Diecinueveavo capítulo
— Eso no es justo — dije sintiéndome fastidiado
— Eunha sal un momento — dijo él
Apenas Eunha salió vi como un hombre apareció, tenía un sombrero con tiras que le cubrían el rostro, maldición, por qué tanto misterio, seguro era un viejo calvo y feo.
— Siéntete afortunado de verme, no cualquier mortal puede hacerlo — dijo haciendo un gesto raro con su mano, me hacía sentir furioso ese señor
— No soy cualquier mortal, soy tu prometido — dije viéndolo detenidamente, intentando ver más allá de ese gran sombrero
— Humm... tienes razón, pero igual eres humano — dijo riéndose — bueno, sobre tu asunto... no puedes tener nada con Taehyung —
— Eso no es justo —
— Ya le hablé claramente a Eunha sobre algunas cosas, como que nadie entra y sale, también de que solo el jardín es tu único lugar al aire libre —
— Sigues sin ser justo, por como me tratas paraces no quererme —
— No lo hago, ¿Sabes por qué eres el tercero? — preguntó riéndose — estoy obligado a quererte niño, como sea tengo que tenerte a salvo y debo ver por tí, es una obligación que ese idiota me puso, un día mientras tomaba con Taehyung vino él bajó y dijo "oye te tengo un regalo" y yo le dije "gracias, no debías molestarte, ¿Y qué es?" pregunté ilusionado y él simplemente dijo "un bebé, un humano que se convertirá en tu esposo con el pasar del tiempo, alguien para que no estes solo" — dijo riéndose — yo nunca estoy solo —
— ¿Si no sientes nada por mí porqué no me dejas estar con él? — pregunté cruzándome de brazos
— Me ven como el malo — dijo riéndose — amorcito, si Taehyung no está contigo es porque él no quiere... bueno es lo que él dice —
— ¿Él no quiere...? —
— Siempre le dije que podía matarte cuando se aburra de tí, incluso cuando eras un bebé le dije que se deciciera de tí, mi orden fue matarte, pero él dijo que eras un regalo y que debía apresiarte... eso es estúpido — dijo riéndose con la voz algo grave — pero bueno, al final él te crío y cuidó bien, pero lo hizo por su propia cuenta, yo nunca le ordené nada en sí... —
— ¿Porqué usa máscara? — pregunté acercándome a él — ¿Es por eso que me aleja? —
— Seguro... Taehyung siempre ha sido diferente, un demonio de nivel dos no lo ves siempre, debió de hacer algo realmente malo para tener un rango así... además de la maldición —
— ¿Una maldición? —
— No diré más, ese no es mi problema — dijo volteándose, dándome la espalda
— Haz que sea mi mayordomo nuevamente —
— Tienes a Eunha —
— Entonces los tendré dos —
— Pero que caprichoso e irritante eres niño, creo que más bien tú eres la maldición de Taehyung... —
— Soy caprichoso y todo lo que tu quieras, pero haz a Taehyung mi mayordomo ahora, y saca a tu amante de aquí, no lo quiero aquí —
— Pero que celoso — dijo riéndose — ¿Tanto quieres a Taehyung? —
— Así es, lo quiero muchísimo — dije extendiendo mis brazos — tanto que tú jamás lo entenderías —
— No te creo... ¿Cómo puedes afirmar eso?, no has tenido experiencia en nada, solo has vivido aquí encerrado como un perro, solo has conocido a Taehyung y Eunha, solo crees que te gusta Taehyung porque te trataba bonito — dijo volteando — solo crees que te gusta, pero no lo es, debes despertar de tu estúpido sueño —
— Sí me gusta, tú no puedes decir nada sobre lo que siento —
— ¿Y qué darías por él? —
— Todo... todo lo que pueda dar —
— Interesante... entonces cuando llegué la oportunidad darás todo lo que puedas dar —
— No entien... — paré al darme cuenta de que ya se había ido
Salí del cuarto para ir en busca de Taehyung, pero no pude al ver a Eunha al frente mío.
— Hora del almuerzo mi amo — dijo sonriendo
— No tengo hambre — dije serio, pero el sonido de mi estómago gruñir hizo que me enrojeciera
— Ay que dulzura — dijo acercándose a mí — he pedido que le preparen algo delicioso, le va encantar — dijo agarrándome de la mano
Un plato de carne con ensalada fue lo que me sirvieron, Eunha se veía emocionada al verme comer, yo simplemente le di el gusto, no quería decirle que pensé que era otra cosa, algo diferente.
— Ahora viene lo bueno — dijo ella yéndose para luego volver con un pequeño plato — el postre mi amo, un poco de azúcar no le vendría mal, para alegrar su día — dijo poniendo el plato al frente mío — estoy segura de que le va encantar —
— ¿Qué es? —
— Se llama tres leches — dijo ella sonriendo en grande
Apenas probé un bocado mis papilas gustativas se llenaron de un dulce sabor, sabía a canela y leche, era muy fresco, pero un poco empalagoso quizás, pero rico.
— Estaba muy rico — dije cuando terminé de comer
— ¡Me alegro! — exclamó ella saltando — me alegro mucho mi amo —
La tarde me la pasé viendo las rosas, me sentía aburrido de estar a dentro de nuevo, no vería a Jennie tampoco, todo sería aburrido.
— Iré a mi cuarto, me duele la cintura — dije para caminar con Eunha atrás mío
Eunha se quedó afuera, yo me tiré a mi cama y me quedé privado, pero luego empecé a sentir frío y eso fue lo que me levantó, me acerqué a mi ventana para cerrarla pero vi a Taehyung y Seokjin conversar, ambos estaban muy cerca, de inmediato me alejé al ver a Seokjin mirarme fijamente.
Me vi en el espejo un rato, luego salí de mi cuarto viendo a Eunha y Taehyung al frente de mi puerta.
— Buenas noches mi amo, ¿Necesita algo? — preguntaron los dos a la vez
— No, nada — dije volviendo a encerrarme en mi cuarto, sintiendo como en mi rostro se plasmó una sonrisa
○●○●⊙●○●○
— Te ves feliz — dijo Eunha viéndome de reojo
— Lo estoy — dije sonriendo disimuladamente
— Me alegro por tí —
— Yo también me alegro por mí — dije viendo fijamente la puerta de mi amo — ahora sí te controlarás —
— ¿Perdón?, no entiendo de qué hablas Taehyung —
— Hablo de lo que le pusiste entre las pierna a mi amo — dije volteando a verla
— Oh — dije ella riéndose — eso... —
— Así es —
— Mañana le voy a enseñar otro... ¿Te gustó el show? — preguntó acercándose a mí de manera sensual
— Me encantó — dije sonriendo — pero no volverá a pasar —
— Ya lo veremos — dijo ella riéndose — mi amo es un ser muy curioso, no puede evitarlo —
— Fueron tus malditas influencias —
— Fue eso, pero gracias a eso tuviste una buena vista... seguro que quieres más —
— No — dije alejándome de ella para subir hasta el tercer piso — mi señor, necesito hablar con usted — dije abriendo la puerta lentamente
— Sí, pasa, ya tengo la respuesta que buscabas —
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