Luz, mis ojos fueron forzosamente cerrados por la intensidad de luz que había a mi alrededor, también por el ruido y movimiento que sentía.

— Despierta — escuché una voz dulce — debes de ir a trabajar —

— No quiero, maldita sea — dije sintiéndome fastidiado

Mi vida, ¿Esa era mi vida antes de terminar en el infierno?, podía ver algo borroso y oír cosas, pero no podía hacer nada más, podía escuchar los pensamientos de esa persona y ver como se movía, pero yo no podía hacer nada para cambiarlo.

Me levanté renegando, diciendo groserías y pateando cosas, incluso a esa persona que me despertó, le tiré una cachetada que lo tiró al piso y me reí de eso, salí de casa para dirigirme a otro lugar, no iría al trabajo, no lo necesitaba, mientras caminaba podía oírme decir lo asquerosa que era mi vida y como envidiaba a los demás, los demás tenían cosas que yo no, eso me hervía la sangre.

— Yo merezco mucho más, pronto iré a sus casas y me lo llevaré todo, todo lo suyo será mío — dije llegando al frente de una enorme casa, una taberna

Al entrar vi a mucha gente, muchos de ellos bailando sin ropa, me acerqué a una mesa y saqué dinero de uno de mis bolsillos, sacaba y sacaba, tomaba sin descanso.

— Oye amigo, calmate con la bebida — dijo alguien sentándose al frente mío — vas a comerter locuras si sigues bebiendo así — dijo riéndose

— Quiero una puta, este lugar está lleno de ellas, tengo demasiado dinero para comprarme a todas, incluso a tu hermana — dijo riéndome

— ¿Qué acaso tu esposo no te satisface? — preguntó riéndose de mí

— No deja que lo toque, el idiota tiene miedo a perder su estupida virginidad... un día de estos lo dejaré en la calle para que se arrepienta — dije renegando — ¿Pero quién se cree?, soy yo quien le da de comer, un techo, todo lo que tiene y así me paga —

— ¿De dónde sacas tanto dinero?, siempre te veo con putas y bebiendo —

— Digamos que algunos niños de papi me pagan para que les pegue hasta la muerte a unos desgraciados — dije riéndome — son solo basura que quiere desaparecer más basura — dije poniéndome de pie, pero estaba tan tomado que caí al suelo

— Estás jodido hombre — dijo riéndose de mí

— Tú pedazo de mierda estás jodido, ¡Yo no! — exclamé poniéndome de pie para irme

Me encontré por el camino a una mujer a quien me llevé a un motel, pero eso no me bastó, quería más, una y otro omega entraban al cuarto para atenderme.

— Mi dinero, pagame de una vez — dijo la mujer vistiéndose

— Toma basura — dije tirándole el dinero en la cara — pronto compraré un burdel para mí solo, voy a tener a todas las perras de la ciudad — dije riéndome mientras fumaba

— Estás loco —

El dueño de ese lugar me botó a la calle, yo a regañadientes fui hasta mi pocilga, viendo como ese idiota me recibió con una enorme sonrisa.

— Amor llegaste... — dijo acercándose a mí

— Lárgate, no quiero ver tu cara, das asco maldita sea — dije empujándolo — ¡Mi comida!, ¡Ahora! — exclamé sentándome al frente de una mesa

Rápidamente vi un plato de sopa al frente mío, tan solo ver el plato me llenó de ira, tiré el plato y empecé a gritar, yo no podía comer esa clase de cosas, yo merezco más que un sucio plato de sopa, yo merezco todo en este puto mundo.

— ¿¡PORQUÉ HACES PORQUERÍAS!?, ¿¡TE HE DICHO QUE COCINES ALGO DE CALIDAD PARA MÍ!?, ¿¡ACASO NO PIENSAS!? — grité viéndolo fijamente, él solo retrocedió con miedo — ¡ERES SOLO UN PARÁSITO AQUÍ!, ¡UNA MALDITA COCHINADA!, ¿¡Y ASÍ ME PAGAS?! —

— No-o me alcanzó, lo que me diste no fue suf... — no soportaba escuchar su voz, una cachetada fue lo que le tiré haciendo que caiga al suelo

— ¡NO ME CONTESTES!, ¡RESPETAME INÚTIL!, ¡SOY TU ALFA! —

— Sí-í... ya no me pegues por favor — dijo bajando la cabeza cabeza, solo escuchar sus sollozos me daban colera

Lo agarré del cabello y lo arrastré por el piso, podía escuchar sus gritos, pero eso solo hacía que me gustara más maltratarlo.

