Capítulo 8: Sariel
¡Hola chicos!
Me complace traer el capítulo número 8 ante ustedes, ya estamos muy cerca de comenzar con la introducción de un nuevo personaje de los OC's creados por colaboradores.
Espero les guste este capítulo que lo hice con mucho amor.
...
-Con Sona, Narrador normal-
La gran, pero frágil barrera que protegía la academia, se derrumbó en un solo instante.
Sona y su séquito se habían quedado sin habla, no sabían que era lo que pasó.
-¿Q... Qué?-, la pelinegra estaba anonadada.
-¡Kaichō!-, grito una peliblanca, Momo, ella la volteo a ver solo para mirar como está estaba tan sorprendida mirando al cielo.
Miro hacia la misma dirección que está miraba y se quedó igual que ella por lo que veía.
Era un hombre, ella podría decir que tenía su misma edad o algo mayor. Llevaba una extraña ropa de combate, una espada atada a su espalda, un largo y sedoso pelo, pero lo que más llamo su atención fue que este tenía un solo dedo apuntando hacia un lugar, como si hubiera tocado algo, ella comprendió rápidamente lo que fue, pero no podía creerlo, además, sus alas en parte eran blancas como las de un ángel y en la otra eran negras como la noche.
Este bajo la mirada un segundo para verla a los ojos, ambos se miraron, la mirada de ella era completamente sería pero él tenía unos ojos serenos. Este mismo desvió la mirada de ella y miro a todo su séquito.
Lo vio sonreír, para luego adentrarse en el territorio de la academia, a la vez que tronaba los dedos y una nueva barrera se formaba, parecía ser mucho más poderosa que la que ella, su séquito habían hecho antes con ayuda de Yosef.
Los miro por última vez, para rápidamente volar hacia donde se estaba llevando la batalla entre el séquito de su amiga de la infancia y él cadre Kokabiel.
-Tenemos que ir con Rias-, ella rápidamente salió de su trance y sorpresa para correr hacia donde estaba su amiga, su séquito la escucho y rápidamente fueron tras ella.
-En la batalla-
El combate se había detenido por unos momentos, todos notaron como la barrera había caído y había sido reemplazada por otra nueva.
Rias se preocupo mucho por su amiga, preguntándose que había pasado.
Kokabiel parecía un poco intrigado por esto, estaba en el suelo empuñando a Excalibur, frente a él estaban Xenovia y Kiba muy cansados.
Rápidamente restó importancia.
-Bueno, deberíamos continu...-, Kokabiel se quedó pasmado al sentir una energía conocida.
Todos se preguntaron que había pasado, pero inmediatamente notaron que no estaban solos.
En el cielo, volando de manera imponente, estaba un joven con un par de alas blancas y negras, a pesar de no saber quién era, podían afirmar que era muy fuerte, y lo comprobaron con la reacción del cadre. Tenía solo dos alas, pero estaban seguros de que eso no era todo, su presencia era simplemente aplastante.
Kokabiel volteo lenta y temerosamente.
Y ahí lo vio, unos breves recuerdos pasaron por su mente, recuerdos que le hicieron tragar y sudar frío.
-Sa... Sariel...-, lo escucharon murmurar.
Todos estaban intrigados por quién era el mencionado.
Este permanecía con una mirada serena, mirando el campo de batalla y a quienes se encontraban ahí, pero luego se enfoco en Kokabiel.
-Tanto tiempo sin vernos...-, comenzó hablando mientras sonreía. Kokabiel en el piso solo pudo apretar los dientes de furia al escucharlo. -¿Cómo has estado, viejo amigo?-, pregunto sin dejar de sonreír.
A pesar de tener una cara y voz amigables, todos podían notar la tensión que había en el ambiente.
Rias al igual que su sequito, parecían temblar levemente ante su presencia y voz, era simplemente inquietante y les daba una mala sensación.
-¡Rias!-, de entre el pequeño bosque llegó Sona y su séquito detrás de ella.
Rias la volteo a ver.
-¿Sona, que sucedió? ¿Estás bien?-, pregunto la pelirroja una vez estuvieron cerca.
-Si, estoy bien, pero no se que sucedió...-, Sona se encontraba relatando, hasta que vio la escena que estaba pasando. -Ese ángel... destruyó nuestra barrera y coloco una nueva-, Sona dijo reconociendo al mencionado.
