Pasa de lado el monte Luna, entonces volteo a ver frente a mí con una somnolencia increíble

-¿¡Pero por qué Emy!?... ¡Yo te amo!- Dice la película en la tele del autobús.

-Sólo toma tus cosas y lárgate de aquí- Por algún motivo la mamá de Serena me había sentado al lado de su hija en el autobús, Calem iba junto a su hermana detrás de nosotros mientras que Grace dormía en frente.

La chica de la película lloraba mientras su sollozo se oía a través de la bocina del lado mío. He de admitir que me llama la atención.

Tras una charla y tarde con mi padre, mientras Serena, su mamá y sus invitados conocían la ciudad, aclaré que volvería a través de una llamada con mi madre, y una merienda con mi hermanastra y su mamá.

No fue incómodo, pues mi padre procuró no sacar el tema de mi ida ese mismo día. Sin embargo, sentí casi por mí mismo lo que le desanimaba a América. También la extrañaré después de todo.

-¡Brandon...!, ¡Lárgate ahora mismo de aquí antes que llame a la policí...- En ese momento se apagó la pantalla y subió acomodándose normalmente en el techo

-Supongo que ya han dormido- Dice el piloto a su acompañante al frente

-Eso parece- Responde en un susurro el otro. Con un suspiro volteo a ver, las luces están apagadas, todos parecen dormir realmente.

-¿Ya estás dormido?- Oigo decir a Serena. Negué en dos gemidos

-¿Qué hiciste ésta tarde mientras paseábamos?- Me pregunta en voz baja

-Nada en especial... Sólo "tomé una merienda" con mi segunda familia- Contesté de la misma forma mientras resaltaba palabras con las manos. Ella ríe tapándose la boca

-¿Sabes?, suena gracioso el hecho de que lo digas así-

-Bueno... Segunda familia pero política- Explico sonriendo a la nada por la obscuridad

Pasamos un instante en silencio, así pienso que duerme, pero no.

-Realmente no sé cómo cambiará mi vida con lo que está pasando- Dice desanimada, la oscuridad no me deja verla con claridad. Entonces un relámpago ilumina el cielo y deja ver nubes a nuestro lado

-No te preocupes... Tu mamá y yo estamos al tanto de lo que pasa- Me voltea a ver confundida por lo que dije

-¿Mi mamá?- Alza un poco la voz y le hago una seña de que guarde silencio, pues la gente podría y no estar dormida a nuestros lados

-Veo que no te lo dijo- Comento divertido mientras otro relámpago se hacía ver cubriendo el cielo

-No, desde el aeropuerto no me ha dirigido la palabra sólo a mí-

-La comprendo... No ha de ser fácil para ella admitir que tenías la razón sobre lo que nos has contado-

-Espera... ¿Ella te lo dijo?- Me ve aún más confundida pero más sorprendida

-No pienses mal... Como te dije, la comprendo, es difícil para cualquier persona tirar su orgullo por admitir un error que se comete- Me sigue viendo, unos árboles atenúan el poco brillo, pero otro relámpago me hace verla por un momento a los ojos, haciéndome notar en ellos una cristalización.

-Yo... No sé que hacer Ash... Yo te creo y no te guardo ningún mal pensamiento, pero mi mamá desconfió de mi palabra- Su voz se quiebra haciéndome callar. Quiero responderle la verdad, hacerle ver que está equivocada, pero ¿perdería algo?

-Serena...- Llamo en calma

-No pienses que estoy en tu contra... Espero entiendas que tengo motivos para decirte y hacerte verlo de ésta manera- Alcanzo a ver que asiente. Suspiro

-Ella también tiene por qué desconfiar... Eres su hija...- Se sobresalta, por mi mente pasa su quizá pensamiento en este momento

"Tú no..." Pero prosigo

-A ella le importas, pero no tenías forma de demostrarle esa verdad- Digo decidido

-Dime que sigues conmigo- Me contesta desconfiada.

