— ¿Alguna queja Taehyung? —

— ¿Porqué Eunha?, ella no tiene ni la mínima idea de la decencia y el control —

— Ella le enseñará otras cosas... —

— Ella lo manchará, nadie debe manchar el alma de mi amo, no pienso dejar a mí amo en manos de esa mujer, ponga a otra persona a cargo, a Chanyeol o a Sunmi, cualquier otro, pero no ella — dije sintiendo impotencia — él es una pequeña luz que vino para iluminarlo, no puede tratar de esa forma a mi amo, no puede dejarlo en manos de una mujer que solo piensa en la lujuria —

— Ya no es tu amo Taehyung, él dijo que ya no te quería con él —

— Es un malentendido, mi amo no lo dice en serio —

— Pero él lo pidió, además si yo quiero puedo empezar a romperlo desde ahora, solo es un niño que has consentido mucho, ni siquiera es considerado o consciente de lo que pasa a su alrededor... ni siquiera ha visto tu dolor —

— Es mi dolor, mi amo no tiene por qué verlo — dije viendo el suelo — además cuando estoy cerca a él el dolor no importa, me hace sentir bien —

— ¿Y crees que eso se debe a que es un escogido por él? —preguntó burlón

— No entiendo su tono mi señor —

— Taehyung... ¿Crees que yo soy el verdadero malo aquí?, no por ser satanás o lucifer, como me quieras llamar, soy el malo — dijo sonriendo — hace un tiempo tuve mis sospechas... vi algo que me dejó pensando —

— No entiendo a qué quiere llegar —

— A tu maldición — dijo poniéndose de pie

— ¿Qué tiene que ver mi amo? —

— Creo que mucho... por el momento solo aléjate, solo un tiempo, si las cosas siguen como pienso mis dudas serán resueltas —

(Dos meses después)

— Quiero ir a la mansión — dijo Seokjin

— Bien, Taehyung te llevará — dijo mi señor sonriendo — ¿Quieres volver Taehyung? —

— Volveré si esa es su orden mi señor — dije viendo al frente

— Eres algo aburrido — dijo Seokjin

— Sólo irás por unos días Seokjin, sinceramente solo lo hago para tenerte lejos por un tiempo... eres a veces eres muy intenso y tengo cosas que hacer —

— Por eso tu castigo es ese niño — dijo Seokjin yéndose

— ¿Cómo sigue? —

— No muy bien mi señor, cada día avanza más y es doloroso, tal vez pronto yo m... —

— Por eso volverás, según mi hipótesis ese niño influye, tal vez es por ser luz o que sé yo... tal vez otra cosa más, pero no lo aseguraré hasta saberlo —

Volví junto a Seokjin, él es uno de los amantes de mi señor, sinceramente no me siento bien sabiendo ésto pues la persona que está destinada para mi señor es mi amo Jungkook, no él.

— ¿Y cómo es ese niño? —

— ¿Le harás algo? —

— No... ¿Porqué lo haría? —

— Porque mi señor se casará con él —

— Yo no quiero casarme con tu señor, Taehyung, él es alguien que... simplemente no es mi tipo, si estoy con él es porque me da lo que quiero y cuando quiero, así que... ¿Cómo es tu amo? — preguntó viéndome fijamente

— Es muy lindo — dije sintiendo como una ligera sonrisa se formó en mis labios — es como una linda mariposa, es muy fragil y hermoso, decora cualquier ambiente en el que esté —

— Te gusta —

— No, él es mi amo —

— Pero te gusta — dijo sonriendo — podrás decirte a tí mismo que no te gusta, pero sabes que no es cierto, tú lo sabes —

— ¿No le hará daño? —

— Tú me matarias de una... además si dices que es tan lindo no tendría por qué hacerle daño —

Cuando llegamos a la mansión noté que nada era igual, los sirvientes reían entre sí, traían otras ropas más delgadas y sobre todo mi amo, no lo había visto durante un buen rato, conmigo siempre paraba en la sala o cerca al jardín.

Dejé de pensar en él y guíe a Seokjin a su habitación, se quedaría en el tercer piso y el mío tan solo al lado, sería más práctico así.

— Tengo una idea — dijo Seokjin acercándose a mí — finje que soy tu amo —

— Pero... —

— Solo hazlo, será divertido — dijo sonriendo

Estabamos tomando un poco de té cuando la puerta se abrió inmediatamente, no volteé, de reojo pude ver a mi amo usando un vestido demasiado corto y eso fue suficiente para mí, no debía ver más.

— ¡Taehyung! — exclamó Jungkook

— ¿Quién eres? — preguntó Seokjin poniéndose de pie — ¿Quién eres? — volvió a preguntar al no escuchar respuesta de Jungkook

— Eso debería preguntar yo, yo vivo aquí — dijo mi amo — ¿Te burlas de mí? — sonaba fastidiado, pero yo lo estaba más al notar el vestido tan corto que estaba usando

— Tenga más respeto con mi amo joven Jungkook — dije entrando en mi papel

— ¿Tu amo...? — preguntó viéndome con sus brillantes ojos — vaya... tan rápido se puede cambiar a alguien — dijo riéndose

— Si tanto te interesa saber quien soy pues me llamo Seokjin —

— Yo soy Jungkook — dijo mi amo sin dejar de verme

— Sí, lo sé — dijo Seokjin riéndose — he escuchado mucho de tí, unas cuantas cositas de hecho — dijo viéndome de reojo

— ¿Porqué estás aquí? — preguntó y Seokjin retrocedió un poco

— ¿Nuestro señor aún no te lo ha dicho? —

— Si me lo hubiera dicho no estaría preguntando algo así, creo que te falta algo de cerebro — dijo mi amo riéndose con burla, nunca había escuchado ese tono en él

— No le falte el respeto a mi amo — dije acercándome a él

— Esta es mí mansión, yo soy el prometido del señor de ésta casa, yo me voy a casar con él — dijo señalándose — soy dueño y exijo una explicación a todo esto —

— Usted no es dueño de nada, aún no se han casado, por lo tanto nada le pertenece — dije viendo su rostro y todo de él, ese no era mi amo, no me gustaba esta versión de él — así que deje de maltratar a mi amo —

— Idiotas — dijo yéndose

— Pero que niño más dulce Taehyung — dijo Seokjin riéndose

— Seguro tuvo un mal día — dije volteando a verlo

— Sí, un mal día en plena mañana — dijo sarcástico

Mi amo no es así, todo esto debe ser culpa de Eunha, solo espero que haya arreglo, mi amo, no es así.

Pero ésto no terminó, de pronto en la tarde Seokjin llegó corriendo, se veía preocupado.

— El niño salió de la mansión —

De inmediato corrí, era muy peligroso que salga, quien sabe que degenerado habrá allá. Apenas salí no tarde en encontrarlo, una mujer estaba con él y apenas me vio supo que debía de correr.

— No puedes salir — dije firme

— No eres ninguna autoridad para mí — dijo volteando a verme — yo puedo hacer lo que se me pegue la gana — dijo viéndome mal

Tal vez nunca debí irme, no reconozco a mi amo, él no es mí amo.