Epilogo

-soy un hombre de fe pero me alegra que ese malnacido hijo de perra este muerto.- -¡Jimin!- le grito Taehyung sorprendido al escucharlo hablar de ese modo, usualmente su mayor era una persona muy recatada y de fino comportamiento, -bueno todos pensamos lo mismo.- ambos rieron en complicidad.

-lo sé pero aún así no está bien decirlo.- Jimin lo ignoro completamente y metió su dedo en la mezcla dulce que él estaba batiendo a mano, -mm... tienes que enseñarme la receta de este pastel.- le dijo saboreando plenamente y sentándose de un salto sobre la gran isla de mármol en la cocina, cuando estaban juntos sin dudas eran todo un espectáculo, -oye ten cuidado, vas a lastimarte genio.- le dijo el menor amenazándolo con el batidor de plástico y él solo torno los ojos.

Ambos llevaban poco tiempo de conocerse pero apenas se vieron no volvieron a separarse y se convirtieron rápidamente en los mejores amigos, incluso Jimin le había insistido a su esposo para que se mudaran al mismo vecindario y así poder verse cada día, -Lisa dile que saque su asquerosa mano de mi pastel.-

Se quejo infantilmente con la mujer para que el mayor dejara de manosear su preparación, -¡oye! Si me lave las manos.- se defendió con su dedo cubierto de crema, -Jimin espera al menos a que este hecho.- le advirtió ella mientras preparaba el café de sus esposos y un poco de té para ellos.

Taehyung pasó la mezcla ya lista a un molde y Lisa lo tomo para llevarlo al horno, la mujer que había dejado el oscuro mundo de la noche muy atrás ahora vivía con ellos y lo ayudaba a mantener la casa, después de la muerte de su tío muchas cosas habían cambiando y afortunadamente la mayoría lo había hecho para bien.

Alrededor de un año y medio había pasado desde aquel día en el club de Min Yoongi, a penas termino todo Hoseok tomo su mano y lo saco de allí sin mirar atrás, ese fue el día en que conoció a Jimin el esposo de su primo Jungkook quien los invito a pasar en su casa los siguientes días mientras todos se calmaban y veían como continuar.

Allí pudo conocerlos bien y descubrió que ninguno de los dos tenía nada que ver con la mafia o alguna actividad ilícita, de hecho Jungkook era un graduado arquitecto que manejaba su propia constructora y Jimin un exitoso organizador de eventos de alta alcurnia.

Se casaron cuando Jimin tenía solo 16 años y su primo 18, llevaban casados ya increíblemente 9 largos años y seguían siendo tan jóvenes que uno nunca podría imaginar todo por lo que habían tenido que pasar en ese tiempo, Taehyung no solo sentía un profundo cariño por ellos sino una gran admiración, sobre todo por Jimin que había atravesado el mismo infierno y todavía se mantenía en pie.

Jungkook le conto su historia a los pocos días de conocerse, le explico el motivo de porque había decidido matar al monstruo y no pudo más que horrorizarse, unos meses antes de aquel evento su propio padre se metió en su casa sabiendo que él no estaba y abuso sexualmente de su esposo de la manera más feroz en que hubiera podido hacerlo.

Lo que Kim Namjoon le hizo ese día al esposo de su único hijo fue simplemente despiadado, su monstruosidad realmente no se limitaba a su nombre pero no solo fue el acto ruin en si sino la maldad y la zaña con que lo había hecho, destrozó a Jimin a tal nivel que todavía se haya tratando de juntar sus pedazos.

Lo trato como a una escoria, lo golpeo salvajemente, lo humillo de la peor manera y lo violo brutalmente a tal punto de fracturarle el coxis y fisurarle la pelvis, además de romperle varios huesos por todo el cuerpo debido a la fuerte paliza que le propino, lo desgarro internamente tan mal que todavía sangraba en ocasiones y lo dejo moral, espiritual y psicológicamente tan destruido que todavía se encontraba en rehabilitación.

Jimin debía someterse a un intenso tratamiento que lo ayudara a sobrellevar su profunda depresión post traumática pero era consciente de que jamás volvería a ser el mismo y viviría con las cicatrices del horror que sufrió por el resto de su vida, aunque había comenzado a tener una gran mejora desde la muerte de ese horrible ser todavía le faltaba un largo camino por recorrer.

