La Cita Perfecta Para Mí

¿Imaginan lo que es salir acompañado de quien les gusta?...

Pues hasta hace poco, yo me lo preguntaba, y la respuesta llegó cuando lo hice con Serena.

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Caminamos por las calles de la ciudad, era una "casualidad" que ambos nos hubiésemos quedado en Ciudad Carmín juntos, justo ahora no quiero que nadie arruine nuestra cita, y espero que así sea por el resto del día.

Había estado preparando esto hasta en mis sueños...

Llegamos al parque que anoche habíamos visitado, era la primera parada del día. Nos sentamos en una de las bancas, ambos veíamos el verdor de los árboles y el pasto, mucha agua escurría y pasaba, una fuente en lo alto de una colina lo emanaba...

-Es hermoso, ¿no lo crees?- Dice Serena. Suspiro

-Claro. La naturaleza es maravillosa, nos deja ver sus milagros y raros sucesos- Yo observé el cielo con un sentimiento especial...

-A veces veo el cielo y me pregunto algo...- Sigo mirando arriba, el cielo despejado es hermoso y con indicios de algunas nubes

-.... ¿Alguna vez he hecho algo bien en la vida?- Cierro los ojos, ¿por qué le digo eso?... Cuando la volteo a ver, sus ojos me miran, así como denotan sentimiento

-Tú...- Empieza a hablar, se escucha nerviosa y me ve a los ojos

-... Hiciste algo mucho mejor de lo que te imaginas- Su sonrisa empieza a entrar en mí, parece un gran brillo que se extiende dentro

-¿A qué te refieres?- No entiendo el porqué de lo que dice.

-No es nada en especial Ash. Olvidalo-

-Cómo no es especial... Por algo lo mencionaste, y quiero saber por qué- La miro a los ojos, entonces sin pensarlo clavo mi mirada en ella

-Está bien- Me dice, entonces me ve también a los ojos, una sonrisa me hace alejarme un poco por querer observarla mejor

-Hace años... Una niña estaba perdida en un bosque, y ella pensaba que quizá moriría, y que su papá volvería de nuevo. Ella había tirado todo a la basura, lloraba sin nadie a su alrededor. Pero casi de la nada, un niño muy alegre salió de unos arbustos, logrando parar ese momento de oscuridad para esa niña... Una frase bastó para que la alegría también se le contagiara.-

-No Te Rindas Hasta El Final- Ambos decimos al mismo tiempo y con la misma entonación. Tenía mucho sentido lo que me decía

-No imaginaba que te había ayudado-

-Tu fuiste aquél que me ayudó en ese momento. Fuiste mi bálsamo aquél día- Me dice viéndome y sonriendo.

-¿Entonces te importo?- Sin titubear asiente

-Por eso no quiero verte quebrarte, desde aquél día te convertiste en la imagen en la cual puedo refugiarme. Si tú te vuelves débil, ¿en quién podría hacerlo?-

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Me pongo de pie, me estiro y suspiro mientras cierro los ojos. Habíamos pasado cerca de veinte minutos sentados, y pues era la hora de seguir con el paseo... Cuando me dijo aquello, no evité sentirme sentimental y especial dentro de mí... La apreciaba, y me di cuenta de que a veces no me fijaba en lo que ella sentía.

Me empiezo a sentir nervioso por algo, siento una ansiedad de correr y estar activo... Entonces siento un calor en la palma de mi mano, el cual me hace estremecerme. Serena volvía a tomarla mientras volteaba a ver a otro lado, sólo siento cómo me aprieta mientras tiembla nerviosa

-Este... ¿Podemos tomarnos de la mano?- Y aunque está así, logro ver en sus mejillas como crece un sonrojo, en verdad no pensaba que dijera eso; sólo aprieto mi agarre y la pongo de pie suavemente, aunque ella se sonroja aún más. Lo puedo notar con facilidad

-¿Y por qué no?- Sin querer, nos vemos a los ojos. Ella tiene unas hermosas iris, brillan con el sol

-¿Quieres desayunar conmigo?- Un apretón me contesta a la par de su voz

-¡Te lo agradecería mucho...!-

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En mi casa tengo ahorros, mi mamá lo sabe, y el trato ahora es gastar y agarrar de allá para pagarle a mi mamá lo que gaste acá.