Rias se sorprendió de aquello.
Mientras tanto, el ambiente entre ellos se encontraba tenso.
-¿Que haces aquí, Sariel?-, pregunto Kokabiel serio, todos se sorprendieron más al escucharlo, nisiquiera con ellos se había tomado la molestia de actuar de esa forma.
-¿Porque tan serio?, Esa no es la forma de tratar a un amigo que ha vuelto luego de más de... -, pareció pensarlo un poco. -Siete siglos-, todos se sorprendieron más ante esto.
-"¡¿Siete siglos?!"-, gritaron todos en mente.
-Deberías estar muerto...-, murmuró él caído con una mirada sombría.
-Eso te alegraría, ¿Verdad?-, murmuró Sariel a su oído.
Todos se quedaron sin palabras al ni siquiera ver cómo este ángel se había movido hasta estar al lado del cadre.
Kiba y Xenovia apretaron el agarre en sus espadas, se supone que ellos eran muy rápidos, pero ni lo percibieron, era tan o más rápido que Yosef.
Kokabiel era otra historia, por segunda vez, en mucho tiempo, estaba temblando, a su mente paso otro flashback.
Era él en una versión más joven, con la misma sensación de terror e inferioridad, y era él mismo Sariel él que estaba a su lado, como un deja vú.
-¿Sin palabras?-, escucho una vez más, la voz burlona de este.
Volteo rápidamente, pero Sariel ya no estaba a su lado, había vuelto a su misma posición.
-Maldito...-, murmuró con furia.
Sariel lo miraba como al principio, con una sonrisa.
De repente, hubo un gran silencio, ahora todo había quedado centrado entre el cadre y Sariel.
Nadie sabía que sucedería, todo podría pasar en cualquier momento.
Pero solo vieron como de un momento a otro, Kokabiel salía disparado hacia Sariel, empuñando a Excalibur mientras trataba de encestar un golpe certero.
Todo era muy rápido, pero por el calor del momento, todos lo veían como si fuera una cámara lenta.
Sariel lo eludió fácilmente, Kokabiel nuevamente atacó con un zarpaso al pecho y al no tener efecto dió una estocada el corazón.
Para sorpresa de muchos, esta fue detenida por un solo dedo de Sariel, este dedo brillaba en magia sagrada.
Sariel tenía una sonrisa que perturbo a Kokabiel.
Kokabiel decidió tomar distancia, mientras lanzaba una patada a Sariel, la cual bloqueo, pero la fuerza lo mando al suelo.
El suelo crugio ante el impacto de sus pies.
Kokabiel permanecía serio en el cielo, mirando lo que su contricante haría.
Sariel tenía los ojos completamente cubiertos por su pelo, se mantenía en una posición algo erguida, pero tenía una sonrisa.
Levantó la cara, todos se sorprendieron al ver cómo sonreía de diversión.
Rápidamente el ambiente comenzó a tornarse más pesado, mientras el suelo debajo de Sariel se agrietaba aún más.
Sintieron cómo este comenzó a aumentar su poder, era inmenso, la gran presión caía sobre todos.
Los demonios temblaban, incluso Yosef sintió algunos espasmos ante este poder. Era un poder sagrado muy puro y eso era malo para cualquier demonio, o alguien que tenga sangre de demonio.
El cuerpo de Sariel comenzó a soltar un brillo cegador.
Todos cubrieron sus ojos, preguntándose qué pasaría ahora.
-Mierda...-, Yosef murmuró, hace unos momentos se había terminado de curar. Se apresuró a tomar a Irina en brazos. -¡Rias, Sona retirense!-, grito a las herederas que no parecían moverse, estaban completamente paralizadas.
-Y... Yo... No puedo...-, Rías estaba completamente perdida al igual que su sequito, exceptuando a Issei que rápidamente fue por ella, pero tampoco es que estuviera mejor.
Akeno logro reaccionar para llevarse a Koneko consigo, pero cerca de Sariel habían quedado Kiba y Xenovia.
-No...-, Yosef murmuró.
Sona de igual manera pudo reaccionar a tiempo y dió la orden de alejarse de ahí.
