Capítulo único.

Los pasillos de la escuela eran hermosos, tenían es aire limpio de estiló Rococo Francés pero bueno que se esperaría de una escuela de categoría en París, ¿Qué fuera diseño Victoriano? Obviamente no, era hermoso y la paleta de colores dorados y blacos daban un toque sutil de vanalidad, bueno, era muy vanal, pero eso que importa mientras se vean bien y los diseñadores estuvieran de acuerdo; en esos hermosos pasillos caminaban tres jóvenes que sin lugar a dudas iban de maravilla con el día no exquisito, Dominique de Sade, su hermano mellizo Louis de Sade y el amigo de la infancia de ambos Noé Archiviste; los tres hijos de importantes familias Francesas, a nadie le sorprendió cuando descubrieron que eran amigos de la infancia. 

Los tres tenían excelente educación tanto escolar como en diferentes áreas, baile, música, modales, artes, etc; eran genios, los jovenes más prometedores de todas las familias con larga historia en Francia, porque no solo eran diestros en temas teóricos ó de etiqueta, los tres tambien tenían un uso al nivel de los experto de armas desde clásicas hasta la más actuales, no importaba en que ámbito se desarrollaran porque sin lugar a dudas lo harían de maneras sorprendentes, dignas de genios; nadie entendía porque estos prodigios perdian su tiempo en algo tan simple para ellos como la escuela, algunos especulaban que solo era una distracción, otros que seguramente solo era para que sus referencias se vieran mejor por el simple hecho de asistir a la mejor y más prestigiosa escuela del país, pero la verdadera razón nadie la sabía y no eran tan tontos como para ir y preguntarles. 

Mientras todos tenían sus especulaciones junto a estos tres amigos de la infancia en un pedestal, la realidad era un tanto mas simple de lo que parecía a primera vista, si ponías la suficiente atención lo notarías pero todos estaban demasiado ciegos para verlo. Por ejemplo que en ese preciso instante los tres alumnos "inalcanzables" estaban escondidos tras una pared viendo a un joven de cabellos azabaches y ojos azules claros que "bromeaba" con su amigo pelirrojo.

— Noé, solo ve y declarate. — Le dijo su amiga que ya se había sentado, no iba a estar de pie cuando solo acompañaba a su amigo a ver a la persona con la cual tenía un 'crush'.

— Domi tiene razón. — La secundo Louis.

— No es tan simple — Respondió negando con la cabeza — Seria más simple sino me gustará Vanitas el "loco estudiante de medicina".

Los hermanos suspiraron sin volver a tocar el tema, su amigo tenía razón, no sabian como diablos alguien como Vanitas conquisto a su querido amigo de la infancia. Vanitas, él estudiante del loco científico de la medicina apodado "Vampiro de la luna azul", él mismo que se había ganado una beca completa gracias a su enorme intelecto, él mismo que todos sabían odiaba a su maestro más que nadie en el mundo pero sin decirle la razón a nadie más. Claro que tenía puntos a su favor, su aspecto es uno de ellos, ese cabello azabache lacio largo, esos impactantes ojos azules y su figura elegantemente hermosa; seria popular de no ser porque en su primer día, en la ceremonia de presentacion frente a todo el alumnado se autonombró "él mejor doctor de la historia" y con eso cayeron al piso toda oportunidad de que se volviera una figura reconocida de buena manera y no el loco que todos decían ahora. 

Sin embargo si hablamos de sus habilidades médicas sin lugar a dudas son las mejores que la escuela ha visto desde que esta se fundó, motivo por el cual ya había estado en cientos de investagaciones, incluso ayudo a curar un virus mortal que afectaba principalmente a niños, pero cuando tienes una mala reputación siempre se verán los errores en ves de los logros, muchos se quejaron "Si era capaz de curarla porque no diseño la cura antes", "¿Qué no le importaban los niños que murieron antes que sacara la cura?", "Egoísta", ahí tambien se determino la enorme carga y fuerza que tenía el joven de solo dieciocho años pues el hizo de oidos sordos a todos los reclamos mientas continuaba con sus investigaciones personales. 

— ¡Dante!, ¡Idiota te dije que era el otro reactivo! — Le gritó haciendo uno de sus clasicos pucheros infantiles.

— ¡Charlatan yo que diablos voy a saber, estudió para detective! ¡No doctor! — Le respondió — Buscate un nuevo asistente si tanto me recriminas.

— ¡Perdoneme gran Dante! — Le respondió haciendo una exagerada reverencia.

Dante río y de ahi la gran, la enorme, la de magnitudes sin precendentes suerte de Vanitas tenía que presentarse, ¿Qué paso? Simple se rompió la pared tras de ellos, Dante empujó a Vanitas así salvandole la vida (otra vez), Vanitas salio disparado con fuerza claro que gracias a que su acosador, perdón, su pretendiente, estaba cerca lo atrapó. Noé sintió como se le salia el corazón cuando la pared se rompió, gracias a los cielos su amigo lo empujo a tiempo, Noé siempre estuvo dotado de una gran cantidad de reflejos que mejoró mucho gracias a las diversas áreas que estudió en el transcurso de su vida logrando así atrapar a Vanitas sin problemas.

Tenerlo entre sus brazos fue toda una experiencia, tenía la cintura delgada, sus extremidades eran delgadas y hermosas pero sin perder masa muscular en absoluto, sin piel blanca como la leche también se sentía suave y elástica, el color comenzó a subir al rostro de Noé, porque incluso siendo mayor que Vanitas, sin lugar a dudas era el más inocente de ahí.

— ¡Woow eso fue increíble! — Dijo emocionado Vanitas — ¡Grandes reflejos! — Habló aún sin salir del abrazó de de Noé  — Y tu cara, ¡Eres totalmente mi tipo!, ¿Quieres salir conmigo? — Preguntó sin un toque mínimo de vergüenza.

Dante se golpeo la cara con la mano, por motivos como esos le daba pena decir que era amigo de ese idiota, mientras que Dominique y Louis solo disfrutaban el espectaculo de ver a su amigo junto a su 'crush' el cual ya le había pedido salir en menos de cinco minutos de conocerse, de saber que era tan facil se hubieran ahorrado el hecho de inscribirse en la escuela para que así su amigo pudieran ver a Vanitas mas seguido, todo era tan simple como que se presentara ante Vanitas una vez y listo, Vanitas haría el resto.   

— ¿Sa-sal-salir? — Preguntó con los colores subiendo a su rostro, su corazón se movia de forma rápida, todo lo lejano a la calma estaba pasando por su mente que se habia quedado en blanco en algún momento no muy lejano. — Bien.

— ¡Genial desde hoy eres mi novio! ¡Y mi compañero! ahora vamos al laboratorio. — Tomo la ropa de su novio y lo jalo mientras aún seguía pretificado — ¡Dante tienes el día libre!.

Todos los presentes solo pudieron ver en silencio como Vanitas se robaba el que ahora era llamado su novio, ni Dante respondió a lo que habia dicho su amigo solo se golpeó la cara y fue en dirección a sus clases. Dominique y Louis también suspiraron resignados pensado que aún tenia que asistir a esa escuelas hasta que Vanitas se graduara para asi acompañar a su amigo.  

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