19.- el selló
Los rayos del sol entraban lentamente por la ventana, se removió como un pequeño gusano entre las cobijas y la almohada, como queriendo o deseando esconder su cara de la molesta luz que comenzaba a avanzar y cubrir su ventana. Los hermosos ojos de la pequeña se abrieron y a pesar de haber perdido ese pequeño brillo, la chispa de inocencia que les falta sin la presencia de Tobe, sus ojos siguen brillantes, llenos de esperanza; aunque su intensidad ya no es la misma y para mayor desgracia lo que los mantiene así, es una falsa solución de un amor divertido, un pensamiento colectivo que todos los de la aldea tiene a acepción de los chefs, para ellos aquella situación, no tenía ni una pisca de gracia.
¿Por qué? ¡¿qué diablos tiene de divertido? Acosar a alguien día y noche hasta el hastió, abrasándolo y robándole besos, terminando con raspones, empujones y uno que otro golpe con sus respectivos moretones; por qué solo ellos conocían la verdad tras el telón, para ellos ese niño llamado Garu, no se merecía ni un mínimo indicio de amor de la pequeña Pucca. Al final del día ellos eran quienes se encargaban de limpiar cada raspón nuevo y poner ungüento en los moretones recién adquiridos, desde su punto de vista, aquello no era ni divertido ni dulce...
Pucca se levantó más energética de lo usual, se vistió con su hanbok rojo, hizo un intento por recoger su cabello en dos chongos y bajo alegremente a ayudar a sus tíos en el restaurante.
—¡Buenos días, Pucca!— Dijeron enérgicamente los tres tíos, mientras la pequeña entraba saltando felizmente a la cocina,
—¡buenos días, tíos!— Contesto la pequeña. Mientras el tío Ho se acercó a ella.
—tengo algo para ti— Una sonrisa de dibujo en su rostro, mientras le extendía una carta
—¿¡en serio es para mí!?— Pregunto la pequeña sosteniendo el sobre, pero sin quitársela a su tío, mientras una cálida sonrisa se curva entre sus labios, llenándola de felicidad,
—¡si pequeña!, es para ti, puedo saber ¿¡de quién es!?— pregunto el tío esperando cualquier clase de respuesta.
—mmm es... Es de Tobe— expreso con un leve sonrojo en sus delicadas mejillas.
Corrió disparada de la cocina en dirección a su habitación, se sentó en su cama y observo el sobre con detenimiento, ni ella se creía que aquel chico respondiera inmediatamente su carta. Lo abrió con cuidado, saco el papel en su interior, lo desdoblo y una pequeña mancha un tanto rojiza y café a la vez llamo su atención, este lleno su corazón de una preocupación que jamás imaginó tener por él, pues, de inmediato supo lo que era, sangre seca.
A pesar de que su memoria se hallaba perdida junto con sus recuerdos de Tobe y los ninjas, inconscientemente recordó el aspecto de la sangre seca; jamás nada en todo el mundo la haría olvidar el aspecto de la sangre, pues muchas veces se vio en la necesidad de curar las heridas de tobe y sus ninjas. Una lágrima brotó sin siquiera ella poder entenderlo, en su corazón y su memoria se creó un hueco de mortificación, pero prosiguió y al terminar de leer la carta sonrió tristemente y suspiro.
—Tobe... eres un tonto— Dicho esto, rápidamente preparó el papel y la tinta.
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Hola Tobe
Sé que será extraño para ti recibir una carta mía de nuevo, pero note que había sangre impregnada en el papel y eso sin mentirte me puso algo nerviosa. Puede que sí, en definitiva, sea sumamente raro, pero en realidad sí estoy muy preocupada por ti y los ninjas.
La verdad es qué. Sin ustedes molestando a mi amado Garu, todo es muy aburrido y tranquilo por a aquí, extraño golpearlos, lo se es muy malo de mí, párete extrañar eso. Y si aré lo de empezar a entrenar con el maestro Chang, el papá de Ching y quién sabe, a lo mejor y nos hacemos muy buenas amigas, bueno siento que me estoy yendo por las ramas. Así y me gusta tu apellido, el significado que tiene es lindo.
Tobe por favor y por lo que más ames y sea sagrado para ti en este mundo, por favor cuídate mucho. Dile a los ninjas que gracias por sus saludos y sus deseos. Te mando un abrazo muy fuerte por tu cumpleaños.
Atte. Sam Jam Pucca.
P.d. buena suerte, esfuérzate mucho y estoy consciente de lo fuerte que eres, a pesar de mis golpes nunca quedaste noqueado, los aguantaste.
Al terminar, la pequeña doblo la carta y la guardo en un sobre rojo, la serró con una vela dorada y un sello de un loto que encontró entre las cosas de sus tíos por casualidad, junto con otro selló de un dragón en una pequeña de una madera extraña con un símbolo que jamás había visto; Caja, la cual se llevó a su cuarto, cuando ellos sacaron una caja de bambú alargada del ático.
Pensó que a Tobe le gustaría el loto, por qué recuerda haberle visto un loto bordado en su yukata, el día en el que el partió.
Para suerte de ella, el mensajero pasó ese mismo día por el restaurante.
—¡buenos días, Pucca! ¡¿es una carta para tobe?!
—sí, pero por favor... no le digas a nadie— expreso tímida la pequeña y algo nerviosa mientras jugaba con sus dedos
—hohoho. No te preocupes, será nuestro pequeño secreto— Exclamo el hombre contento
—p-puedo saber ¿Cuánto tardará en recibir la carta?— Preguntó Pucca, pues el tiempo entre la última carta recibida era de un mes aproximado.