Los relámpagos se hacían más constantes, y eso me dejó ver que traía en su vestimenta su listón. Lo tomé, cuidando obviamente no tocar algo que no

-Esto lo demuestra Serena- Digo casi susurrándolo mientras se lo enseño

-Proseguiré- Le digo

-No es que no confíe en ti, es que no puede juzgar a el hijo de alguien como el señor Franchesco Gabena, menos por simples rumores, como lo he oído de ti- Me ve a los ojos mientras el siguiente destello iluminaba el autobús

-No podía hacerte caso así como así sin pruebas... Sin embargo, las encontró más cerca de lo que se imaginó, pero eso es algo que a ella le corresponde decirte en su debido momento- La tomé por los hombros quién sabe cuándo y así vi cómo no contuvo su llanto

-Así que, ten paciencia y no la hagas ver como una de las malas del cuento. Llegará el momento en que te dirá lo que pasa y lo que harán. Yo no sé con exactitud cómo es su relación madre e hija, pero tengo por seguro que ambas pueden superar esto y más. ¡Sabes perfectamente que te ama!- Todo el tiempo cuidé mi volumen, y lo controlé hasta este momento en que mis brazos la rodean en un abrazo lleno de más que amistad

-Yo te...- Su voz es atenuada por un trueno en ese momento; ambos nos separamos sin estar seguros de que si nos veíamos o no...

Mis brazos suben desde su espalda hasta su cuello, y mi mano izquierda se coloca detrás de su cabeza haciéndola venir hacia mí lentamente

Sus brazos, que estaban en mi cuello, se apartaron, y así pensé que se separaría, pero entonces sentí que pasaban a mis costados y por detrás mío se colocaban instintivamente en mis hombros.

Tan cerca el uno del otro, deducía que tan sólo faltaban centímetros para que nuestros labios se unieran, cerré los ojos y ella también, pero las luces se encendieron mientras el autobús se estacionaba al lado de la carretera. De inmediato nos separamos sonrojados mientras la gente despertaba con quejas por la luz.

-Lamentamos las molestias... No podemos seguir en estos momentos debido al riesgo de la altura y de un derrumbe frente a nosotros- Dice el conductor poniéndose de pie al frente. He de aclarar que estamos casi al último

-Qué molesto- Dijo Calem somnoliento por detrás.

Voltee a ver a Serena; estaba sonrojada viendo al frente mientras juntaba sus manos en el extremo de su falda... No puedo creer que estuve muy cerca de hacerlo.

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Eran las 2:30 de la madrugada, la verdad no tenía sueño.

Veía de vez en cuando hacia los lados, los pasajeros ya dormían al igual que Serena.

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Las tres de la mañana; Calem abrazaba a su hermana, sin que se diera cuenta lo había estado observando por cinco minutos analizándolo.

¿Cómo era posible que, siendo de una familia muy bien vista en Kalos, haga ese tipo de cosas?

Entonces veo cómo mueve su mano hacia la parte íntima de su hermana; levantó lentamente su falda e introdujo descaradamente su mano dentro. Ella hizo un gesto de incomodidad que rápidamente desapareció y se remplazó por uno en calma, mas no lo era. Él se le acercó al oído y le susurró algo que apenas distinguí

-Eso... Recuerda que eres mi esclava sexual...- En ese momento ella abrió los ojos contestándole mientras me veía con una cara de auxilio, susurró

-Yo no soy nada más que tu hermana Calem, por favor deja ahí- En ese momento mi enojo me hizo levantarme, el descarado tenía incluso ese atrevimiento.

Miette me observó y Calem de inmediato apartó su mano de ahí.

Me regañé mentalmente y pasé de largo hacia el baño

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El autobús empezó a avanzar después de que la lluvia se detuviera.

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Aproximan ser las seis de la mañana. la verdad es que no dormí a gusto con ese pervertido detrás mío y de Serena.

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-... Ash, ya casi llegamos- Abro los ojos y veo a Serena casi encima de mí

-¿Qué hora es?-

-Son las ocho y media- Volteo por la ventana y aún veo que vamos en movimiento. Reconozco algunos detalles, al parecer apenas salimos de ciudad Verde

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Salgo del autobús en la entrada del pueblo. Serena baja después y también Miette. Detrás de ella, Calem.

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Estamos por irnos. Serena ha estado insistiendo en ir conmigo, pero sinceramente, pienso que tiene que platicar sobre algunas cosas con su mamá

-Está bien Serena- ¿Qué?

-Cualquier cosa llámame e iré por ti- En ese momento ella vino hacia mí

-Estás de acuerdo ¿verdad?- Identifico en su mirada temor y suplica de aceptar. Niego con la cabeza algo divertido por el acto

-Discúlpame la molestia Ash, pero necesito enseñarles a nuestros invitados el pueblo en el que estarán por estas vacaciones- Dice apenada Grace

-No será ninguna molestia... Puede confiar en mí-

-Muchas gracias Ash... Trataré de no tardar tanto- Asiento mientras me doy la vuelta para caminar.

Quién sabe qué pasará de ahora en adelante por éstas vacaciones...

~Continuará~