¡ U N O Y C I N C O !

Capítulo 1.5

Oh cielos, ¿cómo habían llegado a esto?

Solo trató de despertarlo con la luz solar y ahora está siendo profanado. Vaya forma de comenzar la mañana, (que de mañana ya no había ni puta madre).

Después de ducharse se sentó en la cama con las piernas aún temblorosas, Scourge se encontraba colocándose una camisa mientras andaba en boxers en la habitación.

— ¿C-Cómo...?, ¿Este es el tan anhelado mañanero de los casados? —decía titubeante el de ojos marrones—

— Tómalo como quieras cariño —dijo simple—, pero no desayuné y sentía que me iba antes de venirm-

— ¡Ya entendí! —se sonrojó—

Pasaron las horas hasta llegar a las cinco en punto de la tarde, se encontraban acomodando el armario de Scourge para poder meter la ropa de nuestro querido y profanado Medy.

— Scourge, ¿Por qué tienes calcetines que te quedarían en un solo dedo?

— ¡Con que ahí estaban! —los tomó con sorpresa— son de Sonic, de cuando vivió aquí un tiempo.

El verdoso menor siguió sacando más y más ropa pequeña...muy pequeña. Después, cuando todo el armario estaba vacío, limpió adentro las telarañas y la tierra que tenía; abrieron la ventana al ambos empezar a ahogarse con el polvo, tenían los ojos llorosos mientras sacaban la cabeza por aquella abertura.

— Es la primera vez que me arden así los ojos sin la necesidad de estar drogado.

— ¡Manic!

— ¿Qué?

Ambos se rieron durante un rato, hasta acabar ahogándose de nuevo. Después de un rato, Scourge separaba la ropa que ya no se ponía y la que de plano iba para limpiar la cocina. Oh, y una bolsa de ropa de Sonic.

Tomó una foto a la bolsa negra perteneciente a ropa de su primo y le mandó la imagen en su chat privado. El chiquillo tardó unos minutos en responder.

— Condenado mocoso, ¿Sabes cuánta ropa tuve que reemplazar?, Ya dejé a Shadow sin pijamas.

Leyó, le contestó con un sticker de perro visco y siguió en lo suyo.

— Manzana, mira. Va a llover. —habló su niño—

Se asomó por la ventana desde su lugar, y notó como unas grandes nubes espesas y negras se encontraban en el cielo.  Y en poco tiempo, una lluvia torrencial comenzó. Corrió a cerrar la ventana y ahí fue cuando tembló en terror.

— Verga, ¡La ropa!

Empujó a Manic a chingar a su puta madre a otro lado del cuarto y corrió, corrió lo que sus patitas de erizo le permitieron para salvar su ropa de que se la llevara el awa.

— ¡Carajo, Scourge!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top