El mejor padre del año
Akutagawa Ryunosuke estaba agradecido de su vida, si, aun trabajaba para la mafia, pero era completamente a lo que hace unos años fue, ahora 5 años después de haberlo conocido, tenía la oportunidad de estar a su lado, al lado de Nakajima Atsushi, el tigre más mimado que había conseguido crear, si, Akutagawa no desaprovechaba la oportunidad para llenarlo de regalos, dulces, incluso cualquier cosa, solo quería ver las manos del albino llenas, algo que por muchos años se le negó, además se le hizo aún más costumbre hace año y medio cuando Atsushi quedo en cinta, su pequeño bebe tenía 9 meses apenas pero con esos 9 meses el pequeño ya lograba caminar, era peor cuando lograba activar su habilidad. El perro rabioso de la mafia portuaria no podría ser más feliz con ambos a su lado, el bebé era idéntico a su pareja, tenía el carácter caprichoso de Atsushi, era nervioso, era alegre, le encantaba jugar con su cola de tigre, si había heredado la habilidad del tigre, aunque era idéntico al albino, también tenía rasgos del mafioso además de su apellido como adelgazar rápido, en aquellos 9 meses en menor se había enfermado 5 veces, aunque por la habilidad del tigre se recuperaba rápido, él bebe se llamaba...
- Tsumu baja del mueble - decía Ryunosuke molesto
- ¡No! - grito él bebe con media transformación de tigre
- ¿Tenías que enseñarle a decir "no"? - decía el mafioso mirando al albino
- No es mi culpa que te escuchará decir "no" a casi todo a diario
- Jinko, bájalo, sabes que le teme a Rashoumon
- Claro, lo bajaré
Atsushi suspiro, uso su media transformación para bajar al bebé, aunque para esté el ver así a su madre era lo que más disfrutaba, Tsumu de inmediato comenzó a jugar con las orejas de su madre y sonreír, sus días eran preciados, sus días eran increíbles, Tsumu les daba motivos para llenarse de energías.
Akutagawa estaba en casa aquel día, Atsushi tenía trabajo pesado en la agencia, llevaban días persiguiendo a un criminal, Atsushi había prometido no esforzarse, tener a Tsumu debilito al tigre su recuperación no era tan rápida ahora, Tsumu había tomado mucho de él, aunque al albino no le importaba y la doctora Yosano había dicho quería recuperándola con él tiempo, el mafioso odiaba la sensación de que corriera peligro.
Pasaba el tiempo con Tsumu y Rashoumon, quería que su hijo le dejará de temer a su habilidad y poco a poco lo estaba logrando, a veces jugaba con la tela demoníaca, era algo que el mafioso disfrutaba, Akutagawa normalmente no pasaba mucho tiempo con el pequeño, Atsushi siempre lo tenía bien atendido quizás "instintos" no lo sabe, el solo jugaba con Tsumu, aquel día fue algo ruidoso, aunque Atsushi dejo comida preparada y todo arreglado, el menor lloraba varias veces mientras gritaba por su madre, Atsushi había tenido que contestar el teléfono varias veces para hablar con su pequeño y calmarlo; 5, 6, 8 incluso 12 veces contesto pero... la 13 vez no contesto
Un par de horas después Dazai se comunicó con el pelinegro para decirle que Atsushi estaba herido en la agencia, Akutagawa tomo las cosas de Tsumu y corrió a la agencia, allí aunque el presidente Fukuzawa no era de su agrado de inmediato tomo al bebe, sabía que pasaba con la agencia... Akutagawa corrió con la doctora Yosano en cuanto el presidente tuvo a Tsumu, allí miro a Dazai cabizbajo
- Dazai-san - le llamo el mafioso
- Akutagawa... -suspiro Dazai y tomo el hombro de su ex subordinado - Lo siento
Había pasado una semana, Nakajima Atsushi había muerto por múltiples disparos, pero la causa fue una bala en su cabeza, la agencia cuidaba de Tsumu en lo que Akutagawa digirió la noticia, aquel día que se enteró, este ni siquiera hablo, pero él bebe necesitaba de su padre, Dazai llego al departamento de su ex subordinado con él bebe en brazos, abrió la puerta y le busco para encontrarlo en su recamará
- Akutagawa
- ¿Dazai-san?
- Tienes que continuar Akutagawa
- ¿porque?
- Por Tsumu
El mafioso abrió los ojos, recordó a su hijo, pero al verlo en brazos de Dazai dormido no pudo evitar molestarse, estaba decaído
- No puedo - dijo Akutagawa desesperado - es idéntico a Jinko... No puedo...
- Si, es idéntico a Atsushi-kun, pero es tu hijo Akutagawa, no puedes abandonarlo cuando más te necesita... - dijo Dazai sentándose a su lado
- ¿porque tuvo que pasar esto Dazai-san? Ya no hago malos trabajos en la mafia, no mato, tenía una vida tranquila y feliz... tenía una familia feliz...
- Aun tienes a tu familia, Tsumu es tu hijo, y él te necesita - suspiro - ha estado llorando por su mamá y papá, no puede estar con nosotros...
