Capítulo 10.4

— ¡Dios mío, Manic!, ¿¡Qué estás haciendo aquí!?

— No creí que te molestara el que te acompañara en el baño, ¡Hace mucho que no cepillo tus púas con acondicionador!

Su amorcito estaba cada día más insistente y raro, definitivamente algo andaba mal. Lo hostigaba tanto tiempo al día que sus horas "privadas" solo eran cuando se bañaba o necesitaba ocupar el WC.

Hoy olvidó ponerle seguro a la puerta, cómo se habrán dado cuenta.

Estaba adentro de la tina con una expresión cansada en el rostro, se dejó cepillar mientras Manic le tarareaba un poco.

— ¿Quieres que traiga las velas de vainilla?, ¡Sueles relajarte con ellas!

— N-

— ¡Las traeré! —se levantó rápidamente, pero sintió un jalón brusco que lo obligó a voltearse. Scourge se había levantado de la tina y le había tomado del brazo.

— ¡Wow, wow, alto ahí!, Ni siquiera me has dejado hablar al men-...¿Qué te pasa? —el rostro de Medy estaba sonrojado, con los ojos brillantes y los labios temblorosos, pero no lo estaba viendo a él.

Siguió hacia donde apuntaban sus ojos y...

— ¿¡Manic!? —se metió a la bañera de golpe mientras se tapaba la entrepierna— ¿¡Que demonios!? —estaba muuuy sonrojado.

— ¡L-Lo siento! —se tapó el rostro apenado y salió de la habitación de baño.

Lo que no entiende es porqué se avergüenza, si con el mismo paquete le ha dado como cajón que no cierra. "Cosas de pasivo", pensó el verdecito.

— Tengo que hablar con él —se sumergió desganado.