En una librería antigua, Carson iba de camino a comprar un manuscrito literario para su querida amiga Asia. Desde que eran niños, Carson y Asia siempre disfrutaban pasar tiempos juntos dedicándose a leer textos literarios. Pero lo que a Asia le apasionaba mas era los relatos de terror. Incluso Asia disfrutaba ver películas no aptas para niños incluyendo las que habían sido censuradas por la industria cinematográfica. Carson pensó varias veces que de seguro, Asia tenía pensamientos macabros y tal vez un lado morboso. Pero la verdad es que Asia siempre fue muy buena amiga y ayudaba a Carson con los estudios y tareas escolares. Sin duda eran inseparables y ya que habían llegado finalmente al último año escolar y ya se estaban por graduar, Carson quería comprarle un obsequio a Asia. Entro a una librería y exploro por diversos rincones a buscar algún buen texto para Asia. Asia tenía su propia biblioteca con relatos de miedo y suspenso. Su colección incluida los relatos de Edgar Allan Poe, R. L. Stine, Clive Barker, H.P Lovecraft y Stephen King. Carson reviso todas las sesiones y llego a la sesión de relatos de miedo donde se puso a buscar algún buen libro para Asia. Reviso todos los libros y la mayoría de ellos ya habían sido leídos por Asia. Parecía que no iba a encontrar algún relato que ella no hubiese leído. Pero hallo un libro en particular que le llamo la atención. Tomo el libro y miro la portada. No contenía ninguna imagen. Estaba completamente forrado como si fuese un libro antiguo y solo contenía el título. El libro se llamaba “El Manuscrito Infernal”, lo cual fue un título bastante raro para un libro. Carson marcho al mostrador para comprar el libro y una vez en el mostrador, el bibliotecario reacciono de forma muy inusual al ver el libro que Carson pensaba llevarse.

-Oye ¿En serio piensas llevarte este libro? – Pregunto el bibliotecario.

-Es para una amiga. – Respondió Carson.

-Pues deberías llevarte otro libro. Porque este no es el adecuado.

-¿Dices que este libro no es bueno?

-No si valoras tu vida. Ahora vete.

El bibliotecario dejo el libro en el mostrador y volteo para reorganizar los libros que había dejado a un lado. Como Carson no quería ir a ver a Asia en la graduación con las manos vacías, decidió tomar el libro mientras el bibliotecario estaba distraído. Carson salió rápido por la puerta con el libro y se alejó lo más pronto posible antes de que el bibliotecario se diera cuenta. Carson siguió su camino hasta llegar a la escuela y todos los alumnos ya estaban reunidos en el patio. Carson se presentó antes de que comenzara la entrega de diplomas y se sentó en algún sitio. No quiso ver a Asia 1ero para arruinar el discurso que el director estaba dando, así que decidió reservarse para cuando terminase la entrega de diplomas. No paso mucho para que los diplomas fuesen entregados y mientras los alumnos conversaban y

disfrutaban del final de sus vidas como estudiantes, Carson aprovecho la oportunidad para acercarse a Asia. Ella no dudo en recibir a Carson con un abrazo.

-¿Por qué tardaste tanto? Carson.

-Es que fui a comprarte un obsequio.

Carson le mostro el libro a Asia y ella se emocionó con gusto.

-¿Esto es para mí?

-Sí. Se lo mucho que te gusta las historias de miedo. Así que por eso quise traerte esto.

-Eres un excelente amigo. Voy a leer esto al llegar a casa. ¿Te gustaríamos que fuéramos a la plaza mañana temprano?

-Eso sería maravilloso. Bueno, nos vemos mañana.

Carson se marchó con su diploma, dejando que Asia pase el resto del día leyendo su nuevo libro.