Después de volver a casa, seguí comunicándome con América a través de mensajes.

Al parecer llegará a finales de vacaciones...

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Un nuevo día salía a relucir, me despierto y me levanto a ducharme.

Justo ayer me enteré de cosas buenas y malas gracias a Serena.

Número 1: Calem efectivamente es un sádico incluso con su hermana.

Eso era lo malo

Número 2: Vivían por separado

El hecho era que la señora Grace dispone de dos casas, pero me pregunto ¿por qué?

Suspiro y por fin salgo del baño.

Al dirigirme a la cocina me encuentro con mi mamá haciendo el desayuno mientras la tele está encendida en un programa de noticias y farándulas del espectáculo

-Buenos días- Saludé

-Buenos días hijo- Me contestó, yo me senté en la mesa

-Hoy saldré... En el trabajo me dieron horas extra éstas vacaciones, así que quedaras a cargo hasta entonces- Me informa, le miro y sonrío.

-Está bien, pero cuídate mucho, ¿sí?-

-Por supuesto...-

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Desayuné y decidí salir un tiempo. Hoy sin compañías.

Me dirijo al bosque de manera natural, observo los árboles y la plena obscuridad entre ellos.

Con todo lo que ha pasado no he hecho la tarea...

Llego hasta un árbol y me siento en el tronco, bajando la mirada y sacando mi teléfono

"Mensaje nuevo"

Decía en letras grandes la pantalla. Procedí a verlo

"De: América K.
09:37AM

Llegaré en unos días, me dijo papá"

Bloqueé el dispositivo y me puse reflectivo.

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Me había mantenido quieto, quizá al punto de dormirme, pero algo me hizo despertar...

Oí pasos, y acompañados de sollozos, escuché al portador caer.

Por simple curiosidad volteé, pero una roca no me dejó ver nada en lo absoluto.

Sus sollozos seguían, e identifiqué que le pertenecían a una chica.

-¡Por qué no cambias!- Exclamó gritando, yo me levanté de ahí y me fijé mejor en quien era

-Miette...- Susurré para mí viéndola llorar

Opté por dirigirme a ella con lentitud, al parecer no se daba cuenta de mi presencia, puesto que seguía ahí inmóvil

Le toqué el hombro, y de inmediato volteó alejándose de mí

-Ehh Mmm- Aclaré mi garganta, ella tenía miedo, lo identifiqué en su mirada como alguien en peligro por algo

-Descuida... No te haré daño- Dio un sorbo y trató de calmarse cerrando los ojos, me puse a su altura yéndome de cuclillas

-¿Pasó algo?- Le pregunté en un susurro, tratando de no alterarla más de lo que ya

Ella negó calmándose más

-Ash...- Susurró mi nombre

-Así es, soy Ash- Confirmé sonriéndole lo más sinceramente posible

-Tú eres Miette, ¿verdad?- Asintió.

Le extendí la mano y le ayudé a ponerse de pie.

-¿Qué haces por aquí?, ¿por qué llorabas?- Le cuestioné mientras se sentaba en una roca

-No es nada...- Contestó lento

Guardé silencio al notar un aire de incomodidad y melancolía a su alrededor, aún

Pero no evitó deformar su intento de sonrisa, y al poco rato vi sus lágrimas brotar, sus mejillas se colorearon y bajó la mirada ocultándolo

Me le acerqué otra vez; no la conocía perfectamente pero por algún motivo me disgustaba verla así

-Es tu hermano ¿verdad?- Ella de inmediato alzó la mirada y se topó con la mía viéndola francamente

-Sí...- El brillo de sus ojos creció al aceptarlo, así cesaron sus lágrimas por un instante, llenándose de ilusión que era muy notable

-No sé qué pueda hacer por ti...- Le dije todavía sonriendo

-Quizá... ¿Te pueda ayudar?- Pregunté con un sentimiento extraño en mí

-No lo sé- Me contestó al fin

-Tiene mucho que ver con la hija de la señora Grace- Por fin se había calmado lo suficiente para hablar bien, su semblante aún denotaba tristeza, pero con algo de análisis profundo pude ver que el alivio había sido por hablarle

-Él... No me hace caso- Dijo en el mismo tono

-Hace lo que se le pega la gana- Cabizbaja me confesó

-¿Puedo... Confiar en ti...?- Alzó de nuevo la vista y con su mirada me cautivó como si viera a una niña en apuros

-Claro que sí- Le contesté sin titubeos

-Qué bien...- Suspiró con alivio, entonces se paró

-Hace tiempo que tengo guardado esto... Y solo a la misma señora Grace le había dicho algo- Dijo moviendo de un lado a otro su cabeza con algo de lentitud, pero esperanzada

-Supongo que el hecho de que convivas y te lleves muy bien con Serena te ha permitido saber de los rumores de mi hermano- Asentí apenado

-Supongo también que sabes que... Son reales- Se apenó ella

-Es muy malo... Yo quisiera hacerlo cambiar- Me dijo con sentimiento puro

-No te ofendas ni nada, pero me gustaría saber cuál es su verdadera relación- Le dije serio, ella me volteó a ver como diciéndome que no preguntara eso, pero ya lo había hecho

-Tienes razón, ¿por qué confiar en la hermana de un vil desgraciado?- Me dijo triste una vez más, bajó la mirada y suspiró

-Espera, yo no dije que desconfiaba de ti- Le reclamé en voz de confusión.

Qué persistencia...

-Lo siento... Es que... Me siento muy mal- Dijo llevándose sus manos a cruzar, abrazándose a sí misma

Me volví a acercar a ella, y la tomé del hombro para que me volteara a ver.

