Capítulo 23.

- ¿estas seguro que tenes todo? - le pregunte a Harrison cuando bajo de las escaleras y apareció en mi vista.

Él asintió y me mostró las dos entradas, yo sonreí y me dirigí hacia la puerta de salida.

Hoy era el día de estreno de la obra de Tom, y como le habíamos prometido de ir, ya habíamos sacado las entradas con una semana de anticipación.

Pasamos a buscar a Cami y nos dirigimos hacia el teatro. Al llegar, pude notar que éste era enorme. Tenía letreros por todas partes sobre las próximas obras, y arriba llamaba la atención un gran cartel de Neón, que decía: "Hoy estrena: Romeo y Julieta". Y en el medio del grande lugar se encontraba una altísima puerta que cubría toda la pared de techo al suelo con luces cubriéndola por todas partes.

Al entrar y dar nuestras entradas, buscamos nuestros lugares y nos sentamos en éstos. Tome el papel que me habían entregado en la entrada, y lo abrí. La cara de Tom me estaba sonriendo y no pude evitar devolverle la sonrisa. Tenía en letras blancas abajo de su foto que decía: Romeo Montesco por Tom Holland.

Busque a la Julieta de la obra y ahí vi su foto, era muy bonita. Tenía el pelo largo y lacio, y una sonrisa perfecta. De repente sentí algo en mi estomago y saqué mi mirada de la pequeña foto de la chica cuando las luces del teatro se apagaron.

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- ¡estuviste genial, hermano! - Harrison grito una vez que Tom salió de los camarines y nos lo encontramos afuera.

- ¡no se nada de actuación, pero la tuya me dejó con la boca abierta! - Cami lo saludo y Tom giro su mirada hacia mi.

Sentí como mi corazón latía más fuerte al ver que Tom estaba esperando mi aprobación - ¡estuviste muy bien! la volvería a ver -  sonreí y Tom me devolvió la sonrisa.

Después de cenar afuera, dejamos a Cami en su departamento y nos dirigimos hacia el nuestro.

- ¿tienes que dar la función todos los sábados? - Harrison pregunto y Tom asintió - ¿hasta cuando?

- hasta que la gente deje de venir - se encogió de hombros.

Subí a mi habitación y me tire en la cama, todo lo que pasaba por la cabeza era el beso de Tom y la chica ésta. ¡Era actuación maldita sea! ¡Siempre me hago problema por las cosas que no valen la pena!

Me puse el pijama y me dirigí hacia el baño para poder cepillarme los dientes.

- ¡Ah! - grite al entrar a mi habitación ya que Tom estaba sentado en el borde de mi cama.

- ¿todo está bien? - Harrison grito desde su habitación.

- ¡si! Solo se me cayo algo y me asuste - mentí sin dudar - entre en mi habitación y cerré la puerta, sin antes fijarme que Harrison haya cerrado la puerta de su habitación.

- ¿que haces acá? Me asustaste.

- perdón, es que quería hablar con vos.

- ¿hablar con migo? - pregunte irónica - pensé que cuando era momento de hablar todo lo que hacías era salir corriendo.

- lo se, y lo siento. Soy un idiota - suspiro - ¿pero me escucharías por favor?

Suspire, cerré mis ojos y cuando los volví a abrir, miré la puerta - tienes como mucho cinco minutos. Harrison puede entrar en cualquier momento - me acerque a mi armario y empecé a guardar la ropa que había dejado en suelo (que generalmente nunca lo hago pero no quería mirar a los ojos a Tom).

- mira, me importan un montón tu hermano como vos. Son familia para mi. Siempre lo fueron. A vos te vi siempre como una hermana cuando éramos chicos. Pero últimamente algo cambio.

- dímelo a mi, te me confesas y me dejas ahí parada como una idiota, me besas y luego me dejas ahí parada como una idiota - rodee mis ojos y volví a doblar más ropa.

Déjalo hablar, ¿quieres?

Cállate... ¡y no me vuelvas a decir que siempre te digo la misma respuesta!

Escuche como Tom tomo un largo respiro y continuó - ya lo se, y el Idota soy yo. No vos. He tratado de ocultar lo que estaba sintiendo por temor a perder la amistad con Harrison, porque se lo protector que es con vos. Nunca pensé que iba a estar en esta posición, pero lo que pasó pasó, y ahora no lo puedo cambiar - empecé a guardar la ropa con mas agresividad.    Tom suspiro y se paró - lo que te dije esa noche, Jenn, es verdad. Me gustas, y mucho. Pero siento que cada vez que te miro o pienso en vos, algo adentro de mi me dice que no es lo correcto. Pero hay otra parte de mi que me dice otra cosa.

- ¿y que es eso que te dice, si puedo preguntar? - dije tratando de soñar enojada.

- que no pierda ni un segundo más y que te bese ahora mismo.

Pare de guardar mis remeras y me quede helada ahí mismo, me gire sobre mis talones y clave por primera vez la mirada en Tom. Sentí una punzada en mi estómago cuando le vi el rostro de culpabilidad. Me dieron repentinas ganas de abrazarlo y no soltarlo mas. Y las siguientes acciones se dieron por si solas.

Me acerque a él sin quitar mi mirada sobre la suya, nuestras respiraciones se mezclaban y sentí como nuestras narices se estaban por tocar.

-¿y a que parte vas a escuchar ahora? - era como si las palabras salieran sin preguntar antes si podían salir de mi boca.

Tom me tomo por la cintura y unió nuestros labios.

Me parece que va a seguir a la segunda, ¿no te parece?