CAPITULO XIV


          Río Ivera , a las afueras de la  ciudad de Islahab , Continente de Essuis ......

      - Ehi chico ! Estás vivo ? Despierta ! - oye , mientras alguien lo zarandea .

         Al abrir los ojos , Rasid ve el rostro oscuro del esclavo forzudo que iba con ellos . 

         - Don...de dónde....estamos ? - le pregunta Rasih parpadeando .

         Sentía la lengua reseca y áspera, y se moría por un trago de agua . Así que , cuando aquel hombre del que desconoce su nombre , le entrega una escudilla con agua , y Rasih bebe con avidez  . El agua estaba fresca y limpio , y esa frescura fue un alivio para su dolorida garganta . Casi se atraganta con ella , si el hombre no llega a apartar con rudeza la escudilla de su boca .

         - Despacio , o te sentará mal . Debes saborear el agua como si de un beso se tratase - le aconseja el hombre volviéndole a entregar la escudilla .

        Esta vez Rasih bebe con más tranquilidad . El agua fresca , le calma la sed  .

        - Vamos ! Salid fuera ! - oye la voz de uno de sus guardias .

          Con ayuda del hombre de piel oscura , Rasih se levanta como puede.  Tenía las piernas entumecidas por la falta de movimiento , y temió que estas no aguantarán su peso .
        Se tropieza y casi cae encima de un cuerpo , pero su compañero de infortunio le agarra . Mira al cuerpo con el que había tropezado , y ve que es el de un hombre adulto , casi anciano .

        - Eh tú ! Despierta ! - le ordena uno de los guardias al hombre tendido , mientras le golpea con el pomo plateado que está al final de su lanza .

         - No despertara lacayo . Está muerto - responde el hombre que mantiene agarrado a Rasih .

         - Otro más ! Al Meirad no le va a gustar - dice el guardia y los mira - Salid !

         Mientras Rasid se agarra a uno de los barrotes de la celda , el otro esclavo desciende del carro . Mira el paisaje . Habían dejado atrás el desierto y ahora estaban en una zona salpicada de cultivos , regadíos y palmeras , por los que atraviesa un río caudaloso . Por el , se ve dos barcas de pescadores y un navío que desciende río abajo .
         Cerca de los cultivos y a la sombra de las palmeras , vio dos grupos de hombres separados , uno de tres y otro de cuatro . Su cerebro está tan abotargado que en ese momento ,  no le dio importancia .
         Mira entonces hacia los congregados y se da cuenta de que en su grupo falta alguien más . Echa la mirada hacia atrás , y descubre otro cuerpo en el interior del carro . El de un chico de su edad , y de piel oscura .

        - Vamos ! Baja ! Nada se puede hacer por él - le dice el hombre de piel oscura .

        Con su ayuda desciende del carro.  En ese instante , el mercader Arrabas se acerca . Este iba seguido por un esclavo de piel morena , cuyos cabellos denotaban que venís de la zona de Ubis . El esclavo portaba una sombrilla para proteger a su amo de los rayos del sol , y de su calor . El obeso y acicalado tuerce el gesto asqueado .

         - Oleis a huevos podridos ! Id a bañaros . Os quiero limpios  para la subasta de Islahab - ordena .

        ( Mira quién lo llegas a decir ! De seguro que tú sudas aún más que nosotros, y eso que apenas sales de tú carromato ) piensa Rasih con desdén .
Sus ojos en cambio , permanecen inmutables . Ya había sido testigo de cómo se castigo a un esclavo por hablar de forma irrespetuosa al mercader .

         - Y si alguno de vosotros piensa en zambullirse y nadar hacia una de las barcas , recordad que tenéis cadenas y nosotros flechas - amenaza Oruk , el capitán de los guardias .

