6

Desde ese día se volvió una tradición que Itto me acompañase a casa luego del colegio (a excepción que fuera a la casa de un amigo). Así fue como me volví parte fundamental de la banda de Arataki Itto, aunque pensé que sería solo como organizadora y digamos "persona que da feedback" él tenía otras expectativas para mí, y me lo mostró en mi cumpleaños.

— ¡Feliz cumpleaños!— Vociferó Itto con una expresión de orgullo en su rostro.

Ya se habían acabado las clases y estábamos en la sala de música, mas no había nadie más que él y yo en el salón cuando se supone que deberíamos de ensayar.

— ¿Qué es esto?

Entre sus manos tenía una caja sorprendentemente grande de tamaño rectangular envuelto toscamente con un lindo papel de regalo. Lo abrí y era un teclado eléctrico. Me sentía estupefacta. Era como si una puerta se acabase de abrir frente a mis ojos, era como si Dios me estuviera dando una oportunidad de volver a nacer, o al menos así lo sentía. Tal vez se puede ver como que soy una exagerada, y no lo niego. Supongo que esta sensación no es una de las que todos experimentan. Cuando sientes como alguien te saca del hoyo que tú mismo creaste y te muestra el cielo que querías ver, pero tenías miedo por no saber si estaría nublado.

— Todos los de la banda hemos puesto un poco, para que no creas que me quiero robar todo el-

Antes de que logrará terminar de hablar me abalancé a él con un abrazo, el abrazo más sincero que le podría dar a alguien en mi vida.

— Gracias, muchas gracias, en verdad lo aprecio mucho— Murmuré con un nudo en la garganta.

— Nononono, no me agradezcas. Eres una chica muy talentosa; te lo mereces, chica mosca. De paso, puedes postularte para el recital, falta mucho así que tendrás tiempo de sobra para alcanzar el nivel suficiente con el teclado.

— ¿Tú crees? No lo sé. No me gustaría hacer el ridículo, lo siento muy arriesgado— Dije, prácticamente como una queja, sin poder despegar mis ojos del suelo.

— A veces la mejor manera de aprender a nadar es tirándote a la piscina. 

Fue así como empecé a tocar el teclado (y el piano también en el colegio) ya no habían excusas, y me lo tome muy a pecho. Yo me iba a lucir en ese recital. Las horas que me pasaba estudiando ahora eran horas que me pasaba practicando el piano, razón por la que avance rápidamente los susuki; mas mis notas bajaron y mis padres no lo iban a pasar por alto. Ya que escondía mi teclado ellos eran incapaces de saber que esa era la verdadera razón de que mis notas ya no fueran perfectas. Empezaron las peleas y discusiones constantes "inútil, vaga, buena para nada" se volvieron adjetivos comúnmente usados hacía mi persona. Deje de ser la niña brillante, inteligente y superdotada ante sus ojos, ahora ya no era una persona digna de respeto.

ೀ⋆。🌷

— A veces pienso en como sería si me fugo de casa.

— ¿Qué? No digas eso de nuevo — Replicó rápidamente Itto — Las calles son horribles y lo serían más para una chica como tú.

— ¿Qué quieres decir con una chica como yo?— Objeté ¿Acaso me cree tonta?

— Me refiero a una chica tan linda como tú.

— No digas tonterias, igual no te creo nada. Tú no tienes idea de lo que siento— Respondí molesta, no me estaba tomando en serio. Él no me toma en serio

No me gusta considerarme dramática, yo no soy dramática, pero siento como si la situación me estuviera ahogando; no soporto más y lo expreso. Últimamente la idea de huir de casa se ha apoderado de mi mente y no es algo que niegue con nadie, ni con Itto, pero me molesta que no me apoye. Él sabe todo lo horrible que he pasado, él conoce los gritos, las situaciones horribles que he pasado en mi casa. Él sabe todo, mas aún así no está de mi lado. Cada que abre la boca al respecto siento como si me estuviera traicionando un poco más.

Como una salida cualquiera del colegio estábamos por dirigirnos a mi casa (aún con lo molesta que estuviera) hasta que aparecieron un grupo de chicos, no muy bien vestidos, que parecían de nuestra edad, mas no llevaban uniforme alguno. Era la pandilla de Itto.

— Hombre, sí que estabas perdido. Diablos, hermano, te estábamos buscando.

De entre la muchedumbre salió un chico de cabello negro y ojos azules, supongo que el interprete de esta oración tan desagradable. Un segundo ... ¡Este grupo de personas frente a mí cree que soy una prostituta! Hay Dios mío que vergüenza.

Sentí miedo y vergüenza, quise esconderme detrás de Itto, mas luego de esa escena, no tenía muchas ganas, sin embargo, de igual manera él dio un paso frente mío tratando de ocultarme detrás suyo.

