Capítulo 10

Luego de almorzar, un interrogante y de contarme su salida con los chicos, llegó el gran problema: Que íbamos hacer. Estábamos buscando algo que mirar cuando el portero suena.

—¿Esperas a alguien? - JungKook enseguida preguntó.

—No. Invitaste a Jimin y como siempre no me dijiste.

—No, Jimin hoy se iba a quedar en su casa debía hacer cosas. Además... no sabia que venia.

—¿Entonces? - se encogió de hombros. Fui al portero y vi que era el chico de la heladería - Ya regreso Kookie.

—¿Quién es? - no contesté y salí.

Bajé, cuando tomo la bolsa el chico del delivery me queda mirando. «¿Qué le pasaba a todo el mundo que me miraban como si tuviese algo extraño en mi cara? ¿Acaso se notaba la agitada noche y mañana que pasé?»

—¿Está pago verdad? - de pronto surgió la duda, quizás por esa razón me miraba.

—Si.

—¿Y por qué miras así?

—Perdón, es que me llama la atención su buzo, mi novia ama a Kumamon, quiere uno igual y... me preguntaba dónde lo consiguió.

—Pues lo compré en el centro comercial, es un negocio donde venden cosas de animé.

—Muchas gracias señorita.

—De nada y la próxima vé directo al asunto. - cerré la puerta de la calle.

************

—¿Y eso? - JungKook se sorprendió al verme entrar con el helado.

—Eemmm... olvidé que de camino hacia aquí lo había encargado. - mentí.

Nos recorrimos de principio a fin y de fin a principio la grilla de programación y no encontramos nada. Rendida me acosté sobre las piernas de JungKook, su cuerpo se tensó cuando lo hice. No era una tensión ante mi sorpresiva acción sino tensión de nervios, es la primera vez que lo veo o mejor dicho que lo noto así, aunque anoche cuando lo abracé con disimulo me alejó.

—¿JungKook?

—¿Qué?

—¿Te molesta que haga estás cosas?

—¿De qué hablas?

No conforme con acostarme en sus piernas me levanto e inconciente me siento sobre ellas. Y sí confirmé que al menos lo ponía nervioso, reaccioné de inmediato y me senté a su lado.

—No pienses nada equivocado, juro que las cosas que hago es porque tengo confianza contigo y salen de manera espontánea.

—Yo... yo no pienso en nada.

—Si te incómoda...

—¿Salimos al parque? - se puso de pie - No nos quedemos aquí.

—Si, me cambio y salimos.

—Estás bien así.

—Mejor me pongo un jean.

—Como quieras.

Salimos hacia el parque, en el camino pasamos por una cafetería. Nos sentamos en el césped para tomar y comer lo que habíamos comprado, había un silencio algo incómodo, me moría de ganas de preguntarle nuevamente a Kookie si le molestaba mis actitudes con él pero, no quería perder una amistad tan linda como la nuestra por una tontería.

—¡Hey! Estás muy pensativa, ¿Qué te pasa?

—Estoy cansada, me duelen las piernas... - «Rayos, creo que la cagué»

—Estefania ¿No estarás ocultando algo, verdad?

—¿Eh? ¿Ocultar, queee?

—La semana pasada te perdiste, anoche igual. Nunca ignoraste una llamada, algo te está pasando.

—Ya te expliqué, la semana pasada me quedé sin batería y anoche... me levanté a comer algo y me volví a dormir. Estoy cansada solo es eso.

—Voy hacer que te creo.

—Caminemos, no me hará bien quedarme quieta.

—Tienes un problema de salud y no nos quieres decir, es eso. No te hará bien si ocultas tus problemas.

—Ayúdame a ponerme de pie. - estiré mis brazos - Estoy bien de salud, eso es lo que me dijeron ayer aunque faltan los resultados de laboratorio.

JungKook obviamente es más alto y por ende más fuerte que yo, tomó mis manos y con un movimiento me cargó entre sus brazos. Comenzó a girar y yo a gritar.

—¡Bastaaa! - él solo reía y continuaba girando - Por favor, basta.

—Deja de gritar que nos están mirando.

—La culpa es tuya, detente.

Se detuvo y nos quedamos mirando a los ojos, la sonrisa de JungKook de repente se esfumó

y su mirada bajó a mi boca. En lugar de dejar de abrazarlo cerré mis manos tomándome fuerte de su ropa.

De repente una alarma se encendió en mí, mi mirada pasó de los ojos de JungKook a detrás de él. Tragué con fuerzas cuando lo vi a YoonGi pasar corriendo, me solté de inmediato y me bajé de JungKook.

«"Una vez lo voy a tolerar, la segunda Game over"» Lo que me dijo YoonGi está mañana invadió mí cabeza.

—Vamos. - lo tomé de la mano y a tirones lo llevé hacia el lado contrario por donde lo vi pasar.

