Capítulo 3.


¿Les agrado Moragt? Pues cada vez lo odiaran más.


Trate de representar lo mejor que pude el daño psicologico y emocional que sufrio Marc por el abuso de su madre, me gusta como quedo, pero quizas no sea de los mejores.

La letra en cursiva representa el cambio de voz de Steven. Ya sabrán el motivo.


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En el cielo todos sus habitantes sintieron el momento en que un lucero se había desconectado. No entendían qué le podría haber ocurrido por lo inició el conteo de todos sus luceros. Tardaron horas en saber cuál era el que faltaba. Sus padres no lo podían creer, estaban destrozados. No tardaron en partir con su búsqueda por todos los rincones del firmamento y no pararon hasta que apareció el dios luna, Khonshu.

- ¿Qué está ocurriendo? – demando saber. –

Una de las estrellas de mayor rango le comentó lo ocurrido por lo que pidió una descripción rápida y cuando se la dieron les dijo que lo había visto.

- Ese gusano bajo al mundo de los humanos, lo vi cuando daba mi recorrido por la tierra. No le di mayor importancia . – habló con su voz imponente, después de todo no era raro que los luceros jóvenes y curiosos bajarán a explorar esas tierras. – Aunque si quedo atrapado en el mundo humano, solo debe haber una explicación lógica para que un humano lo haya visto. – los padres de Steven estaban expectantes a lo que pudiera decir el dios y al oír el motivo quedaron en shock. – Se debió de haber enamorado de algún humano y por un algún descuido el humano lo debió de haber visto . –

Lo dicho por Khonshu solo era una suposición, pero tenía mucho sentido para los astros más antiguos, pues habían visto ocurrir ese hecho en múltiples ocasiones.

Se les dijo a los padres de Steven que fueran a casa y si llegaran a tener noticias de su lucero se los harían saber de inmediato. Al principio estaban algo renuentes, pero un solo golpe al suelo del bastón del dios de la luna fue suficiente para hacerlos obedecer.

Ya estando en su casa, se dirigieron al cuarto de su hijo y se sentaron en su cama donde lloraron juntos. Se sentían culpables, creían que su amado hijo había huido, pues él les dijo que no se quería casar y ellos ignoraron sus sentimientos. Se dieron cuenta demasiado tarde de su error, ellos se casaron por amor y se lo enseñaron toda su vida a su hijo para terminar desechando todas sus enseñanzas. Anton Moragt les había dicho lo muy encantado que estaba de su hijo y todas las cosas que su hijo tendría si se casaran. Cayeron en un pozo de materialismo y promesas de alguien poderoso sin pensar un segundo en lo que Steven quería.

En medio de su llanto, escucharon que alguien llamaba a la puerta, pensaron que quizás ya tenían noticias de Steven por lo que abrieron rápido la puerta llevándose una gran decepción. El causante de todo esto se hallaba frente a su puerta. Claro que, él no tenía la culpa de nada, pero aun así se sentían algo reacios a querer estar en presencia del hombre.

- Me enteré de lo sucedido. – les dijo con voz afligida. – No puedo creer que esto esté ocurriendo. – sin preguntar entró a su hogar sin invitación. – ¿Qué les han dicho? – pregunto. –

- Es probable que un humano lo haya visto mientras paseaba. – habló rápido el señor Grant, no quería decirle a Moragt que era probable que su hijo se hubiera enamorado de un humano. Simplemente no quería que ese hombre lo supiera. –

- ¿Porque mi Steven estaría en un lugar tan mundano como ese? – preguntó indignado y sus palabras no pasaron desapercibidas por ambos padres. ¿Qué clase de hombre era este? Cómo pudieron permitir que este sujeto se le acercara a su hijo. –

- Mi hijo es un chico demasiado curioso, quizás vio algo que le llamó la atención y bajó a investigar. – dijo la señora Grant con dulzura recordando a su niño y lo curioso que era desde muy pequeño. –

- Eso es algo que no permitiré cuando nos hallamos casado. – soltó de repente dejando atónitos a los padres. –

