Han sido muchos días juntos, ¿no es así? Hemos compartido lágrimas y también sonrisas y la vida juntos ha sido maravillosa. Sin embargo, hoy te confesaré algo que no te había dicho antes, pequeña niña hermosa.

Aún recuerdo con gracia cuando me comencé a dar cuenta de que te notaba más que a las otras chicas, eras diferente, eras especial, y por alguna extraña razón que no alcanzaba a comprender, causabas una sonrisa en mi rostro sin importar la situación, y me llenaba de ternura infinita solo con pensar en ti.

Pero yo era necio y testarudo, ¿sabes? Sí, seguro que lo sabes mejor que nadie porque me conoces demasiado bien, sin embargo no suelo reconocerlo, (sí, ya sé que eso también lo sabes), y de cualquier manera, me negaba a pensar en que lo que sentía por ti era algo diferente a una simple empatía.

Cada vez que un pensamiento extraño respecto a ti me atacaba, me reprendía a mí mismo diciendo cosas como "Debo dejarme de tonterías, yo no soy así, y realmente no tiene ningún sentido estar enamorado de esa chica"; quería negarme a mí mismo que en efecto, había caído de amor por ti, porque nunca había experimentado algo así por nadie, eras la primera y la única, y no sabía cómo tomarlo. Además de que, sí, tenía miedo de no ser correspondido, y pensar en eso era lo peor.

A pesar de todo esto, y de mis continuos esfuerzos para dejar de pensar en ti, mi corazón sólo te veía y escuchaba, es decir, incluso estando rodeado de un montón de gente, incluso si había muchas personas hablando a la vez, incluso si había mucho ruido... por alguna razón yo solo podría verte y escucharte a ti, porque te había tatuado en mi vida como si se tratase de tinta indeleble. Y, claro, no pasó mucho tiempo hasta que mis amigos se dieron cuenta de que te prestaba mucha más atención a ti, y comenzaron a molestarme y hacer chistes respecto a cuándo me confesaría ante ti, a que los invitara a nuestra boda y a cuántos hijos tendríamos entre otras cosas que me hacían poner rojo hasta las orejas.

Entonces seguí a toda costa tratando de negar mis sentimientos por ti, pero cada desde que despertaba hasta que iba a dormir, todo el tiempo pensaba en ti, como un loco. Llegué incluso a odiarme a mí mismo por ser tan idiota y actuar de forma extraña a pesar de que, como ya dije, yo no era así, esa no era la clase de persona que solía ser ni la clase de acciones que realizaba. No pienses nada raro, nena, pero siempre me preguntaba "¿Cómo demonios pude enamorarme de esa chica? ¿Por qué rayos no puedo simplemente dejar de pensar en ella?" y me reprendía una y otra vez.

Me preguntaba también por qué eras siempre tan amable y buena contigo a pesar de que yo trataba de evitarte y estar tan lejos de ti como fuera posible, (cosa más que difícil, claro), quería saber a toda costa en qué estarías pensando y si quizás, por casualidad, tus sentimientos eran los mismos que los míos... pero no había a quien recurrir, sabía que mis amigos sólo se burlarían de mí si les contaba, así que me pasaba las noches en vela, escribiendo un montón de cartas que sabía que no podría entregarte porque mi temor y mi indecisión eran mayores.

Aún así, mi corazón seguía llamándote una y otra vez, y tu voz retumbaba en mis oídos...

Así pasaba el tiempo, y tú no salías ni de mi mente ni de mi corazón, tu dulce sonrisa permanecía conmigo y tu imagen estaba en mi cabeza, y entonces supe que sin importar cuánto intentara olvidarte, siempre sería así, hasta la eternidad. Porque cada vez que te veía mi corazón quería explotar y solo por verte me sentía feliz, real y profundamente feliz.

Uno, dos, tres, mi corazón te llamaba y me miraste, te acercaste a mí y me sonreíste... fue entonces cuando perdí el aliento. Y desde entonces, mi niña, te amo, te amo profundamente y será así siempre. Haré todo lo que esté a mi alcance para seguirte viendo sonreír, te daré lo mejor de mí.

Te amo, te amo, te amo...

*NOTAS DE LA AUTORA*

¡Hola de nuevo! Ha pasado un día desde que comencé con esta colección de cartas y aquí traigo la segunda parte, una carta de *él* que es más como una confesión en respecto a lo que sucedió en el pasado y sus sentimientos en ese entonces, espero que les haya gustado y si es así no olviden votar, comentar, y si lo desean compartir, ¡y agreguen esta obra a sus bibliotecas para que no se pierdan de nada! 

Muchas gracias por pasarse por aquí, cuídense mucho y nos leemos en la próxima carta!