A Taehyung le costaba creer como Jungkook había tenido el valor y la entereza para acercarse a Kim Namjoon y fingir durante semanas que solo quería aprender del negocio familiar, al principio su primo había planeado emboscarlo y matarlo en la primera oportunidad que tuviese pero entonces se entero de su existencia, de cómo el monstruo planeaba matarlo para quedarse con la herencia de Seokjin y decidió encontrar la manera de salvarlo también.

Ahora gracias a Jungkook todos podían dormir tranquilos por las noches y ya no tenían que volver a preocuparse por ese hombre nunca más, por su parte Taehyung y Hoseok se mudaron a la abandonada mansión de Kim Seokjin unas semanas después y aunque en un principio se sentían perdidos en la enormidad del lugar ahora les encantaba estar allí y ponían todo su esfuerzo en regresarlo a su antigua gloria.

También habían decido donar gran parte de la herencia pero no el 100 por ciento como inicialmente lo habían planeado de hecho se quedaron con una buena parte como para vivir más que cómodamente el resto de su vida y la vida de sus hijos cuando decidieran tenerlos, porque habían tenido conversaciones al respecto y ambos lo deseaban por igual.

Solo que preferían esperar un poco más hasta consolidar la unión de su joven matrimonio que como el resto se ponía a prueba con la convivencia pero si había algo que había decidido ya era el nombre de su primer hijo, si era una niña la llamarían Jung Hyuna y de ser niño Jung Seokjin, para el menor sería una forma de sentirse más cerca de sus padres y honrar su memoria.

En tanto Hoseok comenzó a ayudar a Jungkook en su trabajo y resulta que era muy bueno para ello, su primo era un hombre exitoso pero después de todo lo que había pasado quedo financieramente pendiendo de un hilo y por supuesto Jimin todavía no se encontraba en condiciones de volver a trabajar aunque su esposo se lo permitiese.

Así que Hobi (como al menor le gustaba decirle) lo ayudo a remontar su compañía lentamente pero Jungkook se había enojado con ellos al notar que habían depositado una gran suma de dinero en su cuenta bancaria para que pudieran saldar sus deudas, aunque se le paso una vez que le dijeron que podía devolvérselos cuando su negocio se recuperara si eso lo hacía sentir mejor.

Mientras Tae (como todos habían comenzado a llamarlo) regularizo sus papeles en el registro civil y había logrado ingresar en la universidad de artes audiovisuales con uno de los mejores promedios además de que ponía toda su atención en arreglar la casa con la ayuda de Jimin y Lisa, quien a decir de paso se había comprometido con el antiguo chofer de su padre.

Cuando la salud de Seokjin había empeorado demasiado había decidido trasladarse a la cuidad para estar cerca de sus médicos por lo que la mansión poco a poco fue quedando relegada en el olvido y después de su muerte y la de Mihno quien durante el último tiempo se encargaba de administrar todo sus bienes los empleados no habían tenido otra opción que irse dejándolo todo al abandono.

Excepto el señor Sojin quien apreciando mucho a su padre decidió quedarse a pesar de todo, fue una gran sorpresa para el menor encontrarlo allí tratando de hacer todo el trabajo sin recibir nada a cambio por lo que ahora se ocupaba prácticamente de todo junto con Lisa y ambos eran muy bien recompensados pero Taehyung no los consideraba como sus empleados, ellos formaban parte de su familia ahora y lo hacía muy feliz tenerlos cerca.

Sin darse cuenta se había quedado tildado pensando en los últimos meses sintiendo que todo parecía tan lejano ahora como si hubiera sido otra vida y no esta, -¿y cómo lo tomo Hoseok?- le pregunto Jimin retomando la conversación y sacándolo de su ensoñación.