- ¿Disculpe? – dijo el padre. - ¿Cuándo se casen? –

- Por supuesto, una vez que lo encuentren haré que lo lleven a mi mansión de inmediato para que nos casemos y ya no vuelva a hacer este tipo de tonterías. –

- Mi hijo aún no está en edad de casarse. – dijo la madre con firmeza y enojo en su voz. – Si nos disculpa señor Moragt, mi esposo y yo queremos estar a solas. –

Anton no dijo nada más y se retiró con una sonrisa arrogante en su rostro, al estar solos nuevamente la madre lloró aferrada a su marido. – ¿Con qué clase de monstruo estuvimos a punto de casar a nuestro hijo? – dijo sin levantar el rostro. –

- Eso mismo me pregunto, en qué estábamos pensando. Cuánto debió de haber sufrido Steven por todo esto. – se lamentó Grant, su niño se debió de sentir tan desesperanzado y triste. Recordó el rostro que tenía su hijo el último tiempo y se dio cuenta que los ojos hinchados no era por desvelarse leyendo, sino que se la pasaba llorando toda la noche. – Soy una mierda de padre. –

***

A la mañana siguiente, Steven despertó rodeado de un calor muy agradable y un sentimiento de paz que no había sentido en mucho tiempo. Al abrir los ojos pudo ver el rostro dormido de Marc y todos los sucesos de la noche anterior volvieron a su memoria. Se sintió triste nuevamente, pero antes de que pudiera caer una tristeza aún mayor escucho como alguien abría la puerta de la habitación de golpe.

- Muy bien deprimido, debemos marcharnos. Ahora. –

El golpe y la voz fuerte hicieron que Marc despertara de golpe, abrazando inconscientemente al menor y escondiéndolo en su pecho antes de responder.

- Maldición Jake. Acaso te mataría despertarme alguna vez de una manera normal. – le reclamo. –

- Eso no sería divertido. – dijo con una sonrisa maliciosa y antes de que pudiera agregar algo más notó la presencia que se hallaba acostada al lado de su hermano. - ¿Quién es? – preguntó con voz seria y aterradora. –

No tenía idea de quién era aquella persona, pero no le agradaba. De hecho, nunca le agradaron las parejas de Marc. Siempre eran mujeres con malas intenciones o que solo buscaban acostarse con su hermano. Detestaba que su hermano fuera tan dependiente emocionalmente y manipulable, cayendo fácilmente en falsas promesas de amor. Solía amenazar a las zorras con matarlas si se volvían a acercar a Marc. Algunas de ellas lo ignoraban y buscaban al gemelo mayor de todos modos. En varias ocasiones termino corriendo de un lugar a otro para encontrar a su hermano el cual se iba con ellas con solo un par de palabras bonita y se lo llevaban para tener sexo. En un par de oportunidades llegaba demasiado tarde y encontraba las malditas montando a su hermano el cual siempre estaba en una especie de trance. Odiaba lo fácil que algunas podían manipular a Marc.

Claro que Jake no se inmutaba y tiraba de las mujeres sin ningún tipo de delicadeza y les gritaba un par de insultos y humillaciones con el fin de que se largaran. Funcionaba bastante bien. Tomaban sus cosas y se vestían rápido con sus estúpidos vestidos y se marchaban. Hubo un par que le reclamó a Marc que hiciera algo y este solo desviaba la mirada ignorando a la mujer mientras Jake recogía la ropa de su hermano y lo ayudaba a vestirse o derechamente lo vestía. Eso no era un problema para ellos en general. Pero existió una mujer en particular que se negó a irse a pesar de todas las cosas que le decía Jake y esta le reclama por haberlos interrumpido, claro que la ignoraba hasta que soltó un par de comentarios que si afecto a los hermanos.

