6-Luna
Tn se encontraba terminando de ordenar unas cosas mientras Enid estaba tumbada con los cascos puestos, escuchando música y mirando de reojo de vez en cuando al mayordomo. Para jugar con este, más bien molestarlo, arrugó un papel y lo arrojó al suelo cerca suya.
―SeñoritaSinclair, deje de actuar como una niña pequeña―comentó el chico recogiendo el papel y tirándolo a la basura.
―Oh venga, no seas tan serio, era una broma―replicó con una sonrisa.
Unos pocos días pasaron y ella estaba algo nerviosa, pronto habría luna llena y azul, un momento precioso para los hombres lobo pues acudían a mirarla, aullar y de paso, hacerlo junto a tu pareja. La cosa era que Enid ya no tenía pareja e incluso rechazó a varios hombres lobo ya conocedores de su soltería. La rubia no se sentía a gusto con ninguno de ellos, además los conocía demasiado bien e iban a lo que iban, a meter mano de manera descarada. No obstante, ella no era esa clase de chica que se dejaba llevar por sus hormonas.
Sin embargo, se moría de ganas de ir a ver la luna y suspiraba triste.
―¿Qué ocurre mi señora?―se sentó a su lado.
―Hoy habrá luna llena y quiero ir pero...no tengo a nadie con quién ir. Me gustaría ir con alguien que cuidase de mí, alguien con quién hablar, reír, estar muy tranquila...sin pensar en que me meterá mano―explicó mientras se reincorporaba.
―Si lo desea, puedo ir con usted―eso sorprendió a la rubia―a fin de cuentas conmigo no le pasará nada malo pues la debo cuidar y proteger.
―¡Ay, eres el mejor Tn!―le dio un fuerte abrazo.
Las horas pasaron y Enid estaba algo nerviosa, pero muy contenta. Sentía más ganas que nunca de acudir a ver la luna. Tn le dio a Enid toda la ropa lavada y limpia. Ella se colocó la ropa más colorida y bonita que tenía para aquella ocasión. Incluso unos pendientes, se miraba al espejo y se hizo algunas fotos.
―Me veo tan bonita...un momento...¿podría ser esto una cita?―pensaba con los ojos abiertos. Ella volteó a ver al joven quien llevaba otra clase de ropa pues se lo había pedido ella. Al verlo con otro atuendo se quedó durante unos segundos embobada.
Miércoles estaba con Xavier, le estaba dando clases tras escuchar las súplicas de este de no suspender una de las asignaturas que peor se le daban.
―Espere un segundo―Tn se colocó justo detrás y le peinó. Era uno tan bonito y le quedaba tan bien que la joven se quedó impresionada al verlo.
Se hizo fotos y las subió a las redes. No pararon de llegarle notificaciones mientras iban al lugar, a todo el mundo le encantaba. Incluso recibió un like de Miércoles pero seguida de un mensaje.
―Odio este cacharro, no te confundas, estás horrible―eso provocó una risa en ella.
Llegaron a la zona, buscaron un hueco y se colocaron allí. La luna brillaba y estaba enorme, parecía algo tan mágico que estaba sacado de un libro de fantasía. Allí sentados, Tn sacó su mochila para abrirla y sacar unos dulces. Al conocer los gustos de Enid no le resultó muy complicado saber que debía llevar. La loba abrió los ojos y se puso muy contenta al recibirlos.
―¡Eres increíble!―exclamó antes de abrazarlo.
―Me agrada saberlo señorita Sinclair.
Ella se los fue comiendo, haciendo fotos a la luna y finalmente...apoyó la cabeza en el hombro del joven quien la rodeó con el brazo porque hacia frío. Ella se sentía muy bien ahora mismo, olía la colonia del joven, un olor a manzana dulce.
Se fueron retirando cuando vieron que ya era tarde, a Enid le habría gustado que durase más pues estaba muy bien con la compañía del chico.
