No Huyas De Tus Pesares. Parte 1
Tomó asiento a mi lado y suspiró. No entenderé qué es lo que merezco, por todo esto...
No seré dramatizado, tampoco haré un berrinche, no haré actos de perfidia ni me rebajaré a ser un zafio con ella. ¡Soy más que sólo eso, carajo!
De cualquier forma, estoy aquí con un principal objetivo: Salvarla...
-Es bueno encontrarte por aquí- Me dice sacándome de mis pensamientos, suspiro
-Sí, también es bueno para mí salir- No olvidaba para nada que, ese mismo día me había dicho lo que más me dolió
-¿Qué te trae por aquí?- Pregunté sonriendo, debía olvidar eso. Voltee a verla mientras cerraba los ojos. No la quería ver
-Nada... Venía de buscar a Shauna en su casa, íbamos a hablar de algunas cosas- Me apené y suspiré una vez mas; ¿le robé a su amiga?
-No estaba- Me dice sonriendo por el asunto. Sus cabellos se ondulan con el poco viento, dolorosamente me recuerda varias cosas.
Empiezo a odiar esto...
-Suele pasar- Contesto serio, ella baja el volumen de su pequeña risa
-¿Algo te molesta?- Cambia rotundamente el tema, estremezco de oírla preguntar.
Negué moviendo mi cabeza, mi semblante aún me delataba
-Sé que algo te está causando problemas, la cuestión es, ¿me dirás?- Volví a negar
-No- Sonríe, cerré los ojos y apreté los dientes
-En fin, ¿sabías que habrá un festival la semana próxima?- Pregunta haciéndome suspirar de nuevo, me empezaba a aburrir o algo así.
Me estaba volviendo ese zafio en el que no debía...
-Sí-
-¿Vendrás?- Voltea viendo a unas cuantas personas frente a nosotros, en realidad me sentía enojado con ella, sólo porque no puedo controlar algo tan dulce como lo son sus sentimientos. Estaba siendo un hipócrita
Negué con la cabeza y bajé la mirada aún más
-No, tengo mejores cosas que hacer en mi casa- Le digo cerrando los ojos; evidentemente no quería darle a entender mi estado
-¡Bueno...!- Alza su voz y coloca sus manos a los costados. Levanto mi mirada por el acto, su sonrisa desapareció y en su lugar, se presento la inconformidad
-¡¿Por Qué Te Comportas Así?!- Frunció el entrecejo y cerró levemente los ojos, mirándome a la vez que en palabras me expresaba querer una explicación racional
-Es algo que no te incumbe...- Contesté atenuando la voz y volviendo a estar cabizbajo
-En verdad me incumbe...-
-¡Claro Que No!- La interrumpí poniéndome de pie, en ese momento ella se sentó de nuevo
-Cálmate por favor- Me pidió viéndome a los ojos. Me sentí un completo estúpido
-Dime qué pasa... ¿Qué te está atormentando?- Ahora era mi entrecejo el que se fruncía; esa insistencia me estaba llevando al colmo de mi paciencia
-No es nada- Apreté mis puños, ¿cuándo terminará esto?
-No me trates con desdén Ash. Hemos sido amigos desde hace años, y nunca me has hablado así- Respiro y suspiro un par de veces antes de contestar, ordeno también mis ideas
-Disculpa si te trato con desdén, Serena. Sé a la perfección que también te preocupas por mí-
-¿Entonces por qué no me dices?-
-Quisiera... Pero es algo que sinceramente no me gusta tratar- Me doy la vuelta, oculto mis ojos con lágrimas al borde de los mismos
-Si me disculpas, necesito regresar a ca, sa- Quiebra mi voz al último momento, entonces encuentro en un charco frente a mí mi rostro y mis ojos, soltando el llanto que ahora escurre a través de mis mejillas. Vuelvo a ser un débil
Guardo silencio, por unos segundos suena el eco de un llanto en mi mente, inundándome de culpa. No sé realmente cuánto tiempo pasa; mis pensamientos me hacen doler la cabeza
-¡¿...Encuentras bien?!- Vuelvo de repente a la realidad. Serena está frente a mí tomándome por los hombros, al parecer diciéndome algo en lo que yo no había puesto atención
-¿Qué pasa?, ¿qué piensas?, ¡dime si estás bien!- Asiento lentamente, bajo la mirada y sollozo una sola vez
-Estoy... Bien... Disculpa- Me pongo de pie y empiezo a caminar errante
-Ash... ¡Espera!- La oigo detrás, pero no volteo.
Prefiero no mostrarle mi lado débil, menos siendo por ella.
•=00=•
Paso por en medio de la gente apresurado. No alzo la vista y paso desapercibido.
Llegué a una calle donde nada se veía, mas que unas cuantas casas. Entonces me dejé caer de rodillas, no soporté de nuevo... Llorar...
Muy corto, lo sé.
Ésta es la primera parte, la segunda aún la tengo que editar. Espero les guste
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