-bueno sabes que no le gusta demostrar lo que siente, el menor suspiro un poco cansado,... siempre tiene esa necesidad imperiosa de parecer fuerte, se sentó en una banqueta alta junto a la isla,... cuando le conté no dijo una sola palara solo asintió y se fue pero luego no me dejo dormir en toda la noche... –whoa no quiero saber tanto.-

Lo interrumpió su amigo malentendiendo sus palabras, -¡no de esa forma tonto!... quiero decir tenia pesadillas y estaba inquieto así que me uso de osito de felpa, casi siempre dormimos abrazados pero anoche era como si tuviera la necesidad de hacerlo para mantenerse calmado, se que la muerte de Yoongi lo afecto aunque no quiera admitirlo y lo hizo más de lo que se permite reconocer para sí mismo.-

Jimin suspiro y comenzó a jugar con su cabello de su primo político, estaba tan largo que se ondeaba y ya era una completa melena, -si entiendo pero insisto el desgraciado se lo busco... que esperaba se expuso como el mayor traidor de la historia después de Judas, tuvo suerte que lo dejaran vivo ese día, era sabido que tarde o temprano irían por él.-

Su amigo tenía razón, el día en que Yoongi los traiciono fue el día que firmo su sentencia de muerte, cuando ambos se negaron a seguir su plan de que Hoseok se hiciera cargo de todo busco otra alternativa para conseguir lo que quería y lamentablemente la busco en el peor lugar posible.

Jungkook había sido testigo de cómo él mismo se contactaba con Kim Namjoon y negociaba entregarlos a cambio de convertirse en su socio mayoritario, su primo creía que el monstruo solo le había dicho lo que quería escuchar y en cuanto dejara de servirle simplemente lo mataría.

Pero Yoongi no midió las consecuencias de su ambición y claro nunca imagino que las cosas terminarían del modo que lo hicieron, literalmente dijo en un salón lleno de los mafiosos y criminales más peligrosos del continente que los había entregado en bandeja de plata a su mayor enemigo para que los fusilara abiertamente.

Y aunque le permitieron conservar su vida ese día solo porque estaban en su territorio y con sus hombres alrededor era sabido que en algún momento se lo cobrarían, después de eso desapareció y no se supo más nada de él por un tiempo, se decía que logro volver a Japón inadvertido y que estaba escondiéndose del ojo público.

Algunos incluso decían que utilizando otro alias había escapado hacia América y al parecer pudieron comprobarlo cuando alguien lo encontró casi sin vida entre los matorrales de un pantano en Sudamérica, le habían disparado repetidas veces para luego arrojarlo entre la maleza.

Y si bien había logrado sobrevivir a eso murió más tarde en el hospital, Taehyung sintió pena del triste final que tuvo pero bien dicen; el que a hierro vive a hierro muere pero sobre todo la noticia le dolió por su esposo y por lo que ese hombre significaba para él.

-hey ¿Por qué esas caras largas?- Jungkook entro a la cocina directo hacia ellos, se cerco a Jimin y lo beso tiernamente en los labios sosteniéndolo de la cadera, luego abrazo a su primo para besarlo en la mejilla, -¿como estas bonito?... Taehyung miro sobre su hombro la entrada esperando ver a su esposo,... oye al menos finge que te alegras de verme mocoso insolente.-

Sacudió al menor juguetonamente de los hombros y luego se apoyo en la isla de mármol entre las piernas de Jimin que le envolvió sus brazos alrededor del cuello, -está preocupado por Hoseok.- le informo su esposo y él hizo un sonido de comprensión, -solo dale tiempo está bien.- Jungkook acaricio su cabello como siempre lo hacía pero él asintió desanimado.

No le gustaba ver a su esposo triste, -¿Dónde está ahora?- pregunto Taehyung esperando que no se hubiera quedado en el trabajo más tiempo, -está afuera, dijo que llamo a la distribuidora para que adelantaran el pedido y trajeran los materiales hoy, quiere arreglar el techo del pórtico este fin de semana.- el menor exhalo sabiendo que Hoseok trataría de mantenerse ocupado para no pensar en Yoongi pero no creía que eso fuese algo sano.

Con la excusa de ir en busca de su esposo dejo a su primo y a su mejor amigo en la cocina con la compañía de Lisa y Sojin que estaba concentrado organizando la cena, salió hacia el patio y atravesó el hermoso jardín que Hoseok había arreglado personalmente para él, fue lo primero que había hecho al llegar a la casa sabiendo cuanto le gustaban las plantas a Taehyung.

El lugar parecía el mismo paraíso y era en el que más amaba pasar su tiempo el menor, se dirigió hacia la entrada de la propiedad delimitada con esas hermosas y antiguas rejas de hierro forjado hecha a medida con las iníciales de su padre pensando que su esposo se encontraría allí esperando por el camión de entrega.