         Sin más opciones que obedecer o probar el látigo con púas de hierro , Rasid y los demás esclavos se dirigen a la orilla del río .
       Con la piel quemada por el sol , el frescor del agua le hizo sentirse en el paraíso . ( Además , el mercader tiene razón . Huelo como si hubiera estado metido en estiércol de vaca o camello) piensa Rasih .
         Ve al hombre de piel oscura a su lado . No sabe de dónde es , y la primera vez que lo vio en el carro , se preguntó de dónde venía .

         - Gracias . Por lo de antes . Y siento por lo de tú amigo - dice Rasih .

       - Era mi hermano . Nos capturaron mientras llevábamos el ganado al río Korongo - dice el hombre .

          Los días anteriores , el hombre se había mantenido callado y con una mirada hostil . Solo hablaba con el joven de su mismo color de piel , en un idioma desconocido para él . Ahora sabía porque esa afinidad .

          - Me llamo Rasih . Mi padre fue asesinado y a mí me vendieron como esclavo . Quienes son estos hombres?

       -  Yo me llamó Oduru . Nosotros los Khusis los llamamos  los ladrones de gente . Pero ellos , se hacen llamar Ishenos - dice con rabia .

        Si Rasih tenis esperanzas de huir , estas se evaporan al oír el nombre de los esclavistas . Los Ishenos son famosos por su caballería ligera de lanceros y arqueros a caballo . Además de por tener en su ciudad el mayor mercado de esclavos .
          Temió perder su virilidad y pasar sus últimos días convertido en un eunuco . Aunque también había otras opciones , como esclavo de placer para mujeres y hombres , que tampoco le atraía .

          - Vamos a tener compañía . Viene otra caravana de esclavos - comenta  Oduru entre dientes .

         Al mirar en la otra dirección , ven que efectivamente , llegaba otra caravana en dirección contraria .
         El mercader Arrabas debía conocer al mercader que iba en ella , porque se acercó al camino , y espero allí en medio .
        La caravana se detuvo . Otro mercader , este más alto y delgado , que iba montado en camello se detuvo y saludo .

        - Arrabas hijo de una hiena !

        - Sahid Al Mustaf , serpiente venenosa !

          Ambos hombres se ríen . El del camello desmonta y se acerca al que está a pie .

       - Veo que traes mercancía del Sur del desierto de Marys - dice Sahid .

         - Y tú Sahid , mujeres y hombres de piel pálida del mas allá del mar del norte - dice Arrabas .

         - Si . Cuando no son los piratas , me los venden los reyes pálidos . Y ya sabes , que sacó una buena tajada , con estos esclavos exóticos - ríe Sahid.

         Al mirar Rasih al carromato , ve a mujeres y hombres con arapos de ropas nunca vistas . Lo que más le impresiona , es a parte del color de piel , el color de sus cabellos . Rubios , morenos y hasta una mujer con el pelo rojizo como la sangre .

        - Habías visto algo igual ? - le pregunta Rasih a Oduru .

         - A gente como esa no . No sabía que el pelo de la cabeza pudiera ser como el oro - dice Oduru atónito .

         - Se acerca un barco . Y no se parece en nada a los que suelo ver - dice otro esclavo .

        Tanto Rasih como Oduru se giran para verlo . El barco que aparece por el recodo del río , no tenía las velas triangulares , sino rectangulares .

        - Es uno de esos mercantes de la gente que vive en el continente de Carbenios - dice Rasih .

          - Cómo lo sabes ? - pregunta Oduru .

         - Pandera , la ciudad de donde soy , tiene puerto . Suelen venir a comerciar con sedas y papiros - le responde Rasih .

          De repente , detrás suyo oyen un gemido . Ambos se vuelven y ante su sorpresa ven a uno de sus guardias caer de rodillas , con sangre manando de su cuello cortado . Tras él , uno de los hombres al que Rasih había tomado por campesino , se gira y arroja un cuchillo contra otro guardia acertando en su cuello .
         Rasih ve una especie de flecha pequeña atravesar el aire , y matar a otro de los esclavistas .

        - Pero .... quiénes son ? - pregunta Oduru .

