No mencioné nada durante el desayuno, y eso extrañamente lo notaron mi hermana y Serena. Afortunadamente mi padre había estado distraído admirando y degustando la comida que el restaurante le había puesto frente a él.

No hicieron mucha falta los comentarios embarazosos de su parte o de parte de la señorita Mina, por ello me sentía bajo presión y distante de sentirme bien en cualquier sentido. Justo ahora veía cómo ellos reían juntos como familia, Serena estaba sentada a mi lado compartiendo conmigo un momento de soledad. Ambos coincidíamos con la falta de un padre en la casa, solo suspiramos con un aire de melancolía compartido.

Sentí calor en mi mano, la cual tenía bajo la mesa sin nada sujeto.

Reconocí que era la mano de Serena cuando ella me volteó a ver, en su mirada veía cómo suplicaba porque ese instante acabara, y no mentiría, a mí también me gustaría que acabase...

Aun así, me sentí mal porque no pude hacer más que sujetarla de la mano. Intentaba confortarla y hacer que no le tomara importancia, pero parecía que mi padre le hacía indirectas...

-¡Tu padre debe ser un gran hombre...!-

En ese instante no aguantó y llegó su colmo.

Se puso de pie con la mirada perdida bajo la sombra de sus cabellos...

Quedé estupefacto al instante y no me respondieron las piernas para poder moverme...

•=00=•

Así es como estaba corriendo por la plaza, había sido muy incómodo para ella estar bajo esa circunstancia, la cual yo habría podido evitar con sólo hablar... Me preocupa ella, sólo ella en éste instante.

Luego de correr, me detuve exhausto, cuando ella me tomó del hombro y me hizo voltear.

-Lamento haberme ido así- Tenía los ojos hinchados y una sonrisa forzada. No soporté verla así, y sólo me acerqué y la rodeé en mis brazos

-Yo lamento no haber detenido eso, sabía que era incómodo para ti y aun así no lo hice- Ella correspondió mi gesto y colocó sus manos en mi espalda sin responderme, pero no hacía falta, aunque empezó a llorar donde estaba...

•=00=•

Decidí después de eso que, habría personas que me dificultarían mucho hacer lo que deseo y anhelo, e incluso mi familia me lo hacía muy difícil quizá sin querer.

Tendría que cuidar mucho nuestra relación, y subir peldaños en vez de bajarlos, justo como hoy había pasado, eso lo tenía que ver con más frecuencia...

Llamé a mi padre apenas volvimos al hotel, le avisé que había encontrado a Serena y que ya todo estaba bien con ella y conmigo. Sin embargo, él me suplicó otra oportunidad, a lo cual yo me negué sin pensarlo dos veces.

Apenas habíamos llegado y ella se sentó en la cama, se quitó los zapatos y su chaleco que traía puesto, luego se recostó quizá apenada. Ni siquiera me miró, eso sería un punto menos a mi favor...

Me acerqué y me senté, no veía por dónde comenzar plática, y me era difícil verla así

-Ash...- Susurró haciéndome fácil esa parte, yo hice un sonido para que prosiguiera

-¿Podrías... Tomarme la mano?- Volteé a verla, y seguía en aquella posición viendo a otro lado, ¿qué la hacia pedirmelo?

Asentí mientras llevaba mi mano hacia la suya

-Pero... Acuéstate- Detuve de inmediato mi acción, deje que me estremeciera aquella petición que sinceramente era vergonzosa

Volteó a verme, se veía más calmada

-Hazlo, quizá no se pueda volver a repetir esta ocasión nunca más- Dudé aun así, pero ella lentamente sacó su mano, y yo la tomé estúpidamente y sin intentos de abstenérme, hasta que el juego me llevó a quedar acostado con ella...

Nos miramos, pero como ella estaba bajo una cobija, era seguro. Sólo tenia una mano fuera, y era con la que me estaba sujetando la mano. Sentía una sensación que me decía que estaba triste desde donde me miraba.

Había cerrado los ojos luego de estar ya diez minutos acostado, en realidad me empezaba a dar sueño, y cuando la veía de reojo veía que iba cayendo dormida, por tanto, me sentía en serenidad y con la libertad de también dormir.

Pero entonces, la sentí moverse sin soltar mi mano, no abrí los ojos, pero en ese instante, se soltó y creí que se había ido quizá al baño...

Pero no...

Volví a sentir que se acostaba, pero esta vez más cerca de mí. Sentí su respiración en mi cuello, e hice el esfuerzo de no abrir los ojos para ver.

De un momento a otro, su mano izquierda estaba posada sobre mi pecho y su respiración me chocaba el cuello con ligereza...

Pero no acabó ahí, pues colocó su cabeza en mi hombro...

No podía creer que ella estaba haciendo eso, y por un instante pensé en abrazarla también, pero decidí dejarla hacerlo, porque si lo hacía, lo más seguro es que no volviera a suceder si nos encontráramos de nuevo en una situación igual...

Sinceramente me gustaría volver a éstas condiciones en algún futuro...

En ese instante sólo pensé algo, más bien, me empecé a cuestionar...

Aún había muchas cosas que quizá no sabía de ella, como sus gustos o muchos de ellos; tampoco sabía quien le gustaba realmente, desde aquél día en que me demostró lo arrepentida que estaba incluso hasta llorar y comprenderme, sólo me propuse ser yo quien le gustara dentro de todo sentido. Entonces ¿a qué se debía que hiciera lo que hacía?, ¿acaso era yo quien...?

