Capítulo 2

GABRIELA

Al fin estaba pasando. Ahora mismo estaba contenta porque Alex había movido la mano, eso era bueno, al fin y al cabo, y parte de la esperanza que había perdido, volvió y con más fuerza. Carlota y Ana entran en la habitación y poco después entra Marcos con el médico que empiezan a hacer no sé qué cosa, y la verdad es que en este momento no estaba prestando atención a lo que estaba diciendo, pero en cuanto noto como me quieren separar de Alex, miro para el culpable, Marcos.

"Tranquila, no te voy a llevar a ningún lado, los médicos necesitan el especio para trabajar, esperaremos delante de la puerta, ¿Vale?" dijo y me tranquilicé un poco y salí con ello detrás. Ellos se sentaron mientras yo andaba de un lado para otro por el pasillo. "¿Te puedes estar quieta al menos un rato?" pidió mi mejor amiga y negué "No puedo Carlota, Alex movió la mano, eso debe ser buena señal ¿verdad?" pregunté, empezando a dudar todo "Claro que sí, pero ahora relájate y siéntate que empiezas a ponerme de los nervios, y de no ser porque estés embarazada te juro que te daría una colleja."

"Debo llamar a Carolina, estoy segura de que se emocionará al saber esto." dije intentando ordenar mis ideas "Estoy segura de que sí, pero debes relajarte un poco porque no queremos que te desmayes de la emoción, recuerda lo que te dijeron los médicos el día que te ingresaron." pidió Carlota "Lo recuerdo y no se me olvida, ¡¡¡¡pero es que Alex puede despertar!!!!" Con eso me aparto de ellos un poco, cojo el teléfono y marco a Carolina la cual no tarda demasiado en contestar.

"Gabriela, ¿le pasa algo a Alex? ¿Te pasa algo?" fue lo primero que preguntó la abuela de mi prometido "Estoy bien no te preocupes, pero te tengo buenas noticias." dije con una gran sonrisa en mi rostro "¿Cuáles?" preguntó con tono confundido "Hace un rato estaba con Alex en la habitación y movió la mano, eso debe de ser bueno."

"Oh, no me lo puedo creer, y claro que tiene que ser una buena señal. Escucha, ahora voy para allá." informó y asentí a pesar de que no me podía ver "¿Puedes avisar a Mónica? Quiero estar allí cuando los médicos salgan de la habitación." pedí "Si, no te preocupes que la aviso. Nos vemos al rato Gabriela." se despidió "Nos vemos al rato."

Colgamos, llamé a mi madre para decirle lo de Alex y me dijo que vendrían para acá, pero logré convencerla de que se quedase en casa, que no era necesario que viniese, que cualquier cosa la avisaría. En cuanto colgué fui a donde estaban los demás y empecé a andar de un lado a otro como hace un rato.

"Yo pensé que estaba mal, pero por lo que veo exageraste Marcos." Yo y Carlota giramos nuestras cabezas en la dirección de la que había venido esa voz, y a pesar de que sabía de sobra que pertenecía a Carlos, no me lo podía creer. "Y créeme que lo estaba, no te mentí en eso." aseguró mi mejor amigo dejándome claro que esto había sido algo que él había tramado "¿Qué haces aquí Carlos? ¿No deberías estar trabajando?"

"El jefe me dio un par de días libres al saber que mi hermana estaba mal, de ahí que haya aparecido aquí." respondió con una sonrisa en el rostro "Ana está bien como para que vengas." dije, mirando para Ana intentando saber si tanto Carlota como Marcos me habían ocultado algo "Me refería a ti Gabriela, pero mejor ¿por qué no nos vamos a comer a algún lugar?" preguntó y negué "No me pienso mover de aquí Carlos."

