Capitulo IV.

Cuando corto la llamada suspiro de manera onda para evitar echarse a llorar pues su lindo Izuku estaba enojado con el y conseguirían un nuevo niñero, la señora Inko le aseguró que sólo sería una semana máximo pero para el sería la muerte no tener a ese lindo pecoso a su lado.

Pero no lloraría era demasiado grandesito para eso.

Miro con los ojos en blanco la pared ¿Que haría con su vida ahora?

Falto al instituto ese día, no tenia ánimos, y durmió durante toda la mañana.

Así fue durante 2 días, hasta el viernes sintiendo un dolor en el estómago claro no había comido en 2 días.

Cuando se despertó se baño y arreglo quedándose a ver una foto de Izuku que tenía en su muro.

Se des espabiló y decidió que primero debía ir a comprar lo de la semana pues con su humor por los suelos sabia que se encerraría en su departamento hasta que Izuku le perdonase, pero no podía permitirse morir de inanición (de hambre :v)

Decaído como solo él podía estar, entro en el súper mercado mas cercano tomando lo primero que encontraba, saludando cortamente a las señoras que le reconocían y al final se paro en la caja esperando tomar su turno para pagar, irse y deprimirse a gusto en su hogar.

— ¿Shouto? —

La voz bastante familiar lo sorprendió y dirigió sus orbes a la persona de tras de él.

— ¿Kiri? —

— Bro hace tanto que no te veo— Sonrió de manera grande, para darle un fuerte abrazo, y después ambos de manera animada pagaron las cosas que habían comprado y caminaron juntos ya que Shouto lo había invitado a su departamento, pues hace mucho que no se veían.

Kirishima y Todoroki eran mejores amigos de niños, inseparables y los mejores para las travesuras y juegos y posteriormente en la musica pues a los 13 años junto  a otros compañeros habían formado su propia banda de "Metal-Rock" llamada "The Heroes" donde Eijiro era el baterista y Todoroki el vocalista.

Aquella banda había sido el grito de guerra de ambos contra Todoroki Enji líder de empresas Endeavor, pues el pelirrojo detestaba como maltrataba a su amigo

Juntos habían ido a que Eijiro se tiñera el cabello de rojo, y Todoroki comprara su ropa negra.

No es que se volvieran maleantes si no que representaban a su banda, fue la mejor época de la vida del bicolor antes de conocer a Izuku, todo empeoro después de eso.

Su banda empezaba a tener éxito, pero su padre se negó a apoyarlo, un día Kirishima encontró uno de sus dibujos y le recomendó ser artista, para Todoroki lo que decía Kirishima era su Ley pues era su único mejor amigo y el único que le daba un poco se luz a su vida así que fue con Endeavor, allí inicio todo.

Su padre se negó rotundamente, le castigo sin salir y con el tiempo lo cambio de escuela, y finalmente, Kirishima se mudo de región.

Perdiendo comunicación con él la banda se perdió y sus días felices también, se volvió un choco oscuro y odiaba de corazón a su viejo.

Poco después fue su encuentro con Inko.

Kirishima animado le contaba que había regresado para verle, estudiaría un carrera de arquitectura cerca de la de arte de Shouto y pensó que así volverían a ser inseparables.

Ah también no tenia donde quedarse así que estaba súper aliviado de encontrar a su bro.

Shouto alegre de verle no tuvo problema en ofrecerle que compartieran departamento un tiempo.

Cuando Kirishima entro al departamento de su amigo se sorprendió de ver que era aprueba de niños, con un cuarto grande de juegos y dulces de limón y sandía en el refri.

— oye Todo-chan ¿Tienes un niño?—

— Algo así — y volvió a deprimirse.

En el sillón de la sala con su cabeza recostada en las piernas de Kirishima, comenzó a relatarle su vida desde que se fue.

Desde su faceta rebelde hasta su amor por el lindo pecoso, también el que estaría encerrado en su cuarto una semana hasta que le perdonase por algo de no que ni sabia que fue.

— Oye, eso no es sano—

— Callaté, si vas a vivir aquí soporta mi bipolaridad—

— No bro, no me gustas así, mira se que hacer, después de todo necesitamos dinero para tu universidad y tampoco te puedo dejar solo todo el día yo ya tengo trabajo de medio tiempo, necesitas uno por una semana—

Y como las palabras de Kirishima al parecer seguían siendo Ley ambos salieron y como idea del pelirrojo pegaron unos cuantos volantes para ofrecer su servicio de niñero con su número de casa y dirección.