- Lamento hacerlos pasar por eso... - hizo una pausa y suspiro - y gracias por cuidarlo está semana...
- Estaremos para ti y Tsumu cuando lo necesiten - dijo Dazai - me iré por ahora, suerte Akutagawa
- Dazai-san - le llamo el mafioso y el ahora agente le miro - gracias...
Akutagawa se quedó con su pequeño en brazos, ciertamente mirarlo le provocaba dolor, era ver a Atsushi de nuevo, era idéntico, justo el mismo, sin ningún cambio ni error... Era su amado, pero esté era su querido hijo, aquel que ignoro por una semana... el mafioso se sentía el peor de todos en ese momento, dejo al pequeño Tsumu en su cuna y suspiro pesado, aunque no tuvo mucho tiempo, el pequeño albino abrió los ojos al sentir el olor de su casa
- ¡Mama! ¡mamá! - grito el pequeño al despertarse, Akutagawa contuvo las lágrimas al escuchar a su hijo llamar al albino
- Tsumu, mamá... mamá está durmiendo - dijo el pelinegro decaído
- ¡Papa! - le llamo pidiendo sus brazos. Akutagawa muy a su dolor, le cargo y sonrió - Papá ¿mamá?
- Mamá... Está descansando, hay que dejar que descanse... - dijo el pelinegro conteniendo sus lagrimas
El menor abrazo y apretó a su padre, no sabía lo que pasaba pero quería un abrazo de su padre, Akutagawa le ganó el cansancio, ambos padre e hijo terminaron dormidos en la cama que compartía con Atsushi
Los días iban pasando, Akutagawa aprendía del menor y sus gustos, como que no le gustaba la avena caliente, al parecer Atsushi se la daba con su fórmula de leche tibia, tuvo muchos tropiezos, muchas veces que quiso gritarle, y demasiadas veces en las que quiso llorar, batallo mucho con las comidas, batallo más con las formulas, trabajar cuando Tsumu estaba enfermo era lo peor, los desvelos por sus enfermedades lo dejaban exhausto, limpiar y cuidar que no se lastimará era peor, llego un momento donde extrañaba al albino más por la ayuda... Tsumu no dejaba de ser un bebe tigre, allí venia lo peor
Los berrinches de Tsumu hacían que el mafioso recibiera desde rasguños hasta golpes certeros, para peor igual que su madre había averiguado como evitar a Rashoumon, como cortarlo, morderlo, incluso a veces tomaba su habilidad como un caballo, el mafioso jamás se había sentido tan agotado...
Noche con noche, Akutagawa le leía historias de tigres a Tsumu, el pequeño niño de ahora 2 años las disfrutaba desde que nació, su madre se encargaba de contárselas noche con noche, Akutagawa siempre tuvo presente al agente para su pequeño hijo, no quería que olvidará a su madre, fotografías, recuadros, incluso periódicos donde reconocían las valientes y heroicas proezas del albino
Tsumu amaba a su madre, amaba a su padre, aun con 2 años, era tan inteligente como su padre y tan astuto como su padrino, Dazai, Chuuya comenzaba a enseñarle al menor de artes marciales, aunque Tsumu prefería jugar solo y Akutagawa solo suspiraba los golpes que le daría su hijo serían horribles... Aunque su hijo jugaba mucho por él solo
- Tsumu-kun ¿ahora qué quieres hacer? - pregunto Dazai
- Quiero jugar con Mamá - dijo el pequeño albino
Entre todos hubo un silencio, Tsumu aún no entendía que no vería a su mamá, el pequeño incluso espera a Atsushi en la puerta, Akutagawa había explicado lo que le sucedió a su madre muchas veces pero el albino solo repetía "Mamá se puede regenerar, Mamá volverá", como explicarle a Tsumu que no volvería, el pequeño conocía bien las historias del albino, incluyendo aquella donde su mismo padre le atravesó órganos vitales y se levantó a pelear contra él, Tsumu tenía su mente llena de su madre y lo increíble que era
- Tsumu-kun ¿quieres ir al parque infantil a jugar con tío Chuuya? - pregunto Dazai
- ¡Si! ¡Vamos! - grito Tsumu para tomar a Chuuya y correr con él
- Aun se niega a aceptarlo
- Jinko le contaba historias de lo que hacía con la agencia cuando bebe, no quería dejar de contárselas, creo que hice mal, a veces espera a Jinko en la puerta
- Es un buen niño Akutagawa, no has hecho nada malo, ya lo entenderá
- Eso espero - suspiro - vamos con ellos al parque
- Claro padre del año - dijo Dazai burlón
Akutagawa vio a su hijo jugar feliz con Chuuya, pensó en como jugaría con Atsushi, ambos convertidos en tigres, ambos haciendo sus caprichos, sonrió ligeramente cuando las imágenes llegaban a su mente como una película, pero sin poder controlarlo, el pelinegro comenzó a llorar, Tsumu lo notó y se acercó al pelinegro
- Papá estás llorando - dijo el pequeño
- No Tsumu, solo el aire corrió fuerte
- Papá ¿lloras por quelel ver a mamá?
