo de madera golpeando la pared hizo silenciar a todos los presentes, los murmullos, susurros, los guardias, los presos en las celdas de detención, rayos, incluso los teléfonos callaron, todos enmudecieron al ver parado en la puerta al formidable hombre moreno con una expresión demasiado seria, anteojos cuadrados, cabello y bigote negro con una que otras canas buscar con su mirada a alguien, mirada que justamente callo sobre él.

El hombre lo señalo con autoridad:— ¡A mi oficina!. 

— ¿Tiene que ser ya?, es mi hora de descanso. —el reclamo solo hizo enfurecer más al de anteojos.

— ¡¡Mas te vale que traigas tu trasero pálido ahora mismo o te juro que te transferiré a trabajos de tránsito y tráfico de drogas por un año!!.

Dicho esto, el castaño dejo caer sus hombros en derrota, soltando los brazos camino hasta la susodicha oficina. 

Al entrar la puerta fue cerrada con la misma intensidad que antes, solo que esto indicaba a los demás que siguieran trabajando. Se sentó en una de las sillas frente al escritorio, el moreno rodeo para poder sentarse en su silla y acercarse a su escritorio, recostando sus codos sobre los soportes de este y justo entre una carpeta, se miraron fijamente por unos momentos antes de que el superior hablara.

— ... Supongo que ya escuchaste sobre el Obispo que se suicidó.

— Oh si, desde esta mañana solo hablan de eso. —rascándose la nuca con indiferencia.

— ... Si, el obispo Kal Zane, el día de ayer a las 11: 27pm después de misa, se suicidó de un disparo en la cabeza. —haciendo que sus dedos hagan como un arma, la coloco al costado derecho de su cabeza:— Uso una 11mm, aun investigamos de donde la saco.. Pero sospechamos que la pudo comprar o conseguir en el mercado negro. —cruzando sus manos lo miro con seriedad:— ... Se suicido justo frente al Ambon de la capilla.

Analizo cada palabra, entendiendo el grado de la situación, pero confundido por algo sin sentido.

— Pero.. ¿Por qué me llamaste?, este caso es perfecto para los Bravado. —haciendo énfasis en el apellido, pues el dúo de hermanos son expertos en el área de Suicidio. 

Hubo silencio nuevamente, la mirada serie aun persistía en su superior, obligándolo a pensar nuevamente por qué lo llamo a él en específico, al recordar que él es el mejor en Homicidios, todas sus dudas fueron aclaradas, de una manera que no le agradaba hacia donde iba esta conversación.

— ¿Y qué te hace pensar que esto es un homicidio?, ¿los forenses encontraron algo?.

— No.

— Entonces, ¿me están enviando en base a qué?.

— ... Intuición.

Al escuchar eso un tick en su ojo derecho comenzó a palpitar con molestia.

— ¡¿Qué importancia tiene todo esto para que me envíes a mi entonces?!!. —señalándose a sí mismo con esmero. 

El moreno se recostó en su silla con un suspiro cansado mientras ahora reposaba ambas manos sobre su regazo.

— ... Kal Zane era más que un amigo, era un hermano para mí. —el albino se controló a si mismo por primera vez al escuchar aquello, guardando silencio y dejando de lado sus quejas:— Kal siempre fue un hombre lleno de esperanza y.. Fe. Tenía la vida perfecta, una hermosa esposa, un hijo, y su fe en Dios era tan intacto como el diamante. 

El moreno se levantó con pesar, caminando hacia la ventana para mirar al exterior, le tomo un momento para continuar.

— ... Dedico su vida a su familia, a la iglesia y sus creencias, no había cosa que más admiraba y deseara que ser Obispo, estaba listo para tomar el puesto como tal.. Así que. —volteando a mirarlo con cierta frialdad:— Si, me resulta de gran importancia que tu, mi mejor en esta área, investigue que paso exactamente. —acercándose al escritorio tomo el archivo sobre este para acercarlo a él. Blakk lo tomo y lo dejo reposar sobre sus piernas.

El albino miro la carpeta con duda, es el mejor calificado para este trabajo, pero a la vez, el menos indicado para tratar con quienes debe de ir a presentarse y buscar respuestas. 

Su capitán rodeo su escritorio hasta quedar frente a él, recostándose sobre el trozo de madera dejo salir otro suspiro cansado.

— Créeme Blakk, si hubiera otro lo elegiría, pero eres el único con lo necesario que puede averiguar con exactitud lo ocurrido... Y además, es tu trabajo.

— No tengo elección, ¿verdad?. —el moreno le dedico una sonrisa burlona, indicando que si o si tiene que resolver este caso. 

Sin más remedio se levantó sin ningún ánimo en lo absoluto, llevando en su antebrazo el archivo.

— De acuerdo, ¿cuándo empiezo?.

— A partir de ahora. —de sus bolsillos traseros saco un papel, entregándoselo:— Esta es la dirección del hotel donde te hospedas. Tienes tres meses para resolverlo y regresar con resultados, o sino, perderás el caso. Y recuerda, son cristianos, gente educada y decente, trata de ser lo menos ofensivo y animal que puedas, ¿de acuerdo?.

El albino arranco el papel de las manos de su superior, gruñendo ante la descripción:— Si si, ¿voy de incognito?.

— Mejor preséntate, no querrás que suceda lo de la última vez. 

Sin más que escuchar, se dispuso a terminar este caso de una buena vez, pero al abrir la puerta su superior bufo divertido.

— Y quién sabe, tal vez esto sirva para purificar tu alma y hacerte bien. —dijo con cierta esperanza.

— ¡Prefiero lidiar con los problemas por mi cuenta en vez de esperar a que un ser divino inventado lo haga!. —Exclamo irritado mientras salía de la oficina.

Sus palabras fueron escuchadas en gran parte por sus compañeros que hicieron una mueca de disgusto, pero claramente a él no le importaba en lo más mínimo.

Sin más salió de la comisaria y busco su auto, eso sí, si va a emprender un viaje a este lugar completamente desconocido, primero debía comprar algo para el camino, tenía hambre.

DEJEN SU VOTO Y SUS COMENTARIOS :D

Nota: ya puse la advertencia en la descripción, pero por si acaso la volveré a poner.

+18, CONTENIDO QUE PUEDE DESAGRADAR A CIERTO SECTOR SENSIBLE. Contiene temas fuertes como amenazas, suicidio, temas religiosos, como vieron en este capítulo, que algunos personajes desacreditan el cristianismo, tema que ofende a muchos, y contenido GAY, *YAOI para la chaviza*.

Los personajes usados son pertenecientes de la famosa serie Slugterra, Bajoterra para Latinoamérica, siendo los personajes principales Will Shane y el Dr. Thaddeus Blakk. Muchos personajes serán aplicados o mencionados en esta historia AU *universo alterno*.

No por nada publico este libro en esta cuenta secundario, no solo por los usuarios que a pesar de las advertencias denuncian, sino por la bipolaridad de Wattpad, por eso publico aquí, si desean ver más libros sobre la OTP, ósea, los shipps usados provenientes de la serie Slugterra o Bajoterra, vallan a mi cuenta principal, ShRMXD

Y un agradecimiento a Kormpyri, por el dibujo que funge de portada, pero que gran artista, 10000/10 👌💯


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