"Menos mal porque te traigo tu plato preferido de ese restaurante al que fuimos hace años." comentó como si nada "No era nece..." empecé a decir, pero este negó "Claro que lo era, un pajarito me dijo que no estabas comiendo nada y créeme que, como hermano mayor y amigo de tu prometido, debo hacer que comas."

"Carlos..." intenté de nuevo "Carlos nada, vas a comer y punto." insistió "Está bien... pero solo porque es lo que Alex querría." apunté "Ah, ¿entonces a él si le haces caso y a nosotros que te lo llevamos diciendo todo este tiempo no nos lo hacías? Eso me parece muy mal Gabriela." comentó Carlota con una pequeña sonrisa en su rostro "No te pongas celosa cuñadita, lo que pasa es que vosotros no tenéis la habilidad del hermano mayor y hacerla sonreír al menos."

"Ni tú tampoco Carlos, llegas a llegar antes de esto y verías que no serías capaz de hacer todo eso que dices que haces." apuntó Carlota "Ay, ya, no empecéis a discutir." Pasamos un rato hablando, o más bien, ellos hablaron porque yo estaba comiendo y debo admitir que estaba bueno, pero estaba nerviosa. Los médicos estaban tardando demasiado para mi gusto y cada minuto que pasaba, era un minuto en el que me ponía más nerviosa y pasado una hora sale el doctoro con los enfermeros. Me levantó rápidamente y me dirijo al doctor que solo le di tiempo a cerrar la puerta.

"¿Cómo está doctor?" pregunté ansiosa por saber cómo estaba mi prometido "Eso lo puede ver por usted misma si entra a la habitación." Sin más entré en la habitación mientras Marcos y Carlos se quedaban fuera con el médico. Mi sorpresa al entrar fue el ver a Alex despierto, con una sonrisa en su rostro, esos ojos que tanto echaba de menos me estaban mirando y yo no pude andar hacia delante, estaba en shock.

"Hola hermosa." No sabía qué hacer, me había quedado parada delante de la puerta mirando para él, porque no me lo podía creer, llevaba tiempo esperando esto, y debo decir que la vista se me puso algo borrosa, por lo que me apoyé en el marco de la puerta, haciendo que Carlota me pusiese una mano en la espalda y se acercase un poco más. "¿Estás bien?" Ya ni le contesté a Carlota porque salí corriendo en la dirección a Alex, empecé a llorar y lo abracé.

"Hey, tranquila, estoy bien, deja de llorar que así no te ves tan hermosa." dijo y no pude evitar soltar una carcajada "Eres un estúpido..." murmuré mirando para él y todavía no creyéndome que estaba despierto "Lo sé, pero al menos estás sonriendo." comentó "Bueno, nosotros venimos más tarde chicos, tenéis mucho de lo que hablar." Con eso, Carlota salió de la habitación dejándonos solos. Alex me había pasado un brazo por la cintura y empezó a acariciar la espalda.

"¿Has estado comiendo mi reina?" preguntó en tono preocupado "¿Te acabas de despertar de un coma y es lo primero que se ocurre preguntar, amor?" cuestioné con curiosidad "No lo preguntaría de no ser porque estoy viendo que adelgazaste, y parece que tampoco dormiste demasiado." comentó "No podía hacerlo, no era capaz de hacerlo, estaba preocupada por ti." respondí "No deberías haber estado tan preocupada por mí, yo estaba bien."

"¿Le llamas estar bien a estar en coma y que casi te mueres?" pregunté "Pero eso no ha pasado y he despertado." respondió como si no fuese gran cosa por lo que había pasado su cuerpo "Sé que no ha pasado, pero imagínate que te digan que te puedes morir, y aún por encima no me dejaron estar contigo cuando estabas en el suelo del bosque." apunté "Te enfadaste mucho por lo que pareció."

