Octavo capítulo
— ¿Tienes alguna queja Taehyung? —
Estábamos en la sala de la mansión, era ya muy tarde y solo mi señor y Eunha estaban presentes, habían cosas de las cuales hablar luego de lo sucedido, muchas cosas que aclarar.
— Sí mi señor — dije viendo a Eunha — ella tocó a mi amo, ella lo tocó de forma asquerosa y repulsiva — dije pero al parecer a mi señor eso le causó risa
— Ay Taehyung, el trabajo de Eunha es ese, seducir a cualquiera que se le cruce —
— Ella hizo que el amo se levantara y saliera a vernos mientras estábamos juntos, mi amo no debería ver esas cosas —
— Taehyung, si lo que buscas es que Eunha se salga de la mansión por eso estás mal, ella es tan importante como tú, no tienen la misma clase pero son importantes... además en algún momento Jungkook tendría que aprender eso —
— Claro, yo solo hice lo que usted dijo mi señor — dijo Eunha riéndose
— Pero aún no es momento — me quejé
— Taehyung, disfruté el espectáculo — dijo mi señor riéndose junto a Eunha — ver su rostro lleno de un placer que no puede controlar su cuerpo fue simplemente excit... —
— Pero él es aún pequeño, es un ser puro que no debe de ser manchado — dijo dejándolos callados, ambos se miraron y luego Eunha salió, dejándome solo con mi señor
— ¿Algo de lo que no esté enterado? — preguntó viéndome fijamente, no se veía feliz
— No —
— ¿Tu maldición? —
— No se trata sobre eso, se trata de mi amo —
— ¿Taehyung recuerdas lo que te dije cuando me enteré de su existencia? —
— Así es — dije viendo al suelo
— Entonces repitelo, repitelo y metetelo bien en la cabeza —
— Esa pobre criatura solo vino a mí por una razón, en algún momento su destino estará escrito, su alma será mía y su cuerpo también, yo tengo poder sobre ese ser, solamente yo — dije recordando sus palabras — su alma se romp... — dije deteniéndome
— Continúa —
— Su alma se romperá en el momento justo, cuando se case conmigo sucederá, yo romperé su alma y cuerpo —
— Listo, ¿Qué haz entendido de eso? —
— Que el amo es solo suyo, que en algún momento se romperá y yo no puedo hacer nada porque eso ya está decidido — dijo viéndolo fijamente
— Estamos en el infierno Taehyung, hay pecados por todos lados, afuera, adentro, en mí, en ella, en tí y en él —
" No es cierto, él no es como nosotros " pensé, pero simplemente callé, no serviría de nada lo que yo diga
— Su alma se está manchando poco a poco, desde el momento en que pisó este suelo — dijo serio
— Mi señor, ¿Puedo hacerle una pregunta? —
— Claro —
— ¿Podré estar junto a él cuando su alma sea rota? —
○●○●⊙●○●○
(Dos años después)
— Taehyung estoy aburrido, ¿Puedo acercárme al filo del muro siquiera? — pregunté sonriendo de forma dulce para convencerlo
— No —
— Solo será un rato — me quejé
— No amo, está prohibido — dijo viéndome fijamente solo unos segundos para luego ver su libro, era como un diario, no tenía ningún nombre la pasta y se veía muy gastado
— Tú dijiste que todos mis deseos son órdenes, siempre lo dices — dije acercándome a él, viendo como rápidamente cerró su libro
— Su seguridad es mi prioridad, no puedo arriesgar a mi amo de esa forma tan irresponsable — dijo alzando el rostro
— ¿Entonces que hago? — pregunté viendo como hizo una mueca
— Puede leer un poco —
— He leído todos los libros de está mansión, todos Taehyung — dije viéndolo fijamente
— Yo tengo algunos en mi habitación... ¿Desea leerlos? —
— ¿No voy a salir? —
— No —
— Entonces leo tus libros, no hay nada más que pueda hacer de todas formas — dije viendo como desapareció, era normal en él hacer eso cuando quería hacer las cosas rápidas, seguro quería seguir leyendo su libro sin que lo moleste
Rápidamente me acerqué a ver el libro, durante estos años estuve preguntándoles a algunos sirvientes sobre la máscara de Taehyung, ninguno me da respuesta, ni siquiera Eunha. No puedo preguntarle a Taehyung porque simplemente lo ignora, es irritante a veces.
Con los años las cosas no cambiaron mucho por acá, nunca cambian, cada cierto tiempo ese hombre, mi señor, como dice Taehyung viene, me trae regalos y desaparece, es fastidioso todo ésto, no puedo ni siquiera salir al patio de la mansión.
— ¿Qué? — pregunté sin entender ninguna palabra del libro, estaba en un idiota que no entendía en lo absoluto
— Amo no debe de ser un chismoso — escuché la voz de Taehyung que me sobresaltó haciendo que casi caiga, pero fui sostenido por Taehyung
— Me atrapaste — dije sonriendo tiernamente por ser atrapado con las manos en la masa
— Es mi trabajo cuid... —
— Es tu trabajo cuidar de mí, lo sé Taehyung — dije pasando mis manos por su cuello, aún con el libro en mi mano — ¿No crees que he crecido mucho? — pregunté sintiendo su mirada sobre mí
— Así es, su rostro luce más maduro — dijo pasando su mano por mi mejilla — sus clavículas se notan más y sus caderas son más anchas — dijo pasando sus manos por mi cuerpo — es todo un omega mi amo — dijo haciendo que pase saliva de forma nerviosa — mi señor estará encantado cuando lo vea — dijo despertándome de la realidad
— Sí, tu señor lo estará — dije alejándome de él
— Su señor también mi amo —
— No es mi señor, ni siquiera he visto su rostro o sé su nombre, y seguro es viejo —
— Todos aquí somos más viejos que usted amo — dijo Taehyung riéndose — vamos para que se aliste —
Subimos hasta mi habitación, hoy era un día especial según Taehyung, no me decía que era lo especial pero espero que no sea porque su señor llega.
— Hoy se ve diferente — dijo poniéndose detrás mío
Yo estaba frente a mi espejo viéndome en él, Taehyung se puso detrás y me desató el vestido dejándolo caer.
— ¿Qué desea ponerse hoy? —
— Taehyung... — lo llamé, volteando a verlo al no escuchar una respuesta rápida
— ¿Sí? —
— ¿Cómo es un beso? — pregunté viendo como frunció el ceño
— Usted sabe que es —
— No pregunté qué es, pregunté cómo es —
— ¿Cómo es? —
— Sí, quiero saber como es un beso — dije acercándome a él — me has enseñado como es una masturbación y eso, pero un beso... no sé como es uno —
— No creo tener un libro que hable de eso mi amo —
— Taehyung... quiero que tú me muestres — dije acercándome a él — quiero sentirlo, ¿Puedes concederle ese deseo a tu amo? — pregunté agarrando sus mejillas para unir nuestras bocas
Taehyung me sujetó de los hombros pero no me apartó, en ese instante yo estiré mi brazo y desaté la fina cuerda, era mi oportunidad de saber por qué tanto misterio con esa máscara, quería ver su rostro.
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