23. Encanto

Marinette March 2022

"El Maletín de Marinette"

Encanto

"¿Podré desvanecer el peso cruel, la expectativa y vivir solo un momento de esparcimiento?"

Marinette se sorprendió, cuando ese sábado le llegó un mensaje de Alya, que estaban con Nino y Adrien a las afueras de su lugar de trabajo, esperándola para pasar la tarde juntos en la mansión, aprovechando que Gabriel y Nathalie habían salido de un viaje de negocios a Shanghái. Donde, curiosamente, lo dejaron quedarse en París.

Así que para festejar tener la casa para él solo, invitó a sus amigos a ver una película y pues, de paso, conseguía que Marinette se le uniera.

Marinette los observó a los tres que habían entrado a la oficina, con ayuda de una credencial que Adrien poseía, sintiendo detrás de ella, las miradas de sus compañeros de trabajo que con una sonrisa burlesca parecían estar disfrutando de aquello.

No todos los días, Adrien Agreste se aparece a buscar a su compañera de trabajo.

—Creo que no voy a poder ir —dijo, mirando a sus compañeros—. Aun tenemos trabajo que hacer, las fotos y...

—Espera —Lorenzo intervino rápidamente, con un gesto de su mano, para que tanto Lía como Amy tomaran las cosas de Marinette y se las pasaran al rubio, que, con una sonrisa nerviosa, respondió a las miradas intensas de las dos señoritas.

—Ve con ellos, Marinette —dijo Lía, dándole un golpecito en la espalda a la chica—. Solo queda media hora para la hora de salida, y no es como que ya no hayas hecho tu parte, no te preocupes, mañana encontraras todo listo para que se lo presente a Audrey.

—Pero, podemos esperar —dijo Adrien, tratando de ser condescendiente con las responsabilidades de la chica, pero las compañeras de Marinette observaron al chico con una sonrisa, que parecía que se iban a desmayar en cualquier segundo.

—No se preocupe —insistió Amy—, vayan y disfruten.

Marinette confundida observó a sus compañeros, que le hacían gestos con la mano para que se retirara y finalmente, optó por irse con ellos.

Claramente, no tardó en llegarle un mensaje de éstos pidiéndole que mañana les contara todo el chisme. Marinette negó antes de ingresar al auto junto con Nino y Alya, mientras Adrien tomaba el lado del copiloto al lado de su guardaespaldas.

...

Los tres jóvenes se encontraron sorprendidos de como Adrien había montado todo un mini cine en la habitación de su casa, había bajado las cortinas metálicas de los ventanales dándole mayor oscuridad y una bola de luz proyectaba miles de estrellas en todo el lugar.

—Wow —dijo Nino, observando todo mientras ingresaba al lugar—. Te la rifaste, viejo —lo felicitó.

—Gracias —respondió, aunque su mirada estaba fija en el rostro iluminado de Marinette que veía con emoción las estrellas reflejadas en todos lados—. Tomen asiento, tengo de todo un poco, así que podemos tener una larga jornada de películas, luego mi chofer los llevará a casa.

Marinette no podía negar que estaba divirtiéndose, la película que observaron era de ciencia ficción y Nino estaba muy encantado de la vida, pues al termino de ésta, empezó a explicar cómo hacían cada uno de los detalles, o por qué se creía que en el año 2500 las cosas iban a ser de esa forma.

Marinette tomó el control remoto de la televisión y empezó a pasar por la videoteca de películas disponibles para ver cuál sería la siguiente, deteniéndose al ver una.

—Oh, mira —le dijo Alya, enseñando la pantalla—. Tú querías ver esa, ¿no, Marinette?

—Sí —dijo, bajando el control—, pero cuando tuve tiempo para ir al cine, ya la habían quitado de cartelera.

Adrien que la estaba observando, tomó el control de la mano de Marinette y le puso Play.

—¿Adrien?

—Pues, si quieres verla, veámosla. —dijo, acomodándose y ofreciéndole más palomitas.

Marinette lo observó y luego desvió la mirada hacia Alya, que estaba sentada en la otra punta del sillón diciéndole que afirmara. La imitó, haciendo que Adrien tomara eso como un sí y se decidieran por ver la película en cuestión.

Encanto.

Todos observaron la película detenidamente, mientras terminaban de comer las palomitas de maíz, los chocolates y malteadas que Adrien había preparado para los cuatro.

