Capítulo 4.

Capítulo 4.

Okey.

Estoy parada enfrente de Tom sin remera ni pantalón, solo en bóxer.

¿Desde cuando me pongo tan colorado al estar en frente de un chico sin ropa?

Ah cierto, ¡cuando parecen Dioses!

- saca una foto, dura más - levanté mi mirada y sonreí nerviosa.

- ya quisieras que tenga una foto tuya, no te lo mereces - le saque la lengua tratando de esconder mi nerviosismo - la cena ya está - y sin esperar una respuesta, salí de ahí lo más rápido posible. Pero escuche que antes de cerrar la puerta, Tom solo un risa.

Maldito.

--

- ¡me contrataron! - dije una vez que corte la llamada.

- ¡que bien!

- menos mal, deje el curriculum solo en ese lugar porque en los otros no me aceptaban - suspire de alivio y me tire en el sillón junto a mi hermano.

- ahora le puedes comprar regalitos a tu querido hermano- yo reí y Harrison se hizo el ofendido - ¿no le quieres comprar regalitos a tu único hermano?

- está bien, está bien - dije levantándome de brazos rindiéndome    

- así me gusta - rodé mis ojos y reí negando con la cabeza. Puso su brazo al rededor de mis hombros y yo apoye mi cabeza en su hombro.

- pero que lindos que son - Tom entro a la habitación y ambos nos giramos para mirarlo - ¿que día es hoy? - se puso delante de la televisión.

Lo miré a Haz confundida - ¿sábado?

- exacto - me señaló y entrecerré mis ojos - ¡fiesta!

- ¿fiesta? - pregunte confundida.

- me invitaron a una fiesta así que ¡vamos! ¡Es sábado! - aplaudió y puso sus brazos estirados a los costados.

- ya entendí que es sábado, Tom - Harrison rió y Tom me fulminó con la mirada - yo creo que paso, prefiero quedarme en la cama hoy - me acomodé más profundo en el sillón.

- ¡no seas aguafiestas! - Harrison me dijo mientras me movía lentamente para los costados.

- ¡dale! Será divertido. Conozco el lugar y es gigantesco.

- podrás conocer a alguna amiguita - me dijo Harrison.

- ¿amiguita? ¿que tengo ocho años? - me aleje de él y levanté una ceja. Suspiré y cerré mis ojos - está bien. Vamos.

Harrison saludó a Tom con el típico saludo que hacen ellos y se dirigieron a sus habitación.

- ¡nos vamos en una hora!

¿¡Una hora!?

--

- ¡apúrate Jenn!

- me dieron una sola hora para prepararme, ahora se la aguantan - dije terminando de maquillarme.

Termine, agarre mi cartera y baje las escaleras para encontrarme con Tom y Harrison.

- tenes suerte que es tarde, porque si no, te haría cambiar.

Le saque la lengua y sonreí inocentemente saliendo rápidamente detrás de Tom.

Llegamos a un lugar enorme y la música se escuchaba a todo volumen. Entramos con los chicos y la oleada de calor llego a mi cuerpo. Si que había mucha gente.

Nos dirigimos a la barra y le dije a Harrison que me pida una cerveza, ya que el tenía 21 años.

- chicos, voy a saludar al dueño. Ya vuelvo - dijo Tom y ambos asentimos.

- creo que vi a una linda gatita - dijo Haz y me reí ante la referencia a un programa de mi infancia.

- por favor, no arruines mi programa favorito de chica, solo di que has visto a una chica bonita.

- que aburrida - me golpeó el hombro.

- ¿que esperas? Ve y háblale.

- pero te vas a quedar sola...

- tengo 20 años y soy capaz de cuidarme sola, hermanito. No importa.

- eres la mejor - me dio un beso en la frente para luego irse para donde estaba la supuesta chica.

Mientras tomaba mi cerveza tranquila y cantaba las canciones que pasaban, un chico alto morocho se paró al lado mío y le pidió algo al hombre de las bebidas. Noto que lo estaba mirando y me sonrió.

¿Acaso la disimulación mía la deje en Londres o que?

- ¿que hace una chica tan bonita sola?

- ¿eso es lo mejor que tienes? - levanté una ceja y éste rió.

Que linda risa, mierda.

- creo que tengo algo mejor - pauso por unos segundo y se acercó más a mi - ¿vienes seguido por acá?

- paso - levanté mi mano y la sacudí enfrente de mi rostro.

El chico con linda sonrisa rió y bajo su mirada, y la volvió a subir mirándome son la sonrisa todavía en su rostro.

Creo que mis piernas dejaron de funcionar.

- perdón, es que me suelo poner nervioso y no sé qué decir cuando estoy al lado de mujeres tan bonitas.

Yo entrecerré un ojo torciendo mi boca - cliché, pero me gusta más que las otras dos.

- un punto para mí - sonrió victorioso.

- no te apresures, chico lindo - reí y lo apunte con mi dedo índice.

- ¿así que crees que soy lindo?

Lo miré y entrecerré mis ojos sonriendo entre dientes. Tierra, trágame please.

El chico de la sonrisa linda sonrió (mama mía) - ¿puedo saber tu nombre?

- ¿como sé que no eres un violador que me va a raptar en el momento que no estoy atenta?

El chico de la sonrisa linda rió - tal vez... te puedo invitar a un café luego en público para que me conozcas un poco más, y sepas que no soy un violador.

Deje caer mi cabeza para mi derecha levemente y sonreí - me suena bien...

- Lucas.

- Jenn - sonreí y le pase mi número al chico de la sonrisa lin... digo Lucas.

- Jenn... - Tom apareció a mi lado y de inmediato giró su mirada a Lucas.

- Tom, él es Lucas. Lucas, él es Tom.

- un gusto - dijo Lucas sonriendo mientras le estrechaba la mano a un Tom no tan sonriente.

¿Y a éste?

- creo que ya me tengo que ir, pero nos vemos luego Jenn - sonrió y me dio un beso en la mejilla para después salir de mi vista.

- ¿se van a ver?

Yo asentí - me invitó para tomar un café algún día.

Tom asintió sin sonreír y miró la pista de baile - ¿quieres bailar?

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