Entonces comenzamos a caminar como ella me lo había pedido; voy frente a ella tomándole la mano, pero aun así, no dice ni hace nada...

Quizá lo único que debo hacer es complacerla, o tal vez comportarme caballeroso con ella, la verdad es que es difícil para mí decidir qué es lo que tenemos que hacer, nunca había tenido una cita, y digamos que ver películas en la tele no contaba como preparación para esto.

Llegamos a un punto en el que en verdad no sé que hacer, y digo llegamos, porque ella también lo observa con suma gracia

-¿Te sientes bajo estrés?- Se anima a preguntarme

-Si gustas, podemos parar un tiempo- Sugiere

-No es nada... Sólo que no sé dónde podemos comer- Sonrío nervioso, luego me detengo a analizar un poco más las cosas.

-¿No te incómoda que vayamos tomados de las manos?- Entonces pregunta, se me había olvidado ese liviano detalle, el cual me hace poner los nervios de punta.

Pues no sé contestar, y menos ahora que trato de ubicar un lugar en el mapa de la ciudad

-No lo... No lo sé- Respondo en un susurro, nervioso, a decir verdad

-Simplemente, me gusta, si te soy sincero, yo quería proponerte esto.- Trato de no verla a ella, en concentrarme en ver algo más, pero su mirada me sigue, como queriendo decirme que continúe hablando

-Siento algo que no sé describir. Como cuando te sientes feliz, pero no lo estás, es algo que no me hace sentir mal ni nada, sino que me complace de alguna manera, además de que estamos en una cita, ¿no?- Entonces volteo a verla, pues ya ubico algo que vale la pena

-Comeremos en "El Buen Carmín"- A pesar de todo lo que dije, ella se sonroja y asiente mientras me ve...

-No sabes cuánto te agradezco que me digas eso...-

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Pero no todo es eterno, en mi caso, no siempre estaríamos sujetos de las manos.

Cuando llegamos al restaurante que había propuesto, todo parecía tomar forma sólo, y pues bien, también dejamos ese sencillo gesto para tomar asiento en una mesa...

El tiempo pasa, las personas también. Yo ya acabé lo que comería, ella aún come; unas personas cantan en el lugar, suenan canciones muy lindas y clásicas; otras personas cuentan chistes e historias frente a este sitio. Todo es como en cualquier ciudad, según yo recuerdo. A nuestro lado pasa demás gente que también vienen a comer, la televisión del lugar está en el canal de las noticias mientras un anuncio de la ciudad avisa varias cosas irrelevantes.

Al poco rato, ambos salimos; había más personas reunidas en el parque frente al establecimiento en el que almorzábamos; mientras que un hombre hacía trucos y marometas a unos metros delante...

Empezamos a caminar por toda la calle, era grande, y al fin llegamos a un callejón que parecía más un mercado; pasamos lentamente, viendo un sinfín de juguetes y regalos de la más alta calidad, y con ello me refiero a de alto precio...

-¿Te gusta algo Serena?- Sin titubear pregunto; ella niega con la cabeza, y empieza a ver varias cosas

-Joven...- Me llama una señora en una tienda, camino hacia allá

-Si quiere algo especial, tengo aquí un anillo que seguro le encantará- Miro el objeto, pero recuerdo algo...

-Ya tiene algo así- Me rasco la nuca apenado, entonces me hace una seña de que espere y se agacha buscando algo en una repisa debajo de las cosas. Yo observo

-Entonces, ¡algo que nunca falla es esto!- Me muestra una caja de color amarillo, en la cual se encuentra un listón azul

-Sé que parece un listón cualquiera, pero en realidad, puede representar varias cosas-

-¿A qué se refiere?-

-Esto, además de ser un retazo de tela, ¡puede significar una promesa o una gran relación!. No sé si has escuchado aquella historia que se cuenta desde hace mucho en ésta ciudad- Yo niego con la mirada mientras veo el listón; lo tomo y lo observo, el azul que tiene es algo que difícilmente había visto antes, el tono, el cuidado que tiene. Casi parece seda