No estaba muy convencido pero ver a Eijiro emocionado lo alegraba un poco.

Al rato ya en casa mientras Kiri devoraba los dulces de sandía entro la primera llamada, en seguida reconoció la voz de su vecina la Sra. Ochako quien le pedía cuidar a su pequeña toda la semana, aceptó sin decir nada mas.

Bueno ya tenia trabajo.

Dispuesto a dormir se coloco su piyama pero volvieron a llamar.

Esta vez era un mujer de la ciudad amiga de Ochako, dejándole a su cuidado a su pequeño desde el próximo día, trato de negarse diciendo que ya tenia a una niña pero la mujer resongo que no importaba que tuviera a 20 niños, tenia muy buenas regencias de sus cuidados y corto sin mas.

Bueno ya tenia dos trabajos.

En la noche llamaron de nuevo, esta vez para encargarle a un hijo de papi y mami pues el que llamo era el mayordomo principal.

Nuevamente explicó que ya tenia niños pero valió un centavo y de manera mandona le dijeron que el sirviente pasaría a dejarlo.

Ok ya tenia 3 trabajos.

Ya cuando estaban en el quinto sueño el teléfono sonó despertando a Kirishima quien callo de la cama (durmieron juntos porque la cama era muy grande y Kirishima no quería dormir en el sofá)

Era un padre muy desesperado quien saldría de viaje temprano y su esposa estaba en otro país con su suegra.

Sin poder decirle que no al desesperado hombre solo le advirtió que ya tenia niños pero cuidaría bien de su pequeña.

El hombre suspiro aliviado y quedo de llevar a su hija temprano.

Ya 4 trabajos eran suficientes.

Cuando se dispuso a dormir desconecto el teléfono y advirtió a Kirishima de que tendría que levantarse temprano a despegar los volantes.

A la mañana siguiente se despertó con el escándalo que causaba Eijiro al prepararse pues el fin de semana trabajaba todo el día.

El despidió y se fue a darse un baño y como era su rutina, se vistió decente y empezó a preparar la comida y sus complicados dulces sanos.

A la hora sonó su timbre, era aquel hombre desesperado que nada mas le boto a su hija y se fue.

La pequeña peli verde le dijo que se llamaba Tsuyu, era una monada, pues con sus 5 años ya sabia leer y así le dejó terminar sus cosas, le dio de desayunar y se acomodo en el sillón con ella a ver Sailor All Might Cristal que pasaba todos los sábados.

En eso sonó el timbre y esta vez paso un sujeto con frac quien traía en una cuna lujosa a un rubio sonriente.

Nada mas lo dejo, se inclino y se fue, sin siquiera decir hola y adiós.

El pequeño riquillo era Aoyama, quien se quedo encantado en el sofá viendo lo mismo que Tsuyu, pero sus ojitos brillaron mas cuando empezó Masinger All Might.

Esas series debían tener algo extraño para encantar a los niños, Izuku tendía a gritar y reír mucho.

Izuku... Y volvió a deprimirse.

Viéndolo triste ambos niños corrieron hacia el y lo llenaron de besos hasta que río producto de las cosquillas que le causaba eso.

— No estés triste, seremos buenos niños— alego Tsuyu sonriente mientras un tímido Aoyama solo se abrazaba a sus piernas.

En eso llego su vecina sorprendida por que ya tuviera niños pero no le importo y le dejo a la pequeña Uraraka.

La castaña inmediatamente se llevo bien con Tsuyu, y viendo que dejaron excluido a Aoyama, luego de darles un bocadillo a las niñas lo sentó en sus piernas y leyó el cuento del príncipe sapo.

El niño sonrió sintiéndose especial.

Ya minutos después llego el pequeño Denki, el amigo de Ochako aunque se llevó mejor con el otro rubio.

Suspiro algo cansado al ver a los 4 niños, en realidad eran unos panquesitos súper lindos y bien portados.

Comparado con la energía y la atención que requería Izuku era muy fácil esto.

De pronto sonó de nuevo el timbre, pensó que seria Kirishima que había olvidado algo del trabajo pero no.

La mujer se presentó como Mitsuki, traía a un niño rubio que veía el lugar curioso.

Le explicó que su niño era caprichoso y que le había dado por quererlo como niñero.