Todavía le costaba caminar grandes distancias y su pierna se resentía un poco ante un esfuerzo excesivo pero gracias a que Hoseok lo había convencido de comenzar una rehabilitación con el mejor fisioterapeuta que encontró al menos podía llegar hasta la puerta sin cansarse y el médico le dijo que dentro de unos meses si todo salía bien en los estudios podría operarse para mejorar su movilidad y el aspecto de sus cicatrices.

Eso en verdad lo había entusiasmado aunque la parte estética fuera lo que menos preocupara a Hoseok que solo quería encontrar la manera de que dejara de sentirse adolorido todo el tiempo, cuando estaba por volverse viendo que su esposo no se encontraba por ninguna parte el camión de la distribuidora llego tocando bocina.

El rubio se apresuro a abrir las pesadas rejas para recibirlos, un hombre de gran tamaño y aspecto rudo bajo de la cabina de un salto sosteniendo unos papeles en su mano, -¿señor Jung?- le pregunto de forma tosca y Taehyung tuvo que alzar su rostro para hablarle, -sí, uhm... no sé donde está ahora pero pueden pasar.-

El sujeto lo inspecciono de arriba a abajo mientras otros dos hombres igual de espeluznantes se acercaban hacia ellos, -sin la firma del comprador no hay entrega... le dijo altaneramente y de mal modo haciendo que su ceño se frunciera, ¿Cuál era su problema? pensó el menor y miro a los hombres detrás cruzarse de brazos con una expresión burlona en sus rostros.

...así que mueve tu pequeño y redondo trasero... la boca de Taehyung cayo abierta ante el tupe del hombre y lo miro seriamente cuando este se acerco de forma amenazante hacia él tan cerca que quedo a milímetros de tocar su musculoso y sudoroso pecho,... y hazme el favor de buscar al dueño.- el sujeto se inclino hacia su rostro tratando de asustarlo pero el menor ya no se dejaba intimidar tan fácilmente.

-estas ante él, le dijo clavando su dedo índice en el apestoso pectoral del hombre,... y será mejor que te alejes de mí si no quieres terminar con una contusión en la cabeza.- Taehyung lo había dicho tan convincentemente que él hombre permaneció serio por unos segundos hasta que rompió en carcajadas contagiando a los dos de atrás.

-oh no me digas lindura y quien lo hará... –yo lo haré... la voz de Hoseok cargada de advertencia fue suficiente para que voltearan al menos, el mayor venia de afuera así que los hombres estaban de espaldas a él pero Taehyung lo vio venir, observar la situación y sonreírle maliciosamente cuando enfrento al idiota.

Pero en cuanto se volvieron para verlo cambio su rostro radicalmente a uno más sombrío y temerario, -¿y tu quien eres?- le dijo el tipo subiendo sus hombros de forma amenazante, -soy el señor Jung y le debes una disculpa a mi esposo.- el hombre lo miro incrédulamente y rio restándole importancia, -sí claro...

Le dijo sarcásticamente para nada intimidado y es que en cuanto a contextura física cualquiera de los tres era más alto, ancho y musculoso que Hoseok, quien era más bien fibroso y macizo pero más del tipo atlético, con la ropa ancha deportiva que llevaba puesta pensarían que era solo un hombre esbelto pero Taehyung sabía perfectamente lo que se escondía debajo y de lo que era capaz de hacer.

...no tengo todo el maldito día debe firmarme el recibo.- el dijo pendencieramente a su esposo y el menor decidió intervenir antes que la vena en el cuello de Hoseok explotara, paso por al lado del sujeto quitándole la planilla de la mano sin detenerse hasta llegar al mayor ubicado a unos metros detrás.

Pudo escuchar como los tres hombres intentaron vagamente ocultar una carcajada al verlo caminar pero él solo torno los ojos y saludo a su esposo a quien no veía desde la mañana, -hola cariño ¿Qué tal el trabajo?- le dijo Taehyung y se estiro de puntillas para darle un corto besos en los labios.

