Dedicado a mi querida amiga: Tortufan293 (espero que le guste a tu kora shiper xD ❤)

Hola! Nuevo Oneshot ¡Yay!

Y éste en teoría es el segundo Oneshot que hago sobre algún ship (el primero fué Blue Memories, que pueden checar si son más del Jaya).

El Ronya no es canon, pero creo que por éso es "algo" popular (aquí todos sabemos que suelen gustarnos más los ships imposibles 7u7).

Obviamente habrá personas que prefieran el Jaya otras que quieren que el Ronya sea canon, etc etc, no importa cuál sea el motivo por el que hayas decidido leer ésta historia,recuerda respetar las opiniones de todos para que los demás puedan respetar la tuya.

Aclaro ésto porque a veces hay personas que leen y comentan: "el Ronya es basura, para qué escribes ésto, nunca va a ser canon :v la gente que le gusta cualquier ship que no sea Jaya está mal", ok si odias el Ronya, entonces ¿¡Que rayos haces leyendo un Oneshot RONYA!?

Jajaja ok, StarBeats se puso intensa xD

Sólo bromeo, chicos 😂😜

Y ésto no sólo pasa en historias de Ninjago con ships no canon, pasa en tooodos los fandoms.

👦: ¿Y a tí te gusta el Ronya, StarBeats?

Oh, sí. No me malentiendan, también me gusta el Jaya, pero hay cierta ✨chispa✨ que hace que shipee a Ronin y Nya. No sé, quizás es el respetaso que se tienen esos dos 💖

Bueno, ya que quedó claro éso, ¡Te dejo leyendo!

PD: la canción en multimedia se llama "True love" y es de Pink 😉

🗡🛠🗡🛠🗡🛠🗡🛠🗡

El aire helado se deslizaba sin preocupación hacia el rostro de Nya. Aunque la firmeza de su armadura impedía que la gélida corriente traspasara, el metal mismo parecía un bloque de hielo puesto sobre la única capa de ropa que llevaba.

La chica jamás había esperado que su pequeña "misión" la condujera hasta el extremo nevado de Ninjago, muy cerca del bosque de abetos. Su traje se había estropeado mientras sobrevolaba, probablemente gracias al mal clima. En definitiva, Ronin había escogido un buen sitio para ocultarse.

-Maldición -masculló la pelinegra, atisándole una patada a su enorme Mech.

Dió una vuelta entera en su lugar, intentando pensar en un plan. La tormenta de nieve la rodeaba con una espesa capa de neblina. Cada vez hacía más frío.

<<-El sitio habitado más cercano debe estar a kilómetros. Además, está anocheciendo y pronto hará más frío...>>, reconoció Nya resignada.

Tomó uno de los cuchillos en su cinturón y lo usó para cortar con facilidad la manguera de combustible de su traje. El líquido ambarino escurrió por la nieve, manchándola. Nya encendió la gasolinera con ayuda de una de sus armas de fuego. Las llamas acariciaban el metal del traje samurai, pero no estaban tan próximas para encenderlo.

La chica se sentó sobre su Mech y esperó a que el fuego calentara su cuerpo de hielo. Comenzó a reprenderse en su mente por haber sido tan cabezota y haber actuado sin pensar. Le gustaba cree que era más sensata que su hermano, pero ¡Vaya ironía! Había actuado del mismo modo en que él lo habría hecho y ni siquiera le había dicho a los demás que se iría, menos a buscar a Ronin.

Ésa misma mañana, cuando el teléfono del Navío sonó y fué ella la afortunada en atender, no dudó en acceder a ayudar al jefe de policía. Como siempre, Ronin había cometido un atraco y necesitaban con urgencia que alguien lo pusiera en manos de la ley. El jefe buscaba un ninja y no le agradó mucho ver al Samurai X, o mejor dicho al "Dark Samurai" (como a Nya le gustaba hacerse llamar recientemente) en la entrada de la estación.

-Creáme, éste es trabajo para un Samurai -trató de convencerlo Nya, usando ésa falsa voz masculina.

El jefe hizo una mueca, pero accedió de todas formas.

Nya necesitaba ésa misión. Había estado esperando una oportunidad como ésa desde hacia meses. Necesitaba demostrarle a los demás que un Samurai era tan efectivo en las misiones como lo era un ninja. Necesitaba sentir una vez más la adrenalina de una persecución, junto con la emoción de una batalla. Sin el fuerte palpitar de su corazón o la sensación de estar a prueba, Nya se sentía vacía, muerta.

Pero justo en ése momento entendió que confundía la muerte. Estaba por quedar congelada en ése paraje hostil y desolado y nadie jamás abría lo que ocurrió con ella. Las capas de nieve la cubrirían como un capullo glaciar, encerrando intacta a la chica, excepto que sería como un muñeco: sin el cálido palpitar de un corazón.