"¿Qué?" pregunté, confundida momentáneamente "Si, se te notaba enfadada. No sé qué es lo que le dirías a tus primos, pero sonaba a que estabas enfadada." respondió "Estabas..." empecé "Se podría decir que estaba medio consciente, pero ahora respóndeme una pregunta hermosa, y quiero que seas sincera." pidió "¿Qué pasa?" pregunté todavía confundida "Lo que dijiste en el bosque mientras venía Roberta, ¿Es cierto?"

"No entiendo." dije sinceramente, porque en este momento no tenía ni la menor idea a que se estaba refiriendo "Me dijiste que aguantara por los dos, que tenía que ver crecer a nuestro hijo." Me separé de él y me quedé mirándolo, recordando que era lo que había pasado en ese lapso en el que venía Roberta a ayudarnos, y por más que me esforzaba no lo recordaba.

"¿Es cierto o no?" preguntó nuevamente y negué intentando despejar un poco mi mente "No recuerdo haberte dicho eso...En realidad no sé qué dije en ese momento... Solo recuerdo que estabas en el suelo... sangrando..." dije, con imágenes de ese momento empezando a amontonarse en mi mente "No pienses en eso que no es necesario, solo quiero saber si es cierto." pidió y simplemente asentí "¿Vamos a ser padres?" preguntó "Si amor, vamos a ser padres." Confirmé, dejando mi mano sobre su mejilla y una sonrisa en mi rostro y es entonces me abrazó y yo empecé a llorar de nuevo, lo normal en mi últimamente, pero estaba llorando de felicidad, porque era más consciente que nunca de que estaba embarazada y que Alex había despertado después de todo un mes sin poderle ver esos ojos que tanto me gustan.

"¿Por qué lloras hermosa?" preguntó "Es que... es que después de todo un mes...el que esté embarazada se hace realidad..." dije entre sollozos "¿De cuánto estás?" preguntó con curiosidad "Teniendo en cuenta de que cuando me hicieron la encerrona estaba de cuatro semanas, estoy de dos meses."

"¿De dos meses? Deberías haber descansado y comido como necesitas." protestó "No tenía hambre." aseguré "Y no nos escuchabas cuando te decíamos que te fueras a casa o que comieses. Tu prometida es demasiado terca Alex, a ver si a ti te hace más caso de lo que nos hace a nosotros."

No sé en qué momento había entrado Carlota a la habitación, pero solo sé que hubiera acabado con ella por decir lo que había dicho. Era verdad lo que decía, lo sé, pero debería de entender que no podía comer y mucho menos quedarme dormida, porque lo intentaba no podía dormirme y en cuanto la comida llegaba a mi estómago, la vomitaba. Odiaba tener ese sabor en la boca, que por mucho que la lavase los dientes, no se iba.

"De eso me encargaré yo, no te preocupes y gracias por cuidarla durante el tiempo que estuve en coma." agradeció mi prometido "Cuidar lo que se refiere a cuidar no lo hicimos porque no nos hizo ni caso, pero bueno, de nada supongo." dijo "Oye mi vida, ¿Y qué te dijeron los médicos?" pregunté con curiosidad "Pues nada, que me tendrían un par de días aquí."

"Te dirían algo de cómo estás digo yo." apunté y este negó "Preciosa, estoy bien, deja de preocuparte que de la que nos tenemos que preocupar ahora es por ti." respondió y negué "No, estoy bien." aseguré "Estás más delgada y sin descansar, eso no es estar bien en tu estado. Al menos espero que hayas comido hoy." pidió y asentí "¿Y debo fiarme?" preguntó elevando una ceja "Claro que sí, nunca te mentí como para hacerlo ahora."

"Para no preocuparme lo haces." apuntó y negué "Por ese lado hoy puedes estar tranquilo que, si lo hizo, la obligó Carlos." informó mi mejor amiga con una gran sonrisa en el rostro "¿Está aquí?" preguntó sorprendido de escuchar esa información "Si, llego hoy y se quedará unos días."

