3

Soy miedosa, pero a su ves muy agradecida. Sí, me asustan las pandillas, pero no me puedo quedar de brazos cruzados si sé que alguien que me ayudó en un momento crucial esta metido en una. No puedo hacer mucho, por no decir que no puedo hacer nada, sin embargo, incluso con seguirlo luego de clases siento que estoy haciendo algo. Desde ese lunes empecé, y ya ha pasado un tiempo desde eso, por lo que considero tener cierto conocimiento de lo que hacen este grupo de personas. No he visto tanto, pues tampoco me he acercado lo suficiente (no soy tonta, sé que es algo peligroso), pero creo que puedo decir a ciencia cierta que estos son un grupo relacionados con el narcotrafico y venta de armas, aunque de eso segundo no estoy muy segura, solo lo escuché de lejos. En cuanto al narcotrafico es más como que hacen la transacción entre el narco y el comprador, por no decir que son camellos.

Un día como cualquiera lo seguí y esta ves no fueron a un lugar de los usuales si no, a un stripclub. Con toda honestidad no quería entrar, pero presentía que había algo pasando ese día. Ese mismo martes en el recreo toda la banda de Itto y unos pocos más se reunieron junto a él. Algo estaba pasando ese día y yo no sabía, así que bueno, pues me iba a enterar.

—¿¡Aún eres virgen!? Joder ¿Quien lo diría? Con ese cuerpo de gimnasio que te cargas es difícil imaginar como sigues así — Dijo un muchacho del grupo de Itto entre bromas

— ja ... ja. Sí, es que digamos que no ha salido la oportunidad—  Mencionaba Itto claramente avergonzado.

Rascándose la nuca Itto parecía querer estar inmóvil, pero esa mancha se lo llevaba más adentro del establecimiento.

— Linda ¿Que haces ahí? ¿Por que sigues con la ropa de colegio? El jefe se va a molestar si no te cambias rápido— Alguien me dijo de pronto.

Voltee para ver de donde provenía esa voz  y noté, me estaban hablando a mí ¡A mí! La mujer fumando el cigarro que tenía entre sus dedos me miraba con pena. Será que cree que soy una "señorita de la noche" (prostituta), vaya quien lo diría.

— ¡Vamos! No te metas en problemas anda rápido o bueno, si no traes tu ropa ven aquí

La señorita tomo mi camisa y la desabrocho un poco mientras subía mi falda y me desataba el pelo, a su ves, también tomo un labial suyo y me lo colocó.

— Y pensar que aún sigues con tu uniforme y ya estas vestida para esto. Quien diría que podría ser útil los fetiches curiosos de hombres raros— Dijo con un tono de asco antes de marcharse.

Aunque no niego la incomodidad de que un desconocido te toque y arregle de maneras poco comunes para ti, ese no era mi mayor problema en ese momento (Ademas no me trataron rudo, así que tampoco me siento agredida). Tenía que escuchar que estaba pasando ¿Por que Itto está aquí? Un chico que salva a una muchacha de ser drogada no sería el mismo chico que iría a un stripclub.

— Vamos, ya cumpliste 18, déjanos regalarte esto

— No, no no no, no se preocupen, no es necesario chicos— Se negaba él con todas sus ganas, pero sin dejar su tono gracioso de siempre.

No puede ser, hoy es su cumpleaños y no tenía ni idea. Bueno es lógico, porque no somos tan cercanos, pero igualmente me siento tan mal. Él me salvó y yo se lo regreso sin saber su fecha de cumpleaños.

Un segundo, ese no es el mayor problema aquí. Ellos quieren obligarle a tener sexo con alguien que él no quiere, eso está mal, tengo que ayudarlo, pero ¿Cómo?

Mientras mi cerebro maquinaba la manera en que podría ayudarlo escuchaba como las damas trabajadoras del local lo veían a él como una oportunidad de cliente, cosa que me apresuraba. Bueno, si él me salvo la vida, no me cuesta nada salvarle el culo virgen a él. Espero que las clases de artes escénicas que tuve a los 6 años hayan valido la pena

— Hola jovencito, escuché que estás buscando compañía— Mencioné de la forma más coqueta que podía (seguramente ya estaba roja de la vergüenza)

Salí de donde estaba oculta y me acerqué a él y, aunque casi montada encima suyo, siempre con una distancia discreta. O bueno, lo más discreta que se pudiera en esa situación.