— ¡TUS MALDITOS PADRES NOS DEJARON EN LA MISERIA!, ¡AHORA SOY LA BURLA DEL PUEBLO! — grité golpeando su cabeza contra la pared — y todavía te haces de rogar para abrir las piernas, pero ya no voy a ser bueno contigo, voy a tener tu cuerpo, me lo vas a dar ahora mismo —

— No-o, no por favor —

Le arranqué la ropa sin delicadeza, lo golpeé más por resistirse, podía ver la sangre salir de su nariz, podía ver como le había roto la cabeza, pero no me importaba en lo absoluto, abrí sus piernas a la fuerza y sin medirme empecé a embestirlo, podía escuchar como me gritaba que lo soltara, como intentaba alejarme, pero no se lo permití.

— Vas a ser mío, siempre — dije sin dejar de moverme

— Dé-déjame — dijo con la voz rota — duele, du-duele... déjame — dijo poniendo cara de dolor — du-duele mucho-o —

— Nunca — dije poniendo mis manos en su cuello — nunca te voy a dejar, tú eres mío, de nadie más — dije sonriendo al ver como empezaba a desesperarse por la falta de aire — vas a ser mío... ¿Escuchaste? — pregunté viéndolo fijamente — ¿¡ESCUCHASTE!? — pregunté agarrándolo del cuello más fuerte para empezar a golperlo contra el suelo repetidas veces

No media mi fuerza, no me dí cuenta de lo que hice hasta que me cansé de él y me puse de pie.

— Levántate idiota, ni siquiera puedes satisfacerme — dije arreglando mi pantalon — ¿Me estás escuchando inútil? — pregunté pateandolo, pero él no se movió — oye... — dije agachándome

Mi cuerpo se congeló al ver sangre en su parte baja, rápidamente lo volteé, viéndolo con los ojos cerrados, no se movía, no respiraba, no hacía nada, solo tenía los ojos cerrados.

— O-oye — dije agarrándolo de sus hombros — ¡RESPONDE! — grité sin ver algún movimiento de parte de él

Me asusté, nunca en mi vida había sido consciente de mis actos, había matado por dinero, robado y engañado a mi esposo, había hecho muchas cosas, pero jamás pensé que llegaría a pensar en todas ellas, no pensaba sentir un dolor tan agonizante en el pecho, la culpa empezaba a caerme encima y no me gustaba.

— ¿Amor...? — pregunté tocando su mejilla helada — amor despierta... te compraré car-carne — dijo sintiendo como las lágrimas bajaban por mi rostro — a-amor yo te co-compraré un vestido nue-nuevo — dije tocando su pecho, no palpitaba, estaba ahí, junto a él, sin saber que hacer, nadie me ayudaría, no tengo amigos, no tengo familia, no tengo a nadie, solo lo tenía a él, y yo lo maté — amor no me dejes — dije cerrando mis ojos — a-amor no-o —

Su cuerpo no lo moví, me levanté y corrí en busca de lo único que me haría olvidar todo, alcohol. Llegué a mi casa y empecé a tomar, tomaba sin dejar de ver su cuerpo estatico en el suelo, traía un vestido blanco, uno lleno de manchas y agujeros, tomé sin saber que hacer, pero de pronto vi ese veneno para ratas que compré la otra vez, lo iba a usar para las asquerosas criaturas, pero creo que no será posible eso, yo soy la asquerosa criatura aquí.

— Soy alguien inhumano — dije riéndome mientras mezclava mi bebida con ese liquido — no merezco nada... — dije poniéndome de pie para acercárme a él — no tengo nada... sin tí no tengo nada —

Me tomé la última botella que me quedaba, bebí hasta la última gota, podía sentir como mi cuerpo empezaba a sentirse mal, todo me dolía, podía sentir como poco el aire me faltaba, podía sentir mis pulmones luchar por algo de aire y me pregunté.

" ¿Así se sintió él? "

Me tiré al lado suyo, viendo su rostro sereno, viendo lo joven que era y lo lindo que era, viendo como yo acabé con él, todo fue mi culpa.

El dolor fue insoportable, me revolcaba en el piso y empecé a botar espuma de la boca, poco a poco sentía mi cuerpo entumecerse, mis ojos cerrandose y luego todo era oscuridad. Todo había acabado para mí, había acabado con mi vida, pero el dolor no acabaría nunca.