―Vaya―dijo Enid―nos hemos equivocado de camino. Este es más largo, pero igualmente conduce a la academia.
Tn estaba en alerta por si pasaba algo cuando escucharon unos ruidos, ninguno de los alumnos solía regresar por ese camino salvo ellos en esa noche. Se ocultaron tras unos matorrales cuando vieron a dos jóvenes de la academia. Ellos suspiraron pues no había peligro.
―Un segundo...esos son...Lorena y Mark―susurró Enid sacando su teléfono―¡reportera Sinclair en acción!―exclamó por lo bajo mientras sacaba algunas fotos de ellos besándose―esto debe de anotarse.
El chico no supo de donde lo sacó pero ahora tenía una libreta, escribía todo lo que iban hablando ellos como sus frases amorosas y demás. Luego de unos besos captados por la cámara, se marcharon de regreso a la academia.
―Noche redonda―dijo juntando el dedo pulgar e índice.
La noche ahora era fría, las nubes ya tapaban el oscuro cielo pintándolo de un tono gris. Llegaron al edificio y subieron hasta la habitación. Miércoles al verlos los saludó antes de entrar a darse una ducha. Enid se quitó los zapatos, le dolían un poco los pies de caminar y el joven le dio un masaje.
―Gracias por la noche de hoy―comentó ella quitándose el abrigo―me gustaría pedirte...un masaje...verás...noto que me duele la espalda estos días.
Tras los pies, la hizo tumbarse no sin antes quitarle la parte de arriba quedando expuesta. Tn comentó que debido a la tensión de esos días tras estudiar, escribir y lo de su ex, el cuerpo había sufrido un poco y necesitaba ser masajeado.
Las manos del joven recorrieron toda la espalda de ella, notaba que su cuerpo dejaba de tensarse, se relajaba tanto que mordió la almohada para no dejar escapar sonidos extraños. Su respiración se volvió más fuerte, su pecho ardía y la mente se le nublaba un poco. Era una sensación un poco rara, pero que no le desagradaba.
―¿Mejor?―le preguntó el chico.
―Si...mucho...mucho mejor―ella se levantó para acomodarse y en un momento de fuerte chute hormonal, lo rodeó con los brazos.
―Señorita...Sinclair...
―Tn...yo...debo hacer algo...prohibido―susurró ella.
Entonces le dio un beso ante la sorpresa de este. Agarró la mano del mayordomo y la deslizó hasta su entrepierna y soltó un suspiro.
―¿Señorita Sinclair?―ella abrió los ojos―se ha ido durante unos momentos.
Ella se vio tumbada, siendo masajeada...su mente se había vuelto en blanco antes de darle un pensamiento como ese.
―Estoy bien―dijo roja y avergonzada―gracias por el masaje.
Se colocó el pijama y ambos se dispusieron a dormir.
En la noche fría y lluviosa, Enid no podía dormir así que se levantó. Cuando miró a Tn, fue lentamente hasta su cama, se tumbó a su lado y se cubrió con la manta.
―¿Señorita?―susurró el joven al verla allí.
―No puedo dormir y tengo algo de frío―respondió―deja que duerma aquí.
El chico asintió y la abrazó quedando ella en su pecho. El olor a manzana volvió a ella y poco a poco, se fue quedando dormida encima de él. Estaba tan relajada que no tardó demasiado. Hacia tanto que no se sentía de esa manera que resultaba algo extraño, pero el único sentimiento que tuvo antes de dormirse, era de querer estar así abrazada para siempre. Y fue ahí donde lo pudo confirmar, estaba enamorada de Tn.
Todo ello era visto por Miércoles quien esbozó una ligera sonrisa, conocedora de como era Enid, en parte se sentía feliz por ella pues había visto lo mucho que sufrió con Ajax.
Pero como de costumbre, no le diría nada.
Continuará...
Esperoque les haya gustado.
Unsaludo :D
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