9

TW: Drogas


Luego de lo sucedido en esa noche Itto no me volvió a buscar, nunca. No iba a mi salón a buscarme, no se acercaba a mí y tampoco me llamaba para apoyarlo con su banda. Luego de esa noche Arataki Itto y yo volvimos a ser desconocidos.

Ya había pasado una semana y recordaba ese momento como si hubiera sido ayer. Aún con lo ebria que estaba todas esas memorias seguían alojadas en mi mente. No podía olvidar cada palabra de Azul, no podía olvidar la humillación que sufrió Itto y no podía olvidar sus palabras. Supongo que por el miedo a que mi memoria sea tan buena es que Itto se alejó de mí o tal vez porque estaba molesto por como lo obligué a acercarse a ese grupo de malandros.

No niego, estoy triste al respecto, me sentía feliz de tener las riendas de mi vida, pero desde ese día no he vuelto a tocar mi teclado y el tiempo que gastaba en este ahora era, de nuevo, tiempo de estudio. Es como si mi rebeldía dependiera de su compañía . Tal vez eso haga parecer que él era una mala influencia, pero ¿Es la rebeldía realmente algo malo? Me gustó sentir que, por una vez, yo tomé mis propias decisione

Como otro viernes cualquiera antes de conocerlo, salí de clases lista a volver a casa, mas eso que yo pensé sería otro día más ciñéndome a mi nueva antigua realidad no iba a ser así. Había alguien esperándome, y no era Itto, era Azul

— Hola niña. Acabo de notar que no sé tu nombre— Dijo Azul con total normalidad, como si no fuera rara su presencia ahí o como si estuviera ahí para verme a mí.

Con total rareza lo miré de arriba a abajo lista para irme, pues suponía que a mí no me buscaba. Al fin y al cabo no tendría razón para eso.

— No sé donde está Itto, ya no me hablo con él desde lo de esa noche. Así que no es necesario que me hagas platica.

Mientras respondía a su pregunta me iba alejando. Finalmente no pienso sea necesario perder mi tiempo con alguien que, considero obvio, no me está buscando; sin embargo, realmente no me había hablado para salir con Itto. Azul dio un paso frente mío, quedándose pocos centímetros cerca de mi rostro, sin tomarle importancia a mi espacio personal.

— ¿Quién preguntó por Itto? Yo vengo a verte a ti, niña— Respondió con una sonrisa pícara.

Mi sonrojo se hizo presente. Soy incapaz de no sentirme alagada por eso, mucho más teniendo en cuenta que fue un chico tan lindo el que me halagaba. Aunque tampoco puedo negar que me gustaría más que ese chico fuera Itto.

— En cualquier caso deja de llamarme "niña"— Le mencioné molesta y avergonzada

— Entonces dime tu nombre— Vaciló acercándose más a mi rostro.

— ____ así me llamo ¿Ahora ya no soy una "niña?— Respondí dando un paso al lado y rompiendo el contacto visual.

— Bueno igual ya sabía que no eras muy menor que yo

— ¿Qué? ¿Cuántos años tienes?

— Diecisiete.

— ¿¡Qué!? Parecías mayor ¿Cómo diablos eres líder de una pandilla siendo tan joven?

— Lo primero que debes de hacer para ser el líder de una pandilla es estar vivo y para eso no hay que ser muy curioso.

— ... Okey, creo que entendí tu punto.

— Bueno entonces, ¿vienes conmigo o qué?

— Depende a donde me pienses llevar ...

— A un lugar que te va a gustar. Te lo prometo.

— ¿Y si no me gusta?

— Si no le encuentras nada, nada, pero nada bueno; te invito el almuerzo ¿Qué dices?

— Jaja bueno, me parece bien ¿Vamos?

— Claro, señorita ____ — Dijo tomándome suavemente de la mano casi como si fuera una princesa, pero era irónico, pues me estaba dirigiendo a su moto.

— ¿Para que tanto cuidado si me vas a montar en tu moto?— Le pregunté entre algunas carcajadas.

— Porque en cualquier lugar donde te transportes se convertirá en carruaje solo por que estés tú ahí— Respondió mientras me colocaba el casco de seguridad.

No lo negaré, él es muy bueno con las palabras, tanto que me quedé roja y un poco en shock. Nadie nunca me ha hablado de esa manera tan romántica.

— ¿Qué pasa, ____? ¿Logré dejarte sin palabras?— Preguntaba de manera pícara.

— Sí ... Bueno no. Tipo algo así, pero no nada que ver. Es que ... Tipo yo ... En plan ... No creas que caeré nomás por que me digas eso.

— ¿Caer a donde?— Respondió entre risas mientras terminaba de ponerse el casco para empezar a conducir.

ೀ⋆。🌷

Vaya lugar más curioso. Azul me llevó a un bar de mala muerte, bueno ni tan mala muerte. Ya que era de día estaba medianamente vacío. De cierta manera era como que existía un ambiente ameno y amical, en vez de uno de fiesta y descontrol. A su vez había una banda, obviamente local, tocando rock (o al menos eso parece). No se escuchaba como la mejor banda del mundo, no; pero eso no quitaba del obvio talento que tenían.

— Vaya banda ¿Cómo se llaman?— Pregunté a Azul mientras él tomaba una cerveza y yo una inca cola (no estoy dispuesta a volver a tomar alcohol).