-Hace tiempo, un joven enamorado había perdido a todos sus seres cercanos y queridos debido a un error que había cometido. La única luz de esperanza en su vida era aquella chica a la que le había regalado un muy sencillo detalle; al paso de los años, él se iba acercando a la chica, hasta que ella lo recordó. Resultó en que ambos se amaban en secreto, mas nunca se lo dijeron...-

-Es una hermosa historia- Digo sin dudar, por sobre todo, porque me resulta muy familiar

-Ellos terminaron en una hermosa relación. Aquél detalle no era el mismo listón, pero es el mismo el valor que mantienen- Entonces vuelvo a acomodar el listón en la caja

-Entonces lo llevaré- Digo sacando un dinero.

-Espero que su relación prospere hijo. Gracias por comprarme- Entonces sonrío cerrando los ojos, es lindo saber que aún hay personas así de amables...

-¡Ash!- Y ella me habla detrás de mí

-Muchas gracias, ya veré cómo se lo doy-

Cuando llego con ella, veo que observa un pequeño libro, el cual lleva en su portada el titulo

"Pasos de mamá"

No conozco el libro, y nunca antes lo había visto; lo tomo y lo veo

"La novela trata de una madre primeriza que es abandonada por su marido..."

"... Descubrir el mundo al lado de su hijo era su sueño, el cual realiza felizmente"

<Véase Anexo 1 Al Final Del Capítulo>

Salto partes de la presentación

-Siempre he querido leer ese libro- Dice viéndome mientras cierra los ojos

-Cuando salió quise comprarlo, pero gasté el dinero en otras cosas- Entonces dudo. ¿Compré en vano el listón?.

-Puedo comprartelo si quieres- La veo. Y también me ve con una sonrisa

-¡Sería Genial!-

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Y bien, lo compré. Caminamos tranquilamente, ella lo lleva en una bolsa negra, y ahora no vamos tomados de las manos; vaya desilusión...

La siguiente parada es en el parque acuático de la ciudad; por ello la dirijo con entusiasmo y una sonrisa en mi rostro; tengo muy buenos recuerdos de ese lugar con Gary, y no me vendría mal también uno con ella.

-Este lugar es de los mejores que he visitado- Digo mientras dejamos nuestras cosas en los casilleros

Entonces, ella se va al vestidor de mujeres, obviamente; mientras yo me cambio, surgen varias ideas y pensamientos en mi mente. La cosa que más quería, prácticamente se estaba haciendo realidad, bueno, aunque fue ella quien incitó a estar aquí gracias a mí; me pregunto qué estará haciendo su mamá en estos momentos allá en Kalos, sé que a ella no la violara Calem... ¿Pero qué rayos pienso?

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Al cabo de unos minutos, ella sale

-¿Cómo me veo?- Pregunta, entonces volteo a ver...

-Ah... Eh... Uhm...- Me pongo nervioso de verla, ¿por qué no hay cuartos diferentes?, aunque aun así, no podría evitar verla.

-Mejor vayamos fuera a divertirnos, ¿quieres?- Asiente... De la que me libré

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La primera visita era una atracción con semejanza a la montaña rusa, pero en agua.

<Véase Anexo 2 Al Final Del Capítulo>

Ambos subimos, y entonces recordé a América de una forma un tanto graciosa

-El día en que mi hermana nos visitó, terminamos en la montaña rusa... ¡No Te Imaginas Cómo Salió!- Entonces me carcajeó, en realidad había sido gracioso, aunque no lo había notado en ese mismo momento

-Sólo puedo decir que... ¡Quiero Aguantar!- Infla sus mejillas tiernamente, cierra los ojos y veo un color rojo surgir debajo de sus ojos

-¿Pasa algo?-

-Nuestras pieles... ¡Están tocándose!- Entonces veo abajo, y efectivamente, estamos tan cerca que su pierna hace contacto con la mía, así como su brazo con el mio. Sólo tomo su mano mientras me sonrojo también

-Ambos estamos igual, así que no debe haber problema-

- - - - - Unas Vueltas De La Atracción Después - - - - -

Por fin bajábamos de ahí, la emoción entró tan de repente... Ella me ve sonriendo y, a diferencia de América, está de lo más normal.