Yosef quizo ir a por Kiba y Xenovia, pero el poder de Sariel derrepente se elevó demasiado.
Era aterrador.
Lo comparo con la energía de Michael, incluso la sentía más fuerte.
El cuerpo de Sariel brillo un poco más, mientras una explosión de poder sucedía a su alrededor.
Todos quedaron momentáneamente ciegos.
Pero al abrir los ojos, no esperaban encontrase con...
-Un serafín...-, murmuraron todos sin poder creerlo.
Ahí estaba Sariel, ahora con seis alas blancas y seis alas negras.
-No es un Serafín...-, Yosef dijo serio al notar el último detalle, el color de sus alas era completamente diferente, una combinación que no debería existir. Pero tampoco era algo que lo sorprendiera mucho, sin Dios, ahora cualquier cosa que no debería existir, existe.
A su lado llegó Xenovia con Kiba en brazos.
-¡Chicos!-, dijo contento de que hayan logrado escapar.
-Gracias Xenovia-san-, dijo Kiba algo herido, quería escapar pero no pudo hacerlo solo, afortunadamente Xenovia pensó en él.
Ella solo dió un asentimiento y luego miro al ser que había ocasionado tal alboroto.
-No puedo creer que sea un serafín, nunca pensé ver uno en persona...-, murmuró ella.
Yosef iba a decir algo, pero no pudieron pensar más, pues Sariel se movió aún más rápido que la última vez, en nada llegó a la altura de Kokabiel.
Este tenía los ojos abiertos a más no poder.
Iba a alejarse, pero Sariel lo tomo rápidamente del cuello, comenzando a asfixiarlo.
-Vamos a divertirnos, como en los viejos tiempos-, Kokabiel no sabía que hacer, en ese momento estaba completamente paralizado.
La mano izquierda de Sariel comenzó a brillar, desprendía una energía muy poderosa.
Solto a Kokabiel del cuello y lo golpeó con su mano empapada de poder sagrado.
El cuerpo del caído cayo más rápido que un rayo al suelo, el impacto género un pequeño cráter.
Todos vieron como el cadre caía tan fácil.
Querían ponerse en guardia, pero debido a esa presión de energía sagrada que emanaba, no podían ni siquiera mantenerse tan firmes en sus posiciones.
Solo les quedaba rogar porque Sariel no sea su enemigo, pues ahora mismo no había nadie que lo pueda derrotar.
Apenas podían con Kokabiel, un Cadre de Grigori, título que no ostentaba cualquiera, alguien en un nivel superior a ellos.
Jamás podrían contra alguien mucho más poderoso que el mencionado Cadre.
-Rias...-, Yosef menciono sin quitar la mirada del serafín que aún no se había movido, pues se encontraba mirando a un malherido Kokabiel en el suelo. -¿Llamaste a tu hermano?-, pregunto.
-¿Eh?-, Rías estaba completamente desorientada.
-¡¿Lo llamaste?!-, pregunto más fuerte.
-No...-, contesto ella.
La expresión de Yosef cambio a una de resignación.
Si tan solo Sirzechs llegará, él tal vez pueda hacerle frente a Sariel.
Pero al parecer Rías era demasiado orgullosa para ello.
-"Mierda"-, pensó tratando de idear otro plan.
El serafín aún no se había identificado como aliado o enemigo de ellos, por lo cual no podían bajar la guardia solo porque le este dando una paliza a su enemigo, se veía que ellos tenían asuntos desde hace mucho tiempo.
-Yo llame a mi Leviathan-sama...-, de repente, Sona hablo con mucha seriedad y no con aquella pena que sentía al hablar de su hermana.
Yosef la miro, el brillo regreso a sus ojos.
-Bien-, dió un asentimiento.
Serafall Leviathan también era muy fuerte, tal vez ella y él tengan una oportunidad si es que el serafín trata de atacarlos.
-"Tal vez Serafall no sea la más fuerte de los Maous, pero creo que sí lo enfrentamos juntos, al menos podremos darle problemas y evitar algún daño para Irina y los chicos"-, pensó seriamente.
-De vuelta con Sariel-
Este se encontraba en el cielo, mirando a un Kokabiel que no parecía querer despertar.
Algo fastidiado comenzó a bajar hasta su altura y a caminar hacia él.