- ¿Acaso te lo coges tú y por eso es tan inútil? No importa, he tenido mejores polvos y este retardado ni siquiera es capaz de moverse. Mira que quedarse tendido en la cama y no hacer nada. Vaya inútil. –

Jake vio como el rostro de Marc de contraía con las palabras de la mujer y supo que la mente de su hermano estaba viajando a un horrible lugar del pasado. Camino rápido hasta la mujer y antes de que soltara otro comentario venenoso, Jake la tomó del cuello y la comenzó a asfixiar. La mujer arañó y golpeó a Jake para tratar de liberarse, pero fue en vano, para el gemelo menor esto sería demasiado tardado por lo que terminó optando por romperle el cuello. Dejó caer el cuerpo sin cuidado y volvió con su hermano, lo termino de vestir. Le dio un abrazo reconfortante y salieron rápido de aquel lugar. Jake había lanzado el cuerpo a un callejón y después de dejar a Marc en el lugar donde se hospedaban volvió para terminar de desaparecer el cuerpo. Nunca nadie reclamó por la desaparición de aquella mujerzuela, después de todo no le importaba a nadie.

Marc jamás le reclamó algo a Jake, aunque sí hubo chicas en las que se interesó para citas de una noche, las cuales debían pasar por la aprobación de Jake antes de poder acostarse con Marc. Claramente no les hacía un interrogatorio directo, le hacía preguntas sutiles con el fin de sacarles información de sus verdaderas intenciones y si no encontraba malicia más allá de simple y mundano sexo, los dejaba ser. No podía reprimir a Marc todo el tiempo, era un hombre con necesidades después de todo, aunque parecía que a Marc no le interesaba mucho tener sexo.

Cuando Layla se unió a ellos entendió rápidamente las dinámicas y cómo ayudar a Jake con las citas pasajeras de Marc. Era sencillo cuando se encontraban con alguna persona que ya hubieran conocido y les dejaba ir sin mayor problema, pero si aparecía alguien nueva se repartían las preguntas entre Jake y Layla, y si por algún motivo no les gustaba o se notaba que era una mujer interesada era Layla quien se encargaba de ellas dándoles una paliza, la cual siempre empezaba cuando la chica "accidentalmente" tiraba su bebida sobre la otra y esta iniciaba un conflicto el cual aprovechaba Jake para sacar a Marc y al cabo de unos minutos aparecía Layla con un par de rasguños, pero con la victoria asegurada. Jake le había dicho que en el pasado mató a una mujer que estuvo con su hermano y Layla aprovechaba ese conocimiento para intimidar a las mujerzuelas.

Sin embargo, en ese momento al ver a una persona al lado de su hermano en la cama le produjo mucho conflicto e ira. Como no se dio cuenta que su hermano salió y llevó a alguien para acostarse. ¿Tendría que empezar a cerrar su puerta con seguro acaso? Antes que su mente siguiera formando diferentes escenarios Marc lo interrumpió.

- Tranquilo, no es lo que piensas. – se sentó en la cama y para tranquilidad de Jake estaba vestido. – No te asustes, solo está tratando de aparentar ser intimidante. No pasa nada. – le decía a la persona que se ocultaba detrás de su figura. – Quiero presentarte a mi hermano, Jake. –

Marc se quitó del frente del otro y Jake pudo notar que, en primer lugar, no era una mujer sino un chico. Se veía muy joven, ¿siguiera era mayor de edad? Lo segundo que noto, es que también estaba vestido, de hecho, demasiado vestido con aquel traje de tres piezas. Tercero, ese niño claramente no era nada de lo que había visto antes. Se notaba que era alguien educado y quizás de una buena familia.

¿De dónde rayos había salido ese niño?

- Jake, él es Steven. – Marc continuó con las presentaciones. – Ha sido mi visitante nocturno todo este tiempo. – le dijo con una sonrisa. –

Steven se ocultó un poco detrás de Marc y miró con temor al hermano de Marc. Notó con asombro que eran como dos gotas de agua, solo que la mirada de Jake era mucho más amenazadora. Con una tímida y tierna sonrisa saludo a Jake.