Algunos de sus compañeros se reían y otros silbaban, pero dentro de sus palabrerías conjuntas todos estaban de acuerdo en que me llevara a un cuarto.

La cara de Itto era de terror tremendo, él no solo que no quería, si no que no reconocía mi cara ni mi uniforme. Tampoco puedo decir mucho al respecto, siempre supe que este chico no tenía muchas luces.

— Hey hey hey hey, emmm yo creo que estás un poco equivocada señorita

Me acerqué a su oreja y le susurré "No soy una prostituta, sígueme la corriente" De ahí pareció como si se le hubiera quitado un peso de encima.

Tomando su muñeca él se puso de pie y, aunque se supone que fuera yo quien le guié a ese lugar donde se hagan las cosas pecaminosas, era él quien tenía idea donde se supone que estaban.

El grupo de Itto empezó a actuar como más imbecil que nunca, los gritos se hicieron más altas y las carcajadas también. En verdad una banda de animales, pero honestamente la ansiedad me está ganando, así que mejor quedarme callada.

Entramos a un cuarto pequeño donde la única puerta era una cortina.

— Aah por Dios que vergüenza. No puedo creer lo que hice— Chillé tapándome la cara con las manos y me deje caer en el sofá que había en ese pequeño espacio.

— Oye, pero estuvo genial, muy creíble— Me respondió Itto como tratando de calmar mi angustia y pena.

Ay por Dios ¿En que me metí? Soy una sonsa. Esto pudo ser muy peligroso

— Aunque me gustaría saber quien es la personita que tuvo la suerte de salvar al gran Arataki Itto de un aprieto.

A la ves de sus palabras tomó un peine y se lo pasó por su gran cabellera blanca.

— Soy ____ ____, vamos a la misma escuela. Por si no te has dado cuenta este es el mismo uniforme que está detrás de la polera que usas

— ¿!Qué!?— Gritó con la mando en la cabeza— No puede ser, no te reconocí.

— Lo noté, también soy la chica a la que salvaste de esa fiesta hace tiempo

— ¿¡También eres ella!? ¿Cuántas personas eres o que?

Este chico es un poco tonto

— Ujum, es por eso que estoy aquí. Quería agradecerte lo que hiciste por mí, es por eso que estoy aquí. Pero ahora ambos nos salvamos nuestros traseros virgenes, por lo que estamos a mano

— Sí, oye gracias por eso ... en serio.

Por un segundo fue como si la seriedad y vergüenza volviera en él, o al menos eso parecía; pues no puedo negar el agradecimiento sincero que estaba recibiendo. Las mejillas de Itto se coloraron y su mirada se desvió de mis ojos hacia el suelo, es como si se hubiera convertido en alguien más frente a mí.

— Está bien, ojo por ojo diente por diente, es lo mínimo que podría hacer además.

— Sí, aunque ¿Como llegaste hasta acá?

Ay, diablos. Creo que será muy acosador de mi parte decirle que lo seguí.

— De la misma forma que tú me dejaste en mi casa.

— Ah emm, bueno bueno okey, dejemoslo en nada entonces— Seguía con su tono burlesco— Aunque señorita, ya me voy acordando de ti, esa nerd, la de las notas perfectas. Me sorprende verte acá.

— Bueno, a mí también me sorprende.

— Sí ... ¿No quieres pasarme la tarea de mañana?

— ¿En verdad me estás pidiendo la tarea en este momento?

— ¿Eh? ¿Está mal? ¿No puedo?

— Ay dios los matones nunca cambian ...— Mencione seguido de un suspiro

— ¿¡Matón!? ¿¡Donde!?— Gritó despavorido viendo hacia los lados con miedo

— ¿Cómo que donde? Un chico normal no estaría metido en esta clase de problemas

— Espera ... ¿Me estás diciendo matón? ... ¿¡Y anormal!?

— No, se lo digo a la mosca

— Pero las moscas no pueden ser matones ... ¿O sí? Hasta donde yo me quede no, tipo son moscas, nomas mosquean.

— ... Estaba siendo sarcástica

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top