Luego nos encaminamos hacia otra atracción, la cual es más calmada, pero más embarazosa hasta cierto sentido

-¿El paseo oscuro?- Lee ella en el anuncio

-Es algo que las parejas suelen tomar- Mencionan un par de jóvenes que pasan detrás de nosotros, obviamente, no nos lo decía

-¿Sabes?... Cuando era niña, veía éstas cosas con una ilusión especial, pero mi gusto pasó hace tiempo cuando papá...- Entonces atenúa su voz hasta el silencio, algo que me hace voltear a verla, sus manos están juntas frente a ella y en sus pechos

-Se fue- Menciona en un susurro; no entiendo nada de lo que pasa, ¿en qué momento...?

-Disculpa... ¿Qué fue lo que pasó?- Pregunto al ver que no voltea ni hace nada, mis dudas crecen

-¿Nunca te conté por qué estaba en aquél bosque?- Niego con la mirada, ella me ve con una mirada poco baja

-Pues...- Suspira, pero antes de que diga algo, la tomo del hombro

-Vamos a un lugar con más calma, ¿quieres?- Asiente

Así empezamos a caminar, hasta llegar a una banca de las muchas que habían; sólo que ésta estaba más alejada de los juegos

-¿Recuerdas que la primera vez que fuiste a mi casa, mi mamá tardó en salir?-

-Claro, ¿pero eso qué tiene que ver?- Pregunto

-Esa vez, ella reaccionó gracias a ti después de dos días-

-Sigo sin entender-

-Mi papá- Empieza a decir

-Ya no vive en este mundo- Una sensación de amargura llega a mi boca, y siento como se retuercen mis tripas

-Yo... Lo siento-

-No tienes por qué disculparte. Él era un gran hombre, pero nadie es eterno; incluso yo, sé que algún día lo veré de nuevo sea donde sea que esté- Junta sus manos frente a ella nuevamente

-No pienses en eso. Se podría decir que yo también he vivido sin padre todos éstos años- Sonrío a pesar de que también me duele

-Aunque, yo lo único que le guardo es respeto- También sonríe

-Él es el papá de América, junto a la señora Mina- Digo sin muchos ánimos

-O sea que es casi lo mismo... A pesar de que tu papá está vivo, es como si no lo estuviera- Asiento

-Pero no hay que tomarle importancia al asunto. Si por algo estamos aquí, es para divertirnos- Entonces sonrío formando un puño en la mano

-Y por nuestra cita, ¿recuerdas?- E igual sonrío; suena mejor cuando ella lo menciona...

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Y así, aunque aún me quedaban ciertas dudas, seguimos con la cita. Acordamos subir al "paseo obscuro", pero... Ella terminó abrazándome... ¡Fue Tan Tierno...!

Luego fuimos por un helado; por caballerosidad, yo le pagué uno a ella y compré el mío...

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Comenzamos a caminar de nuevo apenas terminamos el helado, entonces pienso en todo lo que hemos hecho, ¿qué falta?... La veo caminar al lado mío; admira las cosas en rededor nuestro, lleva una mochila en la cual lleva también el libro que le compré; y, a pesar de todo, la calma domina el momento entre y, en ambos.

Suspiro; pero no es por estar aburrido o algo así, sino por verla sin nada más que hacer, tuve varias oportunidades de regalarle aquel listón en este día, pero quiero que sea algo que no olvide; que valga la pena saber que representa algo sumamente especial y digno de recordar.

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Estuvimos viendo diversas cosas que parecían sin sentido; en esos momentos, por mi mente sólo pasaban ideas de cómo le podría sorprender, más bien, cómo podría entregarle mi presente. ¿En realidad es algo especial?, aquella señora bien habría podido mentirme y estafarme para comprarle. No podía negarlo, inclusive veía una seguridad en su vista, quería ayudarme en verdad.