- Mucho gusto. – con solo esas palabras rompió todas las barreras y alertas de Jake. Ese niño para nada era una amenaza. Aunque no se convencía de que fuera el visitante de Marc. –

- Sí, bueno. ¿Cómo me puedes confirmar que tú eres quien visitaba a mi hermano todo este tiempo? – dijo con voz más suave. –

Steven se asustó un poco por la pregunta, no le estaba hablando rudo, pero eso no evitaba que fuera intimidante. Como podían ser tan parecidos y a la vez tan diferentes. Al procesar un poco más la pregunta, recordó todo lo ocurrido y su semblante se volvió triste alertando a Marc y un poco a Jake.

- Es un lucero. – soltó Marc para terminar esto pronto y no agobiar tanto al pequeño. – Créeme, si no lo hubiera visto jamás me lo hubiera creído. –

- Necesito más que eso. – soltó Jake con un suspiro. Quería creerles, pero todo lo relacionado a Marc siempre era estresante. No podía aceptar esto simplemente sin más pruebas. –

El menor se estaba poniendo nervioso y ansioso con toda esta situación cuando recordó las notas que le había escrito Marc. Las extrajo de sus bolsillos y las enseño.

Ambos hermanos quedaron atónitos. Esto comprobaba que efectivamente era quien visitaba a Marc en las noches durante todo este tiempo, pero no confirmaba que fuera un lucero.

Antes de que Jake siguiera cuestionando a los otros dos, apareció Layla algo acelerada y preocupada.

- Dejen las charlas de hermanos para después. Debemos irnos pronto antes de que... ¿Quién es el niño? - preguntó con curiosidad al ver a Steven. –

- Es quien visitaba a Marc en las noches y que según ellos es un lucero. – dijo lo último con sarcasmo ganándose una mala mirada de Marc. –

Layla se acercó a los chicos en la cama y miró fijamente a Steven, poniéndolo aún más nervioso. Marc se alertó un poco y puso una mano frente al menor con el fin de protegerlo, pero Layla con una sola mirada hizo que el otro bajara la mano y se apartara un segundo. No le haría daño al menor y eso tranquilizaba a Marc. La chica miró fijo al menor quien movía sus ojos de un lado a otro sin atreverse a mirarla y tiraba de las mangas de su ropa tratando de aliviar un poco sus nervios.

Recordó cómo sus padres lo regañaban constantemente por hacer eso y se sintió fatal cuando no podía hacerlo, en especial frente Moragt. Al cabo de unos segundos que parecieron eternos, la castaña dio un chillido emocionada y abrazó al más pequeño.

- Jake cómo puedes dudar de que una cosita tan linda y tierna no sea un lucerito. – gritaba emocionada apretando a Steven. – Mira qué rostro tan lindo y angelical. Aunque no fueras un lucero, si se nota que vienes del cielo. –

No tenía intenciones de soltar al menor, por lo que Jake y Marc tuvieron que intervenir para que lo soltará. Steven se sintió demasiado contento entre los brazos de Layla, estaba seguro que en el futuro la terminaría viendo como una especie de hermana mayor y ella a él como un hermanito.

- Linda, no viniste hasta acá para decirnos algo importante. – le pregunto Jake para que dejara al menor a lo que ella recordó y se recompuso. –

- Si, ya debemos partir. Al parecer se acerca una tormenta inesperada y si no queremos terminar atrapados aquí más tiempo será mejor irnos pronto. –

Jake y Marc notaron como la chica evito mencionar sobre la guardia real y el asesinato por el cual eran buscados. No tenían ninguna intención de mencionarlo al menor, pues no sabían cómo podría reaccionar este. Por lo que asintieron a Layla y ella salió de la habitación seguida por Jake. Pero regresaron casi al instante.