- Tsumu, papá está bien - decía Chuuya intentando cambiar el tema
- Si - respondió Akutagawa a su hijo sorprendiendo a los mayores - extraño a tu madre - agrego
- Está bien papá, yo veo a mamá
- ¿cómo dices? - preguntaron los tres mayores al mismo tiempo
- Mamá viene siempre, mamá siempre nos ve y sonríe, por eso papá no debe llorar, mamá está, mamá juega a las escondidas
- Tsumu... - le nombro preocupado Akutagawa
- Ah, Atsushi-kun una vez dijo que podía ver cosas que daban miedo - dijo Dazai rápidamente
- Hablas que... - comenzaba Akutagawa
- ¿La habilidad del tigre llega a tanto? - pregunto Chuuya
- Eso parece... - dijo Dazai decaído por ver al pequeño jugar solo - él siempre juega solo alegre ¿no?
- Él nunca dice que extra a su madre... - dijo Chuuya
- Jinko... - miro al cielo - jamás lo dejaste... - dijo Akutagawa al aire mientras lograba sonreír ligeramente - tu eres el verdadero padre del año...
Aquel día Tsumu aprendió varias cosas, aprendió que podía ver a su madre, mas no significaba que su madre iba a lograr protegerlo o abrazarlo, Akutagawa aprendió que su hijo podía ver cosas más allá con su vista de tigre, Tsumu acepto que aunque veía a su madre, no podía hablarle, ni abrazarla, entendido que mamá solo podía cuidarlo de esa forma, mirándolo y sonriéndole... Los años continuaron, Tsumu se volvió un chico ágil, inteligente, caprichoso y muy alegre, cuidaba de su padre como lo más valioso que había, con sus ahora 18 años, Tsumu era idéntico a Atsushi, lo que hacía a Ryunosuke recordarlo más claramente, el mafioso ahora de 39 años le pesaban los años, sus enfermedades siempre iban en aumento y solo lograba darle carga a su pequeño hijo
- Papá ya regrese - dijo el albino sonriente mientras volteo a ver a la pared - Mamá he vuelto
- Tsumu - decía Ryunosuke para después tocer - me alegra ¿Cómo te fue en la universidad?
- La universidad de Yokohama es fantástica papá, estoy seguro que tu y mamá estarán muy felices
- Estoy seguro que tu madre estaría feliz con cualquier cosa
- Ya veras papá, protegeré la ciudad igual que mamá, te protegeré papá
- Tsumu, sabes que he vivido más años de lo que muchos médicos dijeron... - dijo el ahora ex mafioso
- Lo sé... pero - abrazo a su padre - yo te protegeré siempre papá
Tsumu había hecho la cena, simplemente preparo Chazuke, se acercaba el aniversario de su madre y eso lo ponía delicado, fue a la habitación de su padre para despertarlo, su padre llevaba un gran rato descansando
- Papá, la cena... - Tsumu se dio cuenta, su madre estaba mirando a su padre, mientras tomaba su mano - Mamá... Papá va... - Tsumu solo se sorprendió al ver como su madre lo había vuelto a ver y había sonreído cálidamente, aunque en la sonrisa de su madre había dolor y pena, también había alivio y felicidad - Mamá... por favor... cuida a papá
Fue lo último que dijo Tsumu, decidió salir del cuarto, cerró la puerta y se dejó caer recargado en aquella puerta, en ese momento odio saber que estaba allí su Madre Atsushi, odiaba a ver visto lo que vio, pero no quedaba vuelta, no podía hacer nada, cerró los ojos fuerte, comenzó a llorar, Tsumu no quería saber nada, no quería verlos partir, pero no fue así... Tsumu sintió una gran calidez, subió la mirada y vio a sus dos padres, Ryunosuke y Atsushi sonriéndoles mientras se tomaban de las manos, Tsumu al verlos solo pudo llorar pero lo que aún es un misterio para aquel pequeño tigre albino fue que a pesar de eso el sonrió, sonrió aliviado y simplemente dijo
- Mamá, Papá.... ¡Los amo!
Tres años después... Tsumu Akutagawa se volvió en el mejor detective, protegía a la ciudad de todo, aunque sus compañeros a excepción de su mejor amiga Umi Dazai, le miraban algo raro, ya que el chico siempre pedía consejos a la nada, hablaba solo y seguía jugando solo... más aquel chico jamás estuvo solo...
No tengo mucho que decir, esta historia fue creada por que el aniversario de mi padre se acerca, estaba algo deprimida, esto me ayudo a desahogarme un poco, espero logren entender, entenderé si no les agrada, o si la redacción no concuerda, pido disculpas por que como ya dije esta historia fue más para mi desahogo... Por lo que si se me permite diré que está dedicada al mejor padre del mundo, aquel que ahora no tengo pero que puedo ver, que me puede sonreír y se que está allí a pesar de todo... Doy Gracias...
Gracias por su comprension
Gracias por leer...
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