Veintidosavo capítulo
— ¿Taehyung qu...? — pregunté viéndolo en una esquina de mi habitación
— Lo que vio amo debe de olvidarlo — dijo Taehyung interrumpiéndome, sin dejar su mirada seria y fría
— ¿Qué...? — pregunté acercándome a él
— Mi rostro... usted cree que vio algo, pero temo decirle que se confundió —
— Pero yo v... —
— Olvídelo — dijo viéndome fijamente
— No lo haré — dije cruzándome de brazos — sé muy bien lo que vi Taehyung, y me dirás ahora a que se debe, de inmediato —
— No — dijo yéndose, desapareciendo en la nada
Bajé a la sala encontrándome solo con Eunha, durante todo el día fue igual, estaba aburrido, quería ver a Taehyung, pero al parecer no podría, pensé que así sería de aburrido todo el día pero todo cambió por algo que ella me dijo.
— ¿Vienen más señores? —
— Son dioses — dijo ella sonriendo
— ¿Cómo tu señor? —
— Mi señor era un ángel, los dioses no, son diferentes — dijo Eunha sin dejar de sonreír — hace mucho que no los veo... estoy emocionada —
— ¿Y porqué van a venir? —
— Para... no me dijeron, tal vez para conocerlo, por eso debemos prepararlo — dijo acercándose a mí — cuando hable con ellos tratelos con respeto, ellos son seres superiores, no son demonios y tienen mas poder — dijo ella poniéndose seria — no les hable con naturalidad, con respeto —
— Lo entiendo... ¿Cuando vienen? —
— Dicen que en unos días, espero estar lista para ese día, quiero tener la casa llena de rosas, al señor le gustan, es por eso que nos esmeramos en que todas crezcan hermosas — dijo emocionada
— Ya veo... yo quiero ver mariposas y nadie me trae una, pero ellos quieren rosas e inundan la casa de ellas — dije suspirando con sarcasmo
— Las mariposas son lindas, pero no tanto — dijo ella con una mueca — ojalá las vea pronto, tal vez pueda llegar a un acuerdo con mi señor — dijo sonriendo — ahora mismo iré a ordenar que hagan los arreglos —
— ¿Cuántos señores son? —
— Uff, miles, es dependiendo el lugar en donde estén — dijo viéndome fijamente — el infierno es tan extenso como la tierra... incluso más —
— Me gustaría salir a conocerlo — dije con anhelo
— Imposible, no soy muy fuerte y rápidamente me podrían matar, hay muchos demonios y seres que comen carne humana, van a la tierra para alimentarse, pero también hay unos que comen demonios de bajo rango o entre sí, eso hacían antes, creían que si un demonio de clase cinco se comia a uno de clase seis podía superarlo, como evolucionar, nuestros señores prohibieron eso, todo el infierno estaba lleno de sangre — dijo con cara de asco — menos mal mi señor no permitió que me hagan daño — dijo abrazándose — lo amo mucho —
— Ya veo... quiero caminar, solo — dije yéndome sin esperar respuesta
Tenía que encontrar a Taehyung, no lo encontré, me tomé más de tres horas buscándolo y nada, me fui a bañar y me cambié, intenté dormir pero nada, ya habían pasado muchas horas de estar despierto, decidí bajar a la cocina para tomar un poco de agua, seguro nadie estaba ya ahí.
Estaba viendo todo a mi alrededor, todo oscuro, cuando de pronto sentí como el suelo empezaba a temblar, seguido de gritos, los reconocí rápidamente y corrí al lugar de donde provenía, fue fácil pues podía escuchar los gritos, eran las tres en punto, nunca me había quedado despierto hasta tan tarde.
— No-o, ya no qui-quiero ésto — escuché la voz rota de Taehyung
Vi a mi alrededor, no veía a nadie, quería entrar pero temía encontrar algo que no deseaba ver, temía que él se enojara conmigo.
— Du-duele mucho — lo volví a escuchar
Me estaba preocupando, sonaba muy feo, parecía como si lo estuvieran torturando.
— Taehyung... — dije en voz baja
Me acerqué a la puerta y puse mi oído pegada a ella, por un rato dejé de escuchar algo, pero luego podía escuchar claramente los sollozos, parecía que quería taparlos.
— ¿Estás bien? — pregunté poniendo mi mano en la perilla
— Estoy bien mi amo, por favor vaya a dormir — dijo él sonando normal, pero yo no me lo creía
— Quiero verte —
— Ahora no puedo mi amo, lo lamento mucho, vaya a descansar por favor amo —
— Taeh... —
— Por favor vaya a descansar — sonó a súplica
Me aparté de la puerta y suspiré, no sabía si estaba bien la decisión que tomaría, dejarlo solo no era una opción, pero si él lo quería no podía hacer mucho.
— Si necesitas ayuda sabes que cuantas conmigo, siempre — dije pero no recibí ninguna respuesta, todo quedó en completo silencio
Empecé a caminar hasta mi habitación cuando de pronto volví a escuchar los gritos, iba a salir para ir con él pero la puerta se cerró abruptamente, no me quería ahí. No podía dormir, habían pasado dos horas y los gritos seguían, estaba sufriendo pero parecía que nadie escuchaba nada, no veía ni Eunha por ahí.
No dormí nada, todo se había calmado luego de un rato pero yo no tenía sueño, no despues de eso, salí lo más temprano posible, tenía que verlo, pero cuando llegué a la misma habitación no había nadie, poco a poco podía ver a los sirvientes aparecer, pero no veía a Taehyung... ni a Eunha.
— Hoy te ves mal — escuché la voz de Seokjin que me hizo voltear
— ¿Cómo puedes dormir tranquilo? — pregunté viendo como él simplemente sonrío
— Tú has dormido de esa forma por más de ocho años... — dijo haciéndome sentir mal por haber sido tan descuidado
— ¿Sabes que es lo que le pasa? — pregunté y él solo negó
— Nunca me dicen nada y Taehyung es reservado con sus cosas, seguro tu prometido lo sabe — dijo yéndose
— Él debe de saber — dije para mirar al techo — ¿Estás ahí? —
— No soy un fantasma niño — escuché su voz atrás mío
Cuando volteé lo vi de nuevo con el rostro tapado, ahora traía una enorme capucha.
— Dime que le pasa a Taehyung — dije acercándome a él
— No te ves bien hoy... en tu cuarto ya está lo que debes ponerte, hoy tenemos visitas y debes de verte bien —
— Responde mi pregunta — dije sin querer hablar de otra cosa
— No tengo por qué hacer eso — dijo riéndose
— ¿Y si sé tu nombre?, si lo sé debes de decirmelo — dije notando como su risa se detuvo y no pude evitar no sonreír al saber que no se lo esperaba
— No lo creo, no puedes saberlo —
— Lo sé, lo he visto en toda la casa, cada rincón, cada pintura u obra lo tiene, toda la mansión lo tiene —
— Entonces dilo... — dijo sonando serio
— Kim Namjoon, ese es tu nombre — dije viendo como se quitó la capucha, dejando libre su rostro
— Bien hecho lindo omega — dijo sonriendo
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