- Steven, por casualidad solo traes esa ropa. – preguntó Jake. –

- Emh, sí. – respondió aún nervioso. – El que yo estuviera aquí no era algo que hubiera planeado. Así que, solo tengo conmigo esta ropa. –

- Tengo un plan. – le dijo a Layla en voz baja. – Marc ordena tus cosas, le traeremos algo de ropa a Steven. Ya regresamos. – y salieron de la habitación. –

- Hay algún problema con mi ropa. – preguntó Steven angustiado. –

- ¿Qué? No para nada. – le respondió rápido. – Es solo que es ropa muy bonita, se nota que es elegante y costosa. El asunto es que llamarás mucho la atención de gente que no nos agrada. –

- Oh, ya entiendo. – para fortuna de Marc, Steven aceptó esa simple y vaga explicación. –

- Steven, puedo preguntarte algo. – el menor asintió y prosiguió. – ¿Existe alguna manera de que puedas volver a casa? – realmente le encantaría que no, pues no quería separarse nunca del menor, pero su estilo de vida era arriesgado y no quería poner al tierno chico en peligro. Ahora, por ejemplo, estaban huyendo y si los llegaran a capturar todos serían ejecutados, incluido Steven. –

- No. – fue la única respuesta que dio y se sentó en la cama con las rodillas al pecho. –

- Lo lamento. – le dijo Marc como respuesta. – Si no hubiera despertado anoche nada de esto hubiera pasado. –

- Los "hubiera" no existen según mi padre. – le respondió. – Tal vez esto no es algo que tuviera planeado, pero si te soy sincero. – Marc lo miró expectante. – Me alegro de que me hayas visto. – le dijo con una linda sonrisa que calentó el corazón de Spector. –

- Por un lado, me alegra escuchar eso. – se sentó a su lado antes de continuar. – Por otro lado, no pudiste despedirte de tu familia y amigos. –

Steven se debatió internamente sí soltar el motivo de su visita o no. Decidió que lo mejor era contar lo sucedido, después de todo no tenía nada que perder.

- La verdad es. – no podía decir aquello mirando a Marc, por lo que desvió la mirada, pero se apoyó en el hombro contrario. – Anoche iba a ser mi última visita. –

- ¿Qué? – Marc no lo podía creer y le dejó un sentimiento de angustia. Aun así, se atrevió a preguntar. – Porque sería la última, ¿acaso habías conocido a alguien más en el cielo? – su interior se hallaba en conflicto, pero no permitió que se refleje en su voz. –

- Sí. – respondió con una expresión neutral. – Una estrella me estaba cortejando. – Steven no notó como sus palabras lastimaban a Marc sin intención de hacerlo. – Mis padres me dijeron que me casaría con él. Pero... - ese "pero" no sonó como alguien feliz por casarse. – Yo no quiero casarme con ese sujeto. – oculto su rostro entre sus rodillas. – No lo amaba ni lo haría nunca. – Marc notó cómo el cuerpo de Steven temblaba al tratar de contener su llanto. – No les importó mis sentimientos y me dijeron que me tendría que casar quisiera o no. – las lágrimas ya rodaban por sus mejillas. – Una vez que estuviera hecho el compromiso, ya no podría volver a bajar a la tierra. Los luceros comprometidos deben prepararse para el matrimonio y no pueden distraerse con otras cosas. Supe que mañana harían una cena importante y lo más seguro es que iba a ser una cena de compromiso. – no pudo seguir hablando a causa del llanto. –

Marc lo abrazó y por reflejo se escondió en el pecho del mayor. Todos los pensamientos y sentimientos negativos desaparecieron del pecho de Marc. Steven no se iba a casar por amor, sino por obligación. Que terrible destino y más aún si ya estás enamorado. El menor le dijo entre sollozos cómo era el que iba a ser su prometido y Marc solo sintió un enorme deseo de golpear al sujeto.

- Supongo... Que realmente no fue tan malo el que no hallamos conocido después de todo. – le dio una sonrisa para tratar de calmar al menor. –

- Pues no. No lo fue. – soltó una ligera risa que a Marc le pareció el sonido más adorable del mundo. –

Marc limpió el rostro de Steven cuando el llanto cesó. Y una vez que terminó lo dejó acostado en la cama mientras guardaba lo poco que le quedaba. Agradeció enormemente que las armas las guardara Jake. Él sólo tenía una cuchilla que ocultaba bajo la almohada al dormir. Por fortuna la alcanzó a tomar antes de que el menor la fuera a notar.

