He pasado tres días en casa. No he logrado sacarla de mi cabeza ni apartarla de mis pensamientos

Mi mamá cree que estoy enfermo, aunque me he encerrado bajo llave en mi habitación, hoy es el primer día en que no.

¿Sigo el camino?, ¿por qué tuve que preguntar aquella tontería?... Claro, yo y mi tonta curiosidad nos estamos llevando de nuevo a la depresión, ¿todo por...?, porque no puedo simplemente decirle que siento algo espectacular y hasta tonto por ella.

Doy la vuelta en la cama, puedo oler mi hedor incluso en la cobija que está a mi lado.

Tonto me deberían de llamar, a ella, malagradecida.

Pero a pesar de todo, no puedo simplemente echarle culpas a alguien, o sentirme ofendido pues, yo soy quien está en una mala posición, en este cuerpo.

Mi mamá entra en el cuarto, trae unas galletas y un jugo en una jarra

-Debes comer- Me dice sentándose en el extremo de la cama

-Debes recuperarte, sino no pasarás el año y reprobarás- Me dice extendiéndome la mano con una galleta. Suspiro y abro la boca, luego respondo

-Lo sé... Estoy seguro de que pronto regresaré a estudiar- Sonrío un poco y por mi propia cuenta tomo un sorbo del vaso

-Sé que es por Serena- Comenta tras unos segundos de silencio, doy otro suspiro y acepto en dos gemidos

-¿Qué te dije de no perder esos ánimos?- Guardo silencio, ya no siento aquellos nudos de hace días

-¿Ahora qué pasó?- Pregunta dándome otra galleta

-Nada en realidad. Sólo que es muy despistada, no se da cuenta de que me lastima oírla hablar de "ya sabes quién"- Dije resignado, después de todo, "mamá es la mejor confidente"

-Hay hijo...- Sonreí apenado por la expresión

-... Que no te duela, quizás sea parte de lo que tiene que pasar-

Habíamos platicado, pues parecía increíble que hubiese pasado dos días enteros sin conexión con el mundo exterior, pero en realidad había estado tomando agua y comiendo de un paquete de galletas que había traído...

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Al final salió con una expresión feliz. Ambos nos reímos un rato con demás anécdotas suyas, aunque por razones obvias excluía a papá, puesto que nos abandonó...

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Decidí dormir, mi gran y muy confiable amiga me había hecho entrar en razón una vez mas.

Como había dicho, mi principal objetivo era salvarla, por más diferencias que tuviéramos. Siempre me apoyó después de todo, y quizá, sólo quizá, la ayude a estar con Gary, aunque eso duela...

Mi mamá vuelve a entrar al cuarto y viene a mí

-Está aquí- Me susurra y se va, dejándome en la confusión de saber quién viene, ¿quizá Gary?, ¿Shauna?

Mi mente se vuelve a inundar, en caso de que fuera Gary, ¿qué le diría?, ¿desde ahora empezaría a relacionarlos?...

Con Shauna no había problemas, siempre y cuando no sacara el tema...

-Ho, hola, Ash- Un silencio aparece en mi mente dejándola paralizada, sigo acostado y viendo la ventana, contraria a la puerta

-¿Pu, puedo pa, sar?- Siento en mis ojos cómo se dilatan mis pupilas al reconocer de inmediato su voz

-Pasaré si no es molestia- Dice más calmada

Siento que se sienta en el extremo de la cama, mi cuerpo sigue paralizado.

Son escasos los minutos, y en silencio es mucho más estresante.

Estos tres días, no me han sentado bien en ningún sentido. Había adelgazado, y obviamente me veía poco deshidratado. Esperaba que al menos no se notara

-¿Te molesta que esté aquí?- Pregunta, insegura.

Negué con dos gemidos; ella me volteó a ver, lo siento por el hecho de que su posición cambia, y mueve la cama

-¿Por qué huíste?- Me hace voltear a verla

-Tuve miedo- Me confiesa acompañando con un sollozo sus palabras

-¿Acaso estás enfadado conmigo...?- Yo no me digno a responder, pero veo su espalda, ya que ella no se da el valor de verme a mí

-Pensé que ya no me querrías hablar...- Sostiene una nota de preocupación muy grande en su voz; identifico la lágrima que recorre su hombro y pasa por todo su brazo, llegando a su codo y cayendo así a la manta que cubre mi cama

-O... Que ya no querrías ser más mi amigo- Su imagen me parte el alma... Por fin voltea y me ve a los ojos; los suyos están hinchados y aun presentan lágrimas

-Todo por... Presionarte aquella vez... Sé que no tuve ni tendré el derecho de entrometerme en tus problemas- Mi mente no me deja un buen rato, mi boca se siente reseca y mi cuerpo se siente como si estuviese a punto de colapsar en un desmayo

-Así que... ¡Lo Lamento!- Decir que estaba arrepentida era poco, o eso creí.

Me cuesta creer... A pesar de que es muy preciada para mí. ¿Soy capaz de realizar esto...?

Entonces vuelvo a la realidad... ¿Por qué se disculpó?...

-Yo... En verdad... Te he mentido aquel día-

-¿A qué... Te refieres?- Toso unas cuantas veces. Necesitaba agua

Aguardé un instante en silencio, ella estaba recuperando el aire mientras tanto.

-Sobre... Quién me gusta- Mi rayito de luz me iluminó al oír esas palabras

-Porque... En realidad no es Gary-

Carnaval en mi mente. ¡Truenos, relámpagos, fuegos artificiales...!

Soy tonto de verdad...

-¡¿Pero por qué huíste?!- Se abalanza sobre mí y mi sorpresa

-No lo sé... Supongo que, no quería que me vieras llorar... De... Frustración- Pensar que todo fue.... Mentira

-Por favor... Disculpame... No quiero perder tu amistad-

-No tienes nada de que disculparte... Yo no tuve que haberte tratado así- Mi voz aún era seria; pero ahora por pena.

-No vuelvas a comportarte así.... Tú.... Ya me ayudaste... Ahora yo quiero ayudarte a tí- Suspiro apenado a más no poder. Entonces la siento rodearme con sus brazos abrazándome

-Consuélame como aquella vez... Aunque tú lo necesites también- Entonces correspondo su abrazo

-Y por favor... No te preocupes por llorar... Ya no te preguntaré más-

~Continuará~

Corto, lo sé.

Espero que les haya gustado :D