¡ C I N C O Y C U A T R O !
Capítulo 5.4
Acariciaba la cabeza de Lola la vaca mientras ésta pastaba en un terreno de vida verde cercano a la casa del verdoso mayor. Su mirada se encontraba perdida entre las nubes del atardecer.
Pasó saliba suavemente, entre abrió sus labios y tomó aire.
- ¡Carajo, ScourgeeEEEEE!
Se encontraba frustrado a niveles malditamente descomunales, jamás olvidaría la tremenda cantidad de vergüenza que sintió en el supermercado por culpa de su novio.
Retrocedamos al inicio del día para entender un poco más la cara de perra en reposo que llevaba junto a una despreocupada vida vacuna a su lado.
[...]
Había despertado por el sonido de su alarma, la apagó mientras miraba con los ojos entrecerrados sus notificaciones. Entró al Chat que tenía con el azulito y presionó aquel PDF del demonio.
Leyó la instrucción e incrédulo, creyó que sería fácil de cumplir en esta ocasión.
Paso dos:
Scourge y tú deberán dividirse la despensa y encontrarse en las cajas cuando tengan todo, OJO MUSHASHITO, tú deberás tener las tarjetas en todo momento. A menos que quieras que te abandone.
Preparó su estado mental ante un posible triunfo, pues sonaba bastante sencillo. Volteó a mirar a su mariwuanita y acarició la mejilla del contrario con amor. Será un buen día, pensó.
Se encimó arriba del cuerpo del verdoso, mirando hacia sus pies mientras estaba sentado. Los destapó y empezó a hacerle cosquillas.
- ¿Eh? -dijo en voz ronca- ¿Qué...?
Miró lo que sucedía arriba de él, topandose con la espalda del chiquillo. Le picó una costilla para hacerle saber que ya estaba despierto y se volvió a engarruñar, jalando del brazo a su amorcito para abrazarlo acostado.
- No te desperté en vano, me arriesgué a qué me quisieras...tú sabes.
- Por ahora no, no quiero desmayarme.
Rieron ambos mientras empezaban a compartir dulces besos. Todo debía de ir bien.
Pero estamos hablando de Scourge.
.
.
.
-¿¡Dónde carajo estás!?
Corría con el carrito de compras buscando a su novio, no estaba en ningún pasillo o caja de pago. Él mismo traía consigo las tarjetas de sus salarios, ¡No podía haberse ido!
Recibía reproches de señoras, ancianos y casi atropellaba a un niño que se había perdido por el pasillo de electrodomésticos, el cual se encontraba al lado del...
- Pasillo de juguetes...-murmuró su idea-
Comenzó a avanzar hacía esa dirección, topándose con un pequeño cúmulo de gente. Se abrió paso dejando el carrito cerca de donde estaba, mirando así a su lechuga.
Su lechuga se estaba peleando por un juguete.
Con un niño de 9 años.
- ¡Suéltalo!, ¡Tus papás ni siquiera te lo querrán comprar!
- ¿¡Adivina qué, mocoso!?, ¡No tengo papás! JAJAJAJAJA ¡Te chingué! -le arrebata la caja-
- Dios -susurró- Scourge.
-JAjaa... -mira a su pareja dejando de reír- ¿M-Medy?, ¿Y-Ya acabaste tu p-parte? -exclamó nervioso-
"¿Se conocen?" , "Dios, tan grande que está", "que pena, ¿Será su pareja?", "¿Qué pasa?", "Un adulto se pelea con un niño"
Escuchó los murmuros de las personas a su alrededor,sonrojándose de la pena mientras se enojaba en un puchero muy notable. Se acercó, le quitó la caja al verdoso y se la dió al niño, le jaló de la oreja y abandonó el círculo de personas que los criticaban.
Y el verdecito, ni siquiera había hecho su parte de la despensa.
Cómo pequeño dato, Scourge procesó el trauma que tenía con la muerte de sus padres en el último lapso de carrera de Sonic (cuando aún vivían juntos), aprecía y ama muchísimo a su primo al ser su única familia semi-directa. Pues no tiene abuelos ni hermanos.
Esto lo digo por si veían que hablaba muy abierto del tema.
¡Nos vemos!
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