— 2 semanas máximo, tengo que pasar a las demás aldeas para recoger las cartas que serán entregadas, por las familias de los soldados-
—¡¡Ho!!, ya veo— Exclamo, reflexionando en lo que le respondieron.
—¡¡hohoho!!. Puedo contarte algo— una amigable sonrisa se formó y hablo en un susurro para que nadie oyera más que la pequeña.
—¡¡sí!! ¡¡por favor dime!!— su semblante se mostró lleno de curiosidad
—¡¡hohoho!!. Está bien-- pucca asintió --en la aldea vecina, encontré a una niña como tú, de tu misma edad, una niña linda, buena y muy educada... si conocieras a Yuki, ambas se llevarían bien... pero bueno ¿en que me quede?, ¡a sí!... ella hizo un voto de silencio. Le prometió a su padre que lo rompería, hasta que el regresará a casa, sano y salvo con ella y sus hermanos, dime... no crees que es un bonito detalle de su parte-
—¿voto de silencio como el de Garu?— Pregunto
—hohoho. Así es, solo que el de Garu, es por su honor— Contesto el hombre con una sonrisa mientras metía la carta en un saco rojo
—muchas gracias y si es un bonito detalle de la niña— Dijo la pequeña muy contenta, batiendo su mano en un saludo mientras él se retiraba.
El bonachón hombre de vestimenta roja, se marchó con el resto de cartas...
En el campamento, habían pasado ya dos meses desde que Tobe le había enviado la carta a Pucca y absolutamente todo lo que él había ordenado se acató al pie de la letra. El campamento de operaciones del frente casi se hallaba vacío, de no ser por un ninja con una x en el entrecejo y sus subordinados, con un trío de vagabundos, jamás hubieran pensado en tal plan.
En todo un mes, Tobe entreno como loco hasta el cansancio, hasta que su cuerpo se recuperó del pésimo estado físico en el que se encontraba. Sus manos habían sanado y gracias a que vio la técnica del general lee, pudo entrenar en invocar pequeños rayos, algo no muy potente para que no lo lastimara, ya que si se excedía, corría el riesgo de lastimarse de nuevo y no poder hacer nada, frente a una ofensiva inminente. No podía cometer ninguna clase de error de su parte o todos sus planes se vendrían abajo, en ese mes y por edicto imperial fue nombrado sub comandante, lo que lo puso por encima del terrateniente Uzumaki.
—¡Mañana es el gran día!— dijo Tobe para sí mismo, secándose el sudor —¡¡NINJAS!!-- Grito y estos aparecieron rápidamente
—¿¡cuáles son sus órdenes maestros!?— Hanzo al frente de todos, respondió.
—coman bien y descansen temprano, no quiero estúpidos errores mañana y shaman todo depende, de que tú lo hagas bien, si fallas todo se vendrá abajo.
—¡¡ay!!— Gritaron los 30 ninjas bajo su mando, su pequeño escuadrón con el cual le darían la vuelta a esta guerra. Todos decían eso en el campamento y tobe no podía dejar de sentir esa presión sobre sus hombros.
—¡Bien! Pueden irse— Tobe hizo un ademán con su mano y dando sé la vuelta para entrar a su carpa, pero se detuvo y sin darse la vuelta exclamo.
— ¿¡que sucede Nero!?-- Le hablo al ninja, que aún seguía ahí con su rodilla en el piso.
—amo tobe, llego esto de, el ama Pucca— Dijo el ninja con un tono de preocupación. Tobe noto esto y de inmediato se dio la vuelta, para ver por qué el tono de preocupación en la voz de su subordinado.
Se acercó rápidamente y tomo el sobre rojo que tenía el ninja entre sus manos, al verlo, su corazón se aceleró y la preocupación también lo invadió e inevitablemente su corazón se estrujó por lo que acababa de ver en el sello del sobre. Se fue rápidamente a su carpa, abrió la carta y la leyó, notando que Pucca había puesto su nombre completo.
Sonrió, no podía negar que le gusto lo que le escribió, pero en definitiva el usar su apellido y el sello de su familia solo significaban problemas y él no podía hacer absolutamente nada estando lejos de ella.
Se dejó caer al piso y puso ambas manos en su cabeza, suspiro tratando de controlar sus emociones, esto era algo que no pensó sucedería, problemas y solo problemas.
—¡¡diablos!! Pucca ¿¿qué demonios acabas de hacer??— mascullo molesto y angustiado al mismo tiempo. Rápidamente, tomo la carta con el sobre y los arrojó al fuego qué calentaba su carpa, procurando que desapareciera, por completo, sin dejar rastro
—¡¡NERO!!— Grito.
—¡¡si amo Tobe!!— Pronuncio la sombra, que se formaba de la nada, en medio de la carpa.
—¿¡quién entrego la carta!?— Preguntó demandante
—fue Shan Ta, señor.
— ¿sigue aquí?.
—sí, ¡aún está entregando cartas!
—ve a buscarlo, dile que es urgente que venga a verme en cuanto acabé-- Exclamo conteniendo su preocupación y enojó —¿¿alguien más ha visto el sobre??
—no. Solo yo desde que me la entrego él.
—bien, te prohíbo que hables con alguien sobre esto, ¿¡entendiste!?— Dijo en un tono amenazante.
—sí, Sr. Tobe— en ocasiones los ninjas, sentían que su jefe sabia muchas cosas más de las que aparentaba para un niño de su edad. Su vida pasada, antes de conocerlo, era un completo misterio para todos sus subordinados
—puedes retirarte— El ninja se fue, dejando a su jefecito muy molesto y preocupado...
Que hizo Pucca que acaba de preocupar tanto a Tobe, justo cuando una batalla importante se avecina????
Voten y comenten lo que piensan, nos seguimos leyendo...
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