Desperté de mi sueño despierto, y ella seguía ahí abrazada a mí. Había perdido la noción del tiempo, aunque a juzgar por la iluminación del sol, diría que habían pasado quizá veinticinco minutos.

Me moví despacio y confirmé que ya estaba dormida

-¿Por qué haces esto...?- Pregunté ineficientemente, sabiendo que ella no respondería, pero vi extraordinariamente que medio abrió su boca y dijo unas palabras

-Porque... Te quiero... Mucho- Dijo entrecortada y sin estar consiente, aunque a una velocidad poco apresurada

-Y como para no quererte perder- Estaba en un tipo de trance, como si estuviera hipnotizada y se viera en la necesidad de responderme, pero no era ningún tipo de aprovechado, y no me quería hacer quedar mal ante ella...

Volví a guardar silencio, y me dormí casi al instante...

Luego desperté, y ella estaba a un lado mío tomando mi mano. Obviamente negaría todo lo ocurrido, pero me alegraba saber la posición a la que había llegado en su mente...

Miré el reloj del cuarto

11:35AM

Vaya, yo pensé que había sido más tiempo...

(Aquí nos adentraremos un poco en la vista de otra persona, cuyo protagonismo nos dejó una pequeña intriga, o por lo menos a mí, además de tener un ligero detalle que, influirá en una parte de la trama y, por ende, en los personajes principales)

¿Qué he hecho?...

Mis pensamientos rondaban y vagaban en mi cabeza mientras veía el reloj de mano de Serena en el suelo, ella misma lo había tirado y pisado con desdén, yo veía con las pupilas pequeñas y con lágrimas a punto se salir, ¿cómo pude decirle semejante barbaridad?

"¡Ni siquiera tu padre estaría orgulloso de ti...!"

La cruel era yo... A pesar de recibir una bofetada suya...

"Me gusta Ash, Shauna, ¡es increíble!, ¿no lo crees?"

"Bueno... Sí"

"¿Pero por qué esa cara?, ¿no fuiste tú quien me dijo que era tiempo?"

"Pues sí pero, hay algo que me preocupa de él"

"¿Qué...?"

"Lo siento Serena, es que lo he visto muy ex... Extraño... Estos últimos días"

"¿A qué te refieres con extraño?, se ha portado como siempre, pero..."

"¿Pero?"

"Soy yo quien, no ha estado muy bien con él"

"¿Qué tratas de decirme Serena?, ¿Acaso discutieron o algo así?"

"Mmhum"

"¡No puede ser así...!"

"A ti ¿por qué te preocupa tanto lo que pase entre los dos?"

"Eeh... Pues yo..."

"No me digas que Ash te gusta..."

"¡No, Claro que no!"

"¡Tú sólo lo quieres...!?"

"¡Que no!, ¡Y no llores, por favor!"

"¡Seguramente aprovecharás esta discusión!, ¡pero no te lo permitiré!"

"Cálmate Serena, ¡No hagas una tormenta en un vaso de agua!, me estás malentendiendo en lo absoluto... No dudes y ve a su casa como te lo dije"

"Yo... Yo..."

"¡VÉ!"

"No me grites..."

"Y tu no te pongas así... ¡Ni siquiera tu padre estaría orgulloso de ti!..... Oye... No te vayas"

"..."

"¡Serena...!"

*¡SLAP!* (Marcas de sonido futuristas...)

"Verás que iré a su casa pero, no te me acerques más Shauna"

Desde aquél momento me sentí mal, sobretodo por lo que acababa de sucederme. Era una locura creer que en realidad me había sucedido ese malentendido apenas al llegar aquí... Por que sí, en realidad había un secreto pronto aquí, tan sólo en el porqué de mi comportamiento.

-¿Estás bien Shauna?- Mi mamá llegó a mi lado y me puso una mano en el hombro

-Estás muy decaída esta vez, ¿acaso ya te rechazaron por primera vez?-

-Sólo pasó algo que se fue directo a un malentendido... Serena me malinterpretó- Aún tenía su reloj en mi mano, viéndolo destrozado y con las manecillas fuera de su lugar. El horario en vez de dar las once, como era, daba a entender que eran las diez y media. El minutero en vez de dar los cuarenta y cinco minutos daba unos extraños señalamientos a los cincuenta y uno...

-Pues ¡no te preocupes!, si como dices, es un malentendido, entonces busca arreglarlo-

-Gracias mamá, pero ella se irá por estas vacaciones. Sólo espero que resolvamos esto y volvamos a ser aquellas amigas inseparables- Entonces da la media vuelta y se aleja. Yo me levanto, pero me voy a mi cuarto para descansar un tiempo. Ya habían pasado días desde aquello, pero no me lo podía sacar así como así de la cabeza, no sintiéndome de esa manera culpable. Aunque ella era la inmadura en este caso.

Hoy dormiría cómodamente sabiendo que lo arreglaría, y que enmendaría mi "atropello" que hice sufrir a Ash. Sólo así lograría despejar mi mente y lograr pensar mejor las cosas...

Mi espíritu estaría mejor sabiendo eso...

Acomodé mi cabeza en la almohada y cerré los ojos. ¿Qué estarán haciendo esos dos ahora?, ¿Serena habrá ido a su casa?...

~Continuará~

Bien, en éste capítulo, aclararé que, Shauna también tomará parte del protagonismo en capítulos futuros.

Obviamente no diré en qué sentido, pero siento que queda muy claro...

Gracias por leer