Me miró en silencio un par de segundos, y luego la abracé

-No te conozco bien, ¿me darías la oportunidad de hacerlo?- Le dije en calma, ella se ruborizó al instante

-Déjame ayudarte todo lo que pueda, puedes confiar en mí- Ella empezó a corresponderme el abrazo, y se volvió a soltar a llorar.

-Gracias... No sabes cuánto me hace falta un amigo...-

-Claro... Ahora somos amigos-

•=00=•

Pasaron unos minutos, y ella poco a poco se calmó, hasta que se quedó quieta en el lugar donde se había sentado antes

No había por dónde empezar plática, y al parecer ella tampoco sabía bien cómo hacerlo

-Ash...- Ella me llamó susurrando

-¿Sí?, ¿qué pasa?-

-Sé que apenas nos conocemos y todo eso, pero ¿comprenderías que quiero decirte y compartir contigo muchas cosas?- Asentí

-Está bien- Dije

-Lo que le conté a la mamá de Serena... Me parece que no lo creyó- Confiesa de manera triste; volteé a verla con algo de molestia

-Por eso quiero decirte unas cosas- Dice decidida

-No creo que Calem vaya a cambiar de un día a otro- Me puse de pie y caminé hasta ella sentándome a su lado, afirmé que quería ayudarla

-Por eso decidí hacerme aquella quien evite todo- Voltea a verme de una manera que pareciera que no es la misma de hace un momento

-¡Él la piensa drogar...!- Me dice a la cara sonrojándose de inmediato al darse cuenta de la poca distancia entre ambos, me parece que no lo había notado

-Ehh...- Primeramente la alejé un poco de mí con mis manos en sus hombros

-¿E, es verdad lo que me dices?- Pregunté absorto

Ella suspiró y al parecer se sintió mal

-Tampoco me creerás... No tiene caso-

-Te dije que te ayudaría, y yo no te veo cara de mala persona ni mentirosa- Le dije serio, ella sonrió esperanzada

-Gracias- Susurró

-Es vergonzoso lo que te voy a decir...- Relató

-Descuida, créeme que te creeré lo que me quieras decir... Esa noche en el autobús te vi en apuros, y aunque no te lo dije nunca, quise salvarte- Le confesé en muy buenas intenciones, entonces ella hizo más fuerte su sonrisa

-Lo sabía...- Dijo casi susurrando como para ella misma

-Eres muy bueno... Ojalá hubiera más así-

Guardó silencio un momento, dramática escena me llevé cuando sonrió con algo de felicidad

-Calem... Es alguien evidentemente malo... Papá y mamá lo saben, y yo... Simplemente soy alguien a quien nadie cree-

Puse atención a sus palabras, vi el cielo y suspiré una vez más sintiéndome ahora extraño.

¿Qué se supone que haré?, soy un simple joven contra lo que sería un "rico", según el internet, su misma hermana y mi futura suegra, ¡digo!, la señora Grace...

-Te dije que te creeré- Afirmé de nuevo

-Bueno, esencialmente me creen cuando confieso que él y... Yo...- Empezó a decir lentamente, se empezó también a pasar su mano por la nuca, tomando sus cabellos y jugando apenada con ellos

-Tenemos... Relaciones- De inmediato calló, volteó y cerró los ojos quizá esperando que le dijera algo

-¡Pero yo no tengo nada que ver!- Dijo de un grito que me tomó por sorpresa, pues volteó hacia mí e hizo puños acercándose

Ambos guardamos el silencio un momento, ella se retiró

-Él se aprovecha de mí drogándome-

Ella se alejó más ante mi silencio por esas palabras, pero la realidad era que estaba estupefacto.

Después de todo, el sádico sabía aprovechar bien los millones que su padre tenía, además de su vista gorda...

-Yo... Lo siento- Dije bajando la mirada

-No sé qué decir...- Confesé apenado.

Volvió a acercarse a mí, y me abrazó nuevamente, ésta vez me susurró algo al oído

-No digas nada... Debo agradecerte que me hayas escuchado, y que no me hayas visto mal desde mi primera impresión- Entonces pasé mis manos por su espalda, le correspondí más que nada por hacerla sentir bien, o no sé.

-Desahogate...- Le dije. Sabía a la perfección que lo necesitaba con mucho ímpetu

No me dijo ni me respondió nada.

Ocultó su rostro entre mis brazos y la oí volver a sollozar

Posé mi mano en su cabeza y la acerqué de manera poco peculiar a mí, haciéndole saber de esa manera que podía contar conmigo, mas no era lo suficientemente convincente en mi punto de vista

-Eres una buena persona... Yo lo puedo sentir...- Le dije en voz baja

-De aquí en adelante puedes confiar en mí... Solo llámame- Silencio absoluto pasó por mi mente, y en la realidad no era muy diferente.

Miette estuvo en la misma posición varios minutos, y no pensé en más que en una cosa.

El maldito... ¿Acaso ni siquiera se imaginaba el mal que le hacía a su hermana...?

Apreté mis dientes y formé ligeramente puños, imaginándome a mí mismo ya dándole unos golpes.

~Continuará~

Y pues vuelvo.

Señores y señoras, no me es de gusto anunciarles que me tomaré un pequeño tiempo.

A partir de aquí se me hizo un poco pesada la trama, y espero tengan la paciencia para esperar ver el resultado.

¡Les prometo que será bueno!, aunque espero no echarme más del mes.

Mientras tanto actualizaré otra de mis ideas, la cual es llamada "Una Nueva Familia".

Saludos.