Capitulo III.

Izuku quería castigar a Todoroki por haber sido malo con Momo, por ello cuando regreso a casa sin hablar del tema con su niñero le expreso su deseo de un nuevo niñero a su madre.

Inko pareció sorprendida y le pregunto la razón, el sin mentir le contestó que estaba molesto con Shouto por algo y quería castigarlo con su ausencia por un tiempo. La señora miro raro a su hijo pero aceptó, sabia que su pequeño y el muchacho eran demasiado cercanos como para que estuvieran demasiado tiempo separados.

Llamó a Shouto, le comento la situación y le aseguro que no duraría más de 1 semana (ella era experta en cuanto duraban los enfados de su hijo) este acepto desganado y caso cerrado.

Por la tarde la señora Inko dejo a su hijo con la vecina y salio a buscar a una niñera.

La verdad había muchas pero ninguna le convencía, su modelo de niñera ideal era Shouto así que tenia estándares muy altos.

Busco por todas partes hasta que se rindió y fue a dar a aun parque donde a lo lejos visualizo a un joven tocando de manera tranquila la guitarra cantando por unas cuantas monedas.

Se sentó allí un buen rato a escucharlo, la vestimenta negra, el cabello morado largo y las ojeras bajo los ojos le recordaron a aquel muchacho bicolor que parecía un pandillero pero sus ojos pedían auxilio y que hora gracias a que le tendió la mano amiga que necesitaba era todo un Ikemen (chico guapo y popular) todo un caballero y el mejor de su clase.

Debía admitirlo tenia debilidad por los niños que pedían ayuda su instinto maternal era demasiado fuerte.

Así que cuando el chico se detuvo dispuesto a irse ella se acerco y le ofreció un café.

El muchacho le miro sospechando pero no tenia ánimos de discutir y aceptó la invitación, se sentaron cerca de la fuente y entre una charla animada Inko se entero que el muchacho no tenia problemas simplemente era su identidad y tocaba por puro placer ya era cosa de la gente si le daba algo o no.

Cuando le mencionó lo del trabajo de niñero solo por unos días y le explico el berrinche de su hijo este acepto sin tener nada mejor que hacer. Solo con la condición de que irían un rato al parque para que pudiera tocar.

Así fue como al día siguiente Inko le presentaba a Shinsou como su nuevo niñero.

Izuku lo miro de arriba a abajo y aceptó no muy convencido pero por lo menos ya tenia un niñero.

Quedaron que al día siguiente empresaria el trabajo después del jardín de niños de Izuku.

En el jardín de niños ya era habitual que muchos le preguntaran por su niñero en especial las niñas pero lo que no era habitual es que un indignado Izuku dijera que ya no era su niñero.

Izuku era de conseguir amigos fácilmente, pese a eso el que consideraba únicamente como su amigo era a aquel niño rubio que siempre estaba castigado en la parte de atrás y de quien incluso las maestras tenían miedo pero el pese a las burlas, golpes y malos modos veía a ese niño como su amigo.

Por ello cuando era la hora de comer fue corriendo a donde el para contarle su plan.

- kacchan -

- ¿ Ahora que quieres tonto Deku? Ya te dije que me dejes tranquilo amargas mi querida soledad -

- Hoy tendré un nuevo niñero, Shinsou seguro te cae bien - sonrió con dulzura el niño pensando en que ambos se llevarían bien pues compartían gustos.

Bakugo quería ignorarlo pues siempre hablaba solamente de su "amado" niñero pero al escuchar que no hablaba de él se sorprendió y miro fijamente.

- Oye Deku -

- ¿Que pasa kacchan? -

- ¿Que paso con tu bobo niñero mitad y mitad? - Pregunto y como respuesta obtuvo lo que nunca, el pecoso fruncio el ceño e infló sus cachetes molesto.

- Shouto se porto grosero con Momo-chan y por eso lo castigue sin mi presencia hasta que vuelva a ser lindo- Respondió con orgullo para empezar a comer y evitar el tema mientras el rubio le miraba extrañado y luego siguió con lo suyo.

Por la tarde cuando llego a casa Izuku veía algo inquieto la puerta ya que no sabia cuando llegaría Shinsou.