Probablemente el jefe de policía le contaría a sus amigos que el Dark Samurai había salido en busca de un mercenario, sólo que no sabrían al principio que se trataba de Nya. Quizás lo adivinarían más tarde, y se molestarían con ella por haber aceptado una misión ajena y sin decirles nada. Pero ella era así; orgullosa, obstinada e incapaz de hacer lo que otros querían, sólo que ellos seguían sin entenderlo.

Quizás estaba dramatizando. Era buena imaginando el peor escenario.

O quizás... los delirios se estaban escurriendo a su mente como serpientes al acecho.

<<-Puede que cantar ayude -pensó, tiritando de frío-. Pero odio cantar...>>

Se le ocurrieron las formas en que sus amigos podrían mantener sus mentes ocupadas; todas tan distintas y tan maravillosas. Ella sólo tenía una propia, pero ponerse a imaginar lo peor sólo la hacía sentir más inútil e inquieta.

Una ráfaga de viento helado la hizo estremecer.

-Tengo tanto sueño... -pensó, pestañeando-. Quizás dormir me ayude a entrar en calor...

Sus párpados bajaron pesadamente. Aunque sus extremidades congeladas la hacían sentir que estaba siendo alcanzada por fuego, el dolor sólo le provocaba más cansancio.

Justo antes de perder la consciencia, Nya divisó una alta silueta avanzando hacia ella entre la nieve.

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Nya abrió los ojos al sentir un estrépito.

Trató de ponerse en posición de ataque, pero su cuerpo seguía entumecido. Se dió cuenta de que se encontraba recostada en una silla acolchonada, cubierta por costosas mantas hechas con pieles de animales. Reconoció el tablero frente a ella enseguida y el amplio parabrisas que mostraba un cielo nocturno.

-¿Y ahora nos perseguimos hasta el fin del mundo?

Nya se enderezó como pudo al escuchar la voz grave y masculina. Tal como pensaba, Ronin se encontraba sentado en el asiento de conductor, con las piernas cruzadas sobre el tablero. Estaba tomando algo humeante de una taza color granate y, cuando la retiró de su boca, había una tenue sonrisa dibujada en su rostro.

-Tú vienes conmigo -ordenó Nya, endureciendo la mirada.

-¡Woah! Si vas a invitarme a cenar que no sea a uno de ésos restaurantes finos. Mucho precio, poca comida. Y hay que cuidar tu cartera, ¿Sabes de lo que hablo?

Las pálidas mejillas de Nya se cubrieron de un ligero rubor.

-Te acabo de salvar la vida, cariño -dijo Ronin, como si fuese poca cosa.

Si Nya estaba furiosa de que la llamase "cariño", enrojeció aún más al ver la taza sacudirse frente a sus ojos, de forma altanera. Odiaba que otros la rescatasen. Odiaba que Ronin la rescatara. Recordó que para tratar con él no era conveniente tomarse su humor de forma tan literal, así que se relajó y recargó su espalda de vuelta en el asiento.

La chica comenzó a trazar círculos en la manta de lo que (asumió) sería piel de oso pardo, de forma juguetona.

-Te mandaré una tarjeta de agradecimiento, sólo asegúrate de enviarme tu número de celda.

Ronin arqueó las cejas, sorprendido. De alguna forma, Nya le parecía la persona menos predecible en su vida, siempre consiguiendo tomarlo desprevenido.

El mercenario sonrío.

Se llevó una mano a la barbilla recién afeitada y rascó los afilados pelillos cortados al ras.

-Veo que estás devuelta con lo del Samurai -dijo Ronin, dejando en paz su barba para apuntar el atuendo que portaba la chica-. Me gusta el nuevo diseño.

-Gracias, me inspiraste un poco.

Nya miró su armadura negra con detalles rojos y dorados, para enseguida echarle un ojo al recién re pintado interior de REX, con los mismos colores.

-Me halagas, pero creo que hay una razón por la que Batman y el Joker no visten de los mismos colores -reconoció Ronin, ladeando la boca.

-Hagamos algo: si te escapas, te dejaré mantener los colores, pero si te atrapo yo los usaré -sugirió la chica.

Los ojos de ambos chocaron al instante, con un destello travieso asomándose a penas. Ronin no podía resistirse a los desafíos, y Nya lo sabía a la perfección, por éso seguía comportándose como el mayor desafío en la vida del mercenario.

-¿Qué te parece si entras en calor un poco y luego seguimos con la persecución?-propuso Ronin, sonriendo.

Nya bajó la mirada a las mantas que la cubrían. REX estaba calentito y le agradaba la compañía de Ronin, aunque no estuviera dispuesta a decírselo. Quizás, algún día, ambos conseguirían reunir el valor para decirse cuánto disfrutaban pasar tiempo el uno con el otro.

-Hecho-sonrío Nya, mirando a Ronin de manera desafiante-. Pero te advierto que no te daré ninguna ventaja.

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Sutil, pero efectivo.

Por cierto, dato curioso: las mantas de piel de animal con las que Ronin tapó a Nya...son las cosas que se robó e hicieron que la Samurai lo buscara en un principio. ¿A poco no es lindo el Ronin, tapando a Nya con sus cosas robadas? xD

¡No pierdan la máscara!