"Pues entonces deberías irte a casa para descansar." comentó Alex y eso sí que sería algo que no haría ni muerta "Ah no, de eso te puedes ir olvidando que no me pienso ir a casa." aseguré "Pero debes descansar, hermosa." apuntó "Pero no tengo por qué hacerlo en casa. Me quedaré contigo y no habrá nada que me lo pueda impedir."

"En casa descansarás más cómodamente." rebatió y nuevamente, negué "Me da igual eso, no me pienso ir a casa y punto." respondí "Alex, déjala. No lograrás convencerla. Nosotros nos tenemos que ir yendo. Nos vemos mañana chicos." se despidió mi mejor amiga, lo que hace que me gire en su dirección, porque a pesar de que este mes discutimos más que nunca, también sé que se pasó gran parte del tiempo ahí fuera cuidándome "No es necesario que vengas Carlota, voy a estar bien. Además, ¿cuánto tiempo llevas sin ir a casa a descansar?"

"Lo dice la que está embarazada, por mí no te preocupes que Marcos prácticamente me obligó irme a casa hoy, pero no te quedarás sola igualmente, él se queda." apuntó a su novio "No es necesario que se quede." protesté "Se quedará por si necesitas algo, y no se va a ir de aquí, lo sabes." comentó Carlota con una gran sonrisa en el rostro, sabiendo que lo que decía era cierto "Ya, pero vete ya que Ana se tiene que ir a dormir, ya es tarde para que esté despierta."

"Si, ya me voy. Hazme el favor de descansar ¿sí?" pidió "De eso me encargaré yo, no te preocupes." respondió rápidamente Alex "Al menos puedo quedar más tranquila. Cuídalos Alex." pidió a mi prometido y noté como este asintió "Lo haré, descansa Carlota."

"Chao chicos, nos vemos mañana." se despidió "No..." empecé a protestar "Vendré, igual que tú eres terca, yo lo soy también, asique hasta mañana." Alex se rio y la verdad es que no le veía la gracia a esto. Sé que soy terca y eso, pero no veía necesario tener niñeras todo el rato pegados a mí.

"Hermosa, tienes que dormir." apuntó Alex con una sonrisa en el rostro "Es que aún no tengo sueño." respondí "Lo tienes, pero antes de dormirte debes comer." comentó y negué, porque tampoco tenía hambre "Alex, ya comí." apunté "Pero no cenaste, y tienes que hacerlo, por tu bien y el de nuestro hijo."

"No me pienso mover de aquí." aseguré "Por favor, Gabriela, no me pasará nada." aseguró y negué "¿Y si te pasa qué? No, no me pienso separar de ti." dije "Pero tienes que comer." protestó "Tu novio tiene razón, al menos hazle caso a él." pidió Marcos "Todos estáis en contra mía." murmuré "No, no lo estamos, solo estamos preocupados por tu salud. Deberías cuidarte ahora que estás embarazada."

"Y lo hago." apunté "No, no lo haces, al menos como debes, pero ahora te trae Carlos algo de comida, dijo que iba a ir a por ella." respondió Marcos "¿No se fue con ellas?" pregunté sorprendida de que todavía esté aquí "No, se va dentro de un rato, dijo que se tenía que asegurar de que comieses antes de irse."

"Y eso es lo que voy a hacer, aquí tienes hermanita y antes de que te niegues, no me pienso mover de aquí hasta que te lo termines." respondió y rodé los ojos "Está bien, pero luego te vas para tu casa, debes estar cansado del viaje." comenté, sabiendo que sería cierto "La verdad es que no lo estoy, pero te prometo que lo haré cuando termines de comer todo eso que te traje."

"Os odio a los tres." murmuré con un puchero "En realidad nos adoras y lo sabes." Empecé a comer sobre todo para que me dejasen un poco en paz por comer, porque era verdad, no tenía demasiada hambre, algo más que hace dos días, pero tampoco demasiada y hablamos por un rato hasta que me dormí.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top