-mejor de lo que pensaba bebé, Hoseok le sonrió dulcemente mientras firmaba el recibo,... fuimos a ver el hospital y está quedando excelente... el menor asintió conforme y tomo la planilla para girarse y estamparla en el pecho del idiota que seguía burlándose de él,... aquí tienes ya pueden descargar... los miro despectivamente y sentencio,... intenten no arruinar mi jardín.-

Los labios del hombre formaron una línea apretada y se dirigió malhumorado al camión sin decir nada, descargaron los materiales de construcción entre los tres ante la atenta mirada de Taehyung que se aprovecho del momento para mandonearlos y molestarlos un poco.

Tal vez era una actitud infantil y solo tenía que ignorarlos pero ya no era el mismo Taehyung de la primaria donde solo se quedaba con la cabeza gacha y en silencio mientras lo molestaban por su pierna y se burlaban de él, últimamente no aceptaba la mierda de nadie y eso lo hacía sentir mejor.

Quizás si se sobrepasó un poco con el idiota pendenciero y lo presiono de más pero el sujeto se lo tenía merecido, cada que podía lo miraba como si quisiera comérselo vivo, tal vez tenía algo personal contra los rubios pensó el menor pero le resto importancia porque al fin y al cabo no era su problema.

-¿eso es todo?... les pregunto Taehyung con los brazos cruzados muy metido en su papel de estirado o dolor en el culo como solía decirle Hoseok, cuando quería el menor también podía ser una verdadera pesadilla sobre todo cuando se enojaba, el hombre solo lo miro de mal modo sacudiendo el polvo sus manos deseando salir de allí,...bien, no pienso darles una propina así que pueden irse de mi casa.-

El hombre sonrió irónico y negó con la cabeza, miro a Hoseok ignorando completamente al menor y le dijo entre dientes, -amigo tiene que chupártela muy bien para que puedas soportarlo, le hecho una mirada lasciva a Taehyung y se lamio los labios vulgarmente,... aunque si quisieras podría enseñarle algunos modales... solo déjamelo cinco minutos.-

El rubio frunció su ceño ya arto del sujeto, -él que necesita modales eres tú... cariño porque no le enseñas al idiota cómo comportarse.- Hoseok sonrió ampliamente y trono su cuello en anticipación, desde que había llegado y visto la actitud del hombre para con su esposo estaba controlándose por no darle una golpiza pero ahora podía desquitarse un poco.

-enserio amigo no tienes que ponerte en vergüenza solo porque tu perra no conoce su lugar, le dijo divertidamente mientras Hoseok tomaba de los hombros al menor y lo hacía tres pasos hacia tras cuidadosamente donde no corriera peligro de recibir algún golpe,... y para que sepas cuando estés en el suelo iré directo a darle un correctivo a la pequeña mierda pretenciosa.-

Hoseok dejo un pequeño beso sobre sus labios, -no ensucies tu ropa.- le dijo el menor, -no, bebé- en cuanto se giro el hombre le tiro un gran golpe a la cara pero él fue más rápido que su puño y lo esquivo tranquilamente golpeando con su mano de lado directo en su garganta.

El hombre se llevo las manos al cuello con una clara mueca de dolor mientras se tambaleaba hacia atrás, Hoseok avanzo golpeándole el pecho con su puño cerrado unas tres veces tan rápido que polvo salió de su ropa y dando un giro completo sobre su eje pateo con fuerza sus piernas a la altura de sus talones haciendo que el hombre volara hacia atrás y cayera al suelo en un golpe seco.

Los movimientos de Hoseok eran tan ágiles y precisos que el sujeto ni quiera tuvo la oportunidad de defenderse o darse cuenta de que ya estaba fuera de combate hasta que el mayor presiono su rodilla sobre su tráquea impidiendo que se moviera en absoluto.

Elevo su puño en el aire listo para darle directo en la cara pero cuando el hombre cerró los ojos temerosamente esperando el impacto se detuvo, -te dije que le debías una disculpa a mi esposo.- el idiota asintió rápidamente, -e-esta bien... l-lo siento... lo siento- dijo balbuceando apenas.

-y ustedes... les hablo a los otros dos hombres que habían retrocedido significativamente con sus manos levantadas en clara muestra de no querer recibir el mismo tratamiento que su compañero,... dirán señor Jung lamento haber reído.- refiriéndose a las burlas que le hicieron a Taehyung anteriormente y sin perder tiempo repitieron tal cual las palabras al unisonó.

