Capítulo XIII

— ¿Qué quieres hablar mi pequeño? —pregunto curioso.

El pequeño quedó en silencio, bajando su mirada y empezando a jugar con sus dedos un poco nervioso y dudoso de lo que diría, pero él era un niño con huevos grandes y se lo diría a su madre en la cara secamente sin arrepentirse de una sola palabra.

—Mami esto es serio lo que te voy a pedir, y tienes que hacerlo, o juro por mi padre quien me abandonó cuando le dijiste que me ibas a tener que haré lo que sea para que cumplas tu parte —dijo serio, encarando al peli verde que se quedó un poco sorprendido por la seriedad que su hijo le había hablado.

— ¿Y qué es lo que exactamente quieres? —pregunto.

El menor lo miró unos segundos con seriedad a su madre quien no podía descifrar que tanto quería el menor.

—Quiero un hermanito —soltó—. Y quiero que se llame Milo, y buscaremos al antiguo amo de él —dijo firme.

Degel quedó sorprendido ante eso, con razón no podía descifrar exactamente qué quería el menor, ahora no sabía qué hacer. ¿Un hermanito?, Le estaba pidiendo lo que siempre temió, que Camus le pidiera un hermanito ya por qué se sintiera solo o quisiera una compañía. Quedó sin palabras, era obvio que era demasiado lo que estaba pidiendo el menor, no le preocupaba por el simple hecho de que también quería que lo llamará igual que el muñequito, pero de algo si estaba seguro, no sabía en dónde se encontraba el antiguo amo de Milo, o tal vez sí. Meditó sus palabras y analizó todo, suspiró con fuerza, esto era más duro de lo que había pensado tanto tiempo.

— ¿Y quién es el antiguo amo de Milo?

—No lo sé, pero le prometí que algún día lo buscaría, pero... recuerdo que Milo me decía que el creador de él lo hizo un poco idéntico al antiguo amo... bueno eran idénticos solo que el amo de él tenía el cabello de otro color, por lo que se, Milo era amo del hijo del creador de él —expresó.

Degel quedó en silencio, para ser sincero no sabía de la ubicación de dicha persona o tal vez había olvidado o se estaba haciendo el de la vista gorda, pero con la apariencia del pequeño muñequito además era posible encontrarlo. Suspiro, aceptaría primero lo de tenerle un nuevo hermanito, ya que se le veía más fácil hacer eso, o eso creía.

— ¿Entonces quieres un hermanito no es así? —pregunto nuevamente.

—Si, lo quiero ya, lo exijo —exigió, cruzándose de brazos el infante.

Degel solo río ante eso, su pequeño era capaz de que el hiciera cosas que no quisiera a veces. Lo haría, pero pensaría bien cómo iba a tener otro bebé, ya sea conseguir a alguien o comprar unos embriones. Lo pensaría por el momento como lo haría, por ahora solo podía mimar a su hijo como siempre.

Camus miraba a su madre serio esperando su respuesta, más si lo veía sonreír, pensó que se estaba burlando de él y pensaba que él solo lo decía charlando y no en serio. Inflo más sus cachetitos y su cara poco a poco empezó a ponerse roja, en ese momento Degel se dio cuenta de que su hijo quería hacerle un nuevo berrinche.

—Amor, ¿Qué pasa? —pregunto.

—Esto no es jugando te lo estoy diciendo enserio, quiero un hermanito, lo quiero lo quiero... —pequeñas lágrimas empezaron a bajar por sus hermosas amatistas, quería un hermanito, ya no se quería sentir solo.

Degel comprendió su soledad, limpio las lágrimas del menor y lo abrazó con fuerza, besando su cabeza mientras arrullaba al pequeño galo.

—Claro que pienso dártelo, solo espérame, un bebé no es fácil de hacer —aclaró.

Camus sonrió un poco ante eso, más aún, así se echó a llorar en silencio recomendando a Milo mientras su madre lo arrullaba como un bebe pequeño y eso le relajaba un poco de su tristeza.


[~°🍎°~]

Estaba en su habitación encerrado. Sentado en la orilla de la cama pensando en cómo le haría para tener otro hijo. Sería una locura, ¿Ahora cómo lo haría?. La primera vez fue por meterse con un hombre que decía quererlo y en una noche donde ambos se emborracharon hasta quedar como meros sinvergüenzas hicieron lo que hicieron. A las semanas siguientes Degel se había dado cuenta de que esperaba un bebé suyo, pero este no lo quiso aceptar por nada del mundo abandonándolo solo con su bebé. Por suerte para ese entonces había terminado de estudiar, el problema era que lo habían aceptado en la mejor universidad del país y no se creía capaz de ir, rechazando su beca y todo su futuro por delante. Estaba solo, no tenía a nadie para ayudarle, no podía seguir trabajando, el trabajo que había conseguido mientras aún estudiaba en la escuela terminando bachillerato, tuvo que renunciar todo aquello para darle vida a Camus. Y para su mala fortuna no tenía a nadie con quién sostenerse, tenía a Albafica, pero estaba al otro lado del mundo haciendo su vida y no quería molestarlo ni mucho menos ser una carga para él. Por suerte tuvo a esa persona especial que lo ayudó hasta el final con su pequeña bendición. Siendo el menor con solo dieciséis años aquella persona dejó todos sus estudios para ayudarlo a salir adelante, el menor había tomado su obligación, aún que él no quería sabía que era terco y necio y nunca lo escucharía. El menor a pesar de todo pudo continuar los estudios estudiando de noche, ya que se lo permitieron por su problema económico, así pudiendo ayudar al peli verde y no dejarlo solo ningún segundo. Esa persona estuvo a su lado trabajando duro para que Degel y la pequeña bendición del peli verde no les faltara nada, aún que el francés se negara constantemente que no lo hiciera y no se esforzara tanto por ellos. Apenas tenía dieciséis, era joven y merecía vivir su vida y no llevar la obligación de ya un adulto. El menor igual no le hacía caso, él siempre hacía lo que le parecía correcto para ayudarle a Degel a seguir adelante con su vida.

Ambos se ayudaban, nunca se separaron hasta que el menor creció y Degel le pidió que estudiara al extranjero. Como regalo por tanta ayuda que le brindó le consiguió una beca para que se fuera a estudiar al otro lado del mundo en una buena universidad, el menor sin querer alejarse de ellos se fue obligado por el francés, prometiendo un día volver. Pero siempre tenía la promesa de que si algún día lo necesitará el iría de una vez donde el para ayudarlo.

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