El respondió que no le importaría cuidarlo pero debía aceptar que tenia a otros 4 que cuidar.

— Gracias, mejor nos vamos Katsuki es... Algo especial—

— No tengo problema con los niños— Respondió sin entender que trataba de decirle, pero antes de que la mujer pudiera explicarle el rubio se abrazo a las piernas del muchacho.

— Me portare bien y jugaré con los otros niños, yo quiero de niñero a Shou ¿Si? — Sonrió de manera angelical, sacando un aura de flores y estrellas viendo alegre al bicolor.

Mitsuki parpadeo varias veces, se acomodo la bolsa y sin decir nada se fue, maldita sea pronto sería el apocalipsis debía prepararse.

¡Su engañoso hijo actuó como un niño normal! Es mas, podía jurar que tenia la expresión del tierno Izuku.

Suspiro rezaría para que todo fuera bien.

En el departamento Todoroki presentaba a los otros a Katsuki, los niños lo recibieron alegres y los 5 comenzaron a jugar.

No hubo mas problema que el que no quisieran compartir los juguetes o que Katsuki prefiriera estar con él.

Debía admitir que cuidarlos les subía el animo y estaba bastante contento de jugar con ellos, pasando la hora de comer decidió llevarlos al parque, todos accedieron sonrientes y Bakugo fue a por su pelota especial, amaba jugar con ella en el parque.

Ya en este comenzaron a jugar a pasarse la pelota, Bakugo parecía un poco molesto pero accedió hasta que le volaron la pelota tras el arbusto.

— Por eso no se las quería prestar— dijo enojado para después ir por ella.

— ve con cuidado, ahora niños cuando regrese se disculpan con él porque fue su culpa ¿Ok?—

— Vale — Respondieron los 4 al unisono y empezaron a pegarse a el pidió do diferentes cosas, Aoyama quería que le leyera otro libro, Uraraka que le abrazara, Denki que lo levantara en el aire y Tsuyu quería jugar todos juntos.

A cada uno le respondió su petición y tras negociar por mas dulces de sandía y limón  los 4 fueron a jugar.

— ¿Dia difícil? —

— Na son unos terrones de azúcar — Respondió alegre mientras volteaba, se encontró con un chico bastante tranquilo tomado de la mano de su Izuku.

Tubo que contar hasta 5 para no explotar y llorar o enojarse, lo que hubiera sucedido primero.

Y tras relajarse puso la mejor sonrisa que tenia y los saludo, se presentó y dio uno que otro comentario animador al nuevo niñero.

Ver a su pecoso, a su luz en manos de otro le provocaba nauseas, dolor en el pecho y unas ganas enormes de llorar.

Cuando el otro comentó sobre los niños tuvo que aclarar que eran 5 aguantándose las ganas de marcharse a correr.

—¡Shou!— El grito de Katsuki lo hizo reponerse y mirarlo con una sonrisa, lo recibió en sus piernas escuchando como al parecer Izuku conocía a Bakugo llamándolo "Kacchan" pero este le respondía cortante y le pedía que jugarán.

Levantó a Katsuki en sus brazos para que las cosas se calmaran pero recibió un inesperado beso en la mejilla mientras era alahado.

Por un momento creyó que al que tenia en brazos era Izuku pues el pecoso solía hacer eso cuando lo cargaba y con la misma carita, pero no dijo nada solo se despidió y llevo al pequeño junto a los otros sin mirar atrás.

Kacchan no era Izuku y nunca lo seria no debía pensar de mas en ese beso.

Por ello no miro atrás.

Lloraría y aria una Dogeza para que Izuku le perdonase si volvía a mirarlo.

Ya en la tarde recibió una increíble ¡increíble! Noticia... Los niños se quedarían en su casa... Toda la semana.

No solo querían niñero querían guardería por  7 días, los únicos por los que fueron eran Aoyama y Bakugo pero tras mucho berrinche se acordó que estarían también día y noche.

Cuando los niños se durmieron (pues rápidamente adapto el cuarto de juegos para dormitorio de los 5) les miro y pregunto a Kami como había terminado en esto.

Cuando llego Kirishima le comento la situación y tras culparlo de su situación actual, disculparse por regañarle, y darle de cenar ambos pidieron 1 semana de descanso en sus respectivos institutos pues ahora Kirishima le ayudaría a cuidarlos antes de irse a trabajar.

Sería una semana extraña.