Pero, Marinette mientras más y más veía la película, se sentía como que se ahogaba, por un momento, se vio reflejada en varios aspectos recordando el peso que cargaba, el poder para ayudar a otros, la impotencia y la frustración que toda la lucha como Ladybug le hacía cargar en su maletín.

Adrien pareció notarlo, porque mientras la casa se desmoronaba ante ellos, él le tomó la mano y le dio un leve apretón, ella desvió la mirada hacia él y le sonreía de forma tan cálida, que ella sintió que efectivamente, todo iba a estar muy bien.

No dijo nada, solo le permitió que mantuviera sus manos unidas hasta que la película terminó.

—Espera —dijo Nino, poniéndose de pie—, ella tiene un don o no lo tiene —protestó.

—Creo que lo dejan a la interpretación del televidente —comentó Alya—. Fíjate, ella no tendrá un superpoder, pero pudo unir a toda su familia.

—¿Y piensan que las cosas son así de sencillas? —preguntó Adrien, soltándole, finalmente la mano a Marinette para cruzarse de brazos—. Digo, si te tratan diferente, si eres como invisible, ¿una simple disculpa es suficiente?

—Bueno, supongo que... —iba a comentar Alya, pero Marinette la interrumpió.

—Creo que todo es base a la comunicación y que tan grave sea el problema. Digo —apoyó su cabeza contra el respaldo del sillón, viendo las estrellas que danzaban en el techo de la habitación—. Yo no conocía a mi abuelo, porque él y mi papá tenían una tonta rivalidad por la harina de arroz. Claro que, después de veinte años hay mucho que recuperar... Pero, la abuela aquí, creía que ella debía tomar el peso de todo, de cuidar de su familia, de cuidar del pueblo, de que su familia sea más útil para la gente que para ellos mismos. Ella quería cuidar todo, que terminó siendo la causante de todo. —los tres miraron a Marinette sin saber que responderle a su punto de vista. Al sentir la mirada de estos, ella se puso de pie, sumamente nerviosa—. Yo, lo siento, es solo fue un pensamiento que...

—Pero la abuela, al final —dijo Adrien, mirándola fijamente—, aprendió que todo es un trabajo conjunto, que cada uno es una pieza fundamental de un todo. Pero, nunca hizo nada porque no quisiera a su familia, es que los quería demasiado como para permitir que algo malo les pase, que actuó así.

Marinette miró a Adrien fijamente, no entendía porque sentía que su amigo estaba tratando de decirle algo, pero como no entendía el trasfondo, el ambiente estaba poniéndose tan tenso, que Alya decidió prender la luz y comentar que era hora de despedirse, porque era tarde.

Adrien dejó de observar a Marinette y miró a la pareja, antes de afirmar.

—Dejen que le avise a mi guardaespaldas.

El rubio acompaño a cada uno a su casa, dejaron primero a Alya, luego a Nino, y luego a Marinette.

—Marinette...

—¿Dime?

—Me gustas, Marinette —confesó, haciendo que ésta lo mirara con los ojos muy abiertos—. Sé que has estado rechazándome indirectamente todo este tiempo, con tu supuesto amor por esa persona, pero... quiero ser yo él que te ayude, el que te sostenga el maletín lleno de pesas piedras que cargas y ayudarte a tener una vida más ligera.

—Adrien...

—No, no me digas nada —le pidió—. No quiero ser rechazado otra vez —dijo, apoyando su cabeza contra el respaldo del asiento—. Solo quiero que pienses que no quiero ser otra carga para ti, sino quien te ayude.

—Adrien... —en eso, el auto se detuvo, indicando que ya estaban en la panadería. Marinette lo miró, pero éste solo tenía los ojos cerrados, claramente ignorándola—... gracias por lo de hoy, buenas noches.

—Buenas noches —respondió, antes de cerrar la puerta y que el auto volviera a ponerse en marcha.

Marinette lo observó irse, con el corazón apretado.

Si tan solo pudiera liberarse de todo...

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Y listo, estamos completamente al día finalmente.

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Oh, se puso intensa la cosa... ¡Ya solo quedan 8 capítulos para el final! ¿Qué más pasará?

¡Pronto lo sabrán!

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¡Muchas gracias por seguir aquí a pesar de todo!

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Aquatic~

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23 de Marzo 2022

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