Capítulo 26. Parte 1.

Capítulo 26. Parte 1.

- ¿estas seguro que es suficientemente grande?

- es perfecto.

- pero, ¿entrará?

- si.

- ¿estas seguro?

- segurísimo.

- ¿seguro seguro?

- Jenn, ¿es la primera vez que haces esto?

- ¡por supuesto que no! ¡Tom! ¡No es la primera vez que armo un árbol de navidad!

(Yo se que pensaron lo otro, malditas pervertidas)

- ¡está bien! ¡Está bien!

- ¿como andan las personas más lindas que conozco... y Tom?

- Ja ja, que gracioso eres, Harrison.

- ¿me consideras la persona más linda que conoces? - pretendí llorar y Harrison soltó una risa.

- claro, eres mi hermana. Eres la persona más linda y fea que conozco.

- me conmueves, Haz. - rodé mis ojos y seguí colocando las decoraciones en el árbol - ¿está todo en orden para la llegada de mamá y papá?

- todo perfecto, ordene todo. Ya sabes cómo mamá se pone - Haz soltó un suspiro y yo reí.

- tu culpa por no ser ordenado.

- ¡Ey! Soy ordenado.

- si, claro. Las veces que tuve que levantar tus abrigos del suelo me dicen lo contrario, Haz - comentó Tom y yo solté una risa.

- estoy marcando mi territorio - se defendió Haz.

- ¿que sos? ¿Un perro? - rodé mis ojos y Tom rió - vos no te rías, que no te quedas atrás.

- ¡si, Thomas Holland! - Haz lo apunto en forma de reproche y solté una risa.

¿Que haría sin estos dos idiotas en mi vida?

_____

- eso se sintió bien. - dije al salir de la tienda con una bolsa con ropa nueva, comprada por mí y para mi.

Cami soltó una risa - es lo más lindo que hay.

- el tema es que vinimos a comprar regalos y terminamos con bolsas para nosotras - solté un suspiro y miré las bolsas - pero no me arrepiento de nada.

- tranquila, nos quedan 5 horas hasta que cierren los negocios. Tenemos tiempo de sobra. - yo asentí - ¿a cuantas personas les tienes que comprar?

- eh, no se. A ver pensemos; Mamá y papá - empecé a contar con los dedos - Harrison, Tom, la señora Johnson, y a vos - mire mis dedos - seis en total. - suspire - Ay, ya me estrese.

- que niña dramática - Cami soltó un suspiro y me tomo de la mano guiándome hasta las tiendas.

_____

- es oficial, las compras son un deporte - me tire en el sillón de casa después de hacerme la ninja, y dejar las bolsas en mi habitación sin que nadie se de cuenta.

- El único deporte en el cual soy buena. - Cami se tiro al lado mío y yo solté una risa.

- ¡Jenn! Uy, ¿que les pasó a ustedes dos? Parece que se corrieron la maratón - Harrison soltó una risa.

- peor, las compras de navidad. Eso pasó. - me senté  - ademas, ¿que no sabes tocar? - señale la puerta - wow, eso me trajo recuerdos de cuando teníamos, doce. - Harrison soltó una risa - ¿que pasó?

- ¡Ah cierto! Mamá y papá ya aterrizaron, están a una hora de llegar.

- ¡genial! ¿Quieres quedarte a cenar? - me gire hacia Cami.

- si insistes - se encogió de hombros y yo reí - cena para seis será.

______

- ¡mis bebés! - mama entró por la puerta.

- ya somos mayor de edad, y mamá nos sigue llamando bebés. - solté una risa y negué con la cabeza mientras mi mamá me asfixiaba con su abrazo.

- Nunca dejarán de ser sus bebés, acéptenlo.

- ¡pa! - me acerque a mí papá y lo abrace.

- ¿como has estado mi princesa?

- perfecta.

- con el mejor hermano de la vida, ¿como no va a estar perfecta? - Harrison comentó y saludó a mi papá.

- siempre tan modesto - Tom apareció y saludó a mis padres.

- ¿que haces tanto tiempo, Tom?

- todo perfecto, por suerte - Tom sonrió y asintió con la cabeza.

- ¿alguna doncella, por ahí?

- eh... - Tom rió nervioso yo no pude evitar ponerme roja. Baje la mirada y de repente mis zapatos se volvieron muy interesantes.

- oh, hay alguien papá, créeme. Lo he visto más feliz que nunca. Hay alguien - Harrison le guiño el ojo y no pude evitar soltar una sonrisa.

- puede ser - Tom soltó una pequeña risa y pude sentir su mirada sobre mi.

¿Estaba más feliz?

Ay mamita.

Mejor no abramos esa puerta.

_____

- pero, Haz, ¿no sacaste la basura? - mama se quejó.

Haz suspiro y me miró - ¿nunca voy a ser lo suficientemente limpio, no?

Yo solté una risa y me llevo la mano al pecho pretendiendo pena - Los primeros problemas del mundo, Haz.

- está bastante limpio, querida - mi papá defendió a Haz.

- si, más de lo me imaginaba - mama sonrió y abrazo a Haz.

- ¡al fin¡ Gracias, Diosesito.

Solté una risa y empecé a cocinar la cena.

- oh, no no. Déjame cocinar a mi - mi papá me detuvo.

- pero papá, sos el invitado acá.

- ¿acaso no quieres mi famosa salsa que tanto amas?

- buen punto - levantó mis brazos en forma de rendición y me aleje de mi padre y me tire en el sillón al lado de Cami.

- asi que, Cami, ¿estudias lo mismo que Jenn? - mi mamá pregunto.

Cami asintió - si, compartimos todas las clases hasta el otro semestre. Después me especializo más en...

La conversación estaba interesante, pero Tom acaba de acercarse a la cocina para ayudar a mi papá a cocinar. Perdón, Cami, pero...

¿Por que mierda me estoy disculpando? Son mis malditos pensamientos, nadie los escucha. (Gracias a Dios)

- asi que, cuéntame Jenn, ¿acaso hay alguien? - mi mamá me pregunto y miré como Cami se mordió el labio para no sonreír.

- ¿alguien? - me hice la que pensaba - no, nadie.

- ¡más te vale! - mi papá grito desde la cocina.

- ¡tengo 20 años! ¡21 en unos meses!

- eres muy chica, todavía.

- ¿y cuando es la edad adecuada, se puede saber?

- 40.

Abrí mi boca con indignación - ¡mamá te conoció cuando tenían 19!

- es un buen punto, cariño.

- Gracias, mamá - le sonreí y ésta me guiño el ojo.

- bueno, está bien princesa, puedes salir con chicos. Pero adviérteles que los estaré esperando en la puerta, siempre - mi papá rió y mi mamá rodó sus ojos.

Y yo no pude evitar sonreír ante la cara de Tom, completamente asustado.

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