Ciudad Carmín era bella, y con pocas cosas vividas, la tarde se acercaba con el cielo coloreándose de naranja y el sol adornándole.

Quizá una hora había pasado desde que pensaba las cosas e ideas en mi mente, ella no había parado de seguirme pues, nos habíamos alejado un tanto de donde nos hospedabamos, y esa era la razón por la cual aún caminábamos. Tampoco nos habíamos vuelto a tomar de las manos, cosa que de igual forma, me disgustaba; volteaba a ver, tomaba aire con una bocanada y lanzaba de nuevo un suspiro como por quinceava vez; recordaba aquel regalo y se hacia presente en mi mente la imagen de mí entregándoselo, había más de una forma de hacerlo, pero estaba indeciso de cómo lo haría...

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Estábamos a unas calles de llegar cuando ya veíamos de nuevo el hotel en que nos quedábamos; pasamos de nuevo frente al parque en que ayer y esta mañana estábamos, y por fin pedí un momento con más calma, y qué mejor momento que éste...

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Así es como estábamos de nuevo en una de las bancas; justamente podíamos ver la puesta del sol, cuya espera se hacía eterna de soportar, pero no era del todo malo

-Serena- Le llamo, ella voltea

-¿Te la pasaste bien?-

-De lo mejor Ash, ¡éste día no lo olvidaré!-

-¿En verdad?- Asiente sonriendo

-Creo que no podía esperar porque empezara el día- Entonces voltea a ver el cielo frente a nosotros

-Y ahora, quisiera que no acabara- Un color carmesí se presenta por encima de sus mejillas, es hermoso y bonito ver cómo se sonroja

-Me da gusto saber eso- Sonrío; sentía una necesidad de guardar silencio, no sentía incomodidad con ello, sino que parecía que en el silencio se oían nuestras palabras haciendo eco, o al menos yo sentía eso

-¿Algún día volveremos a tener una cita?- Pregunta aún con aquel sonrojo

-Tenlo por seguro- Le contesto ahora viéndola, ella también voltea a verme

-Siempre que me lo pidas, estaré ahí para complacerte- Sonrío; veo la oportunidad perfecta en este momento y lugar, mi corazón siente una intensidad, el pulso se empieza a elevar con rapidez, entonces saco de la mochila la caja amarilla, un listón rojo la rodea y hace de tan bello adorno como el sol ésta tarde

-Sé que no es algo grande, ni tampoco es tan bueno como lo fue este día, pero, conserva este regalo especial. Representará nuestro lazo ya sea como amigos o como algo más si así sucede con el paso del tiempo- Ella se lleva una mano a su boca, y sus ojos brillan como si la luz del sol a punto de ocultarse le dieran tan característico tono azul

-Recibelo, por favor- Lo toma y no deja de mirarme, mas ahora, ambas manos tienen sujeta la caja, por lo que puedo ver cómo una sonrisa tierna adorna su rostro levemente sonrojado

-Muchas gracias Ash; ¡gracias por interesarte de esa manera en mí!- Cierro los ojos, y pues, la siento abrazarme rodeandome el cuello con sus brazos mientras el regalo queda detrás de mí. Entonces su teléfono suena con un mensaje en la bandeja, era su mamá

"De: Mamá
07:34PM

¡A que no sabes quién vendrá conmigo!"

Un archivo adjunto al mensaje se liberaba, y era una fría sensación que me recorría el cuerpo, al parecer a Serena también.

Calem y una chica de cabello azul sonreían en una foto con la señora Grace, los tres estaban en un comedor con dos adultos que sonreían...

-No...- Decimos ambos.

~Continuará~

Anexos:

1.- El libro del que hago mención es ficticio. Cualquier semejanza a la realidad es pura coincidencia

2.- No cómo sean realmente los parques acuáticos, si algo está mal, pueden decírmelo

Así vuelvo con otro capítulo más.

En una poca de mala noticia; ya empecé mi preparatoria, por lo que creo que publicaré en fines de semana y días libres

Espero no tener mucha falta ortográfica

¡Gracias por leer!

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