—Espera, ¿Que viste? ¿A quién viste? - No había tiempo que perder ni mentiras que decir - Detente. - se plantó y por poco caigo sentada al suelo.

—¿Te asusté? - comencé a reír pretendiendo que era una broma, en verdad me reía de los nervios.

—Estúpida no lo hagas nunca más, pensé que había visto a alguien o que te sucedía algo. - tenía cara de preocupación.

—Perdón Kookie. - antes de hacer algo me aseguré de que no esté cerca YoonGi, cuando en apariencias no estaba lo abracé.

~~~~~~~~~~~~~~~~~

Habían pasado tres días, el dolor de piernas había desaparecido al igual que él, por momentos su total ausencia era algo que me molestaba hasta que caía en cuenta que no era más que su futura sumisa y no tenía ningún derecho.

—Me encantaría estar en tu mente para saber en qué piensas. - Jimin apareció a mi lado. - ¿Piensas en...? - miró a Tae.

—No, la verdad no sé en qué pienso. - me sonreí.

—Esta noche salimos a comer pollo con cerveza y esta vez no dirás que no.

—¿Quién dijo que iba a decir que no?

—Nadie, solo lo digo porque últimamente nos evitas y no quieres salir con nosotros.

—¿Ustedes salen temprano verdad? - enseguida cambié de tema.

—JungKook y yo salimos temprano, toca irte con TaeHyung.

—¿Enserio? - me dijo que sí - ¿Dónde vamos a comer?

—Al lugar de siempre, el que está a unas calles de aquí.

—Bien, pasen por nosotros.

—Ni sueñes que vendré aquí, ya te dije te iras con Tae.

—¿Qué pasó conmigo? - Tae llegó donde estábamos.

—JungKook y yo salimos temprano así que ustedes dos se irán juntos.

—Oookey. - contestó Tae pasando su brazo sobre mis hombros.

No quedó más que irme con Tae hasta el restaurante, si bien ya no era incómodo estar a su lado no podía volver a lo que éramos, volvería a caer en lo mismo de siempre y con él no tenía ningún tipo de chance.

La cena fue relajante, la pasamos realmente muy bien; con ellos siempre estaba muy a gusto, lo que nunca faltaban eran las risas por cualquier cosa. ¿Lo malo? A veces bebíamos demasiado, mí bebida favorita es cerveza con soju y aunque soy tolerante al alcohol abusaba de ese "don" y esa noche no fue la excepción.

—Deja de tomar y vamos. - JungKook me dijo serio.

—Mi Kookie eres tan lindo cuando te enojas. - me sonreí.

—Jimin tu vete con Tae, yo la llevo.

Tomamos un taxi, no podía tener mucha estabilidad que digamos pero estaba concientes de todo. En principio pensaba dejarme en la puerta pero optó por acompañarme hasta mí departamento y allí nos encontramos con YoonGi en la puerta de mi departamento. Nos miró serio, diría algo enojado, «Mierda» Con la mirada me dijo todo: a mí me esperaba un castigo y a Kookie... algo similar.

—Buenas noches. - lo saludó JungKook.

—Buenas... noches... - me miró.

—Permiso, debo abrir la puerta.

Se corrió a un lado y dejó que abra la puerta, estábamos por ingresar cuando dijo:

—Yo me encargo. - me tomó del brazo. JungKook me miró.

—Nos vemos mañana Kookie.

—¿Segura que quieres que...? - le dije que sí.

—No te preocupes, estará en buenas manos.

Ingresamos y lo primero que hice fue tirarme al sillón, con la mirada lo busqué y pude ver que había encendido la cafetera.

—Ven. - me tomó de las manos para que me levante.

—¿Estás enojado? - no me contestó - ¿Me vas a castigar? - me puse de pie.

—Claro que sí. - me sonreí.

No era algo porque sonreír, no tuve otra idea que tomar su mano, girar y ubicar su mano en mi trasero. Suspiró y la quitó.

—Te castigaré cuando estés en tu sano juicio y ya seas completamente mi sumisa, no creas que me olvido de todo lo que haz hecho.

—No te importó esperar para tenerme en tu cama. - la cague con lo dije, ¿Algo a mi favor? Podía echarle la culpa al alcohol, podía decirle que estaba borracha.

—Vamos a bañarte.

Me llevó hacia el baño y comenzó a quitar mi ropa, sentía vergüenza el estar quedando desnuda frente, como si nunca me hubiese visto así. Me preguntó si podía bañarme sola, al decirle que sí me dejó que lo haga sin su ayuda.

La ducha me ayudó bastante, directamente me fui a la habitación y me tiré en la cama. Estaba a punto de quedarme dormida, YoonGi se sentó a mí lado en la cama.

—Estoy haciendo mal las cosas, no tendría porqué estar haciendo todo esto. Desde que te vi algo me decía que no eras un ángel sino todo lo contrario, eres un demonio que abrió las puertas del infierno nuevamente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top