El hombre todavía en el suelo comenzó a toser y a respirar dificultosamente cuando Hoseok se puso de pie, -y para tu información no podrías con él, le dijo viéndolo desde arriba haciendo a su esposo sonreír,... sáquenlo de aquí antes de que me arrepienta.- los asustados hombres se apresuraron a llevárselo medio arrastras tomándolo de los brazos maldiciéndolo por haberlos metido en este problema.

Recién cuando oyeron el motor del camión alejarse comenzaron a reír, Taehyung abrazo a Hoseok por la espalda apoyando la cabeza en su hombro, -¿y tú si podrías? o quieres entrar y enseñarme algunos modales.- le dijo seductoramente mordiendo su omóplato con un dejo de diversión en su voz y su esposo tembló ante el tacto de sus dedos sobre la piel de su cintura junto encima de su pelvis.

-rayos.- se quejo Hoseok tragando saliva y lo tomo del brazo para llevarlo a un cuarto de herramientas que había por allí afuera de la casa, se apresuro a entrarlo y cerrar la puerta con traba mientras Taehyung le bajaba los pantalones casi desesperadamente.

Hoseok lo tomo del rostro y lo beso duramente apretándose contra él, -te extrañe tanto mi amor.- le dijo el menor para luego dejarse caer sobre sus rodillas y lubricarlo un poco con su saliva, el mayor gruño roncamente haciendo su cabeza hacia atrás sosteniendo la nuca de su esposo firmemente.

A Taehyung le gustaba torturarlo un poco así que después de unos intensos minutos el mayor estaba casi en el borde y fuera de sí, una gruesa capa de sudor perlaba su piel y su pulso estaba descontrolado, lo tomo de los codos para levantarlo y le dio la vuelta haciendo que el menor se apoyara en la mesa de herramientas un tanto inclinado hacia el frente.

Bajo sus jeans solo hasta la mitad de sus muslos y repartió besos a lo largo de todo su cuello, -¿Por qué a todos le interesa saber como la chupo?, pregunto el menor pensativo mientras llevaba las manos hacia las mejillas de su trasero y se abría para su esposo descaradamente quien dejo escapar un quejido ahogado de su boca al verlo.

Hoseok se aferro a él sosteniéndolo con una mano sobre su bajo vientre y la otra envolviendo su cuello, se hundió lentamente en su esposo que se apego a su torso,... t-tu... ahh tu q-que... dice-s.. ahh justo ahí...- le dijo sin poder dejar el tema y dejo caer la cabeza hacia atrás sobre su hombro, -como los malditos dioses bebé.- respondió en su oído apretando los dientes y le giro el rostro de lado para besarlo apasionadamente mientras llegaban juntos al éxtasis.

A los dos le gustaba tener estos rápidos encuentros cuando no podían aguantar hasta la noche, sobre todo a Taehyung que le gustaba provocarlo y le jugaba sucio constantemente, en ocasiones Hoseok creía que había despertado una fiera dentro de su esposo pero no se quejaba en absoluto, hacia las cosas mucho más interesantes e intensas y el menor siempre encontraba la forma de sorprenderlo.

Cuando terminaron de arreglarse el mayor lo tomo de la cadera y lo sentó en la mesa de hierro para abrazarlo y darle tiernos y pequeños besos sobre sus labios y todo su rostro, -¿te encuentras bien?- le pregunto Taehyung envolviendo los brazos alrededor de su cuello preocupado por la reciente perdida de su esposo.

Hoseok acaricio su espalda lentamente, -siempre me encuentro bien cuando estoy contigo y mientras estés a mi lado siempre lo estaré.- le dijo dulcemente haciendo que sus ojos brillaran de amor puro, -te amo tanto mi amor.- le informo el menor desbordado de emoción, -y yo te amo a ti bebé.- el mayor beso la punta de su nariz.

-te hice tu pastel favorito, debemos regresar antes que Jimin se lo acabe todo.- sonrieron y se dirigieron tranquilamente hacia el interior de la casa caminando abrazados y dándose pequeños mimos, -creo que tengo al mejor esposo de todos.- menciono divertidamente Hoseok riendo lleno de felicidad, -por supuesto que lo tienes.- ambos se tenían el uno al otro y era lo mejor del mundo.

Fin. 

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