Ya estaba todo listo, solo faltaba su guitarra, pero la guardaría luego. Quería tocar un poco para Steven mientras esperaban a los otros dos que, por cierto, ya se habían tardado. Marc sospecho que muy probablemente se estaban entreteniendo entre ellos, le había ocurrido antes y no esperaba que esta fuera la excepción. Se sentó en la cama apoyando su espalda al respaldo de esta y Steven se acurruco a su lado. Estuvieron así un rato hasta que abrieron la puerta de golpe. Era Jake quien se veía algo agitado confirmando las sospechas de Marc, llevaba entre sus manos un montón de ropa y detrás de él apareció una muy feliz Layla, quien también llevaba ropa entre sus manos.

- Bien, traemos ropa de varias tallas. Stevie, mi pequeño niño hermoso. Necesito que te quites toda la ropa. – le dijo Layla sonriendo. –

- Me debo desvestir aquí frente a todos ustedes. – pregunto incrédulo sacando una risa de Jake, su rostro se puso rojo por la vergüenza. –

- Lo lamento, solo te queríamos molestar un poco. – le confesó Layla. – Pero si necesito que te quites todo y te coloques esto. – le enseño una camiseta y un pequeño pantalón corto. –

Steven miró donde se podría cambiar y vio como Jake sacaba desde un rincón una especie de panel separador** (Biombo) y lo colocó contra un muro dejando un espacio.

- Listo niño. Puedes cambiarte detrás de esto. Tranquilo que nadie te verá. – le dijo Jake y se sentó en la cama junto a Layla y Marc. –

Steven se levantó con timidez y camino incómodo con las miradas sobre él hasta llegar al lugar y comenzó a desvestirse. Escucho que Marc volvía a tocar la guitarra mientras Jake y Layla hablaban sobre el desayuno. Iba dejando su ropa sobre aquel panel y al terminar se colocó la ropa que le habían entregado. La tela era algo áspera, la camisa era algo ceñida y el pantalón le llegaba hasta medio muslo. Se sentía casi en ropa interior y no se sentía cómodo saliendo de esa manera.

- ¿Estás listo pequeño? – pregunto Layla con voz dulce. –

- S-sí. – respondió nervioso. – Por casualidad, no tendrás algo más para ponerme. – pregunto tímido. –

- Claro que lo tenemos, pero debes salir para saber que te podemos poner. –

- Está bien. – inhalo profundo y salió. Su rostro estaba todo rojo por la vergüenza y trataba de cubrirse lo más que pudiera con sus brazos. –

Los tres quedaron encantados con la vista del pequeño. Jake le susurro a Marc que debía cuidar bien de aquel pequeño ángel y Layla saltó de la cama para poder abrazar de nuevo al menor. Marc por su parte solo podía ver al pequeño y en ese momento de dijo así mismo que jamás se podría arrepentir de haber despertado anoche.

Layla lo llevó a la cama donde lo sentó y junto con Jake discutieron qué atuendo sería el más adecuado. Marc se sentó al lado de Steven para ayudarlo a relajarse un poco y funcionó al instante.

Después de una breve disputa entre la pareja, eligieron el atuendo adecuado. Marc no se había percatado hasta ese momento que toda la ropa que habían traído los otros era de mujer.

- Bien Stevie, ven a vestirte. – le dijo Layla. –

Steven miró extrañado la ropa y notó que era ropa para mujeres por lo que no pudo evitar mencionarlo.

- Emh, Layla. – le llamo suave, ganando toda la atención de la chica. – Yo soy varón y esa es ropa de mujer. –

- Eso es bastante obvio lindura. –

- Entonces, ¿por qué? – estaba totalmente confundido. –

- No es obvio, porque te verás precioso con estas ropas. – le respondió de manera efusiva y sin dejar que el más pequeño pudiera reclamar lo comenzó a vestir. –

Marc llamó la atención de Jake y le pidió que salieran un momento. – Ya volvemos. – les dijo a los otros, claro que Layla lo ignoró y Steven suplicó en su mente que no tardará demasiado en volver.