— ¿Y ustedes que hacen acá? — Preguntó Itto con la actitud relajada de siempre, mas no se le notaba así. Por más raro que suene, parecía asustado, pero tratando de que ello no se note.

— Venimos por nuestro amigo. Nos preocupa que ya no suelas estar con nosotros; te íbamos a invitar a salir, pero si ella está, pues podemos ir todos juntos y con ella también ¿Qué dices?— Habló nuevamente el mismo chico acercándose a mí.

— Hey hey hey hey, no lo veo necesario, mejor salir entre patas. Ella es una cerebrito, puede ser muy aburrida— Respondió Itto de forma completamente innecesaria

— Le estoy preguntando a ella— Respondió imponentemente el chico antes ya mencionado.

La mirada de esta persona era totalmente penetrante. Él no sentía ninguna clase de vergüenza mirándome a los ojos directamente, ni estando a pocos centímetros de mi rostro. Por un lado no creo que sea una buena opción ir con un grupo de pandilleros que creen que soy una prostituta a pasar la tarde, pero por otro lado me molesta la reacción de Itto, me molesta que crea que puede tomar decisiones sobre mí sin consultarme.

— Me parece bien, igual no tengo nada que hacer. 

Itto me miró anonadado y trató de hacer a ese chico en cuestión cambiar de opinión ("Azul" o así lo llamaban), mas este sujeto en cuestión hacía oídos sordos a toda petición de Itto. Me enfada que no quiera que salga con ellos; ese tonto me cree que soy una niña.

ೀ⋆。🌷

Subimos todos a una van que parecía más vieja que mi abuela (y que descanse en paz la señora). Tenían una lata que fue pasada entre todos ellos y de ahí me la dieron a mí, obviamente una bebida alcohólica.

— Toma, tu turno— Chilló prácticamente un pandillero aleatorio con una voz alta, pero sin llegar a gritar.

Me acercó la lata, la cual estaba a la mitad, sin embargo, me negué.

— Mmm, no gracias, creo que prefiero no tomar en esta ocasión— Respondí con lo que creo tal vez fue una expresión de asco.

Azul, el chico de ojos azul bonito y cabello tan negro como la noche, notó mis palabras y mi incomodad, entonces agarró dicha lata y, supongo, pensó ser él quien me convenza.

— ¿Segura no quieres? Nadie te va a obligar, pero es que más ansiosa no te podrías ver. Cuando Itto dijo que eras una cerebrito fue muy creible nomás por tu apariencia de que te apesta la vida. Así que piénsalo.

— Suena a que sí la quieres obligar ...  — Murmuró Itto, obviamente.

Honestamente, aquellas palabras de Azul no habían llegado tanto a mí, sin embargo, en el momento que Itto abrió la boca; ufff, quise tomar hacer simplemente para no darle el gusto.

— ¿Obligar? Nadie me está obligando a nada

Con más confianza de la que tenía en verdad tomé la lata y la coloqué en mi boca como si no hubiera nada (Me chorreo alcohol y me termine empapando toda). Igualmente no tenía nada de que preocuparme, es solo un FL, y tampoco tomé tanto. He visto a mis padres tomar latas de alcohol sin ponerse lo suficientemente borrachos como para tener que preocuparme.

Durante todo el camino se la pasaron poniendo canciones de regueton y trap barato (no digo que sea malo el género, pero pareciera que eligieron las peores canciones creadas en la humanidad), sin embargo, al pasar un rato era como que las canciones malas no eran tan malas ¿Sí se entiende lo que digo?

Llegamos ya de tarde-noche a un sitio de mala muerte. Había una muchedumbre de gente que se veía como de esta misma pandilla, adolescentes problemáticos así se veían todos (menos yo, o eso creo). La música estaba súper alta y había un montón de motos. Para llegar ahí tuvimos que pasar por un campo extenso, así que ya no sé si estamos en la capital aún.

No niego, el alcohol me pegó, aunque no mucho por suerte, pero aún con el alcohol y todo no era difícil saber donde estaba. Me encontraba en una carrera de motos ilegal (dudo que un alma si quiera tenga más de 18 años aquí).

El ambiente era abrazador; el baile, la bebida, todo era uno. No niego que este no era mi ambiente, pero hice lo que pude para poder acoplarme. Igualmente le alcohol ayudó a esto.

— ¿Por qué hay alguien vomitando en un tacho de basura?— Pregunté al aire al ver eso mismo que mencioné. La gente con alcohol en sangre es bestial.

— Es más normal de lo que crees, pero si no te parece decente no me sorprendería— Mencionó Itto, quien estaba detrás mío viéndome con un rostro de superioridad poco común en él.

— ¿Y a ti qué? Viejo chismoso, tú reprobaste la primaria no tienes derecho de juzgarme.

— No reprobé la  ... Bueno igual eso no importa, no quita lo que dije.