Pero antes de llegar donde él, algo llamo su atención.
Volteo a mirar a los mocosos que estaban peleando con el Cadre, los miro con detenimiento, todos eran demonios a excepción del chico del centro y otra chica más, estos tenían dos auras distintas, aunque también había una pequeña con energía Youkai dentro de sí. Vio como todos estaban temblando, pero en guardia.
También vio a otro chico con la Boosted Gear, lo reconoció rápidamente como el portador de Ddraig, pues sentía la aura de aquel dragón.
Y a un rubio con una energía menor, parecía ser algún fragmento de Rey Dragón o algo por el estilo.
-"Con que ahí estas, lagartija"-, pensó seriamente, refiriéndose al chico de la Boosted Gear.
Pero de nuevo, algo más captó su atención.
-¿Hmm?-, miro hacia el lado contrario, había sentido una presencia ahí, detrás de la barrera que había puesto.
Está parecía ser la de un demonio y de igual manera, sentía la energía de otro dragón.
-No me digas...-, rápidamente comenzó a sacar conclusiones. -Albion...-, su mirada se ensombrecio.
Ambos Dragones Celestiales estaban en ese mismo lugar.
-"Padre..."-, a su mente vino el recuerdo de Dios, aquel que lo había salvado y protegido de su oscuridad.
-Con los chicos-
-"Serafall aún debe estar preparandose, pero seguramente no tardará en llegar, espero que le haya avisado a Sirzechs también"-, eran los pensamientos de Yosef, que no había parado de formular estrategias para contener al serafín.
-[Compañero]-, sorpresivamente la voz de Ddraig salió del guantelete de Issei, el cual no había desactivado por inercia.
-¡Ddraig!-, grito este con sorpresa.
-[Tienen que escapar de aquí]-, por algún motivo, se escuchaba preocupado.
-¿Porque lo dices, Ddraig?-, pregunto Yosef mirando como Sariel bajaba del cielo hacia Kokabiel.
-[Ese serafín no es alguien a quien puedan enfrentar ustedes, ni siquiera entre todos]-, dijo seriamente.
-Lo considero, pero llamaríamos mucho su atención y tal vez nos ataque en el proceso, con esa velocidad que tiene, jamás escaparemos de él-, Yosef expreso sus pensamientos al dragón, el cual no dijo nada. -De igual manera, Leviathan vendrá, entre ella y yo seguro podremos hacerle algo a ese sujeto-, dijo serio.
-[Leviathan no podrá enfrentarlo y tú tampoco...]-, solto Ddraig, al menos no la Leviathan actual. Yosef volteo a mirar el guantelete con curiosidad. -[No te subestimó, eres fuerte pero él está a otro nivel, yo mismo lo enfrente en el pasado]-, dió sus motivos.
-Asi que es por experiencia...-, murmuró mientras volteaba a ver al serafín, que sorpresivamente se encontraba mirándolos también.
-Yosef...-, escucho a Irina llamarlo, ella estaba maravillada al ver a un serafín, pero a la vez sentía preocupación por lo que sucederá después.
Yosef solo le dedicó una sonrisa, para luego mirar al guantelete.
-Si lo enfrentaste, deberías conocer sus habilidades y por ende alguna debilidad-, dijo seriamente, si al menos saben alguna de sus debilidades tal vez la puedan usar en su contra.
El Dragón Celestial pareció pensarlo por un momento.
-[No la hay]-, soltó de golpe.
-¿Qué?-, pregunto Yosef sin poder creer tal cosa, todos tienen alguna debilidad.
-[Bueno... Hay una, pero dicha debilidad no está aquí]-, dijo el Dragón.
-¿A que te refieres con que "no está aquí"?-, pregunto Yosef interesado, tal vez con eso puedan vencerlo.
-[Es otro serafín...]-, se detuvo por un momento al recordar aquella escena del pasado.
-Flashback-
Hace más de 1,000 años, en la guerra de facciones, se disputó una de las batallas más sorprendentes, destructivas y épicas de toda la guerra.
Está batalla involucró a los dos Dragones Celestiales y a cinco de los serafines más fuertes del cielo, los cuales eran Michael, Gabriel, Uriel, Raphael y... Sariel.
Batalla que hizo temblar el cielo y la tierra, y en la que lamentablemente, los serafines más fuertes del cielo sufrieron una gran derrota.