— Esa banda de mierda. Ni me acuerdo su nombre, pero tiene que ver con semen creo. Son JJ, Cock y P2. Antes de que lo preguntes. Sí, ellos eligieron sus nombres. Esos no son los que están en sus documentos de identidad.

— ... Vaya personalidades más particulares

— Para nada, ellos serán los que te caerán mejor; son los más calmados y tranquilos. Bueno, siempre y cuando no estén volados; ahí sí son bien aburridos. Es como que están muertos en vida casi. Solo ríen y respiran.

— ¿Qué? ¿Ellos fuman?

— Marihuana para ser más exacto, esa cosa te deja estúpido. No conozco ningún artista que no fume esa mierda. Con eso te digo mucho— Mencionó con total normalidad sin darse cuenta de lo duro que me iba a llegar ese comentario.

— ¿Cómo así? ¿Por qué?

— No lo sé, los artistas son raros. A veces sienten mucho, a veces nada. Yo pienso que si naciste artista es porque en tu vida pasada fuiste un maldito y ahora estás cobrando tu karma. Y bueno, la marihuana desestresa y hace sentir feliz a la gente, así que es una salida fácil para muchos. Artistas y depresivos por ejemplo.

¿Esa será la clase de cosas que necesito para dejar de pensar sobre la situación de mi hogar? Tal vez deje de estar tan sensible si tengo un boleto fácil de felicidad de vez en cuando. A lo mejor ya no estaré tan estresada. Ya no seré una persona tan molesta ... ¿Qué estoy pensando? Pero esa clase de cosas son muy malas para la salud y ni qué decir de la adicción que está puede traer. Pero no es justo, yo también quiero ser feliz y no joder mis relaciones sociales. Tal vez sí pudiera ser feliz fácilmente de vez en cuando no hubiera sido tan pesada con Itto y él no me habría abandonado.

Sin darme cuenta me perdí en mis pensamientos y me trajo Azul al mundo real chasqueando sus dedos en mi cara.

— ____ ¿Qué te pasa? Parecías perdida de la nada. En fin, ¿quieres ir a ver a los chicos?

— ¿Eh? A sí, claro.

Azul me llevó a unos pequeños camerinos que estaban detrás del escenario donde se encontraba la banda reunida. Si tendría que describirlos, los tres eran un grupo de adolescentes que se notaban llevaban tiempo sin bañarse. JJ tenía el pelo rizado que le tapaba los ojos; cock lo tenía lacio (igualmente le taba los ojos) y P2, ondulado y pintado de rojo. A parte de eso eran una copia los tres completamente, con una postura de mierda y unas pintas terribles. La definición de teenage dirtbag.

Cuando entré estaban hablando con normalidad hasta que notaron mi presencia y parecían estatuas de hielo por completo. Fue como si mi presencia les asustara.

— ¿Es la primera vez que ven a una mujer o qué?— preguntó Azul para molestarlos al notar lo mismo que yo.

La banda se miró entre ellos como buscando una respuesta.

— De hecho yo diría que sí— Respondió P2 agarrándose las manos y mirando hacia el suelo con timidez.

—No digas eso, idiota ¿No ves que la vas a a asustar? — Gritó Cock dándole un manotazo en la nuca a P2.

Cabe destacar que en todo este tiempo JJ estaba totalmente inmutable como muerto.

— Mejor cierren el hocico, ustedes solo se cagan— Vociferó Azul para luego dirigirse hacia mí— Nuevamente, estos son JJ, Cock y P2. Unos amigos míos y, de hecho, también de Itto-

— Itto ¿Conoces a Itto? — Hablo Cock casi gritando. Es como que este chico no sabe hablar normal— Ese idiota. El maldito nos abandonó

— ¿Itto? ¿Abandonarlos?

— El maldito ese era parte de esta banda, hasta que se fue sin ninguna razón. Nos dejó a nuestra suerte ese hijo de puta.

Por mientras de toda esta conversación sentí un olor extraño como pasto quemado tal vez; diría que desagradable, pero curioso. Y ahí vi a JJ fumando algo (que por el olor diría que no era un cigarro normal).

— En fin, me gustaría que ustedes le puedan dar una cálida bienvenida a ____— Habló Azul con entusiasmo colocando sus manos en mis hombres y haciéndome dar un paso al frente prácticamente— Ella es muy buena con los temas relacionados a la música. Sabe sobre composición y teclado, así que estoy seguro que les podrá ser de ayuda.

— JODER. Una chica en la banda, que miedo— Habló Cock con pánico y las manos en la cabeza.

— Haber si eso te hace empezar a usar desodorante, ya nos tienes harto con tu olor a sobaco de mierda— Replico JJ con total normalidad mientras seguía fumando.

— Tú cierra el puto hocico, pedazo de mierda, o te lo cierro yo— Alzó la voz Cock. Vaya fosforito.

Eso me tomó desprevenida ¿Cómo que seré parte de esta banda? Parecen antes un circo que otra cosa. Quedé un poco en pánico y confundida. Mire a Azul con no sé cual expresión, pero una que le hizo entender lo que pensaba, o al menos por lo que dijo eso pareció.

— O bueno, en verdad ella no está tan segura de unirse. Pero que pase la noche con nosotros y ya decidirá.

— ¿No tenemos una presentación esta noche?— Preguntó P2 con confusión (por la pregunta parecería que había desconfianza hacía mí, pero su expresión decía todo lo contrario)

— Exactamente por eso. 


Nota del autor: El siguiente capitulo estará largo como mrd

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top