Cuando llego y su madre se fue conoció a su nuevo niñero realmente, pese a su apariencia este era atento y lo cuidaba bien, le había traído dulces y juntos jugaron un rato, luego fueron al parque donde Izuku quedó encantado con su guitarra y finalmente al regresar a casa vieron su programa de súper héroes favorito y se durmió para cuando despertó su madre ya había llegado y Shinsou se había ido.

Izuku se sentía extraño y con ganas de llorar pues su niñero era una buena persona y lo cuidaba bien pero no era lo mismo.

Extrañaba los dulces saludables de Shouto.

El que le cantara para dormir.

El que jugara con él.

Extrañaba su voz amable.

En que le viera con sus ojos tan raros.

Extrañaba abrazarlo mientras veían All Might y los zombies de Tlacua.

Extrañaba a Shouto.

Pero no se rendiría pues tenia que enseñarle una lección para que volviera a ser su príncipe.

Al día siguiente era fin de semana por lo que Shinsou lo cuidaría todo el día.

Primero habían ido a la biblioteca por unos libros que necesitaba el mayor y luego pasaron a una tienda para comprar dulces.

- ¿Izuku? - Una de las señoras que siempre encontraba en el parque le reconoció y saludo con cariño - Al principio no te reconocí, hoy no vienes con Todoroki-kun-

- Shinsou es mi nuevo niñero-

- Ah... - la señora miro al muchacho y no dijo nada, ahora ya no serviría de nada ir al parque para hecharse un taco de ojo mejor le decía a las demás y pensando en eso se fue.

Izuku tomo la mano de Shinsou para seguirle el paso y así llegaron al parque pero las risas de niños llamaron su atención y lo que vio no le gusto.

- ¡Quiero otro abrazo! -

- ¡Yo quiero que me levantes en tus brazos! -

- Yo quiero que me leas un libro -

- Juguemos juntos -

Allí esta su Shouto, SU Shouto pero no solo si no rodeado de 4 niños que le abrazaban y se pegaban a sus piernas.

- Haber por turnos que no tengo 8 manos, Aoyama cuando lleguemos a casa te leo un cuento, Denki ya te levante tres veces, Ochako te abrazo todo lo que quieras en casa mejor hagamos le caso a Tsuyu y juguemos todos juntos ¿Vale?- Shouto le sonreía a los 4 amablemente y eso le molestaba.

- Vale pero quiero mas dulces saludables por la tarde - La cachetona castaña le sonrió y fue con los demás a jugar.

Sin pensarlo Shinsou se acercó al bicolor algo risueño.

- ¿Día difícil? -

- Na esos niños son unos terrones de azúcar - Contestó el otro sin mirarlos, hasta que volteo y los vio se sorprendió - Oh Izuku gusto en verte ¿Tu debes ser el nuevo niñero verdad? Shouto un gusto-

- Shinsou un placer así que tu eres Todoroki, todo el mundo pregunta por ti-

- Solo es la costumbre no te preocupes suerte en el trabajo-

- Mejor suerte para ti tienes 4-

- 5, uno se fue a buscar su pelota- Sonrió un poco mirándole, Izuku sintió una pequeña punzada pero sintió abrazando las piernas de su niñero nuevo.

- ¡Shou! - Un pequeño grito se escucho y para cuando noto había alguien abrazando las piernas de su Shouto.

-¿ Kacchan?-

- Ah hola Deku, Shou vámonos quiero jugar contigo - El rubio sonrió como un ángel abrazando mas fuerte al bicolor notando la molestia del otro.

- Vale, tranquilizante Katsuki jugaré contigo - Respondió cargando al niño entre sus brazos recibiendo un inesperado beso en la mejilla.

- ¡Eres el mejor Shou! - río el pequeño abrazándose a su cuello.

- Bueno un gusto verlos, adiós Izuku, suerte Shinsou - Se despidió el bicolor algo decaído para ir a donde los otros que inmediatamente reclamaron sobre el trato especial para el rubio.

Izuku se aferro a el pantalón del peli morado enfadado.

El quería castigar a Shouto para que volviera a ser lindo.

Pero el castigado fue él porque Shouto era muy lindo pero con 5 niños que no eran el.

Y luego se sentía traicionado porque aquel niño que era su "amigo" y que siempre era grosero ahora era todo un ángel con SU Shouto.

Pero no se rendiría debía castigar a Shouto.