Derrota que para nada fue aplastante, pues habían dado una intensa batalla a los Dragones Celestiales, pero se habían retirado debido a un gran inconveniente.
Gabriel había sido herida con gravedad.
Los Dragones no lo descubrieron en su momento, pero gracias a ello se libraron de su más grande molestia.
Sariel fue quien más destaco en aquella batalla, pues con ayuda de Ascalon, arma prestada por Dios especialmente para aquella batalla, había logrado hacer un gran daño a los dragones.
Ellos no sabían que hacer con él, pues los demás serafines los atacaban de igual manera sin descanso, en forma de apoyo a Sariel.
Por lo que en un ataque de irá, Ddraig lanzo un ataque muy fuerte impactando en Gabriel, quien resultó gravemente herida.
Para su sorpresa, Sariel, quien no había dejado de atacarlos en ningún momento, quitó su visita de ellos y fue rápidamente a auxiliar a Gabriel.
Solo Uriel, Michael y Raphael se habían quedado a contenerlos, pero sin duda fue más fácil para los dragones el hacerles frente.
Por lo que momentos después tuvieron que retirarse.
-Flashback fin-
-[... es Gabriel]-, dijo después de recordar.
Todo se quedó en silencio, ¿De dónde sacarían a la serafín Gabriel?
Yosef era quien más pensativo estaba, en todos sus viajes y la relación que lleva con el cielo, nunca vio a Gabriel, ni una sola vez.
Nunca pregunto el motivo, pero escucho que ella había estado muy deprimida desde hace mucho tiempo, motivo por el cual era raro verla.
Pero si es un serafín, tal vez Michael pueda hacer algo, pues ahora el es quien tomo el puesto del difunto Dios.
El problema es que había tratado de teletransportarse antes, pero la barrera lo impedía.
-Entonces... Tenemos pocas opciones...-, dijo aún más resignado.
-Con Sariel y Kokabiel-
Después de detectar a ambos Dragones, Sariel volvió a prestar atención hacia Kokabiel, quien aún seguía sin mover un solo dedo.
-Tan altanero que eres y solo puedes soportar un golpe...-, soltó algo desilucionado.
Este no era el tipo de encuentro que esperaba, pensó que con el tiempo Kokabiel había dedicado su vida a entrenar y ser más fuerte, pero su poder no había cambiado mucho al que tenía en el pasado.
-Sabes, mi objetivo no es ocasionar problemas, por lo visto el mundo encontró nuevamente la paz...-, siguió hablando mientras materializaba un trono cerca del cuerpo del caído.
Se sentó reflexionando un poco.
-Creo que soy como tú, tengo unas grandes ansias de luchar, pero al menos si me se controlar-, dijo, pero luego negó sus palabras, con lo que acaba de hacer, quedó más que claro que no se sabía controlar.
-Entonces... ¿Porque... Me atacas?-, después de un tiempo, Kokabiel hablo con algo de dificultad.
Sariel lo miro con curiosidad.
-Al atacarme solo estas provocando otra guerra...-, dijo con una sonrisa, tal vez con eso lo detenga.
Pero que equivocado estaba.
-No-, Sariel soltó de golpe. -De hecho estoy haciendo lo contrario, estoy evitando otra guerra-, dijo con seguridad.
-¿De que hablas?, Cuando Azazel se entere...-, pero no pudo decir más.
-Kokabiel... Azazel podrá ser un pajarraco traicionero, pero el nunca colaboraría contigo para iniciar otra guerra-, dijo algo divertido al ver la expresión del cadre en el suelo.
Y era cierto, Sariel tenía muy bien entendido que el líder de los caídos era quien más anhelaba la paz, pues su raza fue masacrada.
-Estas atacando a las hermanas de dos Maous...-, Kokabiel abrió los ojos ante eso. -Esto es suficiente para detonar una guerra con el infierno y por ende con el cielo... -, se levantó del trono mientras esté desaparecía.
-Tu... ¿Cómo sabes que ellas...?-, Kokabiel ya no tenía ninguna escapatoria posible.
-No necesitas saberlo, pero ¿sabes quién más deseaba la paz?.... Yo y el cielo, así que eliminaré a cualquiera que interrumpa esto-, desenvaino la espada que había traído atada en la espalda.