- ¿Cuál es el plan? – preguntó directo a su hermano. –

- Están buscando a tres hombres con nuestra descripción. Si parecemos un par de simples parejas de campesinos no llamaremos tanto la atención. –

Marc se lo pensó un momento y la verdad es que era un plan sencillo, pero demasiado efectivo. Además, Jake se había afeitado el bigote.

- Esto si podrá resultar. –

- Por supuesto, pero aun así debemos largarnos antes de que la tormenta azote. –

Marc asintió y ambos volvieron al cuarto y notaron que Layla ya había terminado con Steven.

- Chicos, a que no se ve adorable. – les dijo Layla con entusiasmó y su única respuesta fueron a un par de idiotas adorando la vista frente ellos. –

- Dios, este niño sí que es adorable. – mencionó Jake. – Hiciste un gran trabajo mi amor. – le dijo a Layla a la vez que la tomaba de la cintura y le daba un profundo beso. –

Steven se sintió un poco incomodó con el beso tan apasionado que se daba la pareja. Se acercó un poco a Marc, pues la opinión de este le era muy importante.

- Emh. Se ve... se ve bien. – pregunto tímido y nervioso, con un lindo sonrojo en sus mejillas. –

Marc se tomó su tiempo para admirar al pequeño. Llevaba puesto una blusa color crema con detalles de flores sobre la camisa que se había puesto antes, un corsé marrón claro que le daba una figura aún más esbelta, una falda larga rosa con flores púrpuras que les llegaba a los talones y por último unas botas de tacón bajo. Su cabello era corto, pero Layla le había peinado y colocado flores como adornos. También pudo notar el sutil maquillaje que le había puesto lo que le daba el toque final. A simple vista parecía una niña campesina cualquiera, una niña muy linda.

- Te ves muy encantador. – le respondió. Sin que lo pensara dos veces lo abrazó y le dio un suave beso en la frente, logrando que Steven se pusiera sumamente rojo. –

- Bien, denme un segundo y nos vamos. Jake puedes ir por nuestras cosas a la habitación. –

- Por supuesto amor. Qué hacemos con este resto de ropa. – apuntó la pila de ropa.

- Yo me encargo. – les dijo. – Ya dense prisa. Nos vemos abajo en un momento. –

Jake se fue por sus cosas y las de Layla, y Marc tomó las propias junto con la ayuda de Steven quien estaba encargado de llevar la guitarra.

- Ahora que lo pienso, ¿dónde quedó tu ropa? – le preguntó al menor. –

- Oh, Layla la guardó en tu alforja. –

- Mhn. Por cierto, cómo te sientes. – le pregunto sin querer ser burlesco, sino que realmente le importaba el bienestar del otro. –

- Algo avergonzado. –

- Lamento eso. Layla suele ser así en ocasiones. – por nada del mundo le diría el verdadero motivo del porque lo estuvieron que vestir de chica. – Por cierto, puedes hacer que tu voz suene más fina. – debía fingir ser mujer para que todo resultará, aunque la voz de Steven de por sí era suave, podía levantar sospechas y quería evitar todo tipo de riesgo. –

- Lo intentaré. – aclaro un poco la voz y prosiguió. – Marc, ¿así está bien? – Spector pudo sentir cómo su corazón se aceleraba al escuchar la dulce voz de Steven. –

- Así está perfecta, para que no te vayas a desgastar mucho la voz trata de evitar hablar lo más que puedas. Te prometo que esto solo será por un par de horas. –

- ¿Y cuánto podría ser eso? – no quería andar vestido así y se quería cambiar lo más pronto posible. -

- Hasta que Layla esté satisfecha. Lo lamento pequeño. –

Steven suspiro y no le quedó de otra que aceptar.


///// 🌙🌙 Moon Knight 🌙🌙 \\\\\


¿Que opinan de los padres de Steven?

Espero que haya quedada clara la imagen de Steven como niña, la idea me parecio muy adorable y espero que piensen igual.


El siguiente capitulo lo publicare el proximo lunes.


Eso seria todo por ahora.
Espero que les haya gustado.
Cualquier, duda, acotación, error de redacción, etc. Díganme en los comentarios.
Gracias por leer.

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