Nuestra plática fue interrumpida por el sonido rompe oídos de un amplificador que anunciaba el comienzo de la carrera. Itto en ese momento se notó algo agobiado, puede ser que tal vez él sí estaba metido hasta el cuello en esta banda y no lo quería aceptar.

— ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo? ¿Acaso corres en las carreras o tienes miedo de que te atropellen?— Pregunté sin la intención de saber, sino la de provocar 

— Es que yo ya me había alejado de esto ... Hace mucho que no corro, no quiero hacerlo ahora

— ¿Y eso qué? ¿Qué te asusta de eso?

Siendo honesta, las palabras salían de mi boca sin pensarlo, era como si mi lengua fuera más rápida que mi cerebro.

— No lo entiendes ¡Es que yo no quiero decepcionarte a ti!—  Gritó casi con la cara roja de la ira, sin embargo, aún con lo fuerte de su grito no fue escuchado más que por unos pocos.

Estaba molesto eso es indudable, mas mi condición de ebria me dificulta darle la relevancia que se merece.

— Tú no lo entiendes, yo quiero dejar este mundo de mierda. Estoy harto de estos tipos y no sabes lo agradecido que estuve cuando me ayudaste a salir de ahí, pero no sabes lo difícil que ha sido para mí ¿Acaso crees que no los quiero? ¿Acaso crees que no le tengo cariño a este mundo? Este es mi hogar, es jodidamente difícil abandonar a quienes te cuidaron en tu momento más difícil, entonces ¿Cuál es tu afán por hacerlo más difícil?

Ya no estaba molesto, estaba decepcionado. Yo lo decepcioné y ya era muy obvio en sus palabras. Él no quiere estar acá, pero yo lo arrastro a volver. Yo soy un problema para él.

Me le quedé viendo sin decir nada. Sé que hacia afuera parecía seguramente indiferente ante la situación, mas por dentro sentí como mi corazón se partió y necesitaba vomitar las piezas que quedaban ¿En qué clase de persona me convertí?

El momento incómodo no demoró mucho, a los pocos segundos sus amigos fueron por él y se lo llevaron a lo que supongo era ya alistarse para las carreras.

No niego, el sentimiento de tristeza y ebriedad es bien raro, tanto que se me hace raro describirlo, pero no es malo. Voy entendiendo la razón de la dependencia al alcohol, es mucho mejor sentirme una mierda cuando el sentir se vuelve tan abstracto que me puedo reír de ello. Es tan triste que me quiero reír ¿Se entiende?

Entonces las alarmas volvieron a sonar y todos estaban en su lugar nuevamente, pero ya no quiero estar aquí. No vale la pena seguir perdiendo el tiempo en este lugar. Ni si quiera sé por que vine en un inicio.

Entonces solo vague y vague por las afueras de donde sea que sea que estaba. Decisión poco inteligente, no lo dudo, pero no sé. Supongo que la vergüenza de verlo me gana. Todo lo que dijo era verdad. Estoy siendo tan egoísta. Después de todo lo que hizo por mí sigo pensando en mí y solo en mí.

Me gustaría decir que estoy yendo a mi casa, pero sería mentir. No tengo ni la más remota idea de donde carajo estoy ni a donde mierda voy. Todo es una combinación de tierra y arena; solo hay carretera y postes ¿Me preocupa? Claro; bueno un poco. No es la gran cosa, o no sé, al menos tengo una botella de, no sé que mierda, creo que vodka y aún falta para que se acabe, así que mientras que no se acabe todo bien.

Pero estar sola no es bueno, y mucho menos me es útil en este momento. Mi mente se llena de esas ideas tan desagradables ¿En verdad quiero irme a mi casa o a donde quiero ir? ¿Quiero volver? ¿Debería? No lo sé es tan tan raro. Lo siento todo tan injusto. No quiero volver a casa, pero simplemente no tengo otro lugar al que ir. No es como si hubiera sido nunca cercana con mi familia lejana, así que tampoco puedo recurrir a ellos.

Fue como que un balde de agua callera sobre mi cabeza cuando me di cuenta. Yo estoy sola, estoy muy sola. Mis padres no me entienden (y tampoco es como que les importara), mis amigos de toda la vida no me entiende, Itto no me entiende. Estoy demasiado sola, pero yo no quiero estar sola. No me gusta estar sola.

Termine sentada sobre la arena, abrazando mis piernas y ocultando mi rostro (tal vez y solo tal vez, también estaba llorando).

— Oye, ¿estás bien?— Preguntó una voz conocida 

—¿Ah?


Personita que escribe esta historia: HOLAAAAA, sé que ya no soy confiable para ustedes, pero juro que seguiré publicando papus. Ya tengo capítulos listos, así que no hay de que preocuparse. Miau miau 

Btw, estoy pensando en colocar mis redes sociales por distintos proyectos y demás ¿Me apoyarían en eso? (de paso así tienen donde quejarse conmigo cuando no suba caps) 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top