-Matarme solo empeoraría las cosas con Azazel-, dijo Kokabiel algo desesperado.
Sariel solo rio un poco.
Se acercó y se agachó hasta estar a su altura y poder susurrarle unas palabras.
-No deseo la guerra... Pero si comienza otra, sin duda estaré encantado de terminar con todos ustedes... Escorias, así el mundo será el lugar pacífico que padre deseaba-, se levantó dejando a Kokabiel más que aterrado.
No sabía que hacer, pues a este paso sería aniquilado.
-Supongo que no me queda de otra más que...-, Sariel vio curioso como Kokabiel comenzaba a levantarse del suelo. -¡LUCHAR!-, sorpresivamente arremetió contra él.
Con Excalibur en mano, lanzo un ataque a Sariel, pero dicho ataque fue detenido fácilmente y la espada sorpresivamente fue partida a la mitad por la espada que Sariel portaba en ese momento.
-¿Qué?-, se pregunto Kokabiel con mucha sorpresa.
Pudo ver cómo los chicos con los que peleaba antes de igual manera se habían sorprendido.
-Como lo suponía...-, Sariel menciono. -Una Excalibur incompleta no es rival para Fragarach-.
Kokabiel cayó de rodillas al suelo, ya no había nada que pudiera hacer.
-Todo está... Perdido-, se tomó la cara con ambas manos.
Repentinamente Sariel sintió como alguien golpeaba con fuerza la barrera desde el exterior y después de un tiempo esta fue destruida.
Este se sorprendió un poco y volteo a ver a los demonios que peleaban antes contra Kokabiel, pero todos seguían ahí, parecían estar igual de sorprendidos que él.
Entonces rápidamente volteó hacia el lado contrario, en dónde había sentido la presencia de Albion y ahí vio como un sujeto con armadura blanca y un par de alas azules, salía disparado en su contra.
No se preocupo tanto y solo lanzo una estocada con Fragarach.
-[¡VALI, ALEJATE!]-, un grito de escucho de las alas del sujeto que iba en su contra.
Este a último momento pudo hacer lo que su dragón le sugirió, pero la espada logro hacer algo de contacto con su armadura, la cual fue atravesada como mantequilla.
Por suerte no llego a tocar su piel o algo por el estilo.
-Así que decidiste salir, Albion-, murmuró Sariel con una sonrisa.
-¡Yosef!-, escucho un grito femenino a su espalda.
Solo para ver cómo un chico castaño se lanzaba contra él.
Solo esquivo y se quedó flotando en el cielo.
-Pense que me atacaría Ddraig-, dijo lo suficientemente alto como para que todos ahí lo escucharán.
Issei que se encontraba con sus amigos, sintió un leve escalofrío y de igual manera sintió como el dragón se ponía tenso.
-Ahora solo hay que esperar-, murmuró, todos se quedaron confundidos por eso.
Pero en ese instante varios círculos mágicos se manifestaron.
Era uno con el símbolo Gremory y otro con el Sitri. De dónde salieron el Maou Lucifer y Leviathan.
Había 3 círculos mágicos dorados, provenientes del cielo. De dónde salieron Michael, Gabriel y Uriel.
Y uno más que provenía de los caídos. De dónde salió Azazel.
Todos se habían quedado sin palabras al ver a los representantes de las facciones en un solo lugar.
Los recién llegados observaron la situación y rápidamente voltearon a ver al sujeto que se encontraba en el cielo.
Sirzechs y Serafall se aseguraron primeramente de que sus hermanas estuvieran bien.
Por otro lado, Azazel solo miro la masacre que habían efectuado contra Kokabiel.
Sariel de igual manera miro a sus hermanos y a Gabriel en específico, todo le hizo sacar una sonrisa de felicidad.
-Eh vuelto...-, dijo con algunas lágrimas queriendo escapar de sus ojos.
Las tres facciones estaban reunidas, ¿Esto será un problema?
...
Fua~
Esto fue... Bueno, a mí me encantó, no se a ustedes.
En el próximo capítulo viene la introducción de un nuevo personaje.
Espero les esta gustando la historia y cualquier recomendación o sugerencia será muy bien aceptada :3.
Bye bye ^^
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top