         La sorpresa no termina ahí . Tanto el del cuchillo como el que lleva el extraño arco , apartan sus túnicas y desenvainan largas y rectas espadas de doble hoja .
        No son los únicos . Había más de esos atacantes inesperados que cogen por sorpresa a los guardias, y les den muerte .

          - Acabad con los bandidos ! - grita el mercader Arrabas .

        Tres jinetes esclavistas cargan contra los dos atacantes . El de los  cuchillos arroja uno con mortífera puntería a uno de ellos , provocando que esté caiga del caballo .
        El del extraño arco , lo arroja al suelo y coge la espada con ambas manos .  Cuando el jinete se le echa encima alzando su alfanje , se aparta con agilidad . De un ataque cortante y lateral el hombre hiere con su espada las patas del caballo , y este cae al suelo soltando un relincho , llevando con el a su jinete .
         De inmediato , aquel hombre da otro tajo con su espada , apartando con el filo la hoja de la lanza de otro jinete esclavista , para con el siguiente movimiento , girar su espada en horizontal  y ensartan con la punta al jinete .
        Después de retorcer la hoja , saca la espada ensangrentada . El anterior jinete descabalgado , se levanta del suelo y ataca lanzando un grito de furia .
        El hombre bloquea los ataques con el filo de su espada . Le dice algo en un lenguaje extraño , mientras se ríe de él .
        Después de uno de los bloqueos , aquel extranjero cambia la posición de una de sus manos , y para sorpresa de Rasih coge el filo con una mano enguantada . Con un movimiento rápido y ágil de piernas , este acorta la distancia con el esclavista y , con el pomo de su espada recta , le golpea el rostro . A continuación gira su espada y lanza un poderoso tajo de arriba abajo , que corta hombro y le llega al corazón del esclavista .

         - Es el momento de recuperar nuestra libertad ! - exclama Oduru que se ha hecho con las llaves del guardia y se quita las cadenas de las muñecas .

        Al lado de Rasih , Oduru le arroja la llave para que se libere , y coge un arco y  flecha . Tensa el arco , apunta y arroja la flecha contra otro jinete esclavista .
        Rasih coge otro arco curvo , y hace lo mismo . Arroja flechas contra los jinetes esclavistas de ambos mercaderes , mientras observa a los cinco extranjeros matar a esclavistas con sus espadas largas y rectas , y a otros dos , uno con un hacha de guerra y el otro con una extraña arma , que destroza cascos y cráneos con cada golpe .
        Al ver todo perdido , el mercader Sahid azuza su camello y lo pone al galope , en dirección a la ciudad de Islahab .
        Uno de los extranjeros da una orden , y uno de los atacantes coge su arco , largo y curvo , coloca la flecha en el arco .

         - Está demasiado lejos . Esa alimaña va a escapar - comenta al verlo , Oduru .

         Rasih también lo cree . Pero para su sorpresa el arquero arroja la flecha con rapidez , y está se clava en la espalda del comerciante de esclavos .

         - Ha sido un tiro inaudito ! - exclama Rasih .

        Entre risas y gritos de júbilo , los asaltantes celebran su victoria . Para sorpresa de los esclavos abren las jaulas y los van liberando .
        Uno de los asaltantes , el del extraño arco , limpia la hoja de su espada de la sangre , usando el traje de uno de los cadáveres . Después recoge el extraño arco .
        El de los cuchillos los recoge de los cadáveres . Se quita la tela que oculta su rostro . Rasih ve que es un hombre de unos treinta primaveras, con el pelo y la barba de color marrón piel blanca en comparación a la suya y una nariz rota que lo afeaba .

        - No está mal . Nada mal . - les dice a Oduru y Rasih mirando sus arcos .

       - Quiénes sois ? Y por qué nos habéis liberado ? - pregunta Rasih .

         - Me llamo William el guapo . Yo y mis compañeros somos los centinelas de la Frontera . Buscamos hombres que sepan luchar , y estén dispuestos a defender a los pueblos de la amenaza de los orcos . Serían cinco años de servicio - les dice .

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